❀ Fluff

❀ Wolf!au, Kids!au

❀ 569 palabras

 - Por aquí, Chanyeollie -susurró una voz en la oscuridad.

A tientas, Chanyeol extendió sus bracitos, intentando encontrar algún punto de referencia en la masa oscura que tenía delante. Una risa musical resonó en sus oídos y unos dedos se entralazaron con los suyos.

- Estoy aquí.

Él siempre lo estaba, pensó Chanyeol. Baekhyun siempre estaba con él, incluso cuando los niños grandes del colegio se metían con él porque a pesar de ser un alfa de nacimiento, era torpe, generoso y no sentía que nada ni nadie fuera suyo.

Hasta que conoció a Baekhyun. Chanyeol con apenas nueve años aún no sabía nada de parejas destinadas, ni de roles en la manada. Sólo sabía que Baekhyun había llegado nuevo, que era su amigo, y que lo quería para él.

Para su sorpresa, Baekhyun estaba bien con eso.

- Sígueme, Chanyeol.

Baekhyun se había llevado a Chanyeol a la parte de atrás de la escuela cuando hubieron terminado las clases, porque unos niños de sexto amenazaban con pegarle si aparecía por la puerta a la salida. Quizá fuera la personalidad rebelde de Baekhyun, poco ortodoxa para un omega, pero siempre que Chanyeol tenía problemas, él estaba ahí para ayudarlo. Esta vez, había convencido a Chanyeol para seguirlo por una abertura en una pared de piedra en el jardín que había encontrado hacía un par de días. Lo había persuadido, diciéndole que al otro lado había un pequeño claro con flores, muy tranquilo en el que podrían jugar sin que nadie los molestara.

A Chanyeol simplemente con estar con Baekhyun le valía.

Así que lo había seguido, pero el omega había decidido omitir que tenían que atravesar un oscuro túnel en el que Chanyeol no era capaz de distinguirse ni los cordones desatados de sus zapatillas. Baekhyun entonces lo había cogido de la mano, dándole la calidez y la seguridad que él necesitaba para seguir adelante.

No tardaron mucho en llegar al sitio prometido. Tal y como le había dicho Baekhyun, era un pequeño claro de bosque, con césped y flores, casi etéreo e irreal. El alfa miró con entusiasmo al otro, quien le sonrió travieso y le soltó la mano gritando 'tú la llevas'.

Jugaron, rieron, saltaron, incluso en algún momento ambos se transformaron en cachorros de lobo y retozaron en la hierba como si realmente no fueran más que unos lobitos que no tenían más preocupaciones.

Exhaustos, descansaban tumbados en la mullida hierba un buen rato después, intentando calmarse tras el ejercicio. Ver a Baekhyun allí tumbado con él, sudando pero tan bonito como siempre y sonriéndole mientras le ofrecía su mano para que la cogiera, despertó algo dentro de Chanyeol. Tomó la mano que le ofrecían, pero no se contentó con eso. Se acercó lentamenta y dejó un beso en la mejilla del omega, sorprendiéndolo.

- Gracias por todo, Baekhyun.

Baekhyun entonces se sonrojó y sonrió, apretando la mano que tenía cogida.

- No hace falta.

Pero para Chanyeol sí era importante.

- Baekhyun -lo llamó de nuevo, tímido-. ¿Te quedarías conmigo... para siempre?

El omega se incorporó, haciendo que Chanyeol lo imitara. Cogió ambas manos del alfa y se inclinó, dejando un beso él esa vez en la mejilla ajena, antes de reír por lo bajo y asentir.

- Sí, siempre me quedaré contigo, Chanyeol.

Diecisiete años después, el día de su unión, renovaron aquella promesa. La promesa de que siempre estarían juntos.