Tae despierta en la mañana con una ligera sonrisa a pesar de escuchar la molesta alarma sonar. La apaga, estira sus brazos al aire y bosteza con pereza.

Mira el lado de la cama que le pertenece a su marido, pero no lo ve. Escucha ruido de la planta baja y cree que es Jungkook en la cocina, como cada mañana haciendo el desayuno para su familia.

Se viste y sale de la habitación hacia la cocina. Las puertas de los niños siguen cerradas, siguen durmiendo porque es feriado.

Un bonito domingo sin trabajo ni escuela.

―Hola amor.―Se acerca para dejar un beso en su hombro descubierto.

―Buenos días, ¿Dormiste bien?

―Sí, milagrosamente nada me duele.―Sonríe alejándose de él para servirse un vaso con agua.

―Antes de bajar te di unos masajes para que no amamecieras con dolor, después de todo ha pasado un tiempo desde la última vez.―Dice mientras corta las hojitas de las fresas para posteriormente colocarlas en la licuadora.

Taehyung se sonroja y sonríe.―Gracias.

Jungkook demuestra su amor por acciones.

Toma agua y deja el vaso vacío en la isla de la cocina.―Subiré a darme una ducha.

Media hora después está en su cama, secando su cabello con una toalla blanca. Un sonidito que indica un mensaje nuevo en su celular llama su atención. Deja la toalla de lado y toma el aparato.

"¡No contestaste mi llamada ayer, tonto!"

Ríe al leer el mensaje, es NamJoon.

"Como sea, hoy saldremos tú y yo a almorzar y más te vale no negarte, ¡Si lo haces lloraré!"

No puede evitar reír ante el berrinche de su hermano mayor. NamJoon lo quiere demasiado, a pesar de no compartir lazos sanguíneos son hermanos de corazón, los mejores amigos, han pasado por mucho juntos.

¿Un día entero con él? Hace mucho no pasaba tiempo con su hermano. Sería lo mejor en estos momentos.

"Ahí estaré Nammie, ¿dónde quieres almorzar?"

"¡Cocinare para ti!"

"Ni lo sueñes, ¿quieres intoxicarme?"

"Ya, está bien. ¿Qué tal a ese viejo restaurante italiano?"

"¿Al que íbamos cuando era mi cumpleaños? Claro."

"Perfecto, yo te recojo, de paso pateo a Jungkook"

Ríe mientras niega con la cabeza. Apaga la pantalla del celular y se tira se espaldas a la cama con los brazos extendidos. Suspira.

¿Porqué dejo de tener salidas con su hermano? ¿Desde cuando dejó de divertirse?

Una mueca se forma en sus labios. Siente una ligera presión en el pecho.

No ha tenido el tiempo debido con su esposo, ni para él mismo. Todo es trabajo, casa, niños, dormir. Una rutina agotadora.

A decir verdad hace mucho no salía con amigos, ni su hermano. Ahora se da cuenta que estos meses han sido un completo caos desde que se mudó con los Jeon.

Problemas por aquí, por allá.

Después de todo no somos una familia, piensa.

Su mirada se pierde en el techo de la habitación. Perdida como sus sentimientos confusos en esos momentos.

Él sabe que una familia no es así. No es la familia que él quería, y tampoco es tan fácil como creyó.

Se levanta y camina hasta el espejo de cuerpo completo de la pared. Ve las ligeras ojeras bajo sus ojos y su semblante decaído.

La presión en su pecho se hace más notable, y dirige una mano a la zona, acariciándola.

No me veo muy bien, y Jungkook pareve igual o peor que yo, recuerda viendo el reflejo de sus ojos.

Cuando aquel modelo le dió su atención, se dio cuenta que hace mucho no le hacían cumplidos de esa forma y de alguna manera había dejado de ser coqueto como solía ser. ¿Ahora era más serio, quizás?

No me divierto como antes, piensa.

Taehyung extraña a su mejor amiga, con quien reía en el trabajo. Ahora ella no le habla, y él tampoco le dirige palabra alguna.

¿Quizás debería pedirle un consejo a NamJoon? Es en quien más confía en este mundo.

―¡Mamá!

Taehyung se sobresalta, siente un abrazo en su pierna y baja la mirada. Sonríe de inmediato.

―Jisung, ¿Qué haces despierto tan temprano? Es domingo.

―Papá está haciendo panqueques, y el olor me despertó.―Responde emocionado, dando pequeños saltitos.

Acaricia sus cabellos negros.―¿Eres el único despierto?

Él asiente.―Ajá.―Se separa de su pierna.―Ya me voy a la cocina mamá, tengo hambre.

Lo ve salir corriendo de la habitación y escucha sus pequeños pasos apresurados bajar las escaleras. Sonríe y vuelve a mirarse al espejo.

No es la familia que esperaba, pero ninguna familia es perfecta ¿no?

La presión se esfuma y sonríe.

De mejor humor cambia sus ropas de casa por una camisa y pantalones para salir. Se coloca colonia y arregla un poco su cabello. Antes de salir coloca su anillo de bodas en su dedo corazón.

Llega al comedor donde Jungkook pone la mesa con ayuda de Jisung. Deja un beso en la mejilla de ambos y se une a ellos para colocar los platos.

―Se ve delicioso amor.―Dice Tae tomando asiento al lado de Jisung para empezar a comer, Jungkook al otro lado.

―Gracias, son de plátano, los favoritos de los gemelos.―Pica con su tenedor el panqueque en su plato.

A los minutos terminan el desayuno y los grandes vasos que antes contenían jugo de fresa están vacíos, al igual que sus platos. Aunque el niño sigue comiendo.

―Supongo que los niños despertarán más tarde.―Menciona Taehyung.

―Sí, los vi más cansados esta semana por sus exámenes, creo que se merecen dormir un poco más.

―Supongo que si.―Dice Taehyung mirando su plato vacío.

El sonido del timbre corta su conversación.

―Debe ser NamJoon, dijo que vendría a recogerme para ir a almorzar. Olvidé decírtelo.―Dice apenado por no haberle dicho antes.

Jungkook asiente y empieza a recoger los platos.―Tranquilo, yo me ocupo de la mesa... Jisunnie, ¿Terminaste?―El niño asiente limpiando su boquita y manos con una servilleta.―Bien, ve a abrir la puerta por favor.

El menor salta de la silla y corre hacia la entrada de la casa. Tae se dirige al baño para cepillarse los dientes mientras Jungkook lleva los platos, vasos y cubiertos hacia el fregadero.

Taehyung vuelve al mismo tiempo que NamJoon ingresa a la cocina.

Aparece con una sonrisa en el rostro y un lindo Jisung en sus brazos. Lili viene detrás del mayor moviendo su colita y olfateando su mano.

―Hola Nam.―Sonríe Jungkook poniéndose el delantal para lavar los platos.

La sonrisa desaparece de los labios del mayor, entrecierra los ojos y lo señala.―No te conozco, no me hables, no me mires, te odio.

Jisung se carcajea en los brazos de su tío. Taehyung tapa su sonrisa con la palma de su mano para evitar reír. Se acerca a Lili, acaricia su cabecita y pasa al lado de su hermano para tomar en brazos a Jisung.

Deja un beso en su mejilla robándose su atención y una gran sonrisa.―Hola Nammie.

―¡A ti sí te conozco! A ese señor no.―Agita su mano hacia él restándole importancia.

―Vamos, Nam, ¿Sigues molesto porque te tiré café caliente en el trabajo? ¡Fue un accidente!

―¡No te creo! ¡Te pedi que me trajeras un trapo del área de comida para que me seque y no apareciste más!

Fue ayer cuando Jungkook se fue de la empresa con Taehyung.

―Tecnicamente mi jornada ya había terminado así que...

―TaeTae, ¿Alguien está hablando? No lo escucho.

Jungkook rueda los ojos y acomoda los lentes de marco negro en el puente de su nariz.―Como sea, ¿Ya se van? ¿No es muy temprano?

―Antes del almuerzo llevaré a Tae a comprar helados.―Se encoge de hombros.

Taehyung sonríe emocionado.―Eres el mejor.

Jisung se remueve en sus brazos y Taehyung lo baja al suelo, donde desaparece por la sala corriendo al lado de Lili.

―Bueno, ¿Nos vamos, TaeTae?

―Vamos.―Asiente, se gira para ver a su esposo.―Volveremos temprano.

―¡Claro que no! Iremos a emborracharnos, no lo esperes despierto.―Le guiña un ojo a Jungkook.―Vamos, TaeTae.―Pasa un brazo por sus hombros y lo guía fuera de la cocina.

Jungkook frunce el ceño y forma una mueca divertida.―¡Oye, vuelve aquí!

―¡Adiós, idiota!

―¿¡Sabes qué?! ¡Sí fue a propósito lo del café!

Se escucha el jadeo indignado de NamJoon desde la sala junto a la risueña carcajada del rubio.

―¡Lo sabía! ¡Estás despedido!

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―Gracias por el almuerzo, Nammie.―Recuesta su cabeza en las piernas de su hermano y suspira.―Me hacía falta salir a distraerme.

NamJoon con los brazos detrás de la nuca y la parte superior de su cuerpo recostado en el gran árbol que los cubre del sol.

―Fue buena idea venir un rato al parque. Aunque hay muchas hormigas.―Ríe.

Nam lo mira desde arriba.―Oye.

Taehyung le devuelve la mirada.―Te escucho.

―¿Ya pensaste en ir con Hwasa?

Tae suspira, levanta la mitad de su cuerpo del césped y se recuesta en el árbol al lado de su hermano.

―Sí, lo he pensado.

―¿Y? ¿Qué decidiste?

Sus ojos mieles ven a unos niños a lo lejos jugar entre ellos, y más allá una pareja pasear agarrados de las manos. Es un lugar tranquilo. Se toma su tiempo para pensarlo.

¿Como puedo exigir una oportunidad a los demás si yo mismo no me doy una para mejorar?

Gira para verlo a los ojos, pudiendo notar la anticipación en su hermano. Realmente se preocupa por él.

Es hora de un cambio. Si nadie quiere dar el primer paso, lo daré yo.

Asiente suavemente.―Quiero ir. Quiero ir pero yo solo. ¿Cuando crees que pueda obtener una cita con tu novia?

―¡Lo más pronto posible! Yo mismo me encargaré de eso.―Su voz se nota genuinamente emocionada, sus brazos rodean sus hombros.―Estoy muy feliz.

No puede evitar reír entre el asfixiante abrazo del hombre con cabellos marrones. Su mejilla pegada a su pecho.

―¿Y como cambiaste de opinión?―Pregunta con una sonrisa; afloja el abrazo en el menor para poder verlo a los ojos.

―Simplemente creo que es hora de poner en orden lo que quiero. Y lo que quiero es tener a mi familia feliz. Quiero que los Jeon sean felices.―Sonríe sin mostrar los dientes.

NamJoon suspira.―Bien, es un progreso. Hwasa te ayudará, ella es la mejor.

―¿Ella te tiene tan enamorado, hermano?

NamJoon se sonroja y niega.―La verdad es que ella no es mi novia...

Taehyung arquea una ceja.―¿Terminaron?

―No, no, es... Ella nunca fue mi novia, es mi amiga, yo decía que estaba con ella porque así Jin lo quería. Es una larga historia en sí, problemas con la empresa y eso.

Taehyung lo mira desconcertado.―¿E-estás con SeokJin? Rayos, Baekhyun y Hyuna tenían razón.―De pronto se le nota feliz.―¡Ya decía yo porqué peleaban en tu oficina!

―Perdón por no decírtelo antes, TaeTae.―Dice apenado.

―Descuida, no eres el único que tiene secretos.―Dice despreocupado, pero al instante se arrepiente y niega.―E-es decir...

NamJoon alza una ceja.―¿Secretos, eh?

Tae exhala con pesar.―No me dejarás en paz hasta que te cuente, ¿verdad?―Su hermano asiente cruzándose de brazos. Él suspira rendido.

Sus cabellos rubios se mueven con el viento a la vez que el atardecer se hace presente y el cielo se hace naranja. Sus labios se mueven mientras cuenta los problemas que realmente no tenía la intención de contarle a su hermano. La principal razón es que se preocuparía de más.

Lo confirma cuando presencia la preocupación tomando lugar en sus ojos.

Hyuna y su amistad prácticamente rota. El problema con el comportamiento de los niños. El distanciamiento progresivo con Jungkook. Quizás, de todo un poco.

―¿Satisfecho?―NamJoon no dice nada, solo deja caer la parte posterior de su cabeza en el tronco.―¿Ves? Por esto no quería decirte, ¡ahora estás preocupado!

―¡Claro que estoy preocupado!―Dice con una expresión intranquila, mirándolo a los ojos.―¿Y planeabas ocultarme todo eso?―Se escucha dolido.

Taehyung baja la mirada y juega con el pasto bajo suyo.―Yo lo siento, no quería hacerte sentir mal...

Por momentos solo se escucha a las personas a lo lejos conversar y a los niños jugar.

El mayor gira su rostro hacia el menor, quien al sentirlo moverse alza la cabeza con timidez.

―¿Quieres saber qué pienso, TaeTae?

―¿Qué piensas?

―Que quiero patear muy fuerte al idiota Kook. Le advertí que si te lastimaba yo mismo lo golpearía.―Tae ríe por lo bajo. También sonríe y dirige su mirada al atardecer.―Hablando en serio ya. Con respecto a Hyuna, deberías disculparte tú primero, estoy segura que ella también lo hará al ver que tú diste el primer paso; después de todo ella también te extraña mucho. Hyuna misma me lo dijo.

―Oh... en ese caso, hablaré con ella. Realmente extraño a mi mejor amiga.―Arranca una pequeña flor al pie del árbol y la observa en sus manos.―Entonces sí sabías sobre mi pelea con ella.

―Era lo único qué sabía. ¿Como pudiste ocultarme esto tanto tiempo, Taehyung?―Frunce el ceño.―Pensé que confiabas en mí.

Desvía su mirada de la flor.―Claro que confío en ti... Lo siento, estuvo mal ocultartelo, pero si te hace sentir mejor, ni Hyuna sabe de todo esto por completo.―Sonríe tratando de aligerar el ambiente.

―Tonto.―Ríe mientras pasa un brazo por sus hombros y recuesta su cabeza en la suya.―Yo realmente no soy bueno con los consejos, pero sé que Hwasa sí lo es. Sólo te diré que tienes todo mi apoyo pase lo que pase.

―Lo sé, nunca, nunca me has defraudado.

La mirada del mayor se pierde un momento.―Dices eso, pero me arrepiento de ese día no haber llegado antes... No puedo dejar de pensar en ello.

―No, Nam, no fue tu culpa.―Niega.

Pasa saliva.―Si hubiera llegado antes, no tendrías las heridas que hoy tienes. No tendrías que odiarte por algo que no fue tu culpa, y-

―Tampoco tuya, no te lleves todo el crédito.―Lo mira con cariño.―Eso ya pasó.

―¿Realmente ha pasado, Taehyung? ¿Realmente lo has dejado atrás?

Tae no contesta, solamente siente sus ojos llenarse de lágrimas mientras ve el atardecer que golpea sus rostros.

―No. No lo he hecho.

Su pasado, del que quiere escapar, ataca sus recuerdos.

Todo empezó hace unos años...

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