CAPÍTULO 34
Durante todo su entrenamiento le indicaron que el instinto nunca debe ganar a la razón o al sentimiento, fueron años de contener a su lobo.
Era un ejemplar de alto calibre, su rango sobrepasó los límites de sus guías y entrenadores.
Fue muy difícil para Harry encontrar el perfecto equilibrio entre su alfa y él, eran uno, pero su instinto era despiadado, frío, calculador y no tenía piedad.
En la academia nunca se imaginaron el poder del alfa, su olor decía que este no presentaba mayor dificultad, pero con Harry aprendieron que nunca se deben dejar de llevar por fragancias o estereotipos.
El olor terroso y de lluvia con el poderío y magnificencia del lobo: grande, fuerte, hábil, rápido, el mejor rastreador que sus guías pudieron ver.
Llevó una gran lucha interna cuando sus padres murieron, todo el tiempo trataba de canalizar la furia y controlarla para hacer el bien.
Pero hoy, hoy todo sería distinto.
Su alfa arañaba dentro de su pecho luchando por salir, Esteban estaba cerca, el muy maldito cobarde pensó que saldría ileso.
Divisó varios de los automóviles de los guardias de Esteban, su olfato inmediatamente captó el olor putrefacto de Esteban y el de una omega muy asustada.
—Los tenemos Liam, prepárate.
—Listo hermano, acabemos con los malditos.
Uno de los guardias de Esteban se fijó en los autos que venían tras ellos, alertó a sus compañeros y al jefe.
—Mierda, acaben con ellos, no quiero a nadie con vida. —ordenó furioso.
Liam analizó el desplazamiento de los autos para formar una protección a donde se encontraba Esteban.
—Idiotas.
—Bien, Liam demuéstrame tus habilidades de manejo amigo. —Harry empezó a pasarse a la parte de atrás para tomar una de metralletas, el alfa de ojos café tomó sin ninguna dificultad el volante.
Uno de los autos policías activó la sirena para abrir paso y evitar una catástrofe. Los maleantes salieron por las ventanas para apuntar y disparar, los apoyos de Harry y Liam fueron delante de ellos para desviar la atención a los otros mientras los alfas se ocupaban del pez gordo.
La persecución dio inicio con vueltas arrebatadas, frenazos y una lluvia de balas. Una inminente catástrofe era lo que veía, una de las patrullas tuvo la magnífica idea de acelerar y arremeter con uno de los conductores de Esteban, haciéndolo salir y dejando el paso a Liam para pasar.
Esteban estaba furioso y Grace no dejaba de llorar muy histérica, a lo que el alfa le propinó un fuerte golpe para hacerla callar.
—Bien partida de inútiles inservibles, parece que yo tengo que hacer todo porque ustedes son una porquería. —vocifera en regaño.
El alfa tomó una de las armas preparándose para atacar, el conductor trazó en su mente una vía de escape, aun los seguía otros dos autos para resguardarlos, cuando notaron que Liam los seguía de cerca mandaron a uno a eliminarlo.
Liam era un haz en el manejo, ajustó el espejo retrovisor para ver a Harry. —¿Tienes chaleco protector?
—Si amigo, ¿y tú?
—Sí, bien ten mucho cuidado, haré lo mejor posible para acercarme.
Harry salió por el sunroof del auto acomodando bien el arma sobre el respaldo y tener una buena vista. Los hombres de Esteban dispararon y Liam serpenteó para evitar que fueran lastimados.
Una curva bastante pronunciada se venía al frente y Liam sonrió sabiendo la maniobra perfecta para hacer que el auto saliera volando, pisó el acelerador gritando a Harry que se sujetara bien, hizo derrapar las llantas del auto para girar y continuar su camino.
El conductor del otro auto se desconcertó perdiendo el equilibrio, su compañero seguía disparando en contra los policías, al ver el derrape de Liam pensó que se estrellarían, pero no contó que más adelante había unos contenedores de concreto por una construcción que estaba en proceso.
Sin tener tiempo de frenar el auto colisionó contra eso, el impacto fue tan fuerte que el auto salió volando por los aires dando vueltas hasta caer con las llantas hacia arriba.
—Liam, maldito, desgraciado, eso fue una excelente jugada. —Harry gritó desde arriba.
—Gracias, amigo, ahora sigamos.
Esteban gritó enfurecido cuando vio la sonrisa malvada del rizado crecer en su rostro.
Harry se colocó bien sobre el arma, ajustó la palanca de carga posicionándose para fijar su vista en la mirilla posterior, acomodó el seguro pasando su dedo índice por el gatillo, supo que fue un tiro limpio y justo en el objetivo cuando el conductor cayó de frente al volante. El auto patinó perdiendo el rumbo, estrellándose con la otra camioneta cerca de la construcción.
Liam se detuvo sonriendo. —Buen tiro. —halagó saliendo del auto.
—Encárgate de la omega Liam. —demandó.
Las manos de Harry temblaban por la fuerza y la voluntad a punto de desbordarse a causa del esfuerzo que hacía de no dejar a su lobo salir, su postura era más erguida a cada paso que daba, sus hombros se cuadraron y realmente se notaba más grande y poderoso.
Escuchó a Esteban maldecir dentro del auto, Liam llegó al otro lado de la camioneta con arma en manos, había otro guardia dentro.
Un alfa abrió la puerta golpeando a Liam haciéndolo caer de espaldas.
—Mierda siempre me tocan los putos Goliat. —Dijo al ver el enorme tamaño del alfa.
Se puso de pie y el alfa se acercó intentando patearlo, pero Liam esquivó el golpe usando sus manos como escudo.
Liam extendió el puño para propinarle un golpe limpio, el alfa sujetó su mano aventándolo lejos del auto.
—Bien, no me gusta jugar tanto. —El policía atacó de nuevo devolviendo la patada justo en su pecho.
El alfa trastabilló dando pasos inseguros hacia atrás, ese fue el momento y Liam siguió luchando hasta que este intentó aplicar una llave de lucha sobre su cuello, sonrió creyendo que lo tenía, pero Liam con sus tácticas se giró empujando su mandíbula con ambas manos parecía que el alfa no cedía y no le quedó más remedio que torcer su cuello para finalizar de una vez este estúpido juego.
—Maldición odio hacer esto, idiota. —gritó golpeando el cuerpo ya sin vida.
Harry esperaba paciente, pero con un hambre voraz de venganza a que Esteban saliera del auto, cuando al fin este abrió la puerta dejo ver una enorme pistola en manos para poder defenderse, el alfa de ojos verdes resopló burlón.
—Parece que tú y yo tenemos cuentas pendientes.
—No te atrevas a tocarme hijo de puta o lo único que encontraran de ti es tu cuerpo como coladera. —Esteban hizo frente.
—¿Y en dónde están tus modales alfa? —Harry se burló y Esteban notó esa maldita vena que resaltaba el cuello del policía.
—¿Qué no te los demostró el puto de Louis? —dijo caminando hacia atrás buscando una ruta de escape.
—Cuida tu boca imbécil, ¿o es que alguna vez has visto hablar a alguien sin lengua?
—No me hagas reír maldito policía.
—¿En qué momento dije que fuera broma? —Harry cuestionó levantando una ceja, era un placer culposo ver el miedo crecer en el alfa.
—Entonces el inservible de Louis aprendió de ti, ¿eh? —El alfa buscaba con qué defenderse hasta que diviso unos pequeños tanques de gasolina apilados que usaban para la maquinaria en la construcción.
—Puede ser. —Harry respondió acercándose a pasos peligrosos.
—Una mierda total, ¿sabes cuánto tiempo me llevó amoldarlo para que un idiota como tú destruyera todo mi trabajo?
—Es que me sorprende que seas un alfa, eres una maldita escoria, anda y ven, veamos si eres lo suficientemente valiente para atacarme, ¿o te da miedo? —preguntó burlón.
Harry continuó. —¿O es que solo te sientes superior con los omegas? No creía que el gran Esteban fuera tan cobarde.
Esteban se carcajeó —Que empiece el juego. —corrió atacando para golpear al rizado.
—No sabes lo feliz que seré cuando le envié a Louis imágenes del nuevo tapete que haré con tu asquerosa piel. —escupió una mezcla de saliva y sangre después de un golpe que Harry dio.
—Más acción y menos palabras, me estoy aburriendo. —Harry escupió con sorna.
El alfa se abalanzó de nuevo, era una pelea puño a puño, pero para el rizado era como un juego, tomó a Esteban del cuello haciéndolo estampar contra la pared.
—¿Te dolió? ¿Qué crees? Me vale una mierda.
Se puso de pie gritando, intentó hacer un agarre alrededor de su cuello, pero Harry se lo sacudió tirándolo al suelo provocando un quejido.
—¿Te lastimé? —Harry fingió preocupación.
Esteban tomó un puñado de tierra y lotiró en su rostro, Harry se hizo atrás.
—¿Dónde está el gran alfa? —chasqueó la lengua. —Pensé que eras mejor, pero eres un tremendo idiota.
Esteban giró los pies haciendo caer a Harry, se abalanzó sobre él. Harry cruzó las manos para evitar que lo golpeara.
—Así que te gusta arriba, ¿no? Lo siento, no me van los imbéciles de mierda y putos cobardes. —En un ágil meneo se dio la vuelta y lo golpeo.
—Algún día te darás cuenta de que es un inservible, un maldito omega defectuoso. —Esteban escupió.
A Harry le hirvió la sangre, observó como se ponía de pie sujetado su brazo.
Esteban caminó rodeando al rizado para llegar a concretar el plan que hizo en mente. —Es un puto inservible, no sirve para nada ni siquiera para calentar una polla.
—Será mejor que te calles o te arrepentirás. —Harry hablaba en un tono extremadamente pacífico.
—¿Te pica la polla que hable de la zorra? —respondió tomando uno de los tanques que divisó rociando el líquido para alcanzar al alfa y a los autos. —Arderás maldito.
—Eres más idiota de lo que creí.
—Volveré por ellos.
—Sí que eres una lagaña asquerosa, un remedo de alfa, una burla para esta y todas las castas. —Harry le vio con una mirada intensa.
—Que tú seas un idiota que no sepa domarlos no es mi problema.
—Bueno, esto lo dice el inútil que se defendía detrás de todos sus alfas, lo dice el imbécil que usaba su poder para doblegar a los supuestamente más débiles, lo dice la mierda cobarde que se ocultaba y nunca daba la cara, lo dice el puto cobarde de mierda que parece que le van los alfas, pero como es un idiota reprimido abusa de los demás.
Eso le tocó los huevos al alfa haciéndolo enfadar atacando a Harry con el arma que se encontraba tirada.
—Dame más, vamos, yo sé que tú puedes. —Harry dijo después de quitársela y estrellarla en su espalda haciendo caer al alfa al suelo.
Esteban se quitó el saco que llevaba puesto, tomó un fierro tirado raspándolo por el concreto, el tope con el suelo, sacaba unas chispas con el roce.
Esteban creyó que se doblegaría a Harry metiendo a Louis en medio.
—Veremos si tus gritos son parecidos a los de la zorra de Louis cuando lo tomaba.
Mala decisión… es decir, pésima decisión.
—Hijo de puta. —Harry apretó los puños.
—¿Qué tu omega no te informó? Este es un pequeño concejo, idiota. A él le gusta rudo, le excita que lo domes.
Esteban intentó golpear a Harry pensando que esas palabras que habían afectado, pero fue todo lo contrario cuando el alfa tomó el fierro apartando el golpe, lo retorció hasta que el idiota lo soltó.
Su estúpido intento de golpearlo fue en vano, el alfa de ojos verdes sujetó su muñeca doblegándolo de dolor hasta que se escuchó el sonido de algo quebrándose.
—Upss ¿adivina? Me vale una mierda. —Se burló viéndole el rostro.
—Idiota me rompiste el brazo, te voy a hundir, no sabes de mi poder. —chilló el alfa en dolor.
—No me digas.
Harry parecía jugar al gato y al ratón, un golpe en el rostro y la nariz de Esteban se rompió haciendo brotar una buena cantidad de sangre.
—Maldito bastardo, enviaré a un ejército contra ti. —volvió en su fallido intento de golpearlo.
—¡Lo que digas!, me lo paso por el culo. —golpe en el estómago, haciéndolo retorcer como la maldita sabandija que era, limpió su inmunda sangre con sus propias ropas.
—Idiota, ya verás que a la próxima volverá a mí como la perra rogada que es y ese bastardo estará donde siempre perteneció. —gritó escupiendo sangre.
Harry notó que el alfa sacó una pequeña pistola. —Tan cobarde que no puedes terminar una pelea a puño.
—Silencio, cállate.
—¿O qué?
El alfa haló del gatillo, pero no salió nada, la pistola no estaba cargada.
—Debes fijarte siempre en tener provisiones. —Harry sacó su arma y disparó a una de sus piernas haciéndolo caer—. Si quieres usar arma, ¿quién soy yo para negatarlo?
—Hagamos que estén iguales. —dijo disparando a la otra—. Mejor así.
—Los voy a matar a todos, y los destrozaré frente a ti, ese será mi premio. —siseó adolorido.
El rizado puso su gran bota en la herida reciente, haciéndolo gritar de dolor.
—Cierra la puta boca, ¿no te cansas?
—Lo haré arrastraré y haré que coma mierda, tu jodida familia estará como zorra en celo esperando recibir las pollas donde los venderé.
No más piedad, suficiente, el creciente enojo de Harry se multiplicó por la forma tan vil y asquerosa con que se refirió a su familia.
—Tu maldita escoria, convertiste a mi omega en cenizas, pero de ti ni polvo quedará en mis manos. —golpeó con suma fuerza la mandíbula del alfa, su quijada se desvió, Esteban no podía hablar más.
Los huesos de Harry crujieron, un fuerte rugido se escuchó y Esteban solo pudo ver al enorme y feroz lobo gruñendo delante de él.
El alfa se acercaba un paso a la vez asechándolo, Harry sentía el miedo crecer en el maldito de Esteban.
La tierra parecía temblar en cada una de pisadas. Su mirada era intensa como el de un depredador a punto de degustar la cena.
Esteban intentó huir, sin embargo, no lo logró cuando el lobo lo tumbo al suelo, sus patas aplastaron su pecho, desvió la cara cuando el rostro del alfa se acercó resoplando sobre él.
En un inútil mísero y fallido intento de quitarlo de encima, quiso alcanzar el arma para dispararle al lobo, lo único que se ganó fue una gran mordida cerca en el hombro.
El lobo se relamió los labios alimentándose del pánico de su presa, Esteban preso del miedo no fue capaz de mencionar alguna palabra. Lo tomó de su torso enterrando sus colmillos haciéndolo sangrar. Harry lo lanzó en repetidas ocasiones golpeando su cuerpo una y otras vez, lo hizo sufrir y gritar de dolor. Cuando el lobo se dio cuenta que el alfa no soportaría más. Lo dejó en el piso.
Lo último que pudo ver Esteban fue la gran boca del lobo abriéndose directo a su rostro, arrancando la cabeza y lanzándola a un lado.
🍁🍁🍁
Liam se acercó viendo cómo Harry regresaba a su forma humana, en su mano cargaba algunas prendas y se las dio a su amigo para que se cubriera.
Harry arrastró el cuerpo de Esteban y como si fuera un peso muerto hasta dejarlo cerca del auto.
—¿Y la omega? —Harry aún se sentía afectado por su lobo.
—En custodia, tendrá mucho que explicar. —Hizo una mueca ante el fuerte olor a gasolina.
—¿Encendedor?
Liam buscó en sus bolsillos y le tendió el que tenía guardado en sus pantalones, estaba algo confundido, Harry no fumaba, el alfa caminó junto a su amigo para alejarse del lugar.
Abrió la tapa del encendedor presionando el pulsador para que la flama saliera.
—Te lo advertí maldito, te dije que ni polvo quedaría de ti. —habló tirando el artefacto apreciando el camino de fuego que fue formándose hasta llegar al cuerpo de Esteban y los autos.
Ambos caminaron fuera, restándole importancia a las explosiones y las llamaradas que salían de los autos tras de ellos. Era como una escena de película.
Harry al fin se sentía en paz, acabó con aquello que daño a su omega.
Se sentía muy tranquilo y feliz al saber que estaba protegiendo a su familia.
Vieron a la omega con esposas en las manos mientras era llevada a la comisaria
—¿A dónde Harry? —pregunta Liam cuando están dentro del auto.
—Vamos a casa Liam, llévanos con los omegas.
Liam encendió el motor con rumbo en mente, ambos añoraban los brazos y el olor de sus parejas, fueron días estresantes, se merecían un poco de paz.
Louis era un manojo de nervios, necesitaba a su alfa, sentía que estaba bien, pero lo necesitaba en sus brazos.
Observaba a su pequeño tendido en la cama, Magy dijo que la dosis que somnífero que le dieron era muy fuerte para el pequeño, gracias a la luna que ahora se encontraba recuperándose.
Zayn lo acompañaba, ambos sorprendidos por todos los sucesos que pasaron, esperaban impacientes la llegada de sus alfas.
Gemma estaba siendo atendida, la alfa tenía heridas internas que necesitaban atención, Niall estaba devorando unos pedazos de pastel y los doctores informaron que el omega estaba mejor que nunca y su bebé no sufrió ningún daño.
El omega rubio caminaba a donde se encontraba Louis y Zayn con algunos aperitivos para que comieran.
Se detuvo con la servidora en la boca, soltando el pastel de las manos, abriendo los ojos muy sorprendido, llevó sus manos a su abultado vientre.
—¡Por Saturno! —Niall se dobló respirando pesando.
—Niall ¿qué sucede amigo? Zayn llama a Magy. —Louis lo sujetó de la cintura.
—No, no te preocupes, es solo que... —tomó la mano de Louis dejándola sobre su vientre mientras atrapaba su labio inferior con sus dientes.
—Se movió, siente —ajustó su mano en el preciso lugar.
—¿Puedo? —preguntó Zayn para sentir el pequeño revoloteo.
—Claro, mi pequeño bichito se mueve chicos, ¡estoy embarazado! —dijo llorando abrazándose a Louis.
—Lo sé, querido, es muy hermoso, ¿no?
—Quiero a mi alfa Lou, llévame con ella.
Zayn se ofreció a llevarlo para que Louis no se alejara de su cachorro.
Emy hizo algunos sonidos quitándose la fina manta que le cubría.
—¿Mami? —llamó asustado.
—Aquí amor no te preocupes, aquí estoy cariño. —Louis lo tomó en brazos apretándolo en su pecho.
Emy lo vio posando sus dos manos sobre sus mejillas, acariciándole el rostro.
—Mami lino. —Lo atrajo para luego besarlo.
—Mi corazón, te amo Emy te amo tanto.
—¿Nini? —señaló al omega con preocupación.
Niall se acercó al bebé. —Estoy bien Emy bonito, no te preocupes. —calló de nuevo al sentir el movimiento en su vientre.
Emy se quedó viéndole extrañado. —Bebé.
—Si amor, es mi bebé mira. —Louis lo bajo a la altura del estómago del omega y Emy observó el pequeño bulto llevando su manita para tocarla.
Se inclinó para pegar su mejilla a la piel cubierta. —Bebé lina.
Los omegas lo vieron con sorpresa cuando el pequeño acarició con cuidado a Niall, se alejó recostándose en el cuello de su madre.
—Bien llevaré a Niall con Gemma, pediré que venga algún doctor con ustedes.
—Gracias, Zayn.
Al quedarse solos en la habitación, Emy levantó su cabecita. —¿Papi?
—No tarda amor, ya vendrá cariño, ¿le regalas un beso a mami cariño?
Emy rio un poco tímido parando sus labios para darle un pequeño beso a Louis.
—Gracias, amor, ¿tú no quieres uno?
El cachorro asintió, pero Louis dejó más de uno por todo el redondo rostro del bebé.
Estaban tan encerrados en su burbuja que no notaron cuando la puerta fue abierta.
—¿Y para mí no hay besos?
—¡ALFA!
—¡Papi!
Exclamaron los dos al mismo tiempo, provocando una enorme sonrisa en el rostro de Harry.
Louis se paró emocionado dejando en el piso a Emy que corrió a los brazos del alfa.
Harry saludó al pequeño besando su rubia cabeza. —Mi bebé tan lindo como siempre. —Lo dejó en el piso para ir donde Louis abriendo los brazos para que el omega se fundiera en ellos.
—Omega.
Lo apretó más fuerte al sentir los sollozos de Louis en su pecho, Emy los observaba sentado desde el piso.
—Ya amor, ya pasó todo, ahora estamos a salvo, ya no hay más peligro.
—Lo sé cariño, sabes que amo, ¿verdad alfa?
—Yo también te amo.
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Buenassss
¿Cómo están?
Cuenten ¿Qué les pareció el capítulo?
Me divertí con este.
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