El calor del cuerpo que su aún esposo le trasmite, solo lo hace suspirar. No responde de inmediato a la petición solo lo piensa en silencio.

¿Quedarse o irse? Solo hay dos opciones.

Está en sus manos porque sabe que Jungkook no lo obligará a nada si él no quiere. Y si le deja la decisión a Jungkook puede que él se quede callado y acepte dejando de lado lo que quiere.

Después de todo es él quien llegó a la vida de los Jeon, no al revés.

¿Pero realmente lo que quiere es lo mejor?

Se separa de sus brazos y alza la mirada, se encuentra con los ojos preocupados y llorosos de Jungkook. Buscando algo, buscando la afirmación a la respuesta en su cabeza.

Se supone que ya tenía un plan antes de su regreso con los Jeon. Lo había pensando muy bien en Japón, pero ahora flaquea en su decisión.

Yo ya sé lo que haré y qué es lo mejor...

Jungkook se inclina hacia él y se queda a centímetros de sus labios. Siente su respiración y el aroma de su colonia. Pasa saliva sin romper el contacto visual.

Pero al menos terminaré esto sin arrepentimientos.

Acorta la distancia entre sus rostros y se permite sentir los labios de su esposo. Se separa momentos después dejando su frente junto a la contraria, respirando con tranquilidad. Y siente las manos de Jungkook en su cintura.

Como si tuviera miedo de soltarlo.

En la incertidumbre de no saber su respuesta.

Resignado porque aceptará cual sea su decisión.

Taehyung toma su rostro y limpia sus lágrimas con sus pulgares. Le sonríe de manera triste, confundiendo a Jungkook, inconscientemente reteniendi el aire en su pecho esperando que algo salga de sus labios.

Y...

―Me quedaré.

Abre de más los ojos con sorpresa, abre la boca pero la cierra al no saber qué decir, solamente ajerce más fuerza en el agarre en su cintura y lo atrae a él para abrazarlo.

Nunca se había sentido tan a la orilla en la espera de una respuesta. Por eso mismo no lo suelta de sus brazos.

―Me quedaré un tiempo.―Dice Tae en voz baja.

Jungkook asiente sin entender el peso de sus palabras, solamente está feliz porque Taehyung ha decidido quedarse a su lado y mejorar juntos, ser una familia como debió ser desde el inicio.

Lo besa una vez más.―Quedate siempre. Te prometo que voy a mejorar, que vamos a mejorar.

Taehyung acaricia su espalda.―Lo sé.

Y esa noche duermen uno al lado del otro, Jungkook abrazándolo por la espalda sin la intención de dejarlo ir. Tae tardó en quedarse dormido pero finalmente lo hace con una frase en su mente.

Terminemos bien.

Y al día siguiente es feriado por lo que todos se quedan en casa. Toman el desayuno y a los niños les sorprende cuando ven a un Taehyung más animado que el día anterior, incluso su papá les preparó un gran y rico desayuno con una gran sonrisa en su rostro.

―¡Tae, estás sonriendo!―Señala Jisung al mayor.―Pensé que te habías vuelto aburrido como papá.

El de cabellos negros asiente.―Gracias por notarlo bebé.―Acaricia sus cabellos.

Jeongsan frunce el ceño.―Él no es tu bebé, yo soy tu bebé.

―¡Celoso!―Le saca la lengua Jisung.

Empiezan a correr por la sala junto a Jeongsan que le reclama el haberle faltado el respeto, ambos dejando su desayuno atrás.

Jungkook estaba en la cocina acomodando las cosas con ayuda de Somi. JuWon está sentado frente suyo y puede percatarse de un diminuta sonrisa en su rostro.

―¿Qué piensas?

El chico alza la mirada de su plato hacia él, y esa pequeña sonrisa se hace una más grande. A Taehyung le sorprende verlo así.

―Te ves mejor.

Tae suaviza su rostro y sonríe sin mostrar los dientes, solamente algo ligero y sincero.

―Gracias, JuWon.

El desayuno termina de lo mejor, quizás el mejor desayuno que han tenido en mucho tiempo porque todos se encuentran de buen humor.

Un tiempo.

Su teléfono suena y tiene que salir al patio para hablar porque los niños hacen su tarea en la sala.

―¿Aló?

―Nammie, qué gusto oírte.―Sonríe sin poder evitarlo.

―TaeTae, ¿Qué tal todo por allá?

―Todo está bien por acá, no te preocupes. Los niños están haciendo su tarea, Somi y JuWon hacen un trabajo y Jungkook prepara galletas en la cocina.

―Te noto más animado y según lo que escucho es un buen día para ustedes.―Por un momento la línea se quesa en silencio hasta que escucha el suspiro de su hermano mayor.―¿Tú finalmente decidiste, no?―Su tono se escucha más serio esta vez.

―Sí...―Baja la mirada.―Lo hice.

―¿Cómo se lo tomó Jungkook?

―Bastante bien porqué cambié ligeramente lo que te conté que haría.―Pasa saliva.

―¿Qué te hizo cambiar de parecer?

―No quiero arrepentirme luego si lo dejo todo a la deriva.

NamJoon no tiene realmente claro el plan de su hermano pero solo le da su apoyo y se despide mandándole un beso a través de la línea.

Después de todo cambió sus planes pero no el fin.

Vuelve al interior siendo recibido por un Jungkook con un delantal rosado amarrado a su cintura y un bowl con galletas de chocolate dentro.

Sonríe al ver como los gemelos se acercan saltando por el aroma y Somi junto a JuWon también bajan rápidamente las escaleras.

Poco a poco...

Rápidamente tres semanas pasan frente a sus ojos mieles. Veintiun días pasan mientras el tiempo les trae buenas noticias.

Todo parece marchar de lo mejor.

Es tratado de manera correcta y delicada, ni Somi ni JuWon le han dedicado alguna mirada fría o le han alzado la voz. Jungkook habló con ellos frente suyo, todos acordaron llevarse mejor y los niños ponen de su parte para tratar de ganar su confianza por última vez.

En esos días le abrieron su corazón a Taehyung.

―Tienes talento Somi.

Tae inscribió a Somi en un curso para moda donde le enseñan a potenciar sus habilidades innatas. Y ella está más que feliz con sus clases, esforzándose y dejando el estrés y las malas juntas detrás para enfocarse en la costura y la moda.

―¿Has pensado en hablar con ese comité, JuWon?

Cuando JuWon estropeó su audición con la guitarra por los nervios y ansiedad, creyó que jamás volvería a tener una oportunidad pero Taehyung se acercó a él y lo abrazó con mucho cariño, hasta dejando un beso en su mejilla para alentarlo a que no se rinda con la música.

Y justamente entre esos días su escuela anunció un show de talentos donde los alumnos tocaría, cantarían o bailarían frente a la escuela. JuWon con apoyo de Tae audiciono para estar en el show y pasó.

Taehyung está más tranquilo ahora que realmente está logrando algo con ellos, y con su esposo...

―Jungkook, ¿Qué tal te fue la sesión?

Consiguieron un psicólogo para Jungkook porque finalmente aceptó ir con uno.

Tae puede ver el cambio en sus ojos cuando llega luego de una sesión, como si ya no hubiera tanto peso en sus hombros.

Con apoyo de los adolescentes y del mismo Jungkook aquel baúl de recuerdos tristes y nostálgicos fue finalmente olvidado. Las ropas de JiEun donadas a una organización de mujeres con cáncer y sus fotos fueron quitadas para reemplazarlas con fotos de los niños.

Parece una casa nueva.

Y ahora ve a los Jeon frente suyo, todos bromenado y sonriendo animados por el ambiente. No les importa las miradas de los demás en el restaurante celebrando una buena semana.

Ellos siguen charlando y Taehyung los observa desde su asiento. Baja la cabeza junto a su mirada y sonríe con tristeza al recordar su decisión.

Pero es lo correcto.

―¿Taehyung? ¿Te gustó tu comida?

Ahora tiene cinco pares de ojos mirándolo con atención esperando por su respuesta.

―Claro, amor.―Y se une a la conversación.

Tiempo...

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