#56
❀ Fluff
❀ Bookshop!au
❀ 1070 palabras
A Baekhyun no le gusta leer.
Sabe que es bueno y sano, incluso ha leído algunos libros que realmente lo han atrapado pero, por defecto, no es un hobby que le guste. No lo odia, porque odiar es una palabra demasiado grande para lo que siente hacia la lectura, pero ciertamente no le gusta.
Por eso es extraño, casi irrisorio, verlo levantado un domingo absurdamente temprano, sus manos rodeando dos tazas de café para llevar porque necesita esa dosis de cafeína para abrir los ojos del todo, mientras se dirige a una pequeña librería en una de las callecitas del centro de la ciudad.
Al entrar, el sonido de las campanitas colgando por encima de la puerta anunció su llegada, haciendo que el dueño saliera de detrás de una de las estanterías del fondo, sonriéndole cuando entró.
- Ah, buenos días, Baekhyun -lo saludó con su voz grave.
Baekhyun se sonrojó ligeramente y le respondió de igual modo, acercándose a él y ofreciéndole una de las dos tazas de café, una que aceptó el librero de buen gusto.
- Con poco café, mucha leche y dos azucarillos -le dijo el bajo mientras el otro levantaba la tapa y olía el contenido.
- Wow, te acordaste de todo -le sonrió, sorprendido, sorbiendo un poco del caliente líquido y haciendo sonreír complacido al más bajo.
- Lo prometí, ¿no es cierto?
Asintiendo complacido, el librero bebió un buen trago, la espuma adornando de forma adorable su labio superior mientras le sonreía. Baekhyun tuvo el súbito pensamiento de que quería lamérsela, así que tragó con dificultad y trató de relajarse.
- Chanyeol -lo llamó con suavidad-. Tienes espuma... en el labio.
- Oh -dijo el alto, sorprendido, pasando su lengua por aquella zona para eliminar la espuma en un gesto que no ayudó mucho al autocontrol del más bajo-. Gracias, Baekhyun -le sonrió-. ¿Vamos dentro?
Asintiendo, lo siguió a la zona de donde había aparecido, que era ni más ni menos que un rinconcito de lectura, donde ya se encontraban algunas personas, un par de chicas y un hombre mayor.
- Ya estamos todos -anunció Chanyeol, indicándole a Baekhyun un sitio libre para que se sentara.
Baekhyun asintió y se sentó, bebiendo un poco de su café mientras Chanyeol cogía un libro del estante a su izquierda y se dirigía al frente, encarándolos a todos y sonriendo.
- Bienvenidos a esta reunión del Club de Amantes de la Lectura.
Oh, sí. Baekhyun se había apuntado a aquel club de lectura, la razón siendo tan simple como que cuando había ido hacía un par de meses a comprarle a su sobrino un libro de Harry Potter, había escuchado a Chanyeol en la parte de atrás, leyendo para algunos pocos privilegiados con esa voz ronca que le daba escalofríos; y a él le había parecido tremendamente sexy. No sólo su aspecto físico, si no la emoción que ponía al recitar, cómo modelaba cada palabra y la hacía suya, enviando escalofríos a su espina dorsal. Fue incapaz de moverse hasta que no terminó de leer aquel capítulo de Oliver Twist, y cuando el librero alzó la vista, sus ojos se encontraron, estremeciendo al más bajo. Chanyeol se había acercado entonces con una sonrisa, preguntándole si le gustaba la lectura y si le interesaría unirse a su pequeño club de los domingos por la mañana.
A Baekhyun no le gustaba mentir, pero había dicho que sí con tal de tener una excusa para ir a ver a aquel dios en la Tierra.
Aquel día Chanyeol comenzaba a leerles El Señor de los Anillos. Baekhyun había visto las películas, pero por el grosor del tomo en manos del más alto algo le dijo que eso no iba a ser leído en las mismas nueve horas que le llevó hacer la maratón de películas.
Aún así, en cuanto el alto abrió sus labios y comenzó a hablar, Baekhyun cerró sus ojos y dejó que su voz lo meciera, metiéndose muy dentro de él, casi como si sólo estuvieran ellos en la habitación.
Durante una hora, no se oyó otra cosa en la habitación salvo los ligeros sorbos de primero café y luego agua que iba bebiendo el dueño del establecimiento. Cuando terminó, su pequeño público le aplaudió, y él les mandó a modo de deberes leerse el siguiente capítulo.
- Ha sido genial, Chanyeol -le dijo Baekhyun, acercándose a él una vez los demás se hubieron marchado.
- Me ha parecido que te dormías ahí atrás -le dijo sonriendo, haciéndolo sonrojarse.
- Me gusta escucharte con los ojos cerrados -el alto alzó ligeramente las cejas, sorprendido e instándolo a seguir, haciendo que el rojo aumentara de intensidad en sus mejillas-. Tienes una voz... muy bonita.
Casi dijo sexy, pero prefirió morderse la lengua, bastante le ardía ya la cara. Cuando se atrevió a mirar al alto, éste sonreía.
- Es un cumplido bonito, gracias, Baekhyun -pero había algo triste en su voz, algo que no supo identificar pero que quería eliminar a toda costa.
- No me gusta sólo tu voz -se encontró diciendo, no sabiendo muy bien cómo había sido capaz de soltar aquello. Chanyeol lo miró, sus grandes y oscuros ojos ligeramente abiertos.
- ¿Y qué más te gusta? -quizá la pregunta pretendía ser inocente, pero no sonó para nada a eso en sus oídos, menos cuando el alto se inclinó, quedándose cerca de su cara. Baekhyun se lamió los labios antes de contestar.
- Tú.
Algo suave se posó en sus labios, su atónito cerebro tardando en procesar que eran los labios de Chanyeol contra los suyos. Los movió suavemente y el más bajo cerró los ojos y se dejó llevar, devolviéndole el beso. Al separarse, abrió lentamente los ojos, encontrándose con la mirada intensa y brillante del más alto.
- Ahora ya puedes dejar de fingir que te interesa la lectura para venir a verme, Baekhyun -éste jadeó.
- ¿Cómo sabes...?
- Por cómo perdió color tu cara cuando te dije que te unieras al club de lectura, realmente me sorprendió que aceptaras.
- En mi defensa diré que me gustó escucharte y que técnicamente, no debo leer tanto.
Chanyeol rió y entrelazó sus dedos con los de Baekhyun, dejando el grueso libro encima del mostrador.
- ¿Te apetece que vayamos a comer juntos, Baekhyun?
Tirando de su mano para que se inclinara, hizo que sus labios se rozaran de nuevo, sonriendo.
- Me encantaría.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro