La tan esperada noche ha llegado.

―Creo que estos son buenos lugares, amor.

Taehyung señala la fila de asientos a su lado, es la quinta fila. Jungkook le echa un vistazo y asiente, proceden a tomar asiento todos.

Tae coloca a Jisung en su regazo y Jeongsan en el regazo de su papá. Los niños conversan emocionados entre ellos por el show que ya va a comenzar.

―¿JuWon saldrá a la mitad, no?

Jungkook asiente.―Eso creo.―Frunce los labios.―Me pregunto si estará bien. Es una noche importante para él.

Es una noche importante para todos.

Tae niega.―No te preocupes, tiene su amuleto con él.―Sonríe a labios cerrados.―Además Somi está con él para acompañarlo hasta su acto.

―Tienes razón, él estará bien.―Coloca su mentón en la cabeza de Jeongsan quien ríe.

Taehyung le da un último vistazo a Jungkook para prestar atención a su alrededor.

Hay familias que siguen llegando y buscando sus asientos. Las personas hablan animadas de como sus hijos harán algún acto impresionante según ellos.

Pero Taehyung sabe que JuWon lo hará mejor que todos, porque tiene su pulsera con él.

Recuerda la conversión que tuvieron esa tarde mientras lo ayudaba a hacer la corbata roja en su cuello, que combina con su guitarra del mismo color.

"No sabía que aún conservabas la pulsera de... esa vez."

"Lo hago, sí lo hago. Después de todo, me hace sentir seguro... gracias Taehyung, por esto."

Sus brazos abrazan a Jisung con cariño, y el pequeño descansa su cabeza en su pecho mientras apagan las luces para dar inicio al show.

Pasan varios minutos, quizás una hora hasta que finalmente ven a Somi acercarse a ellos para tomar asiento a su lado.

Jungkook es el primero en preguntar por JuWon.―¿Cómo está él? ¿Ya es su turno?

Ella asiente emocionada. Lleva un bonito vestido rosado hasta las rodillas junto con una rosa en su cabello. Taehyung se encargó de ayudarla a escoger ese vestido y Jungkook le colocó la rosa.

Tae sonríe porque tuvieron una buena tarde como familia.

―Ya le toca, estaba nervioso pero sé que lo hará bien.

Jungkook asiente, su pie golpeando el suelo con insistencia. Eso llama la atención de Jeongsan.

―Papi tranquilo, JuWonnie estará bien.―Consuela el niño a su papá.

―Gracias, príncipe.―Sonríe el mayor besando su mejilla.

―¡Y para su solo de guitarra, Jeon JuWon! ¡Fuertes aplausos!

Cuando la voz de la directora llama su completa atención ellos no pueden evitar aplaudir emocionados desde sus asientos. Los gemelos chillando emocionados y Somi riendo por su familia.

Taehyung tiene una gran sonrisa en sus labios cuando ve a JuWon aparecer y caminar hasta el medio del escenario.

Su corazón late con orgullo y no puede evitar sentirse cálido cuando ve la pulsera que le regaló en su muñeca.

¿En qué momento el tiempo pasó tan rápido? Se cuestiona con una mano en el pecho.

―Lo hará bien, lo hará bien.―Jungkook dice nervioso, hasta parece más nervioso que el mismo JuWon.

La verdad es que cuando JuWon le contó a su padre lo mucho que odiaba los deportes este casi se desmaya, pero fue peor cuando le dijo que quería ser músico.

Pero al final del día, Jungkook terminó apoyándolo y ahí está, nervioso pero feliz de ver a su hijo sobre ese escenario.

Su pequeño...

Ven su rostro nervioso apretando los labios bajo el reflector, pero aún con los obvios nervios en su piel acomoda la tira de la guitarra en su cuello y posiciona sus manos.

La melodía que invade sus oídos basta para que los Jeon incluyendo a Taehyung aguanten la respiración.

Una hermosa canción.

Tae puede sentir la melancolía entre esas notas cada una tocada con pasión y verdadero sentimiento.

El acto termina y la ola de aplausos que le siguen es abrumadora tanto para JuWon como para los Jeon junto a Taehyung. El menor da una reverencia con una gran sonrisa en sus labios y las manos temblando. Vuelve detrás de escena.

Ellos no dudan en levantarse para correr hasta detrás del escenario con cuidado de no ser vistos.

Cuando encuentran a JuWon el primero en abrazarlo es Jungkook.

―¡Mi niñito, estás creciendo!―Lloriquea él también.

Somi se carcajea.―¡Ya, par de llorones!

Taehyung da un paso al frente ganandose la mirada de JuWon y Somi. Tae les extiende los brazos y ellos se miran un momento.

Ya casi es hora. Lo saben.

Se acercan para ser abrazados por el mayor de cabellos negros. Tae deja un beso en la mejilla de cada uno, aguantando las ganas de llorar. Los gemelos también se acercan y abrazan sus piernas.

Jungkook observa la escena y sonríe creyendo que es un abrazo de felicidad.

―Estoy muy orgulloso de ti, JuWon. ¿Te das cuenta lo bueno que eres?―Le pregunta cuando se alejan. Toma en brazos a Jeongsan.

―Gracias Taehyung, por todo.―Agita con una floja risa la pulsera en su muñeca.

Somi palmea la espalda de su hermano y mira a Tae.―Lo mismo digo, gracias por todo. JuWon tomó el valor de hacer esto solo por ti.

Y por primera vez desde que llegó a la casa de los Jeon, puede presenciar miradas de cariño y gratitud hacia él, solo a él.

Baja la cabeza y sonríe.

El tiempo se va de sus manos.

―¿Vamos a casa?―Pregunta cuando alza la mirada, encontrándose la mirada  confundida de su esposo.

―Vamos a casa.―Asiente despacio.

Apartir de ese momento todo sucede muy rápido para el disgusto de Taehyung. Llegan a casa, piden comida y cenan en familia como cualquier otro día.

Solo que ese no era otro día cualquiera.

¿Porqué es tan difícil decir adiós?

En el baño de su habitación. Taehyung observa su reflejo con las manos aferradas al lavamanos. Sus pupilas tiemblan pero está determinado.

¿Porqué es tan difícil una despedida?

Le echa un vistazo a la carta de sobre rosado a su lado y la toma con cuidado luego de secar sus manos. Sale finalmente del cuarto de baño.

Encuentra la espalda desnuda de Jungkook, está colocándose su ropa de dormir. Ignorando el corazón agitado de su esposo a tan solo un metro.

Jungkook gira hacia él y sonríe arqueando una ceja.―Amor, ¿Porqué sigues con esas ropas? Ya vamos a dormir.

Tae pasa saliva y siente el nudo en su garganta formarse.―Jungkook, ¿Recuerdas la pregunta que te hice?

El hombre parpadea confundido y la sonrisa se borra de su rostro.―¿Qué pregunta?

―Sobre si serías feliz sin mí.

¿A qué se refiere?

―Sí... si lo recuerdo.

¿Que es este presentimiento?

―Espero que la respuesta que me diste sea cierta. Que intentes serlo sin mí.

Da unos pasos al frente y presiona la carta entre sus dedos con nervios. Alza la mirada encontrando los ojo oscuros y confundidos de su esposo. Le entrega la carta y él la observa un momento, las cejas juntas.

Trata de descifrar que está pasando.

―Leela. Responderá todas tus preguntas. Porque soy muy cobarde para decírtelo de frente.―Besa su mejilla.

―Taehyung...―Jungkook pronuncia su nombre cuando este se aleja.

―Lo siento, Jungkook.

―E-espera, Tae... no entiendo, por favor explícame, me estás confundiendo.―Toma su muñeca y lo atrae con cuidado hacia él.

―Lee la carta, amor.

Besa sus labios por última vez.

Jungkook afloja el agarre en su muñeca y baja la mirada a la carta. Su respiración se agita cuando escucha la puerta abriéndose y rápidamente mira a Taehyung al marco de la puerta, con dos maletas en sus manos.

¿Como no se dio cuenta de esas maletas al lado de la puerta?

―Taehyung... ¿Q-que haces?

―Adiós, Jungkook.

Y esa maldita palabra sale de sus labios.

Sus miradas conectadas se hacen intensas, una batalla entre la confusión y la determinación de una decisión tomada hace mucho.

El sonido de la puerta cerrandose y los pasos alejándose de la habitación son suficientes para que Jungkook abra la carta con desesperación.

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