#124
❀ Smut, Fluff
❀ Brothers!au
❀ Advertencias: incesto, sexo explícito, más o menos.
❀ 781 palabras
Era el momento perfecto. Los señores Park se habían marchado a una representación teatral que duraría al menos un par de horas, así que en cuanto el coche se perdió al final de la calle del barrio residencial donde vivían, Chanyeol se deslizó al cuarto de su hermano menor, Baekhyun.
Chanyeol era el mayor de los dos hermanos. Tenía diecisiete años, estaba en el último curso del instituto y era el batería principal de la banda que había montado con sus amigos. Baekhyun, en cambio, tenía dieciséis años. Fue un parto prematuro y un milagro que saliera adelante; quizá por eso Chanyeol se tomó su protección como algo personal cuando vio que, a pesar de que sólo medio año los separaba, él era más alto y más fornido que su hermano menor. Puede que también eso fuera lo que empezó a hacer que Chanyeol dejara de ver a Baekhyun como a su hermano menor.
El cuarto estaba en penumbra, la ventana estaba medio bajada para evitar que la luz y el calor entraran, y su hermanito dormitaba en la cama, exhausto tras un examen de Historia especialmente duro. Chanyeol sonrió y cerró la puerta tras él en silencio y se acercó a observarlo. Era tan perfectamente hermoso que le dolía verlo, joder. Acarició su rostro con cuidado, maravillándose de la suavidad de sus mejillas, pero Baekhyun apenas se revolvió un poco. Sin perder la sonrisa, dejó su vista vagar por el cuerpo de su hermano. La luz que se colaba por las ventanas resaltaba la belleza de su piel, sus brazos y piernas al descubierto gracias a la camiseta de tirantes y los pantalones cortos que estaba utilizando.
Deslizó su mano por la pierna de Baekhyun, desde la rodilla sobre su muslo hasta colarse dentro de aquellos pantalones holgueros y acariciar su ingle, sus ojos no perdiendo de vista la cara de Baekhyun. Al no ver signos de que se fuera a despertar, comenzó a acariciar su miembro lentamente, despertándolo y despertando a su dueño, quien comenzaba a gemir y a abrir sus ojos, enfocándolos en su hermano mayor.
- Chanyeol… -Baekhyun gimió, su erección cada vez iba a más y comenzaba a retorcerse, sensible por estar recién despierto.
- Papá y mamá se han ido al teatro -susurró, acercándose a su rostro-. Pensé que podíamos aprovechar.
El menor tan sólo pudo asentir antes de que sus labios quedaran sellados por los de su hermano. Sus manos seguras apartaron la tela de los pantalones, tras lo que humedeció sus dedos y los introdujo en el interior de Baekhyun, haciéndolo estremecer. Agradeció no tener que ensancharlo desde cero, el cuerpo de Baekhyun era muy agradecido y recordaba bien al de Chanyeol. El más bajo intentó quitarse la ropa, pero su hermano lo detuvo, inclinándose sobre su boca y mordiendo sus labios con posesividad.
- No te la quites hoy.
Baekhyun asintió y lo besó de nuevo, rodeándolo con sus brazos mientras movía sus caderas al son que marcaban los dedos de Chanyeol.
Hacía ya algo menos de un año que habían comenzado su relación. Para sorpresa de los dos, fue Baekhyun el que se lanzó a sus brazos un día de finales de verano en el que Chanyeol estaba tirado en su cama tratando de no morir de calor. El menor se había subido en su regazo y lo había besado, alarmándolo; pero le confesó que hacía tiempo que sentía algo por él y que no le importaba que lo repudiara, porque para él era más importante que supiera lo que sentía por él que el posible odio que recibiera. Chanyeol no lo dejó seguir hablando y lo besó, cortando cualquier futura discusión sobre sus sentimientos. Aquella fue la primera noche que durmieron juntos a pesar del calor.
- ¡AAAAHH, CHANYEOL!
Baekhyun gritó de puro placer mientras Chanyeol lo embestía en su cama, sus manos entrelazadas y sus piernas rodeando la cintura del alto mientras el vaivén subía de intensidad. Se miraron a los ojos mientras llegaban al orgasmo, haciéndolo íntimo, algo sólo para ellos dos. Se quedaron unidos durante un rato, sus respiraciones agitadas y sus labios rozándose cada poco mientras sonreían de forma cansada.
Chanyeol salió de su interior al poco y se limpiaron antes de colocar de nuevo la ropa en su sitio y tumbarse el uno junto al otro; el menor rodeando su cintura para pegarse a su pecho a escuchar su corazón.
- Baekhyun -susurró el mayor, haciéndolo alzar la vista-, te quiero.
El menor sonrió y lo besó, antes de volver a apoyar la cabeza en su pecho. El latir de sus corazones al unísono se lo decía tan claramente como sus acciones o sus palabras.
Se querían, y era real.
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