Jungkook cierra la puerta detrás suyo y ve desde su lugar a Taehyung sentado a la orilla de la cama viendo la pantalla de su celular. Se acerca a él y se sienta a su lado.

Quedan en silencio.

Jungkook se quita los lentes y los deja en sus manos, viendo éstas tratando de acomodar las palabras en su mente.

―Tae...―Llama con cuidado, el menor le da una mirsda rápida y vuelve la mirsda a su celular.―Tae, ¿Porqué te fuiste de la nada? ¿No te gustó la manera en la que se disculparon o algo? Yo puedo decírselos, ellos entenderán.

Taehyung aplana sus labios y finalmente aleja del celular de su vista. Gira su rostro para verlo.―No es eso.

―¿Entonces qué es?―Pasa saliva y se arma de valor para posar una mano en su muslo.―Sé que has estado muy ocupado estos días, o hasta creo que evitandome y por eso no hemos hablado mucho, pero sabes que si algo te está molestando puedes hablar conmigo.

En sus ojos puede ver el cariño, la preocupación, el sentimiento cálido que los une y al mismo tiempo los mantiene alejados, porque el amor no es suficiente para unir sus piezas dispersas en el mar de sus emociones.

Una relación no es una terapia.

―Habla conmigo, por favor. Hablemos como esposos.

¿Qué tanto ha cambiado Jungkook?

Taehyung ahora lo puede ver.

Jungkook era tosco al comienzo, era poco cariñoso aunque siempre hacía caso a todo lo que le decía sin peros. Jungkook con el paso de los meses abrió más su corazón a él, más sensible y más cariñoso también.

―¿Realmente quieres saberlo? ¿Quieres que sea honesto y te diga que es lo que me molesta, Jungkook?

El hombre no duda.―Quiero saberlo todo.

Tae asiente y coloca su mano encima de la contraria, sintiendo el frío de su anillo de bodas en la palma de su mano.

―Escuché tu conversación con Somi.

En ese momento presencia como los ojos de Jungkook se abren de más y sus pupilas tiemblan cuando se ds cuenta a qué se refiere.

No he amado ni amaré a nadie como la amé a ella.

Ese doloro sentimiento otra vez cuando presencia el rostro lastimoso de Taehyung.

Culpa que lo consume.

―Taehyung...

―Jungkook, si tú en verdad quisite decir eso, significa que t-tu no ne amas como yo a ti...―Su voz tiembla por los nervios que lo sacuden.

El momento es tenso, es duro, pero Taehyung no llora, no suelta ni una sola lágrima.

―Tae ¿Insinuas que no te amo?

―Eso es lo que siento, sí.―Su mirada es fría cuando lo ve.

Jungkook se apresura a negar con la cabeza.―Dios no, claro que te amo... es solo que ha sido difícil para mí empezar nuevamente luego de JiEun.―Explica viéndolo a los ojos. Deja sus lentes caer al suelo y toma sus manos.―Te amo diferente...

―¿A qué te refieres?

Jungkook boquea un momento sin saber que decir, porque realmente ni él sabía a qué se refería. Tiene un remolino en su corazón y una tormenta en su mente.

Busca una respuesta en los ojos oscuros de Taehyung.

―Porque no puedo...

―¿"No puedes"?

―No, yo...―Desvía la mirada, como si quisiera evitar que las palabras salgan de su boca.

Tae siente el peso del ambiente que los rodea en su intimidad. Pasa saliva y se atreve a preguntar una vez más.

―¿No puedes qué?

Teme la respuesta y contiene la respiración sin ser consciente de ello. Jungkook escucha fuerte y claro los reclamos de su marchito corazón.

―No puedo... no puedo amar como yo quiero.

Aleja sus manos de Jungkook tan pronto como procesa sus palabras y frunce el ceño, negando levemente con la cabeza y alejando su cuerpo de su esposo.

Su calor de desvanece.

―¿Porqué no puedes?―Pregunta con sus ojos conectados a los marrones de Jungkook.

Él no aparta la mirada cuando lo dice.―A ella la amé demasiado y cuando ella murió mi capacidad de amar se redujo.

No hay ni una sola lágrima en la expresión aturdida de Taehyung. No hay llanto pero sí hay dolor, un dolor dentro que va creciendo poco a poco, porque muy dentro suyo...

Muy dentro él lo sabía...

―Pero yo quiero seguir, y no sé cómo.

La voz de Jungkook se escucha triste, desesperada, asustada y sus ojos perdidos lo miran como si buscara algo en él.

Taehyung se levanta abruptamente de la cama y tapa su rostro con sus manos. No sabe qué hacer ni qué decir, prefiere callae mientras ordena lo que siente dentro suyo, pero parece imposible.

Camina lejos de él y Jungkook se desespera, levantándose también de la cama y quedan frente a frente, un metro los separa. Un metro es mucho más de lo que parece, es la clara distancia que hay entre ellos y que siempre estuvo presente.

Tan lejos, tan cerca...

―Yo ya estoy roto, y tú también.―Señala su pecho y señala a Tae, una lágrima se desliza por su mejilla.―No estoy del todo bien Taehyung... estamos rotos, tu aferrandote a mí y yo tratando de evitar mi realidad. E-estamos en esto juntos y a la vez no... tú tienes tu pasado y yo el mío, pero realmente quiero comenzar una mejor vida... solo no sé como, no sé como.

Destapa su rostro por las palabras lastimeras del otro y ahí Taehyung ve aquel rostro de dolor y frustración que vio en si mismo cuando sus padres murieron, cuando perdió a su bebé y cuando fue dejado de lado tantas veces a lo largo de su vida. Cuando estuvo tan roto que no sabía qué camino tomar.

―Y te he dañado porque yo mismo estoy dañado... Lo siento tanto por ser un cobarde, porque mis hijos se disculparon contigo antes de tu propio esposo. Reconozco no ser un buen padre, ni un buen esposo, he pensado mucho sobre eso el tiempo que estuviste ausente.

―Jungkook...

―Y sé muy bien Tae, que no somos la familia perfecta que esperas...

Ninguna familia es perfecta... ¿Porqué sigo buscando eso?

―Pero podemos mejorar, yo sé que podemos.

Taehyung nunca tuvo en claro qué significaba la familia para él, porque una idea clara jamás la tuvo. Todo lo que tenía en su mente fueron expectativas, fueron sueños que quizás lo cegaron de más.

―Terminemos con esto, Jungkook.

Pide con determinación, como si realmente lo hubiera pensado desde antes y ahora no tuviera el miedo de decir.

―No es sano seguir así si tú no puedes amarme como yo a ti. No podemos seguir fingiendo que estamos bien cuando no lo estamos... Y no es solo por mi, es por tus hijos... no podemos engañarlos, ellos saben que algo no está bien.

―T-Taehyung...

―Necesitamos ayuda psicológica, Jungkook. Acéptalo de una vez, yo ya lo hice.

Gira su cuerpo dándole la espalda de su esposo y juega con el anillo en su dedo. No sabe si dejarlo en su lugar o de una vez quitarlo de su dedo y dejarlo en manos de su esposo.

―Yo ya había pensando en todo esto en mi viaje a Japón... Volví diferente porque ahora pienso diferente, Jungkook.―Mantiene el anillo en su dedo y vuelve a girar hacia él.―Ya no quiero seguir fingiendo.

Dejar de teñir su cabello no fue solo un simple cambio de apariencia, fue una despedida a su máscara de "Todo está bien" para ser sincero consigo mismo y dejar ver que realmente está perdido.

Jungkook pasa una mano por su pecho, por sonde siente sus latidos frenéticos contra su caja torácica. Trata de escuchar su corazón marchito pero su cabeza no le deja pensar. Es una batalla donde siente que pierde todo.

―Dormiré en el sofá esta noche.―Avisa Tae luego de minutos tensos en silencio.

Y siente ese deja vu.

Taehyung se aleja de él con una mirada fría y una expresión seria. Dando por terminado todo. Pero esta vez no se quedará en su lugar, no se quedará callado. Toma su muñeca y lo acerca a él con cuidado.

―Taehyung, ¿Tú me amas? ¿Aún me amas?

Y extrañamente... Tae no sabe qué decir.

¿Son firmes sus sentimientos o es la soledad que habla por él cuando le jura amor?

Sonríe tristemente y baja la mirada.―Te amo, Jungkook, pero...

Ahí está. Otra vez esa maldita palabra no quiere abandonar su garganta, es cobarde no quiere salir de ahí.

Sabe que hay algo más, sabe que algo se oculta de él, que lo sabe pero no al mismo tiempo. La respuesta a su dolor quizás o la respuesta a su soledad.

Las veces que soportó estar en esa casa, aferrandose a que los Jeon serían su familia perfecta, que ellos mejorarían si él los ayudaba.

Hay una respuesta para eso.

¿Hasta cuando se limitará para darle de todo a los demás y el recibir las sobras?

Finalmente, las lágrimas caen de sus ojos hasta cochar con el suelo que parece tembloroso bajo suyo.

Deja salir las lágrimas...

Jungkook presencia el momento en el que Taehyung se rompe frente suyo, temblando y sollozando.

―Hasta que me ame a mi mismo...

Esa es la respuesta.

Dejará de mendigar amor cuando empieze a amarse a si mismo y deje de buscar a los demás por culpa de su soledad.

―Taehyung...―Jungkook sujeta su brazo con firmeza, doliendole verlo de esa manera, y llora a su lado.

Finalmente Tae descubrió aquello que dolía tanto y que se atoraba en su garganta sin dejarle respirar con normalidad.

―No me amo... por eso me sigo haciendo daño.

Jungkook lo atrae a él y lo encierra entre sus brazos, en un abrazo cariñoso que por primera vez une sus piezas porwur la verdad está dicha.

¿Dejará de buscar las cenizas de los demás?

―Cuando empiece a amarme...

Porque Taehyung no está nadando en las cenizas del amor que siente Jungkook por su difunta esposa.

Taehyung nada en las cenizas de su amor propio que hace mucho perdió.

―Tae, es tu decisión... Es decisión tuya si quieres que sigamos juntos y superemos esto o nos separemos. Es tu decisión, Taehyung.

Jungkook lo deja en manos de su esposo, porque al fin han sido honestos y es hora de tomar una decisión.

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