
🥀 Capitulo 12.
Jeff abre la puerta principal con Apo detrás suyo.
-Al fin, estoy en casa.-Bajó los hombros y dejó su abrigo en el perchero a su lado.
Apo asintió y pronto sus fosas nasales sintieron un delicioso aroma a comida.
-Barqui me prometió mi cena favorita, que emoción.-Dijo con una sonrisa, sus hoyuelos destacando.
Jeff volteó a verlo con el ceño fruncido. -No, me lo prometió a mí.
-No, a mí.
-No, ya dije a mí.
El mayor dejó la maleta en el suelo.-Tú puedes comer su comida varias veces a la semana y yo hace mucho que no pruebo una de sus comidas.-Sus manos se posaron en sus propias caderas. -Es mi hermano.
-Es mi esposo.-Dijo con una sonrisa burlona.
-Yo lo conocí antes que tú.-Dijo acercándose demasiado a él queriendo lucir amenazante.
-¡Ugh! Que asco, me escupiste saliva en los lentes. Se retiró los lentes con una mueca de disgusto, empezó a limpiar sus lunas con un pañuelo de su bolsillo.
-Entonces gané. -Sonrió satisfecho. Volteó y tuvo la intención de ir hacia el comedor.
Parecía que al fin terminaba su infantil discusión, pero no.
Jeff volvió a colocarse los lentes ahora limpios y habló.-Yo lo tuve.-Dijo con un tono diferente en la voz.
-¿"Tuviste"?
-Yo lo tuve.-Volvió a usar ese extraño tono en su voz y al fin Apo entendió.
Él abrió la boca indignado por sus sucias palabras, giró para darle un golpe en el cabeza y en su sonrisa perversa.
¡Estaba hablando de su hermanito menor!
Ahora Apo tenía su puño en el aire y con la otra mano sujetaba de la camisa a Jeff quien se carcajeaba por la reacción del otro.
-¡OMG!
Min exclamó con una expresión sorprendida. Su padre y Apo voltearon a verla como si hubieran sido descubiertos haciendo una travesura.
Min lo escuchó, ups.
-¡Papá qué asco!-Negó con la cabeza.
—Sí, Jeff, eres un asqueroso. ¡Mi sobrina te escuchó! -Él indignado volteó para caminar hasta Min y verlo acusadoramente.
-Le diré a Barcode -Dijo Min.
-Sí, eso, yo también.
Y ambos se fueron hacia el comedor. Jeff quedó solo y avergonzado.
¿Porqué siempre somos tan tontos?
Apo es el hermano que nunca tuvo y su mejor amigo además. Se comportan como niños, siempre ha sido así. Tienen una fuerte e inquebrantable amistad.
-¿No me vas a saludar?-Jeff ingresó al comedor y extendió sus brazos hacia su hija quien negó.
-Primero lávate la boca con jabón y luego hablamos -Regañó.
-¡Vamos, Min! Solo fue una broma, ¿Verdad, Apo?
-Nop, tú eres un sucio.-Dijo el moreno sentado en una de las sillas al rededor de la mesa.
-No ayudas.
Su hijo mayor apareció en el comedor con cubiertos en sus manos que fue poniendo en la mesa.
-Nunu, mi bebé grande.-Saludó con una sonrisa y acercándose a su hijo para dejar un sonoro beso, estorbando su tarea de poner los cubiertos.
-¡Papá! -Se quejó con una mueca por el beso en su mejilla.
-Ahora se te va a pegar lo cochino.-Dijo Min negando con la cabeza.
Jeff se separó de él y miró a su hija– Ya, no fue para tanto.
-¿Qué dijo papá?-Le preguntó a Min
con una pequeña sonrisa divertida.
-Mejor ni te digo.
El Satur mayor vió a sus hijos y entrecerró los ojos. Nunew parecía poner la mesa y él se sorprendió por eso olvidando el asunto anterior. Miró a Min rápidamente y ella tenía el delantal puesto.
¿Qué hacían? Sus hijos nunca ayudan en nada.
-¿Y ustedes qué hacen? Nunca ayudan en nada, inútiles.
Min rodó los ojos.– Que pesado eres.
-¡Y boca sucia!-Exclamó Apo comiendo unas galletas.
-Callate y por favor deja de comer las galletas de mis hijos.
Fue ignorado y ahora fue turno de él para rodar los ojos. Eso lo había sacado su hija de él.
-Estamos ayudando. Yo pongo la mesa y Min sirve la comida porque Barcode está dormido. Aclaró Nunew -No queríamos despertarlo.
Jeff recordó al instante a su bonito esposo.
Con razón no vi a Barcode al entrar.
-Estuvo ocupado con los gemelos, fue a la empresa, hicimos la limpieza también.-Se dirigió a la cocina y Jeff lo siguió por detrás.
-¿Hicieron?-Vió a su hijo tomar más vasos en sus manos de la cuenta y se acercó para ayudarlo.
Nunew aceptó la ayuda y ambos caminaron de regreso al comedor.
-Barcode nos pidió ayuda, y obedecimos. Eso es todo.
-¿Desde cuando obedecen algo?
Ambos empezaron a colocar los vasos. Jeff cuatro y Nunew tres en cada lugar respectivo.
-Desde que al fin alguien tiene pantalones en esta casa.
Min asintió a las palabras de su hermano y caminó hasta la cocina seguramente a servir de una vez la comida para que Nunew lleve los platos.
-¿Se quedó dormido? ¿Dónde? Iré a verlo. –Dijo firme mientras colocaba el último vaso en la mesa y sus manos quedaban vacías.
-¡New, ven por los platos!
-Está en la sala. -Dijo volviendo a la cocina por el llamado de su hermana.
Jeff vió por última vez a Apo sentado como un bueno para nada y volvió a rodar los ojos como hace minutos para caminar hasta la sala.
Pudo ver dos bultos en el sofá más grande del lugar y sin poder evitarlo sonrió con cariño. Eran Barcode y Lili durmiendo de panza.
Se acercó lo suficiente como para agacharse hasta quedar a la altura de su lindo rostro recostado sobre el sofá.
Como lo había extrañado
Sus dedos acariciaron sus cabellos azabaches donde las raíces ya empezaban a verse más claras. Besó repetidamente y con calma sus mejillas, frente y nariz hasta que lo vió removerse, pronto sus ojitos lo miraban confundido.
—¿Uh? ¿Qué día es? ¿Jeff ya volviste? Ah, que sueño. -Bostezó.
Lili a su lado levantó la cabeza para ver qué pasaba y volvió a esconderse en el espacio entre el sofá y el cuerpo de Barcode
-Hola, mi vida. -Le sonrió.
Barcode parpadeó sorprendido.– Nunca me dices así... Hm, te extrañé
-Te extrañé mucho.- Barcode se sentó y Jeff aprovechó para abrazarlo.
Al fin podía respirar tranquilo. Sentía una gran alivio al tenerlo entre sus brazos. Luego de días de estrés estar con él así y con sus hijos era lo mejor.
-Ya no quiero estar lejos de casa tanto tiempo.
Besó repentinamente los labios gruesos de su pareja hasta que los chasquidos se hicieron presentes junto con los suspiros.
-Te amo– Plantó un último beso, alejándose para ver a Barcode tratando de lidiar con el sueño y el arrebatador beso que le dejó
Al final sonrió levantándose para rodear el cuello de Jeff con sus brazos y recostar su cabeza en su pecho.
-Yo también te extrañé, amor.
Se besaron una vez más.
-Ven, vamos a cenar, quiero probar la rica cena que me prometiste.
-Oh, eso... Cociné la comida favorita de Apo, así que...
-¡Yo gané! -Escuchó a Apo gritar desde el comedor seguido de las risas de los niños.
-Qué injusticia.
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-Por favor, Apo, vuelve la semana que viene. Te prepararé lo que quieras, como hoy. -Le sonrió.-¿Te gustó la cena, verdad?
Ambos hermanos adoptivos en el pórtico de la casa bajo el manto de estrellas en la noche.
-Como siempre. Extrañaba tu comida. Qué suerte tiene Jeff al probar tu comida.
Barcode alzó los hombros.-En verdad solemos turnarnos, otras veces los niños comen el almuerzo que su abuela les manda a la escuela, otras veces cocinamos Jeff y yo. Es por el trabajo y eso.
Su hermano mayor asintió con un cigarrillo en las manos tratando de encenderlo y Barcode al notarlo frunció en ceño.
-Te dije que dejaras de fumar.
-De alguna forma debo ahogar mis penas. -Respondió ahora con el cigarrillo en los labios.
-Ya habíamos hablado de eso, Apo -El mencionado lo vió, encontrándose a su hermanito cruzado de brazos y con la mirada seria.-Pensé que retomarías las sesiones con el psicólogo, o al menos las citas.
-Lo que necesito es amar.
-Uh, ámame a mí.
-No esa clase de amor. Tu eres mi hermanito.- Acarició sus cabellos.-Me refiero a una pareja.
Barcode rió acomodando sus cabellos– Lo sé, solo quería bromear, Apo.– Se acercó a abrazarlo– Entonces déjame presentarte a alguien.
-¿Como? Ya te dije que no, tienes pésimos gustos.
-Tengo muy buenos gustos.-Reprochó
apretándolo más.
-¿Y como explicas a Jeff? Será mi mejor amigo, pero Jeff es feo, tosco y un niño llorón con problemas emocionales. Barcode quiso decir algo pero solo soltó una carcajada. -Yo creo que estás con él por lástima, niégamelo.
-Que cosas dices. Claro que lo amo, aunque sea de tacto tosco, poco cariñoso, hasta infantil otras veces. Y quiero mucho a estos niños, sus hijos. ¿Sabes? Creo que nos estamos llevando bien.
Apo le dió una calada a su cigarrillo y le sonrió cuando conectaron miradas.
-¿Enserio? Porque la última vez que hablamos...
-Lo sé, pero creo que me estoy ganando su cariño. Como le dije a Lawan, es cuestión de tiempo y amor. Creo que ellos necesitaban esa figura de alguien en quién confiar o apoyarse. -Bostezó.
Apo bostezó de vuelta.-Me alegra oírlo, pequeño bebé Barqui-Besó su cabello. Quizás la charla con él y Jeff no sea necesaria, pensó Apo
-Realmente es lindo que las cosas estén resultando bien para ti.-Sonrió con melancolía.
-¡No pongas esa cara! Es todo, olvidando mi asunto, realmente creo que te presentaré a alguien. Creo que te falta sexo porque estás muy malhumorado y triste.
Apo abrió la boca dejando caer su cigarrillo, sorprendido e indignado.
-¡Eres tan sucio como Jeff! Ahora mismo iré a golpearlo, te contagió lo sucio. -Se separó de él para mirarlo.—¿De que te ríes?
Barcode no aguantó más y alzó sus carcajadas. –¡Jesús, Apo! Tengo veinte y tantos años como para que me hables de eso.
-No lo digas.
-¿Que cosa? ¿Sexo?
-¡Me marcho!
El más bajito se carcajeó un poco más y vió a su hermano caminar hasta su elegante automóvil.
-¡Adiós, hermano! ¡No olvides la cena de la próxima semana!
Dió media vuelta con la intención de entrar a su casa, pero Apo lo detuvo, pues había vuelto al pórtico con pasos rápidos.
-Lo olvidé, Barqui. Tengo algo que decirte.
Barcode lo parpadeó rápidamente y se volteó para verlo mejor.
-Madre y mamá me llamaron, no sé como consiguieron mi teléfono. En fin, ordenaron que vayamos a visitarlas la semana que viene.
Su corazón empezó a latir rápido.
Hace años que no las ve y quiere que siga así, no quiere verlas.
-Quieren que les presentes a tu esposo y su familia. No sé como se enteraron.
-¿Qué?
Me encanta Apo jajajja es un pequeño bebe escandalizado. 🤌🏻💙
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