
Capítulo 42-Nido de serpientes
Capítulo 42
Nido de serpientes
Los únicos lobos a los que debemos temerles son aquellos que llevan piel humana puesta.
George R.R. Martin
Dedicado a: 100few por leer tan rápido DHF, mil gracias por el apoyo♥
En multimedia la máscara de Isabella
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ISABELLA
El papel quema en mis manos como si estuviera hecho de ácido sulfúrico, entonces empiezo a leer.
Hija mía, jamás creo que tendría que dejare atrás por retar los poderes del cielo y tomarlos en mi mano. He creado un apocalipsis líquido y ahora deberás protegerlo porque eres la única persona en quien en verdad confío a plenitud, pues nadie más que tú sabrá la respuesta. La familia del mito, incluido el proyecto CERBERUS, está consignado en el lugar donde está la investigación final, y la primera pista es "La verdad se oculta cerca del compañero del semidios que te gustaba" ¿Perseo? Pienso de inmediato, ¿habla del Pegaso? "A la izquierda del valle del compañero, todo está escondido cerca del reloj en la puerta" si no tú, acude a Isaac, ambos estuvieron ahí, porque son la mayor denominación de la baraja de póker. Quien lo posee te lo dará si le presentas la flor de Lis, búscalos, son varios, porque cinco flores fueron, cuatro flores quedarán si no hay por donde escapar.
»» Mi cielo, no te desprendas de la flor, es tu identificación final. Ahora, no puedo decirte en esta carta qué hace la familia del mito, es peligroso, pero cada uno influye un proceso cognoscitivo diferente, debes tener cuidado, mis resultados son de temer y pondrían a todos a tus pies, usa la llave del inferno con prudencia, el poder te puede corromper, pero confío en tu madurez, sé la niña de mis ojos siempre. Con amor, una madre que nunca te olvidará.
Lágrimas caen por mis ojos de forma libre y hasta ahora lo noto, siempre saber de mamá me duele, es como tenerla por momentos y volverla a perder, así como a Vladimir, ambos se escurren entre mis dedos en cada oportunidad. Levanto la vista cuando Kaan me extiende un pañuelo de tela de los que siempre carga, algo muy tradicional de su parte, los miro a todos y sólo están a la espera pues he leído sin hablar, entonces la releo en voz alta hasta acabar de nuevo, con el sentimiento de dolor de dejarlos ir. Kaan es quien se muestra más suspicaz, su mente prodigiosa debe trabajar a mil en este momento, casi puedo verlo, me he acostumbrado a él y por eso conozco esa mirada.
—Una sustancia por procesos cognoscitivos, memoria, percepción, atención, lenguaje y pensamiento, pero ¿qué harán? ¿en dónde actuarán? —pregunta Kaan en voz alta con la mirada curiosa, entonces le extiendo la carta y le da la vuelta donde hay un número, me concentré tanto en el mensaje que olvidé revisarlo todo—. Parece un número de teléfono de Italia, he marcado esos y son muy similares, además del indicativo, ¿a quién conocería Carmencita ahí? ¿Isabella, recuerdas algo?
—De Italia nada, no creo haber oído algo así, sé que ella hablaba italiano, pero por su expediente, no porque yo recordara —admito con la mirada perdida, ¿por qué Italia? ¿algún agente Praetor de ese país? ¿una conocida?
—Isabella, hay tres personas quienes sabían de esto, me enteré que uno se ha suicidado hace poco, el otro tuvo un accidente de tránsito sin esclarecer y esta debe ser la tercera, o al menos eso creo —argumenta Gio con tono bajo como si hablar más alto nos delatara con el enemigo.
—Thomas ¿alguna idea? —le pregunta Sofía a papá quien también se nota pensativo hasta responder.
—Lía Torres —menciona de pronto—. Era su mejor amiga en los Praetor, un día fue trasladada a Italia como si huyera algo, si es verdad que ella sabe todo debes hablarle a la mayor brevedad posible, Kaan ¿tienes línea segura?
—Sí, claro —saca su móvil por donde maneja el mundo y me lo entrega, entonces marco los dígitos lento como si cada uno me empujara a un abismo, así se siente, entonces la línea replica varias veces hasta irse a al buzón, por ello llamo de nuevo, pero el resultado es el mismo las tres veces, tal vez la diferencia de horario.
—Nada, no me gusta esto —comento con una sensación extraña en la garganta como si tuviera algo atorado en el medio—. ¿Por qué mamá hizo todo esto? No lo entiendo.
—Sus compuestos se basaron en curar dolores crónicos, mejorar la calidad de vida de los pacientes, al menos eso eran los dioses del olimpo antes de ser transformados en drogas —acota Gio para explicarme y así tiene más sentido—; sin embargo, el Hipnos y el Tánatos fueron parte de un proyecto militar, unía varias naciones y estaba a cargo de Mijaíl Volkov, de esos no tengo información más allá del nombre, pero la regresión de sus efectos es basada en tu secuencia genética para lograr el compuesto final.
—¿Por qué Mijaíl Volkov estaría inmiscuido? —pregunta Thomas con la duda más fuerte que nunca—. Digo, de manera directa, más aún si odiaba a Carmen.
—Ese tipo es un dijo de puta, no me sorprendería que lo hiciera por poder —replico al respirar hondo con tensión por hablar de Mijaíl, siempre es así, como me gustaría poder matarlo de inmediato, pero quiero jugar con su mente un poco más, quiero orillarlo al desespero, quiero que sienta cómo el suicidio es la mejor opción antes de caer en mis manos sanguinarias.
—Isabella, ten cuidado, no tienes sólo un enemigo... Abraham Santo Domingo va tras la familia del mito, sobre todo por el Hipnos y el Tánatos por sus propiedades —advierte Gio con un nuevo nombre.
—Abraham Santo Domingo, ¿El de los laboratorios A-S? —pregunta Kaan, con laboratorios Anthaxtis sabe de la competencia mejor que nadie, entonces Gio asiente con la cabeza—. ¿Era primo de Carmen?
—Sí, por eso sabía más que los demás, ella confiaba en él —comenta él de nuevo—. Pero era un lobo hambriento listo para arrebatarle su descubrimiento y usarlo mal.
—Es un magnate de compuestos bioquímicos —responde Kaan—. Se mueve en el mercado negro con agentes biológicos. Si la familia del mito cae en sus manos será fatal.
La frase flota en el aire a nuestro alrededor como una promesa de muerte.
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Una vez he regresado a la base con Alvy me voy a casa aturdida por completo, mi madre era una mente brillante y fue silenciada por hacer lo correcto, habría encontrado tantas respuestas, tan sólo de pensarlo se me humedecen los ojos. me despido de Alvy en la puerta de mi apartamento, aunque al abrir la puerta me encuentro con algo inesperado: mi casa está decorada con al menos diez ramos de rosas rojas en arreglos perfectos, entonces entro para leer la tarjeta de uno de ellos, mientras saco el teléfono para agradecerle a Raphael, pero no alcanzo a marcar cuando leo.
"Siempre has sido y serás el amor de mi vida. Lucharé por nosotros hasta que pierda el sentido. DS-PS"
La sonrisa es inevitable, él no es de estos detalles, pero me encanta que sólo sea conmigo con quien sale el Isaac tierno. Es verdad que me ha hecho mucho año con Valkyria, pero con él pierdo toda defensa, porque lo reconozco como el amor de mi vida, si no estamos juntos es porque no puedo hacerle esto a Raphael, soy feliz con él, aunque no sienta la misma intensidad que con Falcon, es el precio a pagar por nuestras decisiones dolorosas; no obstante, si Isaac se ha decidido a luchar por lo nuestro, no sé qué tan posible es seguir con mi vida si él está haciéndome sentir reina como con este detalle.
Llego a mi habitación donde me cambio de ropa y así estar más cómoda al recibir a Isaff quien debe dormir hoy conmigo, entonces preparo su cena, Nuggets con figura de dinosaurios, leche con chocolate y algunas papitas, es su favorito, pero no se lo damos muy seguido pues le cuidamos la alimentación un poco, tanta fritura le hizo daño en el pasado. Cuando termino lo cubro con un domo de metal la comida para conservar el calor y así puedo irme a estudiar un expediente de Kaan, me ha puesto uno de sus objetivos, pero también me ha abierto el camino para otro General, a quien partiré en pedacitos hasta con un cortaúñas.
Ha sido trasladado de Nevada para un nuevo puesto de dirección del departamento de armamento. Para el primero, será mañana, Kaan ha hecho mi trabajo primario de seguimiento y tiene todo planeado porque en este momento al no estar en casa en Nevada, salidas con frecuencia llamarían la atención, sobre todo para Volkov quien me pisa los talones en todo movimiento, ahora debo ser muy hábil para poder salir sin ser detectada por él y una disfraz será lo ideal, por ello encargo a Alpha todo y me lo enviará en una caja sellada en compartimentos secretos bajo ropa normal.
Estudio su rutina de principio a fin, es una reiterativa, sale de casa a las siete de la mañana en punto a su trabajo pues es el Gobernador de Sinaloa, va con su seguridad, pero uno de ellos es trabajador de Kaan, lo puso ahí con facilidad, de esa manera urdió un plan macabro de meses pues él es experto en sentarse en el despacho con su whiskey Macallan de miles de dólares, su traje entero de la mejor calidad puesto a la perfección y un cigarrillo en su mano y así maquinar sus planes aunque le tome algunos meses pues siempre me dice que sus retaliaciones empiezan meses antes de acabar con la víctima porque dice:
"Si el plan falla por ser apresurado, la oportunidad se esfumará, en cambio, si elaboras la forma de como deslizarte en silencio donde menos se lo esperan, será la victoria absoluta"
Entones se ha deslizado como dice cerca del gobernador con su jefe de seguridad, quien le ha proporcionado rutinas, caminos, acciones, tiempo de descanso y demás cosas necesarias para establecer un plan, entonces los leo todos y encuentro la página donde dice cómo lo haré y será excitante, quiere un disparo limpio desde un helicóptero, este será disfrazado como camuflado militar y con distintivos del ejército de México, yo iré con una máscara de látex y un uniforme de dicho ejército, estaré escondida dentro y sólo asomaré el cañón por la ventanilla inclinado hacia abajo.
El otro, tiene una rutina aún más fácil de abordar, se ha confiado de seguro en su envergadura y no maneja tanta seguridad. Lo común es que esté en la base, pero sale a jugar golf todos los martes a las tres de la tarde, pero mi inserción será en la mascarada de caridad, una fiesta donde se llevan máscaras completas o antifaces, cualquiera de los dos, según el plan de Kaan me pondré una peluca rubia realista, aplicaciones en mi cara con una masilla para hacer rasgos más marcados y cambiar mi rostro, aunque lleve la máscara. Alpha me esperará en el callejón de atrás donde lo llevaré al ser coqueta toda la noche hasta cabecearle a un lado y así tenerlo solo.
Ha pasado con otro, cayó en el encanto de la Vípera y este nuevo no será la excepción. Me deleito en pensar en cómo lo partiré como segmento de tren hasta hacerlo un rompecabezas, mientras sirvo vino en una copa de cristal justo cuando tocan a la puerta y al abrir me encuentro con Isaac, trae al niño en brazos aferrándose a su cuello con risitas.
—Papi no se va hoy —dice Isaff al no soltar a Isaac ni cuando los hago pasar, la escena me enternece.
—Rey, debo volver a casa, no tengo ropa aquí —le explica con una sonrisa que me encanta al dejarlo en el suelo, por ello Isa se cruza de brazos y hace un puchero—. ¿Y si te prometo hacer un campamento interno? Llevaré galletas de chocolate.
—¿Y mami puede ir? —pregunta al mirarme con sus ojitos azules brillantes
—Si mami quiere está invitada —el niño celebra para lavarse las manos en el baño de su habitación donde tiene un banquito alto para subirse ahí y poder hacerlo solito.
—¿Qué es un campamento interno?
—Tengo un apartamento fuera de la base, muy parecido a donde vivimos en Nevada, en la terraza ponemos carpas y todo lo normal para ver las estrellas y asamos malvaviscos con la parrilla —se encoge de hombros—. Le encanta.
—Como a nosotros —concuerdo cuando mira a un lado para asegurarse que Isaff no nos ve—. No te acerques Isaac.
—Veo que no botaste las flores —se inclina poniéndome nerviosa—. ¿Te gustaron?
—¿A quién no le gustarían? Pero es inapropiado, Raphael...
—No me interesa Raphael, te voy a recuperar Isabella Fox —acuna una de mis mejillas con su palma cálida—. Vamos a darle a Isaff el hogar que nunca debimos romper.
Escuchamos pasitos y nos separamos porque no queremos ilusionarlo con algo que tal vez no pase entre papi y mami.
El pequeño come como si no hubiera mañana y se va pasillo adentro donde Isaac hace su rutina de baño para llevarlo a dormir, eso le toma una media hora en donde continuo en mi lectura de expedientes, pero de pronto noto algo, no hay invitación para la mascarada, al parecer se necesita sí o sí, por eso llamo a Kaan quien sí sabía ese detalle, pero no había podido conseguir una, aun lo intenta; sin embargo, está fuera de su alcance al ser de otro gobierno y evento cerrado con millonarios a quienes pueden atracar si no hay seguridad suficiente.
Cuando sale Isaac le doy la espalda apoyada con los antebrazos en la barra de la cocina y él me toma por detrás para apoyarse en mi cuerpo y besar mi luna Deveraux.
—Te extraño, Isabella, llevo ya más de dos años extrañándote —murmura y me duelen sus palabras porque yo también a él y muchísimo... sí, me ha hecho daño, pero es el clavo ardiente a quien me sujeto por amor masoquista—. No hubo mujer que te reemplazara.
—Yo también te extraño —me giro en sus brazos para para pasar los míos por su cuello.
—Te amo, cerecita, no me cansaré jamás de decírtelo... lo que hice con Valkyria fue lo más bajo que pude hacer, fui un idiota, pero jamás la amé como a ti —confiesa al sujetar mi cintura.
—Me heriste, Falcon, como no te haces una idea; de hecho, la herida aún está abierta... no puedo simplemente olvidarlo, ella aún usa el anillo, cada vez que lo veo recuerdo cómo te casaste cuando me habías prometido que yo sería tu única esposa —confieso yo de vuelta—. Raphael no me ha herido como tú lo has hecho.
—Pero me amas a mí Isabella... —argumenta, mientras me da besitos en las mejillas—. Ya sé, tengo un evento en la noche mañana, acompáñame, así pasamos más tiempo juntos, la mascarada te encantará, lo sé.
—¿La mascarada de donación? —replico incrédula, la entrada ha llegado como por arte de magia—. Sí, claro, iré contigo.
—Sí, en un club ¿querías ir? ¿por qué tanta emoción en tu voz? —pregunta con sospecha—. De pronto pasaste de estar renuente a aceptar, ¿qué sucede?
Me debato entre decirle o no porque si no está de acuerdo tratará de retenerme y no quiero eso, aunque por otro lado Isaac siempre me ha apoyado, no importa qué tan sangrienta me ponga, él siempre está ahí sin importar nada, ni siquiera si se ve salpicado de la mierda.
—¿Prometes no alterarte? —asiente cuando me suelto de sus brazos aunque con el tatuado me sostiene de la cintura para darme un beso antes de dejarme ir—. Necesito ir para interceptar a un General, es mi próxima víctima.
—Vaya, ¿y pensabas hacerlo sola? ¿estás loca?
—Así lo he hecho por dos años, Isaac, tengo un equipo fuera quienes lo llevan al punto donde lo hago, no debes involucrarte, sólo déjame entrar y así yo...
—Claro que te ayudo, eres capaz de hacerlo sin eso, lo sé, eres la Vípera Carmesí después de todo, pero siempre estaré para ti —toma mi mano y eso llena mis ojos de lágrimas—. Siempre te escogeré a ti porque iré hasta el fin del mundo y los confines del infierno, no me canso de decirlo.
—Yo iría hasta el cielo y las galaxias circundantes, tenlo por seguro —avanza hasta mí para darme otro beso, entonces paso mi mano por el brazo tatuado que tanto me encanta y la otra mano toma su cabello, allí tomo una decisión, por ello le saco la camiseta del uniforme de entrenamiento para pasar mis manos por su cuerpo marcado y sólo eso es suficiente para hacerlo entender, por eso me toma por las rodillas para treparme en sus caderas, mientras me besa el cuello.
Entonces me pone en la barra de la cocina para besarme como si el mundo se acabara mañana, desliza sus manos cálidas bajo mi camiseta y así acaricia mis pechos, sobre todo mis pezones, para luego abrir la cremallera de mi pantalón de uniforme para meter su mano hasta la unión de mis piernas, mis jadeos bajos le hacen sonreír, aunque ambos nos detenemos para continuar en otro lugar.
Me pregunta cuál es mi habitación luego de decirme que me lo haría en el mesón de la cocina, pero nuestro hijo podría vernos mucho más fácil que en la habitación con seguro. me deja caer en la cama doble y me retira la camiseta así como el sujetador para besar mis pechos con pasión, mientras yo le abro la bragueta y bajo su pantalón en ese momento se pone en pie para sacárselo así como el mío hasta dejarme en bragas nada más así como él su erección se alza lista por mí, entonces pasa las manos por al piel de mis piernas así como su boca hasta llegar a mi ropa interior que toma entre sus manos para volverla jirones de encaje.
—Nunca me pagaste las bragas rotas —le digo cuando besa la parte interior de mis muslos muy cerca de mi entrada—. Tenemos una deuda Falcon.
—Escoge la tienda, mañana te la compro —dice antes de besarme entre las piernas con un ritmo que me vuelve loca, lame, acaricia, hace de todo, mientras yo sostengo su pelo con fuerza porque necesito encauzar mi placer y luego en él, me gusta el instinto de marcarlo con mis uñas en la espalda y chupetones en su cuello—. Es enserio, tu señala con el dedo y será tuya.
Vuelve a sus besos hasta hacerme llegar a un orgasmo arrasador con su nombre en mis labios, entonces sube sus besos por mi abdomen hasta mis pechos donde besa los pezones antes de acomodarme para entrar en mi humedad de un solo movimiento, eso me arrancan un grito de nuevo con su nombre, acomoda mis piernas en su cintura para empezar a moverse de forma enloquecedora, Dios, Isaac me arranca la cordura cuando estamos haciéndolo con cada cosa que hecha, o es muy bueno o mi amor lo hace sentir perfecto.
Aumenta su fuerza de embestidas, carajo, lo hace duro, fuerte, nada vainilla, algo como nosotros mismos, y eso en lugar de molestarme me encanta, Isaac sólo se pone así cuando disfruta mucho del sexo y por eso lo hace más duro de lo normal.
—Extraño hacerte el amor seguido —susurra, mientras sigue chocándose.
—Creí que tú no hacías eso —contesto al morderme los labios, tampoco quiero hacer mucho ruido, el niño puede despertar.
—Yo sólo te hago el amor a ti... con las demás tuve sexo, ya no —besa mi cuello cuando entierro mis uñas en su espalda para hacerle arañazos, aunque no se queja, al contrario, aumenta su ritmo, más cuando las clavo en su trasero para mantenerlo ahí, no quiero que se detenga jamás, pero pronto me encuentro a las puertas de un segundo orgasmo lista para sacar el placer por mi boca y eso pasa, no puedo contener el grito, él por su parte llega unos movimientos después, entonces siento como se corre dentro de mí. Es al único a quien se lo permito hacerlo, ni siquiera Raphael puede hacerlo
No sé porqué, pero lo dejo sin pensarlo, tal vez soy una masoquista pervertida.
Se acomoda sobre mi pecho, mientras ambos retornamos a la normalidad, Dios, hace tiempo no me sentía así de plácida, sólo puedo hacerlo con él porque los motivos son evidentes... sí, soy la más pendeja del mundo, en definitiva, adoro este amor tóxico y psicótico, aunque aún no estoy convencida, no ha hecho lo suficiente como para lastimar a un hombre como Raphael, tan bueno y gentil; sin embargo, siento que pronto lo haré. Isaac se levanta y creo que se irá para dejarme como las mujeres con quienes coge, pero no es así, sólo toma si bóxer y pregunta donde hay ropa normal e interior para regresar a vestirme con las bragas y camiseta oversize; sin embargo, al ver que es de Raphael la arroja de forma cómica para buscar una mía para meternos en el edredón.
—No deberías dormir aquí Isaac —murmuro aunque no me hace caso para no variar las cosas, se desliza junto a mí—. Raphael a veces pasa por mí, deberás enconderte.
—¡Ja! ¿esconderme como el amante asustado? Sueña, reina, sueña —se acomoda abrazándome desde atrás—. Si llega pues que se entere.
—¿Cómo? No puede saberlo, Isaac, estamos comprometidos —replico al sentarme—. Raphael no puede enterarse de esto, nos casaremos.
—Eso si yo lo permito, Isabella Fox, no pisarás ese maldito altar —me besa el cuello haciéndome temer de que sea así, lo veo muy capaz en realidad y yo caeré como una idiota, por eso lo envié lejos al casarme con Fabián, porque no podía alejarme de Isaac ni aunque lo intentara con todas mis fuerzas, no hubiera sido capaz. Ahora es igual, pero esta vez Isaac está dispuesto a luchar por mí.
—No seas tan egoísta, estuviste dos años casado y yo no hice nada —espeto con algo de molestia—. Déjame hacerlo.
—No, Isabella, es egoísta, pero no te voy a perder dos veces, olvídalo y mi matrimonio fue una equivocación, una inmadurez completa, lo cargaré toda la vida como mi peor error, pero ya no será así, Valkyria es cosa del pasado nada más —me besa y esa promesa resuena en mi cabeza—. Igual que Cristina, todas se van a la mierda.
—Promételo —pido al caer en sus palabras.
—Lo juro, no habrá otra más que tú —me da otro beso para luego acurrucarnos en la cama en donde no he dormido con Raphael y mejor así, será sólo de Isaac.
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Cuando amanece me levanto sola, eso me extraña pues no veo la ropa de Isaac, «me ha dejado como a todas, no sé porqué pensé que sería diferente, es Isaac siendo Isaac» me lamento al ponerme de pie para buscar un short porque sólo visto la camisa e Isaff debe estar a punto de despertarse, siempre lo hace solito, todas las mañanas como un adulto, entonces salgo de la habitación, pero siento el aroma a café proveniente de la cocina y me asusto, a veces Raph entra a hacerme el desayuno, pero no es él quien está ahí, sino Isaac con el niño sentado en la isleta de la cocina, mientras bebé de su leche con chocolate, mientras cocina algo.
—¡Mami! —exclama el niño—. Mami, papi hace el desayuno para Isaff.
—¿Ah sí? ¿sólo para él? —pregunto con diversión al saludarlo con un beso en la frente y me dirijo a donde Isaac quien parece recién bañado con su uniforme puesto ya. Casi por costumbre de hace años le doy un beso en la boca, pero caigo en la realidad enseguida.
—No, de todos, cerecita —me sonríe como me acelera el corazón. De pronto me golpea una sensación de normalidad, de familia con el padre de mi hijo y eso me desestabiliza porque estamos lejos de eso y con un compromiso de por medio—. ¿Te sirvo café?
—Sí, por favor —acepto poniéndome junto a Isaff quien me mira con una ilusión dolorosa.
—¿Papi puede venir a visitar a mami todos los días? Quiero desayunar con los dos —comenta con inocencia y enserio es un golpe duro, está en mis manos darle la familia que mi hijo quiere, pero hay un buen hombre en la ecuación quien no merece ser lastimado. Isaac maneja la situación fácil, el niño nota todo, pero él es capaz de encarrilarlo hacia otro lado, entonces termina el desayuno para servirlo y así comer todos.
Isaff pregunta sobre las rosas e Isaac le dice directo la verdad, él me las regaló aunque no le revela porqué. Comemos en medio de risas y una sensación de amor que me pone a dudar de mis decisiones, porque mi hijo merece tener a sus dos padres juntos, además nos amamos, ninguno lo haría obligado, pero ¿acaso es lo correcto? Trato de no pensar en eso poque es un camino de espinas en este momento, en cualquier caso apresuramos terminar de comer y yo alistarme para acabar y llevar al niño a su guardería en el Comando Médico pues Kayla está libre esta semana.
Una vez hemos dejado al niño Isaac va a cambiarse el uniforme a su casa después de prometer pasar por mí a las siete en punto de la noche para ir a la mascarada, aunque no sé cómo le justificaré a Raphael salir con mi ex a quien le tiene celos, pero deberé lograrlo aunque le mienta, Raphael jamás me ayudaría en la matanza de Generales. En el camino encuentro a Renata me a una noticia alentadora: Mike ha despertado en la madrugada y ha preguntado por ella de primero, entonces nos dirigimos ahí para visitarle pues ya al estar mejor le han autorizado dos personas al mismo tiempo.
Una vez llegamos Renata se lanza a sus brazos con lágrimas en los ojos en una escena enternecedora, él la recibe con una sonrisa y ella le pregunta cómo se siente, según cuenta, despertó a eso de la media noche, pero estuve desorientado por varias horas, aunque ya ha retomado la normalidad, entonces pregunta de todo sobre qué pasó y le contamos lo de la casa cableada, así como de su coma por varios días, pero llega un médico a buscarle porque deben hacerle varios estudios radiológicos en la cabeza, por ello Ren queda de volver más tarde con algo de comer que le guste mucho.
Ella se muestra vivaz de nuevo, el brillo de sus ojos ha regresado y por eso está e buen humor, entonces me pregunta cómo va todo, sólo entonces le cuento sobre las rosas y mi más reciente resbalón con Isaac aunque ella no se muestra sorprendida, igual que Alvy, sabe que regresaremos tarde o temprano, pues también es partidaria de eso, me lo deja claro de nuevo. Avanzamos por la base cuando viene Alvy quien no trae buena cara, habló con el médico de Laura quien no da más de un mes máximo dos para su muerte, dice que perderá la consciencia poco a poco hasta ya no despertar, eso es un cuchillazo en el alma.
Por esa razón Laura ha decidido ya no recibir más tratamiento, dice que la pone muy mal y no hace nada, entonces será dada de alta y llevada a su casa con una enfermera, además el médico pasará todos los días a verla. La noticia me deja un sinsabor porque es una madre para mí, perderla será un golpe duro para todos y todo empeora cuando nombran al maldito de Theodore quien al parecer se ha puesto "La mano en el corazón" y vendrá a ver a su mujer en sus últimos días, aunque a Isaac no le guste; de hecho, enloquecerá cuando lo sepa, es capaz de matarlo antes de dejarlo acercarse a su madre.
Alvy tampoco se muestra feliz ante la noticia, él no sabía del maltrato de Theodore hacia Laura hasta que una vez se me salió, en esa ocasión vi a Samael en sus ojos y prometió golpearlo hasta el cansancio si se volvía a atrever a pegarle a su prima del almas, casi una madre para él, entonces entre él e Isaac, el puto de Theodore no tiene buen pronóstico a su llegada; sin embargo, algo no me suena bien ahí, «¿Por qué de repente se muestra tan interesado si ella ha estado mal con su enfermedad por largo tiempo? ¿a qué se debe su venido en realidad?» pienso con mucha sospecha.
En todo caso se lo comunicaré a Kaan para tenerlo vigilado veinticuatro horas al día porque esa "Preocupación" por una mujer a quien ha abandonado hace mucho tiempo, no es normal. Como sea, estaré a la defensiva porque me suena a complot con los Volkov. A partir de ahí el día pasa rápido, como un suspiro y cuando lo noto son las siete de la noche, hora en que Isaac viene por mí, aunque yo estoy con el disfraz, aunque él ha reemplazado la imagen en las cámaras de seguridad, cualquier prevención es poca con los enemigos que tengo.
Salimos los dos cuando se nos atraviesa Raphael; no obstante, no me pongo nerviosa, más de una vez me he topado con personas a quienes conozco con mi disfraz y jamás lo notaron, ahora llevo algunos rellenos para hacer mi cuerpo más robusto y el vestido escogido por Alpha para ser el primero, luego debemos llegar a un punto donde me esperan con el vestido ajustado al quitarme el Disfraz.
—Isaac ¿por qué sales del edificio de mi mujer? —espeta Raphael molesto.
—Tal vez porque soy el padre de su hijo, aunque no te guste, hablo con ella cuando me da la gana —espeta de vuelta conteniéndose, lo conozco, entonces me cuelgo de su brazo en señal de "Cálmate", eso hace a Raphael reparar en mí; sin embargo, pronto pierde atención.
—No quiero pelear, Isaac, sólo déjanos en paz, fuiste feliz con tu esposa, ¿ahora que te quedaste sin ella si vienes por Isabella? —comenta Raph con tono diferente.
—Yo no me quedé sin ella, sino que ella se quedó sin mí, porque fui yo quien acabó la relación, no se te olvide —responde Isaac con mal genio—. Y si voy a pelear por ella es muy mi problema, ahora nos vamos.
—Vaya, tienes nueva conquista, ¿qué pensará Isabella si se lo digo?
—Díselo, me da igual —se burla hasta que le piso con el taco de uno de mis tacones—. ¡Maldita sea, July! —espeta como si hubiera planeado mi nombre para este caso—. Tienes el pie pesado.
—Estás siendo grosero, Isaac bebé, además vamos tarde —comento entre dientes al cambiar la voz a una más aguda.
—¿A dónde tan arreglado, Isaac? —replica Raphael—. Traje caro, varios miles de dólares ¿eh?
—A la esquina de la carrera "no te importa" con calle "vete a la mierda" —Isaac hala de mi mano por fin para llevarme a su auto donde me abre la puerta, mientras refunfuña en contra de Raphael quien se ha quedado atrás con una risa burlona.
Una vez en camino le doy un calvazo a Isaac quien maneja, aunque sólo le saco una carcajada alta cuando llegamos al control de la puerta, han levantado la medida de acuartelamiento por ahora, entonces sólo debemos bajar y registrar, el problema es que si pongo la huella en el lector saldrán mis datos, Volkov se daría cuenta con revisar mis registros
—Chicos, he entrado a mi noviecilla secreta a escondidas, ¿me guardarían el secreto? —pregunta Isaac.
—Por un precio, Falcon, para ti es quitarle un pelo a un gato —se ríe uno de ellos, al parecer son amigos, entonces Isaac se saca la billetera y en cuestión de nada les ha dado quinientos dólares a dos guardias—. Ahora sí hablamos el mismo idioma... tengan buena noche.
—Aprovechado —sonríe Isaac al negar con la cabeza—. Vamos July, debemos irnos.
Volvemos al auto para iniciar camino hacia la carretera de Culiacán al este, esta lleva a las montañas más allá, pero nosotros vamos hacia la ciudad. En el camino me deshago de todo el disfraz quedándome en un top y un short de licra, mientras llegamos al punto con Alpha a quien le envié un mensaje para que no salga pues Isaac lo conoce como el lugarteniente de Kaan Karaman y aún no le contaré de mi acuerdo con él.
—Isaac, necesito que le bajes a tu pelea con Raphael, ya bastante mal le hago como para seguir burlándome de él —comento cuando ya casi llegamos al punto de encuentro—. Aún estoy con él, somos prometidos, no se merece esto. No he decidido qué hacer, mientras tanto, cálmate.
—¿O sea que consideras lo nuestro? —pregunta juguetón al tomar mi mano y entrelazar sus dedos con los míos.
—Ya lo sabes, no me hagas decirlo —allí besa el dorso de mi mano sin soltarme—. Siempre eres la duda en mi corazón.
—Me alegra serlo, así sé que siempre estoy en tus pensamientos aunque estés con otro —se jacta con otra sonrisa, he notado como sonríe más ahora, tal vez su papel como padre le ha hecho soltar un poco el odio—. Eres mi mujer, Isabella, y siempre volveremos uno al otro.
Disminuye la velocidad cuando le indico para al quedar quietos darme tremendo beso «Mierda, ¿por qué hacemos esto de nuevo? Otra vez traiciono a mi pareja con Isaac» pienso cuando me separo para hacerle señas a Dany, uno de los trabajadores de Kaan quien me entrega una caja con un gran moño donde viene el vestido así como los zapatos Jimmy Choo negros con brillantes, no tardo en empezar, pero ni me molesto en decirle a Isaac que salgo, pues por un momento estaré desnuda y eso le gusta a juzgar con esa sonrisita juguetona.
—Vaya, iba a admirar una exposición de arte, pero me lo encontré aquí a mi lado —me sonrío, mientras me visto, es un vestido de la última colección de Alvy, negro con escote corazón, un adorno en la cintura derecha, una obertura en la pierna izquierda para después del inicio de la cadera, baja en cascada de boleros, todo en tela de Satín con lentejuelas y bordados, además trae una pistolera para aferrarla al muslo que no está expuesto en definitiva Alvy tiene un talento enorme, su nueva colección lo demuestra.
—¿Verme desnuda es arte?
—Para mí sí porque eres una escultura preciosa digna de reverencia —suelta encantador cuando debemos bajar para que me ayude con la cremallera y al tener la espalda descubierta me besa en la nuca donde está la luna.
—¿Por qué siempre me besas el emblema de mi familia? —le pregunto, mientras acomoda los ojales pues tiene una pestañita tipo corset.
—Porque es la mayor representación de ti misma, para mí no es la marca de Caín, para mí esa parte es la fuerza en tu interior, el lado oscuro, tu rudeza y valentía, la forma en como actúas ángel o demonio, todo eso hace quién eres ¿y te digo un secreto? ... amo a Isabella Fox desde los catorce años sea como sea, aun si tienes sangre en las manos —responde y eso me humedece los ojos con alegría, entonces me doy la vuelta para pasarle los brazos por el cuello. Él va con un esmoquin con la camisa ajustada a su cuerpo y le acomodo el lazo como una pareja normal.
—Yo también siento lo mismo, aunque han cambiado las cosas —admito cuando me suelta—.
— así somos tú y yo, destinados a amarnos siempre de forma abrasadora.
Allí Dany trae a la maquilladora quien pondrá masillas aquí y allá para cambiar mis facciones, aunque la máscara me cubre a la perfección pues está sobre los ojos y la nariz, además, ante su vieja amistad con La Hermandad Flor de Lis, le proveen de sustancias desarrolladas por sus bioquímicos, es como rellenos para el rostro, pero el efecto se acaba en seis horas, todo es hecho para situaciones así, eso engaña al reconocimiento facial al cambiar las facciones.
Damien y Vasilisa son superdotados y hacen cualquier cantidad de compuestos para lo que sea, fueron ellos quienes descifraron la investigación de mama con los Dioses del Olimpo y los volvieron drogas, porque al Kaan de joven recibir la investigación sin terminar de mamá para cuidarla, Kadir la robó para negociar esos compuestos y la Quimera 96 en son de paz, el intercambio fue exitoso; por ende, ambas mafia se volvieron aliadas, La Triada con La Quimera, La Hermandad con los Dioses del Olimpo.
Todo me lo hacen oculta con la camioneta sentada en una silla plegable porque en la ciudad sería más peligroso según pronostica Kaan; en cambio, en la carretera no hay cámaras en los postes ni negocios o casas, la chica ya ha trabajado conmigo, se llama Luna y se mueve con Kaan, es quien lo prepara para todo, así como Dany, por fortuna Falcon no pregunta quienes son los de la camioneta de donde bajaron el vestido, mejor así y salió tanta gente.
Entonces recibo un texto de Kaan donde me sugiere hacer el mis proceso a Isaac, pues no se ve mal en realidad, pero sus facciones cambiarían, se lo digo y acepta cuando le expongo las razones para hacerlo, no quiero salpicarlo. Una vez listos subimos al auto de vuelta e Isaac acelera, es un Ferrari negro FS90 STRADALE según me cuenta cuando pregunto, por ello acelera de cero a cien en un parpadeo, llevándonos a la ciudad en poco tiempo, entonces con el maps buscamos la dirección.
—Espero haber quedado guapa para el General porque con todo esto está difícil —comento cuando estamos en la fila del valet.
—Reina, eres guapa aunque te pongas o te quites —me roba otro beso antes con un cosquilleo en el abdomen como cuando tenía dieciséis años y él aparecía. Pronto nos hemos bajado ya con las máscaras puestas, me cuelgo de su brazo para caminar hacia dentro por una alfombrilla roja y periodistas sacan fotos, al parecer además de ser un club exclusivo, la velada lo es más, pues junta millonarios y no cualquiera entra.
En la puerta un par de hombres de seguridad nos impiden el paso hasta mostrarles la invitación, la ven con detenimiento y hasta leen un código de barras con su lector, solo entonces sonríen para darnos la bienvenida al evento; es decir, el méndigo Isaac hace parte del medio donde estamos. Dentro hay un espacio enorme con personas vestidas como nosotros, trajes y vestidos de diseñador, esmoquin en los hombres, las cuadro paredes tienen columnas jónicas con la parte de arriba tallada en ambas direcciones, por eso el techo tiene esquineros.
—Bienvenida al nido de serpientes —me susurra Isaac a medida que pasamos—. En esta gala el 80% de asistentes son políticos corruptos, narcotraficantes y empresarios que se benefician de sus tratos con la mafia, además de ladrones de cuello blanco en todo su esplendor.
—¿Y tú dónde entras?
—Tengo mi propia categoría: los épicos hermosos —me hace reír con su seguridad hasta que veo a la presa, está por la esquina donde hay una exposición de arte con varias piezas a la venta en subasta, viste un traje entero de corbata roja con piezas negras y es cuando veo a Kaan en su papel de Marco Benavente incluso con la guardia correspondiente al secretario de gobierno, quien habla con él, al notarme me hace un gesto con la ceja que significa "Te lo ablando" o mejor dicho, lo distrae hasta hacerlo caer en la confianza de estar a salvo.
Cuando llegamos interactuamos, al estar sin nuestros rostros comunes nadie reconoce a Isaac, por ello debemos hacer amigos desde cero con nombres falsos, sonreímos, contamos anécdotas, mientras Isaac me susurra quién es quién.
—Transito Vergara —comenta cuando entra un tipo con aura de altivez—. Lava dinero para la mafia por medio de su cadena hotelera... Ramón Morales, un narco a quien no le tienen pruebas para acusarlo, pero sus negocios son vox populi... Amanda Linares, es una top model que mueve cocaína en sus viajes... Teresa Gutiérrez, magnate de las telecomunicaciones que tiene doble contabilidad porque es otra lavadora de dinero en fin, joyitas, Por cierto, ya te mira el imbécil ese —pasa una mano por mi cintura como si marcara territorio y eso me gusta, carajo, soy la peor del mundo no sólo por traicionar a Raphael sino por disfrutar como Isaac me marca como suya.
—Me sostienes como si fuera tu novia.
—No eres mi novia, eres mi mujer y eso no lo cambiará nadie —espeta con mucha seguridad y una sonrisa socarrona, debería contradecirlo, pero no puedo, es la verdad, yo su mujer, él mi marido, aunque estemos con otros. Pasamos algunos minutos en donde le coqueteo al General con la mirada, aunque esté en el otro lado del espacio.
Por los cuatro costados destella lujo por montones, tanto en infraestructura como en trajes, vestidos y bebidas, todo señala sólo a la clase más alta de la sociedad como un aura de magnificencia. Nunca me faltó nada con Lucio y Marina, pero si hubiera querido ser de esta élite, lo hubiera podido ser, mis padres me dejaron un cuantioso fideicomiso para hacer y deshacer, pero mis padrinos no permitieron que perdiera la cabeza, al contrario, Lucio siempre manejó todo y lo hizo próspero, pues triplicó su cantidad con inversiones diversas y otros negocios.
Aun así, Isaac ha sido más astuto incluso con su dinero y por eso hace parte de las altas sociedad en cualquier parte a donde llega además de su apellido, podré odiar a Theodore, pero su legado es poderoso, desde su abuelo paterno, Liam Falcon, él sí es un gran hombre digno de admirar. Otra cosa son las máscaras, de todos los tipos, antifaces, de plumas como la mía e inclusive completas como si fuera oro o plata. Conversamos con varias personas, aunque sólo veo al General quien me devuelve la mirada coqueto, a pesar de mi desagrado interno.
—¿De dónde le llegó la invitación, estimado? —pregunta Oliver, un político según nos ha contado—. ¿Está en la política?
—No; de hecho, tengo una cadena hotelera, la he adquirido hace dos años, por ello soy donador regular para este motivo de caridad —contesta con firmeza, vaya con la mentira que se ha montado—. Además, una empresa en el sector de telecomunicaciones.
—Vaya, y es tan joven —replica la mujer al lado de quien ha preguntado, aunque la siento coqueta y por eso me cuelgo del brazo de Isaac para marcarlo como mi hombre, él por supuesto se da cuenta de inmediato para sonreírse—. ¿Cómo lo ha logrado? ¿una herencia?
—Algo así, mi abuelo fue muy generoso con los primeros capitales, luego se invirtieron, reinvirtieron, se fundó la empresa, además de los proyectos desde joven, dieciocho años tenía, ahora tengo treinta y dos, ha sido un largo camino.
—De admirar —concuerda el hombre de nuevo, pero los llaman a la tarima del fondo del lugar con micrófonos altos y se despiden ambos muy formales.
—¿Ya habías pensado la mentira? —pregunto hacia él para tomarlo por el lazo del corbatín y acomodárselo, él me toma por la cintura allí.
—¿Cuál mentira? ¿los hoteles y la empresa?
—Sí, claro, de eso hablo.
—No es una mentira, Cerecita, fue la verdad, hace dos años cuando nos separamos necesitaba pensar en otra cosa, estaba fuera de control antes de casarme e invertí en el sector hotelero hasta poder adquirir la línea en Europa, pero hay un par en lugares turísticos de Tailandia y otros paises de vacacionar —explica para dejarme fría, sólo viéndolo—. La de comunicaciones se basa en desarrollo de equipos tecnológicos tanto para civiles como para militares, más en mi campo en realidad.
—No tenía idea... ¿Valkyria lo sabe?
—No, eso no lo he confiado a mucha gente de mi círculo en realidad, mamá, Stacey y mi abuelo Liam, nadie más hasta hoy, a él y a ti —acaricia mi boca con su pulgar con la mirada perdida allí—. De mi círculo, sólo en quienes más confío lo saben.
—¿No confías en tu esposa? —pregunto con algo atorado en la garganta como cada vez que hablo de ese matrimonio—. ¿Esa era tu relación?
—Valkyria es ambiciosa, de haberle contado pudo haber perdido el control y ella es mi ex-esposa, no lo olvides.
—De todas maneras le toca la mitad de todo —refunfuño con celos en mi voz, pero aliviada de escucharlo decir "Ex"—. Consecuencias de casarte con la equivocada.
—Me encanta ese tono celoso —se acerca hasta quedar muy cerca de mi boca, mientras baja una de sus manos para tomar mi trasero entre una de sus manos al aprovechar que estamos pegados a una pared y nadie ve—. Pero no debes preocuparte, Valkyria firmó un acuerdo prenupcial conmigo donde se establecía que todo lo adquirido antes del matrimonio de ambas partes, no entraría en el patrimonio conyugal... soy impulsivo, pero no idiota, no me casaría con una mujer criada en la mafia sin asegurarme de que no me quitaría mi patrimonio... si me hubiera casado contigo jamás hubiera pensado en eso.
—Te tardaste mucho en pedirlo...
—Quería que fuera perfecto como tú —afirma acariciándome el rostro con una sonrisita—. Pero no me pasará dos veces.
—¿Qué quieres decir con eso? —pregunto con un ilusión en mi pecho «¿Estará pensando en pedirme matrimonio?» me pregunto en mi interior con algo indebido porque aún está casado y yo comprometida. Entonces llaman a un baile en la terraza interior y así empieza una canción lenta que Isaac y yo bailamos como un par de enamorados al son de Ed Sheeran Kiss Me, me sujeta por la cintura con posesión, mientras estamos a centímetros uno del otro.
Nos movemos como mariposas revoloteando por toda pista dejándome más claro que Isaac es con quien mi corazón quiere estar sin duda como la estúpida que soy, pero . Me sostiene con fuerza como si temiera que de pronto me vaya, siento su cuerpo, sus músculos, su respiración, quiero tenerlo así siempre, porque por un momento sólo somos él y yo; nuestros movimientos, nuestro corazón. La canción acaba y empieza otra Photograph, la misma que le canté en Afganistán tanto a él como a Isaff, donde el tema principal es "Mantener nuestro amor en una fotografía y guardarlo para nosotros mismos" todo el mundo desaparece a nuestro alrededor.
En mi cabeza reviven nuestros momentos solos y con nuestro hijo en una familia feliz antes de la manipulación de Valkyria, aunque también empiezo a fantasear con lo que podríamos ser ahora. Sus manos acunan mi cintura con fuerza y me dan ganas de besarlo hasta un estallido en dirección de la entrada.
Todo se rompe cuando escuchamos una ráfaga de disparos estalla los vidrios de todo el lugar y por encima de la terraza pasa un helicóptero de nuevo y sólo se me viene a la mente el maldito de Abraham Santo Domingo, entonces las personas se agachan para no ser heridos, Isaac y yo corremos hacia un costado donde está Kaan, a este lo protege su esquema de seguridad haciéndole evacuar hacia otra sala adjunta, por nuestra parte corremos a un costado donde saco el arma de la pistolera e Isaac saca la suya del cinto trasero de su pantalón, de esa manera nos pegamos por la espalda para tener visión amplia y no dársela a un enemigo.
Avanzamos hacia un costado por donde he visto caminar al General, mientras entran hombres armados como si fueran Operaciones Especiales y van con una foto, entonces empiezan a arrancar las máscaras uno por uno para compararla con el papel entre sus manos, buscan a alguien y no sé porqué creo que soy yo. En cuanto se dan cuenta de nuestras armas nos disparan de primero, por ello le doy a uno en la cabeza, quien llevaba la foto, de esa manera se nos vienen encima gritándome insultos. El helicóptero enciende una luz de rastreo cuando me deslizo hacia un salón adjunto y atasco a puerta con una barra entre los apoyos, pronto salimos al callejón trasero con Isaac pisándome los talones.
Tras de nosotros salen hombres armados justo al encontrarme con el General de frente y sin pensarlo le disparo a sus tres escoltas en la cabeza para apuntarle a él.
—¡¿Acaso estás loca?! —chilla con las manos en alto cuando llamo a Alpha para evacuarlo.
—No salió como tenía planeado, pero ya está —le digo al colgar, casi de inmediato llega la camioneta de donde se bajan cinco hombres de seguridad quienes le dan un golpe al General para llevárselo pues queda noqueado, entonces se lo llevan como peso muerto para dejarnos a nosotros pues no quiero subir a esta, allí está Alpha y no puede ser visto por Isaac bajo ningún motivo, por eso quedamos al descubierto y el helicóptero nos enfoca con la luz, allí echamos a correr hacia edificios aledaños cuando podemos ver cómo los hombres logran alcanzar la calle.
Me saco los tacones para correr y disparo mientras me muevo, por eso al cruzar la calle los autos se detienen en seco al derrapar, Isaac me cubre la espalda al correr tras de mí, por eso está expuesto y una bala lo impacta en el brazo por taparme con su cuerpo como siempre.
—¿Estás bien? —le pregunto al meternos por una calle cerrada para los autos, pero peatonal para pasar a la avenida siguiente por donde logramos ganar algo de ventaja porque nosotros pasamos en semáforo rojo y ellos al llegar se toman con verde, así el tráfico juega a nuestro favor, de esa manera podemos llegar al otro lado donde nos escabullimos dentro de un restaurante al vernos armados todo el mundo grita.
—No les haremos nada, sólo necesitamos ir a la salida de cocina —aclaro y un mesero con un ligero temblor señala la parte de atrás por donde pasamos en medio de anaqueles, parrillas y cocineros extrañados aunque más temerosos quienes se hacen a un lado para dejarnos pasar, pro un nuevo grito exterior me avisa de la llegada de ellos, por eso emprendemos huida hacia el otro lado de la calle de nuevo hasta meternos en un callejón oscuro con salida a ambos lados, pero con un gran contenedor de basura donde nos agachamos a la espera de tener que correr de nuevo.
—¿Cómo estás? —le pregunto a Isaac revisándole el brazo, le ha dado a la mitad del brazo sin tatuajes y puedo ver cómo está enterrada y sangra, no mucho por fortuna, entonces le saco el cinturón para hacerle un torniquete y así esperar un poco, cuando ya no llegan comprendemos que se han quedado atrás, entonces llamo a Alpha para que envíe una unidad para evacuarnos, si algo he aprendido de La Triada es que funciona como milicia, tienen equipo de riesgos y unidades para sacar de la situación de peligro a quien lo necesite cuando hay operaciones como esta o de movimiento de drogas, dinero, distribución y demás. De esa manera en cuestión de minutos aparece una Toyota negra como todos los autos de Kaan para dejarnos.
—Arde como mil infiernos —se queja Isaac al estar conmigo en el asiento trasero.
—Debes dejar de interponerte entre las balas y yo —le digo preocupada cuando Danny al volante le informa del movimiento del General a la bodega forrada en plástico para no dejar evidencia en suelo—. Necesitamos una farmacia, debo ocuparme de Isaac primero.
—Jamás dejaré de hacerlo, Isabella, tenga o no chaleco —espeta él con una sonrisa—. Estaré bien, ve a completar el trabajo con el General, no puedes posponerlo.
—No te voy a dejar ahora.
—No tendrás otra oportunidad para acabar con esa alimaña, ve, iré a urgencias.
—Señorita Isabella —interviene Danny—. Yo puedo llevarlo a un lugar donde le atenderán, usted sabe donde —menciona en clave, habla de una ubicación de La Triada que se usa como punto de encuentro, con un disfraz perfecto: una farmacia, muy conveniente ahora mismo.
—Vamos, estaré bien —su sonrisa me hace llenar los ojos de lágrimas—. Tienes una misión, soldado, ve a cumplirla —le doy un beso con las mejillas húmedas y de pronto es como una luz encendida en medio de la oscuridad: no puedo renunciar a él, no quiero.
—Cuídalo mucho, Danny, es la mitad de mi corazón —admito dándole besos en la mejilla a Isaac.
—No se preocupe, señorita, me aseguraré de que todo esté bien con su pareja.
No me siento en la necesidad de aclararle nada.
Avanzamos hasta llegar a la bodega en donde Danny me pasa un traje enterizo de neopreno como los de buceo, lo uso para evitar quedar manchada de sangre, este va desde el cuello hasta los pies y por eso se sale de la camioneta para dejarme cambiar, incluso Isaac me ayuda como puede hasta cerrarme la cremallera trasera. En cuanto estoy lista, con el cabello bien sujeto me bajo, pero viene Danny a mí con un teléfono en la mano.
—Señorita, logramos contactar con el número de Italia —sin más me pasa el teléfono
—¿Hola! —pregunta una mujer—. ¿Quién es?
—Sra Lía, buenos días, necesito hablar con...
—No soy Lía, soy su hija Carolina, ¿con quién hablo? —pregunta, aunque no suena molesta ni a la defensiva.
—Soy la hija de una gran amiga suya, necesito hablar con ella urgente ¿a qué hora puede estar? ¿o me la puedes pasar? —pregunto ansiosa, no quiero irme por las ramas, aunque suene algo grosera.
—Mamá no puede pasar.
—Por favor, entiendo que la protejas, pero es muy importante, yo...
—No la protejo, mamá fue asesinada hace tres días por guardar un secreto que se llevó a la tumba, estamos recogiendo sus cosas en la casa —comenta con la voz quebrada, dejándome una sensación espantosa en el cuerpo
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