05
Cuando te marchaste lo único que quedó para mí fue un vacío imposible de llenar y una soledad sofocante,
fue entonces que levanté muros altos a mi alrededor para que nadie pudiera traspasarlos y sólo ahí me permitía romperme en miles de pedazos,
sólo ahí permitía que la sangre de mis heridas escurriera,
era el único lugar donde dejaba salir mis lágrimas hasta que mis ojos ardían,
sólo ahí gritaba mi alma destrozada y sólo ahí me permitía ser frágil.
Me acostumbré a la soledad que antes me sofocaba porque era el único lugar dónde podía sentir que seguías conmigo.
DLR
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