#182
❀ Fluff, Comedia
❀ Postman!au
❀ 708 palabras
Baekhyun estaba sentado en el salón del minúsculo piso que compartía con Jongdae. Su pierna se movía arriba y abajo en un tic nervioso mientras miraba fijamente el simple reloj de pared que estaba colgado en la pared de enfrente. Pasaban cinco minutos de las doce y veinte de la mañana, y en cinco minutos, su esperanza se habría ido al traste.
Doce y veintiséis.
Doce y veintisiete.
Doce y veintiocho.
Doce y veintinueve.
El timbre sonó y Baekhyun tardó exactamente cinco segundos en alcanzar y abrir la puerta, sonriendo ampliamente. Pero en la entrada se encontraba Jongdae, mirándolo con cara de saber muy bien lo que se hacía.
- ¿Esperando el correo de nuevo, Baekhyunnie? ¿Qué tontería has pedido esta vez para que toquen a la puerta?
- Cállate y entra, imbécil -le soltó, apartándose para que entrara, pero el tipo no se movió.
- ¿Y si te dijera que me encontré al cartero abajo y que ya me dio tu paquetito? -alzó el bulto, lanzándole una de sus sonrisas de bastardo-. Como pides tanto, el cartero ya me conoce y sabe que vivo contigo, así que le dije que no se molestara en subir porque podría darte yo el paquete.
- Serás bastardo hijo de...
- ¡Baekhyun!
Una tercera voz los hizo mirar hacia el final del pasillo, donde apareció el cartero, muy apurado y con pinta de haber ido corriendo. Baekhyun sintió su corazón palpitar fuerte, la estúpida idea de que quizá había vuelto para poder verlo cruzando su mente, así que cogió a Jongdae por la pechera de su camiseta, tiró de él para meterlo en el piso y salió, cerrando la puerta tras de sí.
- Hola, Chanyeol -saludó entonces al cartero como si nada, intentando ignorar los improperios que le estaba gritando Jongdae en aquel momento-. ¿Qué ocurre?
- Se me olvidaba que tenías una carta certificada -suspiró, mostrándole el sobre. Baekhyun abrió los ojos ligeramente, no sabía qué o quién podría mandarle una carta certificada.
- Oh, vaya -dijo, algo decepcionado.
El cartero lo miró confuso, pero le acercó el pequeño aparato donde debía firmar antes de poder irse. El chico firmó con desgana, cogiendo el sobre entonces de las manos del alto, quien aún lo miraba con recelo.
- ¿Estás bien, Baekhyun? -el chico alzó la vista, perplejo, y él carraspeó antes de seguir-. No es que sea de mi incumbencia, soy sólo tu cartero pero normalmente cuando vengo siempre estás alegre y siento que hoy no estás contento.
El corazón de Baekhyun se saltó un latido al escuchar sus palabras y ver el sonrojo pintado en la cara del alto.
- No te preocupes -le sonrió, intentando aligerar el ambiente-. Es sólo que me gusta que me entregues tú mis paquetes, es mucho mejor que cuando lo hace Jongdae.
Chanyeol entonces le brindó una sonrisa deslumbrante, una que hizo que al más bajo se le cortara el aire de repente y que agarrara con fuerza su carta.
- Deberías leer la carta, puede ser algo importante -le dijo, su voz ahora más alegre.
- Lo haré -le sonrió de vuelta-. Gracias, Chanyeol.
El cartero se fue entonces y él volvió a entrar a la casa, descubriendo a Jongdae aún en el recibidor.
- Pensé que lo besarías o algo, al menos -refunfuñó, pero señaló el sobre en sus manos-. ¿Qué es eso?
- No lo sé -dijo con franqueza, entrando finalmente al salón y rasgando el sobre que era completamente blanco a excepción de la pegatina del certificado. Baekhyun sacó la carta del interior, una sola hoja escrita a mano. Si aquel detalle era sorprendente, el contenido de la carta lo fue aún más, sus cejas ganando altura conforme iba leyendo hasta que quedaron completamente ocultas por su flequillo.
- ¿Qué es? -preguntó Jongdae, impaciente.
Baekhyun se levantó, apuntó algo en su teléfono y le sonrió con altanería a su compañero de piso antes de lanzarle la carta a la cara.
- Tengo que salir, Jongdae. No me eches de menos.
Y sin más, cogió sus llaves y salió de casa. Jongdae enderezó entonces la carta, leyéndola y maldiciendo en voz alta la maldita suerte de Byun Baekhyun.
Porque Park Chanyeol le había pedido una cita por carta certificada.
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