ꕤ「capítulo 45 | final」
Destroza el sobre y saca con desesperación la carta, tratando de buscarle un porque a sus palabras.
¿Porqué quiere que lea esta maldita carta? Cuestiona.
Ya con el papel entre sus manos, inquieto lee la primera línea y siente que todo se le cae a los pies.
Siento mucho que esto pase justo ahora, pero ya he tomado mi decisión.
Frunce el ceño y sus dedos hacen presión contra el papel. Sus ojos siguen leyendo.
Tome esta decisión cuando escuché como le confesabas a Somi cuánto extrañabas a JiEun. Y eso me hizo darme cuenta de tres cosas...
La conversación...
Su corazón late con fuerzas, golpeando su pecho como si quisiera salir tras el hombre que tanto ama.
La primera, es que tú necesitas tu espacio para recuperarte por completo.
Retrocede y cae al borde de la cama, sus pupilas tiemblan y las lágrimas se forman en sus ojos.
La segunda, es que no puedo seguir siendo egoísta conmigo mismo y fingir que estoy bien cuando no lo estoy. No quiero fingir que no estoy roto, porque lo estoy.
Su pie golpea con insistencia el suelo, saboreando con amargura cada palabra, pudiendo sentr la tristeza con la que Taehyung escribió sobre el papel.
Y quema sus venas.
La tercera, es que si sigo a tu lado realmente jamás podré tomarme mi propio tiempo de sanar.
Y Jungkook asiente aunque nadie lo ve, porque sabe que no puede negarle eso a Taehyung, no podría. Si él se siente así, él lo respeta.
¿Y porqué lo digo? Porque cuando mis padres murieron fingía estar bien. Porque cuando quedé embarazado y perdí a mi bebé por culpa de esas malas mujeres, fingía que no dolía. Porque cuando me casé contigo, fingía que ya había sanado. Ya no quiero seguir mintiendo.
El dorso de su mano limpia us lágrimas calientes sobre la piel de sus mejillas. Mantiene el ceño fruncido y la presión de sus dedos sobre la confesión de su esposo.
¿Tae tuvo que pasar por todo eso? ¿Porqué nunca me lo contó? ¿Porqué jamás me dijo que estaba roto? ¿Porqué ocultar tanto dolor solo?
Su sonrisa se instala en su memoria. Esa sonrisa tan hermosa, esos labios únicos que besaron cada parte de su cuerpo con verdadero amor, ¿Esos mismos labios sonreían falsamente mientras se rompía por dentro?
Por eso hoy tomo esta decisión de alejarme, amor.
―No... no, no...
Lee la misma frase una y otra vez y sigue sin creerlo. Niega y las lágrimas se apoderan de él, no puede ser cierto, no puede... Pero lo es.
¿Porqué es tan doloroso que te digan adiós?
―Taehyung...
¿Porqué duele tanto que la persona que amas se aleje de ti? ¿Porqué? Es cruel. Es como si te quitaran el corazón y lo tiraran lejos.
No te preocupes por los niños. Hablé con ellos y estuvieron de acuerdo con esto.
Y así fue. A espaldas suyas sus hijos supieron todo desde hace unos días.
―Es por eso que ahora me alejo, y yo... sé que nuestra relación ha mejorado mucho últimamente, pero necesito tiempo para mí mismo, niños.
―Y en todo te apoyamos... si quieres hacer esto, está bien. Igual te veremos, ¿no es así?
―JuWon tiene razón, no podemos negarte esto si es por tu bien, nosotros entendemos.
Los abrazos y palabras agridulces de aliento no faltaron en aquel momento. Porque ellos querían que el esté bien. Taehyung los ha ayudado mucho, ellos no pueden impedirle que vaya a buscar si tranquilidad.
―Tú... ¿t-te irás?
―Lo haré, Jisung. Pero prometo que jamás los dejaré de querer en mi tiempo lejos, ¿sí?
―Pero...―Jeongsan lloraba.―Te extrañaremos mucho. Y... y si es porque te sientes triste, entonces está bien. Porque yo no quiero que estés triste.
―Y yo ta-tampoco.
Los gemelos reaccionaron mejor de lo que él pensó. Fue una conversación larga donde les explicaba con detalle porqué no debían decirle a nadie y porqué era su despedida.
―Los amo, niños.
―Y n-nosotros a ti.
Ellos me dieron todo su apoyo, y espero que tú también me des el tuyo, amor. Porque te amo, pero quiero amarme a mí mismo también.
Solloza y pasa saliva sintiendo el nudo en su garganta quitandole la respiración.
Déjame amarme y tú también empieza a amarte, eso es lo que debemos hacer, es lo que nos debemos a nosotros mismos mi amor.
Una lágrima, dos lágrimas y hasta tres caen sobre el papel y las hermosas letras de su esposo.
Puedo escuchar como lloras, pero deja de hacerlo amor. Porque esta no es una despedida.
Se queda quieto al leer la última frase y parpadea confundido. Sus pestañas húmedas por las lágrimas y sus ojos brillosos quieren creer que lo que lee es verdadero y no una ilusión de su mente.
No es una despedida porque no quiero dejarte, ni a los niños. Mi decisión se basa en alejarme un tiempo, iré a estudiar modas al extranjero con ayuda de mi hermano, y llevaré terapias. Necesito sanar, ya no quiero mentirme.
Y una sonrisa se dibuja en sus labios poco a poco, caen una lágrima que se desliza por el surco de sus labios. Suelta un suspiro de alivio.
Volverá, él volverá.
Su corazón puede calmarse pero aún sigue latiendo más rápido de lo normal.
Vuelve su mirada a la carta mientras se desliza por el borde de la cama hasta el suelo.
Pero no volveré solo... Busca en el cajón derecho de la cómoda.
Frunce el ceño confundido pero aún así se levanta apoyándose en la cama. Se acerca hasta dicho lugar indicado en la carta y abre el cajón. Encuentra otra hoja con cosas escritas ahí, sobre sus camisas.
La toma con cuidado pero al leerla se le cae de las manos. Cubre con la palma de su mano su boca, y abre de más los ojos.
―Un hijo...
Será papá, otra vez.
La sonrisa de sus labios no parece desaparecer. Lleva la carta a su pecho y limpia sus lágrimas rápidamente.
Lee el último párrafo en el papel.
Pero si no estás de acuerdo...
―Papi, ¿Estás llorando?
Alza la mirada hacia la puerta y ahí ve a Jisung asomando su cabecita. Tiene su ropa de dormir y un peluche de oso entre sus manos.
―Jisung... ¿Qué haces despierto a esta hora?
El pequeño lo mira un momento y ve la carta entre sus manos. Dice algo que Jungkook no llega a escuchar y se aleja de la habitación a pasitos rápidos.
Momentos después varias pisadas se acercan a su puerta y él ve a sus cuatro hijos asomarse por la misma, con Jisung en brazos de su hijo mayor.
JuWon es el primero el regalarle una mirada comprensiva.―Papá, ¿Ya lo sabes, verdad?
Jungkook asiente y sin poder evitarlo vuekve a llorar bajo la mirada de sus hijos quienes se acercan a él para consolarlo.
Sus hijos lo sabían antes que él.
―Tranquilo, papá. No será para siempre.―Somi besa su mejilla colocándose de puntillas.
―Pero... lo sé, pero ¿Qué tanto debo esperar?
Somi y JuWon se quedan callados mirándose entre sí. Jeongsan se aferra a su pierna derecha y Jisung abraza su cuello también en silencio.
―No podemos mentir, tampoco lo sabemos. Y tampoco sabemos si él volverá realmente.
―¿Q-qué? ¿Porqué dices eso?
Somi suspira.―Taehyung nos dijo que volvería cuando se sintiera bien, y tendría terapia además de sus clases en la universidad. Dijo que si no se sentía listo no volvería... eso él tampoco lo sabe.
¿Podría ser que realmente no vuelva si se siente mejor lejos? ¿Entonces él lo esperaría por nada, quizás?
Su mirada se entristece y levanta la carta ya arrugada en su mano derecha para leer por completo el último párrafo.
Pero si no estás de acuerdo con esperarme lo entenderé. Porque quizás nunca esté listo. Quizás vuelva pero ya no quiera seguir a tu lado. Quizás vuelva para que estemos juntos y conozcas a nuestro hijo. Realmente, estoy decidido a ponerme a mí primero antes que todos, pero solo el tiempo lo dirá...
―Papá...―Somi lo abraza y Jungkook deja caer su cabeza sobre la suya cerrando los ojos.
―¿Entonces puede que vuelva, pero puede que no?
―Sí.―JuWon asiente.
Así que si no estás dispuesto a esperarme, puedes firmar nuestro divorcio, no te culparé. Está en el cajón de al lado, amor.
La mirada de Jungkook corre hasta el dicho cajón y baja la mirada hacia sus gemelos. Sonríe tristemente acariciando sus cabellos.
Tampoco puedo arriesgarlos a ellos por algo que quizás nunca llegue, pero...
Separa con cuidado a sus hijos y se acerca a su escritorio, de ahí toma un bolígrafo y se acerca hasta dicho cajón. Se queda quieto frente a este.
Su corazón le reclama, su mente le da la razón, y al final termina siendo un desastre.
El bonito rostro de Taehyung al despertar se adhiere a su memoria. Recuerda la forma en la que ríe. La manera en la que le tendió una mano hace mucho lo conmueve.
―Él se arriesgó por nosotros... incluso sabiendo que quizás nunca seríamos una familia.
Todo, todo su amor se acumula, todas sus memorias juntos, todo en un quizás que puede que llegue pero puede que no.
Y finalmente toma aquella hoja de papel con la firma de Taehyung para romperla en dos y dejar caer el bolígrafo al suelo.
Porque él está dispuesto esperarlo, así nunca llegue.
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