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#153

Fluff

Unrequited love!au

Advertencias: ligero age gap

1436 palabras


- ¡Haré que te enamores de mí, ya verás!

Ésa era la frase que Park Chanyeol siempre tenía en los labios. A Baekhyun no dejaba de hacerle gracia que el hermano menor de su 'alumno' y amor platónico Park Sungyeol, le dijera esas cosas cuando iba de visita.

Comenzó cuando Baekhyun tenía catorce años y Chanyeol apenas contaba con once, era un muchacho algo regordete con un hurón de mascota que a él le parecía adorable. En aquella época empezó a frecuentar la casa de los Park porque los profesores querían que ejerciera de tutor de inglés y de buena influencia sobre el mayor de los hermanos, y cree que fue apenas un par de años más tarde cuando se dio cuenta de que le gustaba Sungyeol.

También fue la época en la que Chanyeol comenzó a decirle que conseguiría que se enamorara de él. A Baekhyun le seguía pareciendo un chico adorable y nada más, no le molestaba que se uniera a ellos en algunas ocasiones para jugar a videojuegos o para hacer deberes mientras él le explicaba los nuevos conceptos a su hermano, pero no se enamoraba de las canciones que Chanyeol componía, ni de los mensajes que intercambiaban a veces por la noche, ni de los libros y pósters que adornaban el cuarto de Sungyeol cuando iba a sus clases dos veces en semana.

- Haré que te enamores de mí -le decía el chico cada vez que estaban a solas, haciendo que Baekhyun riera y le revolviera el pelo.

- Eres muy pequeño, Chanyeol, ni siquiera sabes lo que es eso.

- Mi hermano no es bueno para ti -insistía, bufando mientras se ordenaba el pelo de nuevo-. Yo soy mejor para ti que él.

- Chanyeol, tengo tres años más que tú y no tenemos nada en común -reía Baekhyun, y entonces normalmente se giraba para marcharse.

A duras penas, Baekhyun consiguió que Sungyeol aprobara el último curso de inglés, pero entonces fue Chanyeol quien necesitó clases. Los señores Park fueron quienes se lo pidieron, diciéndole que le pagarían por su trabajo. A pesar de ser ya un universitario con poco tiempo libre, Baekhyun aceptó; en su fuero interno se alegraba porque tendría una excusa para poder ver a Sungyeol más de seguido.

Su deseo fue frustrado, sin embargo, porque Sungyeol había conseguido plaza en la universidad de una ciudad algo alejada y se había mudado allí. Lo supo por Chanyeol, ya que Sungyeol contestaba a sus mensajes de manera esporádica y había olvidado mencionarle aquel detalle.. No rechazó el trabajo, sin embargo, a pesar de que ahora Chanyeol ocupaba el cuarto de Sungyeol y de que sus libros y pósters seguían allí, dándole nostalgia.

Los intentos de Chanyeol por hacer que se enamorara de él tampoco cesaron, pero Baekhyun seguía rechazándolo educadamente y redirigiendo su atención al Past Perfect.

Pero lo que Baekhyun no esperaba era que en el verano antes de pasar al último curso, Chanyeol cambiara tanto. Fue como si un camión hubiera arrollado al chico de casi diecisiete años y lo hubiera cambiado por otro en aquellos cuatro meses que no lo había visto. Ya no estaba regordete, había comenzado a usar lentillas y sus gafas eran distintas, su cuerpo era ahora alto, mucho más que el propio Baekhyun, y su voz era tan grave que le daba escalofríos.

- Hola, Baekhyun -lo había saludado, haciendo que un escalofrío lo recorriera y que su boca se abriera un poco, para regocijo de Chanyeol.

Baekhyun pasó dentro y fue a hablar con los señores Park, extrañándole que lo hubieran llamado tan pronto en el año escolar, Chanyeol apenas habría tenido tiempo de dar un par de temas de inglés.

- Oh, Baekhyun, hola -lo saludó la señora Park, invitándolo a sentarse y poniéndole una taza de té delante-. Te agradecemos mucho que hayas venido también este año.

- No hay de qué, señora Park -le sonrió el chico-, pero no esperaba que Chanyeol necesitara clases ya.

- Oh, sí, ya ha suspendido un examen -sacudió la cabeza la mujer-. No hace otra cosa que componer con la guitarra y leer una y otra vez esos libros que tiene en su cuarto.

Baekhyun parpadeó.

- ¿Componer...? ¿No era Sungyeol quien componía? -preguntó confuso, pero trató de recomponerse-. Bueno, quizá simplemente le gustan los libros que dejó Sungyeol en su cuarto y los lee porque lo echa de menos -trató de explicar.

- Oh, cariño -le dijo la señora Park de manera maternalista-, ése no es el cuarto de Sungyeol, sino el de Chanyeol. El cuarto de mi hijo mayor siempre estaba hecho un desastre, y le pedíamos a Chanyeol que cediera el suyo para vuestras clases. Y en cuanto a la guitarra, Sungyeol jamás compuso, siempre lo hizo Chanyeol, ya desde pequeño.

Baekhyun intercambió algunas palabras más y subió las escaleras de la casa, pensativo. Todo el tiempo había creído que las canciones, los intereses de Chanyeol habían sido los de Sungyeol. Ahora entendía las contestaciones poco entusiastas acerca de las preguntas o halagos a las canciones o los libros y pósters del cuarto. Pensaba en Chanyeol, en su mirada decidida, y algo cálido se extendía por su pecho. Pero no, se dijo, sacudiendo la cabeza, los mensajes. Los mensajes eran de Sungyeol, no de Chanyeol. Puede que en persona no lo demostrara, pero cuando hablaban a través de mensajes, Baekhyun podía sentir que Sungyeol también se preocupaba por él. Aunque era extraño, se decía, siempre era más amable en la aplicación de mensajes que cuando hablaban por Facebook u otra red social.

Al llegar al cuarto, Chanyeol rasgaba distraídamente su guitarra, y se veía tan estúpidamente atractivo que no pudo evitar que su corazón diera un vuelco, a pesar de que con veinte años no debería de atraerle un chiquillo de diecisiete.

- Chanyeol, deja eso, según tu madre es la causa de todos los males -intentó bromear, pero se le hacía tan raro mirarlo ahora, tan crecido, tan atractivo, y tan nuevo a sus ojos, mientras el menor lo miraba con un aire de inocencia.

- Mi madre sólo quiere una excusa para que deje la guitarra -rodó los ojos, pero obedeció y se sentó junto a él frente al escritorio. Baekhyun no pudo dejar de notar que incluso sentado, Chanyeol era más alto que él.

- Si te hace suspender, tiene razón -lo intentó reprender, pero no le salió tan bien como pretendía, porque Chanyeol se giró para mirarlo.

- ¿Qué te ocurre, Baekhyun?

- Es... -inspiró y soltó de golpe todo el aire, como soltando sus preocupaciones-, es sólo que todos estos años he creído que era Sungyeol el que leía estos libros, el que componía, basándome en lo que vi en este cuarto, y hoy he descubierto que es tuyo -sacudió la cabeza-. Simplemente me pregunto si no será todo lo que creo saber de tu hermano una mentira, a pesar de que me mensajeaba con él. Me mensajeo -se corrigió, aunque hacía semanas que no sabía de Sungyeol.

- Baekhyun -y hubo algo en el tono culpable de Chanyeol que lo hizo alzar la mirada-, perdóname.

Antes de que Baekhyun pudiera hacer nada, Chanyeol lo besó. Era la primera vez que hacía algo así y, a pesar de lo repentino, Baekhyun sintió el chispazo, el calor, la emoción y lo bien que encajaban sus labios juntos, así que cerró los ojos y se dejó llevar por los labios de Chanyeol. Se besaron mucho rato, tanto que tuvieron que separarse por falta de aire, y el menor acarició levemente los labios de Baekhyun con el pulgar, como maravillándose de haber sido él el causante de su leve hinchazón y rojez.

- Los mensajes de Sungyeol los mandaba yo -susurró con aquella voz ronca, haciendo que el más bajo ahogara una exclamación-. Él cambió su teléfono y me dio el viejo a mí sin borrar sus aplicaciones ni los contactos... Y yo lo aproveché para hablar contigo usando la aplicación de mensajes.

Baekhyun debió enfadarse. Debió enfadarse, gritar que lo había engañado, y debió marcharse enfadado. Pero no pudo hacerlo, porque ahora tenían sentido la poca emoción por parte de Sungyeol por verlo, por hablar con él, por compartir cosas. Porque nunca había sido Sungyeol, sino Chanyeol.

- Eres idiota -le dijo, sonriendo con la voz afectada-. Debiste decirme que eras tú.

- ¿Por qué? A tus ojos era un crío.

Baekhyun sacudió su cabeza y lo agarró con suavidad por el rostro.

- Puede que fuera así -admitió, sonriendo-, pero debiste decírmelo porque podría haber hecho esto mucho antes.

Y lo besó de nuevo.  

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