Wrath despertó cuando su sentido del olfato percibió un delicioso olor a asado, pestañeó desperezándose y notó entonces como estaba encendida la fogata de la otra noche, lo que más llamó su atención fue que hubieran diferentes varillas con animales asándose contra el fuego.

Podía ver peces, conejos, cangrejos y hasta ardillas empaladas contra las rañas y cociéndose a fuego lento.

Sentada al otro extremo frente a él, estaba Blanca que ya devoraba los restos de carne de una varilla, la cual no distinguía de que animal.

—Buenos días...—Saludó ocultando su sorpresa, ya sabía que la chica era comelona compulsiva pero parece que también era cazadora diestra por cazar tanto en tan poco tiempo.

¿Cómo no se dio cuenta? Incluso si estaba dormido debió sentir a Blanca en ajetreo.

La mujer de Blanco asintió al saludó mientras seguía comiendo en silencio, regocijándose interiormente por el asombro que disimulaba el Oni, seguramente notó sus dones de caza. Blanca tenía orgullo como la araña con más potencial que ha tenido su clan, pero se sentía aún más orgullosa de su talento natural para la caza y el sigilo, recolectando la suficiente comida para ambos.

Podía ver su rostro y sentir como decía "Vaya, esta chica sí que es de armas tomar" o algo así, el pecho de Blanca se hincha halagada.

La mujer apuntó a la comida frente al Oni y con un gesto le dijo "adelante".

—Gracias—Respondió Wrath ante la invitación mientras Blanca volvía a asentir en silencio.

El oni la veía extrañamente satisfecha por su labor y sonrió con gracia al ver que era todo un personaje. Porque si bien la contraria no había dicho nada, se veía que estaba presumiendo de sus cualidades por sus gestos, solo con verlo a él y sus reacciones ya se hizo todo un panorama mental sobre sus impresionantes dotes y lo genial que es, todo sin decir nada, es de alguna forma divertido.

Ambos continuaron comiendo en un silencio cómodo, junto a la fogata mientras el sol se terminaba de posicionar en el cielo.

Cuando terminaron de comer, apagaron la fogata y tiraron los restos, estaban listos para continuar en su viaje.

Retomaron el camino del bosque, pero conforme avanzaban se hacía cada vez más denso, tapando cualquier sendero claro que pudieran tener.

Cuando la maleza empezaba a estorbar en su camino, Wrath detuvo a Blanca posando su mano delicadamente en su hombro haciendo que la susodicha voltee a verlo con sus ojos entre abiertos con sorpresa.

—Blanca, deja que yo vaya al frente—Pidió, y en respuesta ella dio unos pasos hacia a un lado permitiéndole el paso.

El oni se impuso ante el camino y desenvainando una de sus Katanas, gracias a su gran fuerza sumado al filo del arma pudo abrirse paso sin dificultad haciendo un camino para Blanca que lo seguía de cerca.

Blanca internamente se preocupa de que desperdiciara el arma de esa forma cuando un monstruo como el centaleón los estaban esperando, pero Wrath le sonrió de lado.

—Yo cree estas armas, están hechas de un filo especial y no se arruinarán por estas nimiedades, no te preocupes.

—(¡De nuevo supo mis pensamientos! Definitivamente los esper son de temer, no debo bajar la guardia)

—No soy un esper—Negó nuevamente haciendo que Blanca suspirará en rendición.

Ambos continuaron de esa forma, con el Oni abriéndose paso y la contraria detrás mientras guiaba el paso.

La arácnida se aseguraba de que seguían el camino correcto, y estaba alerta de cualquier ruido o movimiento a sus alrededores.

Sin embargo, desde la oscuridad de los matorrales arriba de ellos, un grupo de monos enormes descendió de los árboles.

Wrath desenvainó su otra katana, y Blanca se preparó para lanzar su magia arácnida, pero el número abrumador de enemigos los superaba. Estaban rodeados y sin una ruta clara de escape.

El oni se lanzó hacia adelante, abriéndose camino a través de los monos con ferocidad, pero pronto fue superado. Un mono gigante se le abalanzó encima y lo atrapó con sus patas y lo levantó en el aire, amenazando con morderlo con sus colmillos venenosos. Blanca, rápida como un relámpago, lanzó una poderosa descarga de su magia arácnida, liberando a Wrath y derribando a las arañas que lo rodeaban.

Wrath cayó al suelo y se puso en pie rápidamente, sonrió hacia Blanca en un gesto de agradecimiento por su oportuna intervención.

Juntos, se abrieron camino a través de los monos restantes, combatiendo con habilidad y trabajo en equipo. A pesar de la feroz resistencia de las arañas, finalmente lograron repeler el ataque y salir del peligro.

Tras alejarse, lo suficiente pudieron medir las consecuencias, terminaron cubiertos de arañazos y heridas menores.

La Aracne avanzó un paso, y extendió la palma en medio de ambos emanando una luz verde que los iluminaba y curaba sus heridas.

El oni no pudo evitar mostrarse asombrado al ver como el conjuro suavemente cerraba sus heridas sin dejar ningún tipo de cicatriz, cuando Blanca terminó se observó así mismo y sonrió genuinamente contento por el buen trabajo.

—Esto no deja de sorprenderme, eres realmente increíble Blanca.

De nuevo la aludida bailaba internamente por el alago, ciertamente sus hechizos de sanación eran muy superiores, era casi imposible morir si ella estaba de su lado, era así de sorprendente.

Aunque, para no ser mezquina, reconoce que el Oni es también muy habilidoso, puesto con su gran fuerza hace de buen aliado para superar los obstáculos que vengan en el camino.

—(¡Con esta dupla podríamos hacer cualquier cosa! ¿Quién diría que el trabajar con alguien sería así de satisfactorio? ¡Lamentarás haberte metido con los equivocados centaleón!)

Durante su algarabía interna, Blanca no se percata de que sus labios se curvan en una suave sonrisa con sus ojos entreabiertos.

Wrath no puede evitar sorprenderse ante la imagen tan delicada y pura.

—Blanca, es la primera vez que te veo sonreír...

—(¿Eh?)—Inevitablemente los colores se le subieron al rostro ¿Cómo puede bajar tanto la guardia? ¿Qué dirá la gente si pierde su imagen de chica seria y neutral? ¡Es una vergüenza! ¿Es que acaso el Oni la hechizó para que mostrara sus emociones tan fácilmente?

—La verdad es que no soy muy bueno haciendo magia—Confesó para el sobresalto de ella—sé lo básico para los encantamientos de fuego y hielo, pero nada muy complicado. En lo personal prefiero los encuentros físicos, así que cuento contigo para los hechizos y ataques a distancia Blanca—guiñó el ojo en complicidad con la mujer y esta se sobresalto—y no soy esper—Blanca se rindió.

Ambos continuaron su viaje, moviéndose entre el denso bosque, dejando un camino entre el pastizal con hierva cortada y ramas caídas. Blanca continuaba a espaldas del Oni, concentrada en observar su encantamiento de rastreo y contemplando que efectivamente estaban cada vez más cerca del Centaleón.

No obstante, repentinamente el Oni detuvo su paso haciendo que ella choque contra su espalda, la mujer no pudo evitar dedicarle una mirada de reclamo cuando le vio sonreír con nerviosismo.

—Tenemos un problema...—Afirmó, y Blanca se puso a su lado para ver lo mismo que él.

La mujer hizo un gesto de desagrado cuando vio que un río se interponía en su camino.

El agua era enemiga de las arañas, incluso en su forma humanoide de Aracne estaba lejos de ser una buena nadadora, inevitablemente chapoteará de forma vergonzosa antes de hundirse como una roca.

En su dilema mental, el Oni prestó atención a su nerviosismo y propuso buscar otro camino.

Sin embargo, por muchas horas que caminaron, no consiguieron, y el sol se estaba ocultando.

Considerando el nerviosismo de su compañera ante el inevitable desafía de tener que cruzar el lago, Wrath en silencio se acercó a un árbol caído, destruyó fácilmente con su fuerza la base de este y la parte de arriba dejando solo el tronco.

Finalmente lo puso a la orilla del lago y luego se dirigió a su compañera quién le observaba expectante.

—Blanca sube a este tronco, te arrastraré hasta el otro para que podamos cruzar.

En un principio la mujer pareció dudar, no obstante, entendió que no debían perder más tiempo y ya estaba muy cerca de su objetivo, por lo que, sin pensarlo demasiado, se montó en el tronco mientras el oni empezar a empujar.

Conforme avanzaban en el lago se hacía más profundo, llegando hasta el pecho de Wrath quien tuvo que empezar a nadar sin soltar el tronco, Blanca se mantenía flote mojándose en los pies, mirando todo atenta agradeciendo internamente el paseo.

Sin embargo, un burbujeo atrajo su atención, y observó a su costado como un cúmulo de burbujas salían a flote.

No tuvo tiempo de reaccionar cuando unos tentáculos brotaron y tomaron su mano, arrastrándola sin que pudiera resistirse hasta el fondo.

—(¡Eek! ¡Esto es aterrador!)—Ella contenía la respiración con pánico, observando como era arrastrada hasta la inmensa oscuridad, era imposible que pudiera hacer un glifo en esa condición, por lo que invocó su guadaña con la mano libre y cortó el tentáculo.

Flotando en el agua oscurecida, nota como en el fondo podía ver múltiples ojos brillar en verde y sin evitarlo del susto soltó aire intentando gritar.

¡Era un maldito pulpo gigante! Su enorme tamaño y el hecho de que se escondía en un caparazón lo confirmaban ¿Cómo esa cosa podía vivir en un lugar como ese?

¡Ni siquiera va intentar pelear contra esa cosa! Estaba por completo en desventaja.

Por lo que desesperadamente intentó nadar hacia la superficie, pero sus movimientos torpes y raros solo la hundían más hacia las fauces de ese monstruo que se acercaban a cada segundo.

—(¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!)—Pensaba mientras se quedaba sin aire, y esa cosa ya estaba debajo de ella ¡Incluso si era su fin, lucharía hasta el final por su vida!

En sus movimientos erráticos, notó como un brazo fornido abrazaba su cintura y con velocidad empezaba a subir hacia la superficie.

Blanca sintió que la bocanada de aire le dolía en los pulmones y tenía tan pocas fuerzas que ni se preocupó que ahora volara por los aires.

Salió volando del agua con Blanca en brazos, y aterrizó en la orilla con rapidez, justo antes de que el pulpo saliera del lago y se hundiera en las profundidades del lago, un poco después y hubieran sido devorados.

Wrath dejó con delicadeza a la mujer en el suelo y se recostó a su lado exhausto por el tremendo esfuerzo que hizo, Blanca semi consciente veía el rostro del contrario iluminado por el sol del atardecer y las gotas de agua deslizándose hacia abajo.

"Hermoso" pensó estando tan exhausta que no podía ni avergonzarse por sus pensamientos, en este momento el oni por haberla salvado brillaba como luz del sol y le parecía el más guapo del mundo "el síndrome del puente colgante" dicen.

De todas formas la chica tomó una gran bocanada de aire para un último esfuerzo.

—Gra...cias—Susurró, el oni sonrió jadeante.

—No fue nada, cuenta conmigo para nadar desde ahora—Dice medio en broma, Blanca respiró y se acercó un poco más a él sintiéndose más segura.

Se mantuvieron cerca del otro para mantenerse cálidos y recuperar el aliento, cuando estuvieran repuestos se darían cuenta de que lograron cruzar el lago y que el final se acercaba, pronto se encontrarían con Centaleón.

Continuará...