Toc toc toc.

―¿Puedo pasar?

Somi da la vuelta en su silla giratoria hacia su hermano en el marco de la puerta.

―Ya entraste, Won.―Dijo arqueando un ceja. Su hermano hizo una mueca triste.―Ya pasa, llorón.

Él asiente y cierra la puerta, camina hasta la cama de su hermana y toma asiento en el borde de esta.

―Claro, siéntate y deja tus gérmenes.―Vuelve a girar sobre su silla y termina con los codos sobre su escritorio.

JuWon ve la máquina de coser en su escritorio de melamine.―¿Qué haces?

―Estoy tratando de modificar el vestido que me regaló la abuela en Navidad. Los bordes amarillos de aquí.―Señaló una parte de la prenda.―Son horribles, debo cambiarlos por unas blondas blancas. Le haré un ajuste en la cintura para que me quede mejor y cortaré las mangas para que sean de tres cuartas.

JuWon confundido asiente, como si hubiera entendido algo de lo que su hermana le explicó.

Ella lo ve y al notar su notable confusión sonríe con diversión.―¿Mucho que procesar, eh?―Acomoda el montón de hilos en la parte superior de la pequeña máquina.

―No te burles.―Acomoda su cabello con incomodidad mientras su hermana ríe. Vuelve la mirada a su mesa de trabajo.―Oye... ¿De dónde sacaste el material? ¿Te lo dió Soyeon?

Ella baja las comisuras en una mueca de desprecio.―No quisiera que ella me dé nada.―Voltea la prenda y la coloca bajo la punta de la máquina.―Tae fue muy amable y me dió varias cositas. Es el único con quién puedo hablar de moda en esta casa.―Sonríe.

Taehyung...

―Hablando de él...

Ella alza una ceja hacia él.―Seguro es sobre lo que pasó en la mañana, ¿No?

Asiente.―Sí.

Su hermano se queda en silencio, con los labios apretados tratando de buscar las mejores palabras para comunicarse. Somi sabe que a él le cuesta más comunicarse abiertamente sobre lo que siente, por lo que decide iniciar ella la conversación.

―Enserio la jodiste Won. No debiste tratarlo así, estaba llorando y se veía triste.―Dice tomando un lapiz y trazando líneas sobre la tela del vestido blanco.

―Lo sé. Actúe por impulso, y no me siento orgulloso de ello.―Rasca su nuca con evidente incomodidad.

―Se le llama culpa.―Dice alzando la mirada un instante hacia él y volviéndola a su trabajo.―¿Podría saber porqué lo hiciste?

―Yo... La verdad es un secreto-

―Si no me dices todo no voy a entender. Sabes que guardo bien los secretos. Como la vez que tus compañeros de equipo te empujaron y tuve que pedirle ayuda a mis amigas para llenar sus botellas de agua con tierra. Fue una buena venganza, ¿Recuerdas?―Sonríe divertida.

JuWon sonrió sin muchas ganas.―Sí, fue divertido.―La mira aunque ella sigue trazando el lapiz sobre la tela.―Yo no se lo dije a nadie más que a Taehyung, pero postulé para entrar al club de música para estar en el concurso de talentos que dan los del club cada año.―Hizo una mueca esperando la reacción de su hermana.

Ella voltea a verlo, sus pestañas revolotean.―¿Que tú qué?

JuWon se muestra nervioso.―Eh...

Las comisuras de su boca se alzan enseñando una sonrisa entusiasmada y deja su trabajo de lado. JuWon se sorprende cuando ella se levanta de su silla y se acerca para abrazarlo.

―¡Al fin!―Palmea su espalda con fuerza.―¡Ya estaba harta de escucharte tocar en secreto! Porque sí, te escuchaba tocar en las tardes.

―¿Pero como...?

―Nuestras habitaciones están juntas, genio. Aunque cierres la puerta y tapes la ventana, la pared es delgada.―Se aleja y lo sacude por los hombros, viendo la sonrisa nerviosa de su hermano.―Lo que sea, felicidades Won. ¿Papá lo sabe?

JuWon negó con la misma sonrisa.―N-no aún no.

Ella asiente y palmea su hombro con cariño, se aleja y toma asiento en su silla con rueditas, mirando hacia él.―¿Porqué papá no lo sabe?

JuWon se gira y toma uno de los peluches de Somi, lo abraza.―La cosa es que.. yo no esperaba audicionar; es más, me había resignado a tocar en silencio por el resto de mi vida y seguir pretendiendo que me gustaba el básquet como papá cree.―Hizo la famosa mueca de pato en los labios, Somi rió un poco por eso.―Pero Taehyung habló conmigo y me alentó a intentarlo. Decidí hacerlo y él me dió una pulsera de la suerte para que pase la audición. Dijo que si pasaba me ayudaría a contarle a papá sobre todo, pero yo no pasé... M-me puse muy nervioso, nunca había tocado frente a tantas personas. Lo arruiné, quise contarle a Tae pero estaba de mal humor por la discusión con papá.

Somi juntó ligeramente las cejas y una suavizó su mirada.―JuWon, pudiste contarmelo a mí...

Colocó su mentón en la cabeza del oso de peluche entre sus brazos.―Lo sé, pero estaba muy mal. Me encerré en mi cuarto, y lo pensé muy bien. Me dije a mi mismo que si no podía tocar con confianza frente a cinco alumnos de mi edad, seguramente no podría tocar en el concurso de música...

Aquel día se sintió tan mal y tan abatido que no vio más opción que plantarse frente al espejo del baño y decirse a si mismo que no podría hacerlo.

Ni el día de la audición ni ningún otro.

―...Entonces quise volver al equipo de básquet. Fui al club después de clases y me encontré con los chicos que me golpearon esa vez, se veían molestos conmigo porque fueron expulsados por mi culpa. Se fueron luego de burlarse de mí, hablé con los chicos del club y dijeron que lo pensarían, que me avisarían ¿No? Y...―Mira a su hermana, quien lo escucha atentamente.―Ellos no se habían ido, me esperaron a que salga y se burlaron de mí.―Abraza con firmeza el peluche entre sus brazos.

Somi no sabe que decir. Se siente  molesta y siente pena por su hermano. Su lengua golpea el interior de su mejilla. Lo heredó de su padre y lo hace cada vez que se siente molesta.

―¿Solo se burlaron?―Su hermano la mira tímido y asiente.―No me mientas.―Lo mira con seriedad, como si con eso lograra sacarle la verdad a su hermano.

Él se rinde.―Me tiraron al suelo y uno de ellos me pateó en el estómago.―Confiesa.―Solo eso.

Su hermana suspira sonoramente y aprieta sus ojos.―Tienes que decirle a papá. Lo sabes.

El chico asiente. Su mentón descansa en la cabeza del peluche y su mirada cae en el suelo.

―Así que por todo eso acumulado decidiste tirar el regalo de Taehyung al inodoro...―Concluye.

―Suena horrible si lo dices en voz alta, Somi.

―Porque lo es.―Se encoge de brazos.―Sabes que tienes que disculparte, ¿No es así? Taehyung es muy amable y querramos o no, ya es parte de la familia.―Se cruzó de piernas.―Entonces, ¿Qué harás, hm?

JuWon mueve la cabeza  de lado a lado mientras piensa.―Pues... me disculparé. Hablaré con él, le diré todo.

―Perfecto. Hazlo...―Le sonríe amablemente.―Oh, y deja ya mi peluche, lo llenas de gérmenes.―Bromeó tratando de aligerar el ambiente.

―Tonta.―Rueda los ojos sacándole una risa a su hermana. Deja el peluche de lado.

Somi gira y queda frente a su escritorio dando por concluído el tema.

JuWon mira el vestido bajo la máquina de coser.―Cambiando de tema, ¿Para qué es eso?―Señala con el mentón.

―Como te dije, estoy re-haciendo este vestido, pero estoy un poco estresada porque no sale como debería y tengo que usarlo la otra semana.―Suelta un suspiro y frota su rostro.―Si no sale como quiero me mato.

―¿Porqué?

―Es para la fiesta de Kim, me invitó y ahí estará Hyun.

JuWon frunce el ceño.―¿Estará tu ex ahí?

―Sí, y necesito verme bien para demostrarle que ya no me importa.―Dijo con seguridad.

Él niega.―No necesitas probarle nada. Además papá no te dejará ir, te cuida demasiado y lo sabes.

―Si tú no le dices, no hay problema. No tiene porqué enterarse.―Se encoge de hombros.

Él abre los ojos más de lo normal y la mira sorprendido.―No me digas que piensas escaparte... Somi-

―Está decidido. No me harás cambiar de parecer y lo sabes. Soy terca como papá.

Él suspira.―Eres la chica más bonita de todo el colegio, no necesitas ponerte un vestido y escaparte de casa para probarle algo a un idiota como Hyun. No seas tonta, Somi.―Habló serio.

―¿Porque te preocupas tanto?

―Eres mi hermana, ¿No es obvio?

Ella se cruza de brazos.―Nada pasará Won, volveré para el amanecer y nadie se dará cuenta.―Trata de convencer a su hermano.

Él hace una mueca disconforme pero al final se rinde y asiente.―Está bien, pero promete que te cuidarás.

A Somi le brillan los ojos cuando escucha a su hermano.―¡Claro que sí!―Sonríe.

JuWon asiente.―Bien... ¿Lo prometes?

Ella asiente. JuWon alza su dedo meñique hacia ella.―¿Quieres que lo prometa con el dedo?―Ríe.

Él se ve serio, con el meñique alzado y esperando el de su hermana para cerrar la promesa. Ella se acerca aún sentada en su silla giratoria con rueditas.

Alza también su dedo meñique y lo cruza con el de su hermano.―Listo. Prometo tener cuidado.―Rueda los ojos con diversión.―¿Contento?

―Sí.

Separan sus dedos. Somi retrocede con ayuda de sus pies y vuelve a estar frente a su escritorio. JuWon se levanta momentos después.

―Supongo que es todo, ya me voy a dormir. Buenas noches.

Ella asiente agitando su mano.―Bye~

Sale de la habitación cerrando la puerta tras de sí. Se queda un momento tras la puerta en la oscuridad del pasillo. Suspira relajando los hombros y camina de una vez hasta su habitación.

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Lo ve quitarse su camisa y proceder a dejar sus lentes de marco negro sobre la mesilla de noche.

Se acerca porque necesita su calor.

Se sube a la cama, pasa sus brazos alrededor de su torso desnudo y reposa su mentón en su hombro. Lo siente tensarse.

―Prometimos no dejar de hablarnos.―Dijo besando su cuello.

Jungkook suspiró.―Lo sé...

Se aleja de su suave agarre y voltea su torso, sentado en el borde de la cama, para verlo. Tae está sobre sus rodillas en la cama.

―No rompamos esa promesa.―Jungkook lo mira con atención.

―Sí amor.―Responde tomando sus manos y deja un beso en ellas.

Sus dedos se entrelazan bajo sus miradas, y cuando tienen sus manos unidas se miran esperando que el otro inicie la conversación.

Jungkook apreta los labios pensativo y los libera para hablar.―No deberíamos pelear así frente a los niños.

―Sí, ese fue mi error. Debí haber hablado con JuWon a solas.―Asiente pasando su mano por su cabello con estrés.―Los niños se veían tímidos y cuando el señor Han llegó a recogerlos se fueron corriendo, literalmente.

Era cierto. Los niños realmente parecían sensibles a la discusión que se generó entre ellos.

Son niños tan lindos, piensa desanimado.

―Sí, pero tranquilo, ellos están bien.―Alza la comisura derecha de su boca en una sonrisa comprensiva.―Hablé con ellos, dijeron que estaban preocupados por nosotros, pero nada más. Igualmente Jeongsan mordía sus uñas, y cuando hace eso es porque está mintiendo, así que...

Taehyung asiente y lo mira un poco más.

Era impresionante la manera en la que Jungkook conoce a sus hijos. Cuando mienten, cuando están felices, cuando están tristes, cuando necesitan algo; todo.

Es el lazo de padre e hijo que admira tanto.

―Los conoces muy bien.

Jungkook sonríe.―Claro, son mis hijos. Los conozco mejor que nadie.―Ve a su esposo asentir desviando la mirada y hace una mueca.―Taehyung... Fui muy duro contigo en la mañana, lo siento. No me justifico, pero mis hijos son todo para mí y lo sabes, me puse a la defensiva...

Jungkook es un padre que ama a sus hijo más que a todo en el mundo, más que s su propia vida. Él haría de todo por sus hijos, pues son su motor y motivo.

Si tiene que defenderlos lo hará; si tiene que llevarse problemas por ellos lo hará; si tiene que dejar ir algo o a alguien por ellos lo hará; si tiene que hacer miserable su vida por ellos, definitivamente lo hará. Porque para él su vida no vale nada si se trata de sus hijos.

―Algo ha pasado con JuWon que no me quiere contar, debe ser porque se acerca el aniversario de su madre, o con la escuela. Él suele ser más reservadi en estas fechas, pero nunca ha sido un chico agresivo o grosero al extremo... Sé que algo está pasando, y quiero ayudarlo pero no me deja. Por eso cuando te vi gritándole sentí que debía defenderlo. Soy padre antes que todo.

Tae asiente tomando su mejilla con cariño. Sus ojos marrones miraron comprensivo a su esposo.

―Siento que su acción tiene un trasfondo.

"¡Tu pulsera no me funcionó!"

Taehyung también siente que las palabras del adolescente tienen un significado detrás.

Le dio aquella pulsera para la buena suerte con el fin de que tuviera más confianza en la audición de música y...

Oh.

―No pasó...― concluyó.

Ahora entiende.

―¿De qué hablas?

Taehyung alza la mirada.―Ah, nada, solo estaba pensando.―Sonríe un poco.―Te perdono, pero solo te pido que hables con JuWon.

Jungkook abre la boca para hablar pero Tae habla antes que el.

―Antes que digas nada, yo entiendo que quizás esté pasando por algún tipo de problema personal, pero debes enseñarle que desquitarse de esa forma no está bien. Se hace daño y a los que lo rodean con esas actitudes. No soy su padre, ni quiero decirte como criar a tus hijos, solo es un consejo. Después de todo, me dolió mucho lo que hizo con la pulsera que le regalé.

Jungkook asiente.―Sí, tengo que hablar con él.

Taehyung asiente para acercarse y cruzar sus brazos en su cuello, con las yemas de sus defos acariciando la nuca del mayor quien pasa sus brazos desnudos por la cintura contraria.

Jungkook deja un beso en el cuello de su chico coqueto y amable. Aquel que le perdona cada error, y al que le debe tanto.

Al chico que ama.

Sean por las razones que sean sabe que Taehyung llegó a su corazón para quedarse.

Aunque cometan muchos errores.

Aunque ambos no dejen ir el pasado que los somete a una sensación de infelicidad.

Aunque sepan que deberían cortar sus problemas de raíz solo lo alargan.

Porque la tranquilidad de su abrazo aquella noche es solo algo momentáneo, porque se están desatando las consecuencias de refugiarse en alguien roto.

Jungkook está roto.

Taehyung está roto.

Trataron de juntar las piezas de sus corazones pero lo que pareció funcionar al principio, ahora es solo una destrucción inminente.

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