❀ Fluff

❀ Date!au

❀ 679 palabras

- ¿Por qué a mí? -lloriqueaba Baekhyun, tratando de que la gorra le tapara bien la cabeza.

Baekhyun tenía ese día la cita más importante de su vida. Tras meses y meses de indecisión, de timidez y de no terminar de echarle valor, le había pedido una cita a Park Chanyeol, del departamento artístico de su empresa y el chico guapo oficial de la plantilla. Casi había sido irrisorio lo fácil que fue preguntarle con lo mucho que le había costado reunir el valor necesario, el alto le contestó rápidamente que sí regalándole una de sus brillantes sonrisas, y Baekhyun casi se había derretido en el momento. Tenía una cita con Park Chanyeol, y si quería que él viera que Baekhyun era el adecuado, todo debía ser perfecto.

Precisamente por eso había ido a la peluquería esa mañana. Baekhyun llevaba normalmente el pelo teñido de un color rubio miel, algo oscuro, y pensó que podría ir a la peluquería y aclarárselo un poco para que resaltaran más sus rasgos. Con lo que no contaba era con el chico nuevo.

Sin mala intención, el chico había mezclado los botes de tinte y había acabado poniéndole un tono mucho más artificial y, a su gusto, feo, que el que quería en un principio. Decir que casi llora al ver su imagen en el espejo no sería quedarse corto, y el peluquero se había disculpado una y otra vez, prometiéndole arreglarle el desaguisado al día siguiente.

Pero él tenía su cita con Chanyeol y, a pesar de que podía pasar por un adolescente de instituto más que por un adulto trabajador, prefirió ponerse la gorra que en ese momento tapaba el desastre en su pelo antes que dejar que Chanyeol lo viera así.

- ¿Baekhyun? -lo llamó una voz desde atrás, asustándolo y haciéndolo girarse.
- Chanyeol -suspiró, sonriéndole.
- Casi no te reconozco con la gorra, pero tus orejas son inconfundibles -rió el alto.

Baekhyun se llevó una mano a su oreja mientras se sonrojaba, azorado y sorprendido a partes iguales de que recordara así sus orejas.

Fueron a un restaurante a comer, pero apenas estuvieron ambos sentados a la mesa, en una esquina íntima del local con Chanyeol a su derecha, Baekhyun se dio cuenta de su error.

- Disculpe, señor -le llamó la atención uno de los camareros-, no está permitido llevar la cabeza cubierta en el interior del local. Por favor, quítese la gorra.

No podía levantarse e irse, no pensaba dejar tirado a Chanyeol y menos después de lo que había pasado para estar así con él, pero miraba alternativamente al camarero y al alto, indeciso. Finalmente, y con gran dolor, se resignó y se quitó la gorra, dejando a la vista su pelo. El camarero abrió levemente los ojos, como comprendiendo por qué llevaba la cabeza cubierta al fin; pero cuando miró a Chanyeol, éste tenía la misma expresión amable en su rostro. El camarero les dejó entonces los menús y se retiró, permitiendo que Chanyeol acercara su silla a la de Baekhyun.

- ¿Por ésto llevabas la gorra? -preguntó suavemente, aún sonriendo.
- Sí -admitió, derrotado-. Quería verme bien hoy para ti y sólo conseguí quedar aún peor.
- Baekhyun -el alto tomó su mano con delicadeza-, siempre estás bien.
- Este pelo es trágico -lloriqueó, sabiendo que estaba mostrando su lado más infantil a Chanyeol-. Yo sólo quería que vieras que puedo ser lo que necesitas.
- Tu pelo está bien, Baekhyun, lo estaba antes y lo está ahora -el más bajo lo miró, incrédulo-. No me importa cómo tengas el pelo, porque no me hace falta para ver que te quiero en mi vida, Baekhyun.

Baekhyun lo miró, atónito, y Chanyeol rió de buena gana antes de dejar un beso en su mejilla y apretar su mano.

- No te arrepentirás -le dijo Baekhyun, acercándose un poco a él con las mejillas encendidas-. No te arrepentirás de haberme elegido, Chanyeol.

El alto acarició su mejilla con el dorso de la mano y se acercó a él, tanto que apenas había separación entre sus labios, los cuales casi se rozaban al hablar.

- No lo haré.