Ted's POV

No había visto a Barney ni a Lauren desde la semana de mi cumpleaños, es decir, más o menos hace un mes. Todavía estaba enfadado con Barney, ¿pero con Lauren? Me sentía un poco mal por ella. Sonó mi teléfono y lo descolgué.

—Es Barney —le dije a los otros—. En serio, tío, tienes que dejar de llamarme.

—Ted, disculpa por no haber devuelto tus llamadas.

—Yo nunca te he llamado —le recordé—. Me has llamado quince veces y otras dos a mis padres. Sólo puedo imaginarme cómo estará el buzón de voz de Lauren.

—Lo siento. Voy a pasar de ti. Hay demasiados buenos compinches por ahí. Ted, ¿estás llorando?

—No, en absoluto —le aseguré.

—Shh, desahógate. Desahógate. Desahógate─

—Adiós, Barney —colgué, dejando el teléfono sobre la mesa.

—Entonces, ¿habéis hecho las paces? —preguntó Lily esperanzada.

—No.

—Echo de menos a Barney. Hace una semana por lo menos que no choco esos cinco. Estoy empezando a perder los callos de los nudillos —dijo Marshall riéndose algo nervioso y luego quedándose serio otra vez.

—Yo echo de menos a Lauren —dijo Robin—. Aunque probablemente ella no me eche de menos a mí.

—¿Alguien sabe dónde está? —preguntó Lily. Negué con la cabeza.

Lauren's POV

Llevaba un mes quedándome en casa de mis padres en Manhattan. No había visto ni hablado con nadie, pero tenía como mil llamadas perdidas de Barney, unas diez de Lily y Marshall, y ninguna de Ted o Robin. Con suerte, Barney no recordaba donde trabajo.

—Vale, espera, entonces ¿este tío te engañó con la misma chica con la que te engañó ese tal Ted? —preguntó Tracy mientras se sentaba en la barra. Asentí con la cabeza—. Eso es realmente horrible. Lo siento mucho, de veras, Lauren. —Me encogí de hombros.

—Debería haber sabido que pasaría tarde o temprano. Es sólo que... realmente pensaba que con Barney... él era mi Max, ¿sabes?

Ella sonrió con tristeza al escuchar el nombre de su difunto novio.

—Claramente no si te ha hecho eso. ¿Ha intentado arreglarlo?

Suspiré.

—Me ha estado llamando mucho. Me está costando todo lo que tengo no devolverle las llamadas.

—¿Has considerado hablar con él? Quizá ver si podéis arreglar las cosas —preguntó ella y asentí.

—Creo que sólo necesito tiempo para procesar. Pensar en mi próximo movimiento. Estoy pensando que podría volver a mi apartamento, intentar vivir una vida más normal.

—Hazlo.

Le sonreí.

—¿Cómo estás?

Tracy asintió.

—Estoy bien.

—¿Puedo invitarte a una copa? —le pregunté.

—Desde luego.

Entonces, me mudé de nuevo a mi apartamento. Es mucho más pequeño de lo que recordaba. Lo primero que hice fue acercarme al contestador automático.

Tienes diez mensajes nuevos.

Mensaje uno.

—¿Lauren? Por favor, contesta al teléfono. Tienes que escucharme. Cometí un error, y sé que no merezco tu perdón, pero─

Mensaje dos.

—Vale, el contestador me ha cortado, pero lo que iba a decir es que... te amo. Todavía te amo y esperaré. Esperaré a que─

Mensaje eliminado.

Caminé hasta mi sofá, me tumbé en él y me quedé mirando el techo. Suspiré y cerré los ojos cuando sonó el timbre.

—Barney, si eres tú, vete... —me interrumpí al ver quién estaba en la puerta. Alcé las cejas—. Em... ¿qué haces tú aquí?

—Yo, eh... me he enterado de lo de Barney. Te oí entrar y pensé en ver si estabas bien —respondió Lawrence, pasándose una mano por el pelo.

—Estoy en eso, sí. Gracias por preguntar.

Él asintió.

—Tienes buen aspecto —me dijo Lawrence y sonreí—. Considerando.

—Gracias.

Nos quedamos un momento en silencio.

—¿Puedo entrar?

Si hago esto... si lo dejo entrar, hay tantas cosas que podrían pasar. Si algo pasa entre nosotros, potencialmente cualquier esperanza de reparar las cosas con Barney podría irse por el desagüe. Una parte de mí aún ama a Barney... aún quiere amar a Barney. Pero mi lado oscuro, mi lado herido, quiere que él sienta el dolor por el que me ha hecho pasar.

—¿Sigues con nosotros?

Ahí mismo tomé mi decisión.

—Sí. Entra.

Barney's POV

Estaba en el bar con Robin, la primera persona del grupo con la que realmente había hablado en las últimas cuatro semanas.

—¿Cómo estás, Barney? —me preguntó. Asentí con la cabeza.

—Estoy ahí. Estaré bien una vez que recupere a Lauren y a Ted.

—¿Tan seguro estás de que lo harás?

—Sí, por supuesto. Quiero decir, va a tomar tiempo, y todo lo que tengo. Pero estoy dispuesto a esperar un momento.

—Sólo espero que ellos también lo hagan.

—Ya somos dos.