#85
❀ Fluff
❀ Bestfriends!au
❀ 769 palabras
- ¡Eh, Baekhyun, ven a saludar!
El chico bajito se volvió, mirando a través de sus finas gafas redondas a quien lo llamaba sentado en el sofá. Sonriendo, se acercó y se agachó hasta que entró en el campo de visión de la cámara.
- Hola, señora Park, cuánto tiempo.
- Oh, Baekhyun, qué alegría verte -le respondió una alegre señora Park, saludándolo desde la ventana abierta de Skype-. ¿Cómo lleváis el cambio?
- No lo llevo mal, aunque a veces los ronquidos de Chanyeol me despiertan por la noche.
- Dirás que tus ronquidos me despiertan a mí -se quejó el chico, frunciendo los labios ante la risa de su madre y su amigo.
- Vamos, vamos, Chanyeollie, no seas así -rió de buen grado su madre-. Baekhyun sólo bromeaba, tus ronquidos no son tan malos.
- ¡Mamá!
Madre y amigo volvieron a reír, pero lo dejaron tranquilo y, tras una breve conversación, se despidieron y Chanyeol cerró su portátil.
- Tu madre es encantadora -le sonrió, subiéndose las gafas que en ese momento le resbalaban por el puente de la nariz-. Te llama todas las semanas al menos dos veces para ver cómo te estás adaptando a la vida universitaria.
- Es una pesada -refunfuñó sin creérselo realmente el alto. Baekhyun soltó una carcajada mientras se dejaba caer a su lado en el sofá-. Pero al menos así me entero de lo que pasa por casa, de otra manera jamás me habría enterado de lo del novio de Yoora.
- Cotilla -lo acusó el mayor de los dos, arrugando la nariz y sacándole la lengua, divertido-. Pero al menos se preocupan por ti.
Hubo un silencio. Para ninguno de los dos era un secreto que los Byun, ya de por sí poco cariñosos, se habían desentendido completamente de su hijo, exceptuando el ingreso mensual que recibía en su cuenta y aquello, Baekhyun había señalado de sonriendo de forma triste, era una acción que el banco tenía encargada y que sus padres no se molestaban en hacer. Era algo automático.
Quizá por eso Baekhyun pasaba más tiempo en casa de los Park que en la suya propia, casi como un hermano para el más alto, y fue una decisión casi instantánea que ambos se mudaran juntos a Seúl cuando empezaron la universidad. Para el alto había sido tremendamente complicado tener que mudarse con él, ya que llevaba enamorado del otro chico dos años enteros, y convivir con él ponía a prueba su autocontrol, más cuando pilló a Baekhyun mirándolo mientras se secaba y se vestía después de la duca. Aparte de eso, la convivencia no era mala. Chanyeol sabía cocinar, o al menos eso proclamaba y Baekhyun tenía que admitir que sus platos eran decentes y buenos; y Baekhyun ayudaba en todo lo que podía, repartiéndose el resto de tareas.
Pero eso no lo hacía menos triste ni doloroso, y Chanyeol siempre intentaba que su madre no llamara cuando él pudiera verlo, pero hoy ya le había sido imposible. Sabía que a Baekhyun no le importaba, pero él prefería no hacerlo pasar por ese trago.
- Pero no tenías que mentir diciendo que ronco -intentó aligerar el ambiente el alto.
- No mentí -dijo Baekhyun, fingiendo estar ofendido-, soy muy sincero.
- Ya, muy sincero -se mofó el alto, girándose para que su cuerpo estuviera de cara a Baekhyun.
- Sí, lo soy -lo imitó, sonriendo y girando su cuerpo hacia él.
- Entonces -se inclinó más, sus caras muy juntas, y utilizó su índice para volver a subir suavemente las gafas que se le resbalaban por la nariz-, ¿admites que el otro día te pillé mirándome a escondidas mientras me cambiaba?
El chico se puso rojísimo y apartó la mirada.
- Ya te dije que no te estaba mirando, Chanyeol.
- Baekhyun -le llamó la atención, haciendo que volviera a mirarlo.
- ¿Qu...?
No pudo terminar la frase. Los labios de Chanyeol estaban sobre los suyos, impidiéndole hablar. Tan rápido como empezó, el contacto acabó, Chanyeol separándose y mirándolo sonriendo.
- ¿Y ahora? -había diversión en su voz, pero no malicia.
Baekhyun enrojeció pero habló, su voz apenas un susurro.
- Sí, estaba mirando.
- Así me gusta -rió un poco el más alto, acariciando su mejilla con la nariz y dejando un beso en ésta-. Ahora podré decirle a mi madre que tiene otro hijo en la familia.
- ¿Qué? ¡Chanyeol! -lo regañó, intentando golpearlo, pero Chanyeol rió y atrapó sus manos, besándolo de nuevo para callarlo.
Baekhyun no se quejó, cediendo y rodeando el cuello ajeno con sus brazos para acercarlo más hacia sí.
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