ꕤ「capítulo 32」
―Y por aquí está el taller donde nuestra diseñadora hace nuestra nueva colección.―Señala hacia dos puertas blancas abiertas, dejando ver su interior.
Grandes estantes repletos de telas de todos los colores y todas las texturas. Un par de modelos de tallaje probando la ropa del diseñador, un par de señoritas analizando las prendas y una mujer sobre tacones rojos y figura esbelta parece dar ordenes a las modelos.
Ambos miran hacia el taller.―Aquí es donde trabajarás. Chong Ting-yan, nuestra diseñadora, ella será tu jefa y deberás obedecer sus reglas. Es un tanto malhumorada, pero es muy buena en su trabajo.―Lo mira un momento y Hoseok le devuelve la mirada.―A partir de hoy debes llegar de lunes a sábado a las once de la mañana, y- ¡Oh! Aquí tengo tu pase a la empresa, un momento.―Se apresura en meter una mano a su bolsillo derecho. Saca una tarjeta con el nombre y foto del modelo.―Toma, Hoseok.―Dice leyendo la tarjeta y se la extiende.
―Perfecto.―Lo recibe con una sonrisa.
―Bien, todo listo, ¿Quieres un poco de café antes de irte? Cortesía de la empresa.―Ofrece con amabilidad, esperando la respuesta del modelo.
―Por supuesto, lindo.
Tae ríe bajito por la forma en la que el modelo lo llamó, y solo niega con la cabeza.
Modelos, siempre quieren usar sus encantos.
―Sígueme.―Indica con su dedo índice.
Hoseok sigue al rubio hasta la zona de almuerzos del edificio, ya ahí se acercan a la máquina de café y Taehyung le prepara uno según las indicaciones de Hoseok.
Tae voltea por completo para quedar frente suyo, le extiende su café.―Aquí tienes. Por último, ¿Tienes alguna duda?
Él toma el café y sonríe ladeado.―Sí. ¿Cuál es tu nombre?―Le da un sorbo a la bebida.
El rubio se queda callado, sorprendido por el atrevimiento, pero casi al instante sonríe coqueto y amigable.
―Taehyung, mucho gusto.―Le extiende la mano por cortesía.
Hoseok la toma, y en vez de estrecharla como el rubio pensaba la eleva a la altura de su rostro y deja un beso en el dorso de su mano.
Tae se sonroja, lo que le saca una sonrisa al modelo de sonrisa brillante y carisma atrayente.
―El gusto es mío.―Sonríe coqueto.―Gracias por el recorrido. Eres muy lindo.
―No es nada, Hoseok.―Sonríe colocando su mano libre en su mejilla caliente.
¿Hace cuánto no recibe un cumplido como ese?
Si Jungkook de por si ya es poco cariñoso, con las cosas tensas como están, es peor.
El de cabellos negros suelta con delicadeza su mano y mete sus manos en sus bolsillos. No rompen el contacto visual.
Taehyung baja un poco la mirada.
Nervioso, aunque naturalmente sea un ser coqueto, hace mucho no recibe esa clase de atención y se coloca nervioso con ello.
―¿No te gustaría salir uno de estos días? Lo digo una vez más, realmente eres muy lindo Tae.
Él alza la mirada, está a punto de rechazar la propuesta y aclarar que ya tiene pareja pero es interrumpido.
―Y también muy casado.
Taehyung se sobresalta por la voz que aparece de la nada detrás suyo. Gira con una mano en el pecho y los ojos bien abiertos por el susto.
―Jungkook, hola. Que susto me diste...―Ríe un poco mientras relaja su expresión y poco a poco su respiración vuelve a la normalidad.
Espera, ¿De dónde salió?
Vuelve la mirada a su esposo y se arrepiente, al instante baja la mirada.
Está molesto. Su mandíbula está tensa y tiene una mirada penetrante en sus ojos miel. Sus ojos fijos en su pequeño cuerpo, y Taehyung sonríe nervioso.
―¡Hola! Soy Hoseok, ¿Tú eres Jungkook? NamJoon que contó mucho sobre ti.―El modelo interviene con su carismática forma de ser, y extiende su mano hacia él.
Jungkook no quita su adusta expresión de la cara, acepta su mano y la estrecha con, quizás, más fuerza de la necesaria.
―Sí, soy yo. ¿Eres el nuevo modelo, verdad?
―Sí, lo soy. Justo hace un momento Taehyung me estaba dando un recorrido por la empresa.
―¿Entonces ya terminaron?―Mira a Tae con una ceja alzada.
El rubio asiente.―Sí, ya terminamos.
―Perfecto, lo acompaño a la salida, señor Jung.―Coloca una mano en su hombro y lo obliga con sutileza a voltear hacia las puertas del asesor con una sonrisa forzada. Gira sobre su hombro y conecta miradas con su esposo.―Por favor, espérame en el auto, ya terminó nuestra jornada.
Taehyung asiente, Jungkook al ver esto se dedica a guiar al modelo lejos de su esposo.
―¡Adiós Taehyung!―Se despide Hoseok como puede a lo lejos.
Agita su mano con amabilidad y una sonrisa, despidiéndose del hombre, pero desviando la mirada al encontrarse con la de su esposo.
Es de esas miradas que lo hacen sentir pequeñito, pero no en una mala forma. Es de esas miradas que lo hacen sentir ganas de ir a besarlo.
❥ ꒰ ♡ ꒱ ❥
―Gracias mamá, los veo en la noche.
Cuelga y deja su teléfono en manos de Taehyung. La luz verde en el semáforo indica que ya pueden avanzar.
El rubio piensa un momento viendo el teléfono de su esposo y se atreve a hablar a pesar de la tensión.
―¿Porqué le dijiste a tu mamá que lleve a los niños a su casa?
―Porque no quiero que estén en casa hasta la noche, no te preocupes.
Tae frunce el ceño acomodándose en el asiento.―Tu sabes que siempre cenamos todos juntos, y los niños tienen tarea.
Gira el volante y estaciona por fin el auto al frente de su casa.―Entonces, la harán en casa de mamá.―Se estira para tomar sus maletines de los asientos traseros.―Vamos adentro.
Taehyung pasa saliva por quinta vez en menos de una hora y obedece en silencio. Lo sigue hasta que se adentran a la casa. Se siente ansioso.
Lili aparece por la sala muy contenta al verlos llegar, se dirige directo a Taehyung y ladra para expresar su felicidad, agitando su colita.
Jungkook deja los maletines sin cuidado sobre uno de los sillones y se dirige a la cocina.
El rubio se agacha para acariciar su hermoso pelaje, deja un beso en su naricita antes de que la perrita se vaya. Lili se va de la escena cuando escucha el sonido de comida caer en su plato. Jungkook le sirve su comida.
De pronto su teléfono suena con alguna melodía pegajosa y lo saca de su bolsillo. Se coloca de pie.
―¿Quién es?―Pregunta Jungkook regresando de darle de comer a Lili.
―Mi hermano...―Lee la pantalla de su móvil.
―Hm... no contestes, sube a la habitación.
Arquea una ceja.―¿Porqué?
―Me mandó un mensaje hace rato insultandome por haberte llevado sin dejarle despedirse de ti.
Taehyung ríe porque conociendo a su hermano sabe que está haciendo berriche, da click en el botón rojo de su pantalla. Guarda su teléfono, sigue al alto hombre por las escaleras y el pasadizo hasta llegar a su habitación. Entra y se quita los zapatos dejándolos a un lado mientras su esposo cierra la puerta detrás suyo.
Gira para verlo, y lo encuentra aflojando su corbata azulada acercandose hacia él con esa mirada que lo hace sentirse pequeño.―Jungkook, tú-
Es interrumpido por los labios de Jungkook. Abre los ojos desconcertado, sus muñecas son tomadas por las grandes manos del contrario. Jungkook lame su labio inferior y solo cierra los ojos para dejarse llevar.
Una llama casi extinta dentro suyo se enciende calentando sus cuerpos al unisono de los chasquidos de sus besos.
Retroceden hasta que las pantorrillas de Taehyung tocan el borde de la cama. Jungkook suelta sus muñecas y lo empuja suavemente por los hombros para que caiga en el colchón.
―¿P-para esto querías que los niños no estuvieran en casa?―Pregunta mirándolo desde abajo, presenciando como finalmente se deshace de su corbata y la tira por alguna parte de la habitación.
―¿Tu qué crees?―Arquea una ceja con una sonrisa divertida. Tae ríe y niega con la cabeza.
Pronto las manos de Jungkook lo despojan sin tanta delicadeza de su saco, corbata y pantalones. Taehyung se sonroja furiosamente.
Rayos, ¿Nos veníamos ignorando y ahora de repente terminamos así?
El baja su rostro hasta el cuello de su esposo y reparte besos húmedos desde el comienzo de su mandíbula hasta sus clavículas.
Taehyung se remueve entre las sábanas. Jungkook está entre sus piernas y no deja de besar su sensible cuello.
Hace mucho no habían besos cariñosos.
Hace mucho no lograban tener un momento para ambos.
Hace mucho no tenían las energías para tener un encuentro romántico.
¿Ahora de repente terminan siendo un desastre de suspiros y caricias?
―Eres un celoso de p-primera.
―Sabes que sí.
Le roba el aliento con un beso profundo, con una mano sujetando su nuca para atraerlo y otra mano en su muslo desnudo, sujetándolo.
Los suspiros abundan en las cuatro paredes. Las manos de Jungkook lo tocan en los lugares indicados, y le arrebata los sonidos más íntimos de sus belfos rojos por las mordidas que su esposo dejó en él.
Sus cuerpos son tan compatibles, y sus corazones tan distintos.
Taehyung se derrite bajo el cuerpo de su esposo.
¿Horas? ¿Minutos? Pierden la cuenta del tiempo cuando sus pieles desnudas y calientes se rozan.
La noche cae mientras ellos se encierran en su propio mundo.
Se olvidan de todo en ese momento y simplemente son ellos. Son Jungkook y Taehyung, con ese amor que se expresa en cada beso, en cada toque.
Una noche perfecta para ellos.
Aunque hayan sido imprudentes.
Acurrucados bajo las sábanas, somnolientos y faltos de energías, pero en sus rostros se les ve muy tranquilos y felices.
―¿Realmente eres tan celoso? Digo, no es que no me haya gustado, solo que me sorprendió.
―Lo siento. Lo soy, pero supongo que el estrés de estos días me hizo ser un poco más brusco.―Pasa una mano por su cabello.
―Está bien, pero sabes muy bien que Hoseok solo me coqueteaba y yo lo iba rechazar-
Jungkook lo interrumpe.―Oye, no tienes porqué darme explicaciones, sé que tú nunca me serías infiel o algo, yo tampoco lo sería contigo. No somos así.―Habla con suavidad.―Tuve un pequeño momento de celos, pero ya pasó.
Tae acaricia su cabello, relajando al mayor con su tacto cálido. Se quedan en silencio un momento.
―Amor...
Jungkook gira su rostro y se centra en los ojos de su esposo. Alza su mano y acaricia su mejilla.
―Te escucho.
No se comunicaron mucho en el último viaje de Jungkook, y luego de este tampoco. De hecho, es como si se ignoraran de manera inconsciente al tener tanto trabajo en los hombros. Así que ahora que están juntos tiene la oportunidad de poder hablar con él.
¿Porqué estamos tan distantes?
Carrapea y se apoya en su antebrazo para ver mejor el rostro del contrario.―¿Porqué...?
Se queda callado.
¿Realmente vale la pena?
Suspira y se deja caer de espaldas en la cama, uno de sus brazos pasa a rodear el brazo de su esposo. Deja un beso ahí.
―Olvidalo, amor.
―¿Seguro que no quieres decirme?
Él asiente y cierra los ojos.―Mejor hablemos luego.
Es un buen momento, no quiere arruinarlo con alguna discusión. Solo quiere acurrucarse al lado de su esposo. Ya podrán hablar de ello por la mañana.
Lo extrañó.
―Taehyung.
―¿Sí?―Habla despacito, aún con los ojos cerrados.
―¿Te gustaría tener un hijo conmigo?
Taehyung abre los ojos y observa sorprendido a su esposo, sin saber que decir. La pregunta lo tomó de imprevisto.
―¿Nuestro?
Jungkook asiente viendolo a los ojos.―¿Te gustaría? Lo estuve pensando en mi viaje. Empezar un nuevo capítulo en nuestra relación. Dicen que un bebé siempre trae alegría, y eso puedo asegurarlo, mis hijos siempre me dieron felicidad.
Un hijo.
Esa palabra causa temor en Taehyung.
Porque significa familia, significa dar un gran paso.
¿Realmente estaría listo después de tanto para criar a un niño?
Es un doncel, eso lo sabe bien, pero para tener un hijo con Jungkook sería tener que contarle ese pasado oscuro del que intenta escapar en sus pesadillas.
―¿No es... muy pronto para pensar en eso?―Pregunta aún aturdido por la pregunta.
―Oh, sí, pero yo me refiero a un futuro. En un futuro donde los gemelos sean más grandes, ahora sería muy difícil.
Puede ver la ilusión en sus ojos, y puede decir que hace mucho no veía ese tipo de ilusión en su rostro. La última vez fue el día de su boda.
―Creo que me gustaría, pero aparte de los niños, primero debemos arreglar nuestros problemas antes de traer a un bebé a casa.
¿Con esa excusa puede atrasar la ilusión de su esposo?
Jungkook asiente satisfecho con la respuesta.―Por supuesto, tienes razón.
Platican un poco más hasta que Jungkook se queda dormido. Taehyung con su mejilla pegada al pecho del mayor, tratando de calmar su mente. Su mirada recorre su masculino perfil.
¿Realmente estaría listo para eso? Después de todo...
Un hijo juntos, en un futuro.
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