―¿De qué hablan ustedes dos?

NamJoon hace presencia en el escritorio de Hyuna, donde ella conversaba en voz baja con Baekhyun de algo que él no alcanzó a escuchar bien. Solo se ha acercado porque escuchó el nombre de su hermano.

La mujer de largos cabellos negros voltea a verlo y niega con la cabeza.―D-de nada importante la verdad.―Vuelve a tomar asiento en su silla tras su escritorio, un tanto nerviosa.

Empieza a teclear algunas cosas en su computadora fingiendo trabajar y trata de evitar el contacto visual con su jefe. NamJoon solo arquea una ceja ante el comportamiento extraño en la mujer.

Baekhyun deja de reposar sus codos en el escritorio y suspira.―Hyu, es su hermano... debe saberlo.―Dice mirando a la mujer.―Contémosle.

Ella mira a su amigo dudosa, dejando su supuesto trabajo en la máquina a un lado.―Baekhyun...

Pero antes de que alguno de los dos hable, es el Kim mayor quien se adelanta.

―Estaban hablando de Taehyung, me queda claro.―NamJoon se inclina y coloca su mano en el escritorio negro, alternando su mirada entre ambos empleados.―Si es algo que tiene que ver con él, me involucra a mí. Hyu tú sabes que él es todo para mí, si algo malo está pasando y yo no lo sé...

―No, no, escucha es... Tae y yo hemos pasado por unos problemas.―Empieza a contar viéndose claramente nerviosa por la reacción de NamJoon.

Él es tan protector con su hermano que si se entera de todo lo que pasa en el matrimonio y vivencia familiar del rubio, sería capaz de ir a golpear a JungKook ahora mismo y saldría a buscar a su hermano para abrazarlo hasta el día siguiente si es posible.

Tampoco olvidar que a veces el Kim mayor no es bueno controlando su temperamento.

―Él y yo discutimos hace unos días, no hemos vuelto a hablar desde entonces, pero no solo es eso lo que me preocupa.―Mira a Baek buscando ayuda.

NamJoon arruga el ceño extrañado por las palabras de la mujer.

¿Taehyung tiene problemas? piensa.

―¿Has hablado con él?―Pregunta Baek.

NamJoon retiró su mano del escritorio y retrocede un poco, pensativo niega con la cabeza.―No, de hecho, casi no hemos hablado, él solo... me evita un poco estos días.

Hyuna suspira porque ya lo esperaba. Ella sabe que Taehyung no es capaz de mentirle a su hermano, lo ama demasiado; su jefe también conoce demasiado bien al rubio, por lo que para Taehyung es muy difícil engañarlo. Él simplemente se aleja de NamJoon cuando la está pasando mal para que este no se de cuenta de la situación.

Y ahora no iba a ser diferente.

―¿Acaso a pasado algo con él?

―Sí, eso es porque Tae-

Baek se calla cuando ve una cabellera rubia pasar a unos metrosz concentrado en los papeles en sus manos, que no se percata de su pequeña reunión improvisada.

Hyuna pasa saliva por sus labios y abre la boca queriendo hablar con su mejor amigo, pero la cierra inmediatamente cuando este gira la esquina de las oficinas y se pierde de su vista.

Sus ojos lagrimean un poco.

Baekhyun coloca una mano en su hombro y la mira con comprensión. Ella baja la cabeza e inhala profundamente.

Quiere tanto acercarse a él y disculparse por haber sido tan dura aquel día. Debió tratarlo con más delicadeza, conociendolo.

Lo extraña demasiado.

―¿Quieres seguir hablando, Nam?

―No, Baekhyun, tengo una reunión en quince minutos. Seguro ahí se dirige Tae, para preparar la sala de conferencias...―Coloca una mano en su mentón, pensando.

Hyuna rodea el escritorio y se coloca frente a su jefe, mirándolo con ojos de súplica.―Él debe seguir molesto conmigo, por eso te pido que hables tu con él, y sepas de su propia boca lo que está pasando, Nam. ¿Por favor?

Él hace un ruidito con la garganta en afirmación.―Definitivamente lo haré. Para que tu estés tan preocupada, debe ser grave.

―Lo es, seguro para ti lo seráz conociéndote.―Broma Baek, sacándole una leve risa nasal al hombre de traje.

―Ya pronto me acercaré a él para hablar...―Suspira.―Estoy un poco cobarde.

―Tranquila, hablaré con él lo más pronto posible y le diré que acepte hablar contigo.―Sonríe, mostrando sus hoyuelos.

Tan amable como siempre.

―Gracias.

NamJoon se aleja de ambas personas para llegar a la sala de conferencias.

Horas después, en horas del medio día, decide llamar a Taehyung para un "asunto personal", como dijo el jefe de la empresa de modas.

La típica tocada de su hermano se oye contra la madera de su puerta.

―¡Pasa!

La puerta se abre y Tae pasa por esta hasta llegar frente a su escritorio de metal y vidrio. Tiene una libreta abrazada a su pecho.

Se siente ligeramente nervioso, hace días que no se acerca a su hermano, porque teme que él se de cuenta de su evidente decaída de ánimo.

―Toma asiento, bebé TaeTae.―Le sonríe divertido, bromeando. Logra sacarle una risa, pero arquea una ceja cuando lo nota nervioso.

Cuando Taehyung no hace contacto visual como siempre hace, con sus ojitos coquetos, es porque está nervioso.

Y ahora evita su mirada.

―¿De que quieres hablar, Nammie?―Trata de fingir una sonrisa, pero falla porque NamJoon ahora luce molesto, como si lo hubiera pillado en el intento.

Baja la mirada porque con él sus sonrisas ensayadas no sirven.

Nunca lo hicieron.

NamJoon siempre descubría cuando él tenía problemas o trataba de mentirle para no preocuparlo.

―Sabes que no puedes fingir conmigo, Taehyung.―Entrelaza sus propias manos y lo mira seriamente.―¿Qué te está pasando últimamente? Tú... me evitas, solo te acercas para hablar de mis reuniones y para entregar los informes económicos de la empresa, pero ya no me preguntas como estoy, no me cuentas tu día, ya ni si quiera comes conmigo.

―Nam...

―Lo he notado y quise no tomarle tanta importancia porque quizás solo estoy exagerando, pero ahora que hablé con Hyuna y la vi tan preocupada debido a ti, sé que definitivamente algo no está bien.

Tae estira su mano y la coloca sobre las de su hermano.―Todo está bien. Tengo problemas como todas las personas, pero los estoy arreglando.―Se apresura a decir.

NamJoon tuerce los labios.―¿Seguro...?

―Sí, confía en mí.―Le da un suave apretón a sus manos.

Claro que confío en ti, pero necesito saber la verdad...

Se miran unos momentos en silencio. NamJoon tratando de descifrar esa mirada apagada en su hermano; finalmente baja los hombros y suspira.

―Está bien... Te conozco lo suficiente para saber que no me lo querrás decir. Pero sé que tiene que ver con el idiota de mi amigo y mis sobrinos.―Lo ve abrir la boca para, seguramente, negarlo, pero él lo calla.―No te atrevas a mentirme o negarlo, Kim Taehyung.

El rubio apierta los labios y pasa saliva, bajando la mirada y alejando su mano oara colocarla sobre sus muslos junto a la otra.―No lo haré.

No a él.

No se da cuenta cuando su hermano estira una mano hacia uno de los cajones en la parte baja de su escritorio y saca de ahí una pequeña tarjeta.

―Tae, toma.

Levanta la mirada para verlo y se percata de la tarjeta a centímetros de su rostro. La toma con cuidado.

"Hwasa" logra leer.

―¿Qué es esto?

―Es la tarjeta de mi novia Hwasa, una muy buena psicóloga que estaría dispuesta a ayudarte.

Taehyung no dice nada y vuelve su mirada a la tarjeta. Asiente luego de pensarlo y guarda la tarjeta en el bolsillo de su saco.

―Gracias, Nammie.―Sonrie con los labios cerrados.

Se levanta para salir de ahí pero las palabras de NamJoon lo detienen antes de abrir la puerta.

―Por cierto... Habla con Hyuna. No tengo idea de lo que haya pasado entre ustedes, pero ella te quiere tanto como yo, y eso es mucho. Se ve arrepentida y que te extraña mucho.

―Sí... también la extraño.

Taehyung se retiró extrañamente tranquilo de la oficina luego de dejar un beso en su mejilla.

Suspira ahora solo en su oficina. Decide volver a los papeles en su escritorio que merecen su atención sobre la empresa.

Pero antes de hacerlo tocan su puerta.

―Nam, es el nuevo modelo.―Dice Taehyung al asomarse por la puerta.

―¡Oh, dile que pase!

El rubio asiente y se aparta de la puerta. Se escucha la conversación entre su hermano y el modelo, y pronto la puerta se vuelve a abrir.

Alto, tanto como él, de cabellos marrones y nariz perfilada. Atractivo hombre que usa una camisa de flores y un bolso de tira larga colgado en el hombro.

Jung Hoseok.

―Un placer volver a verte.―Nam se acerca a él para tomar su mano.―¿Ya se arreglaron tus problemas con tu agencia de modelos?

―Así es, fue un retraso, pero me alegra que me haya esperado.―Sonríe, dejando ver la reluciente sonrisa que tan famoso lo ha hecho como modelo.

―No es nada, Jung. Solo fueron unas semanas de retraso.

La verdad si le costó dinero tener que aplazar la pasarela que tenían planeada hace casi un mes, que por asuntos en la agencia de modelos que Hoseok tuvo, no pudieron iniciar a tiempo.

―Entonces, ¿Dónde y cuando empiezo, señor Kim?

―Ve con mi secretario, él te indicará qué hacer.

―Perfecto.

Perfecto porque el rubio es lindo.

A Jung Hoseok le parece lindo el secretario de su nuevo jefe.

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