CAPÍTULO 32
Grace volvía a la habitación junto a Magy, la omega estaba preocupada y caminaba aprisa para verificar el estado de Louis.
Al entrar encontraron la habitación vacía y en ese momento entraron en pánico.
—Llama a los doctores para informar, yo llamaré al alfa.
Grace salió obedeciendo a la orden, Magy sacó su celular de la bata para llamar a Harry al primer tono, el alfa respondió.
—Lo sentí. —Es lo primero que dice el alfa.
—Debes venir de inmediato, no tengo idea de donde pueda estar.
—Dame unos segundos en un momento estaré contigo.
Y bien este era el día especial para maldecir, Harry logró coordinar elementos de búsqueda, siguió insistiendo en llamar a Gemma, pero aún no respondía, ninguno de los policías se atrevía tan siquiera a preguntar algo, todos otorgaban su mayor atención a lo que el líder ordenaba.
Dio las indicaciones, un par de ellos le siguieron al hospital al llegar Magy ya se encontraba en la puerta esperándolo.
—Que bueno que llegaste, revisé las cámaras de seguridad y Louis se ha ido.
—Maldita sea. —caminó a la habitación.
—Algo debe haber pasado Harry, Louis no estaba del todo recuperado.
—Se siente culpable por todo, teme perder a Emy de nuevo.
Harry cerró los ojos dejando a su olfato trabajar, inhaló de nuevo un olor desconocido y Magy jura notar un destello rojo pasar en ellos, se agachó viendo el pequeño papel arrugado.
Lo desdobló para leer lo que tenía escrito.
—Mierda esos hijos de puta, ya sé dónde está.
🍁🍁🍁
Azarías caminaba por el lugar con Emy en manos, tocó la gran puerta con el pequeño, uno de los guardias le abrió y se adentró hasta llegar a Esteban, se encontraba sentado.
—Vaya día. —espetó desde su asiento.
—Esteban, tengo algo contra ti, ¿por qué rayos dejaste ir a este pequeño? —Inquiere molesto.
—No sabía de la existencia del bastardo hasta hace poco, según yo estaba bajo tierra. —Le vio con asco. Emy le volteó el rostro.
—Pero eres idiota, podrías haberlo criado y convertirlo en tu mano derecha.
Emy tenía los ojos llorosos, pero su mirada era de enojo, su pequeño corazón latía fuerte.
—Vamos, Esteban es solo un cachorro, es tuyo tómalo. —Azarías intentaba hacer que lo cargara.
Esteban le vio con asco, pero se acercó. —NOOOO. —Emy gritó tan fuerte que su garganta dolió. Su aroma se hizo espeso, a pesar de ser tan pequeño.
—A esto me refiero Esteban, tenemos un buen trozo de barro con algo de agua y fuego será una hermosa pieza y clave para nosotros.
—No lo sé, no me agradan los niños. —manoteó con desdén.
—Déjamelo a mí, yo me encargaré de él, ¿no es así cachorro?
—¡MAMI! —exigió el pequeño.
Esteban caminó hasta estar frente al bebé. —Ya lo verás pequeño estúpido, el idiota de tu mami caerá como el insecto que es sobre mis redes. —sujetó algo fuerte la mejilla de Emy dejando una marca roja. El cachorro golpeó su mano para que lo soltara y Azarías lo felicitó.
—Y ahora, ¿qué sigue?
—La mitad del plan está completa, estos idiotas pensaron que yo me quedaría de manos cruzadas. —Se dirigió a una mesa redonda de cedro brillante sobre ella unas piezas de dominó perfectamente acomodadas—. Solo es cuestión de hacer el movimiento exacto y todos caerán. —terminó de decir viendo cómo las piezas se volcaban en el justo orden.
—Nini. —habló Emy volteando su cabecita a una de las puertas.
—Vaya eso, si es impresionante. —asombrado el alfa lo inspeccionó la actitud de Emy.
—El omega despertó, ven quiero que lo conozcas. —Esteban sonrió ladino.
Caminaron encontrando a Niall sentado y algo aturdido volteó tan rápido el cuello que dolió por lo brusco del movimiento.
Emy lloró estirando los brazos para ir con el omega.
—No pequeño, tú te quedas junto a mí. —Azarías lo apretó más.
—¿Emy? —preguntó sorprendido—. Dame al cachorro animal. —Niall pensó mil cosas, se imaginó de todo menos encontrarse con el pequeño alfa.
—No. ¿Quién te crees tú para darme órdenes?
—Bienvenido. —Esteban interrumpió pavoneándose hasta estar frente a él.
Niall lo vio despectivo, lanzándole una mirada desde los pies hasta llegar a su cara y le miró fijo sin ningún rastro de temor en su rostro.
—¿Qué carajo quieres? —Pregunta intentando sentarse de pierna cruzada.
—Me gusta, un omega con carácter muy diferente al idiota de Louis.
—¿Así que tú eres Esteban? —Niall ladea el rostro.
—Imagino que el inútil te habló de su alfa. —replica con orgullo.
—No, en realidad no. Lo digo por la cara de mierda que tienes, no es difícil de adivinar con la porquería que sé que eres.
El semblante de Esteban cambió.
—Esta marca la hizo el imbécil, ese. —trazó con sus dedos la cicatriz de la mordedura del lobo de Harry.
—¿Escuchaste eso? —preguntó el omega
—¿Qué cosa? —Esteban apretó sus manos en el borde de la mesa.
—Tu ego cayendo de cara idiota.
—Estúpido, ya veremos si sigues con esa actitud cuando veas la sorpresa que te tengo.
Lo tomó del brazo de forma tosca, lo empujó para que caminara. Lo guio por un pasillo hasta llegar a otra gran puerta, cuando esta se abrió, el omega tapo su boca aguantando el grito.
Giró con el amago de golpear a Esteban, pero este lo empujó aventándolo hacia adentro.
—Mi alfa, mi Gemma. —lloró al ver el cuerpo de la alfa amarrado sobre una silla, estaba golpeada con el cabello cubriéndole el rostro.
Entró en pánico cuando se acercó extendiendo su mano, levantando su rostro, quitó el cabello para poder verla.
—¿Gemma? —Vio todos los golpes en su rostro.
La removió un poco. —Alfita bella…
—Alfa. —La tomó de los hombros y la removió fuerte.
Pero la alfa parecía un peso muerto, su cabeza caía cuando Niall intentó despertarla.
—Se dejó caer posando su cabeza en el rostro de la alfa. —No me dejes, Gemma—. Le abrazo lo más fuerte que pudo.
—Vamos Gemma, háblame aquí, estoy amor recuerda a nuestro bichito.
—¡ALFA! Despierta carajo. —gritó al no recibir respuesta, empezó a llorar de mero coraje, enojo, impotencia y dolor.
—Recuerda maldición, debemos ir a comprar las cosas para nuestro bebé, luego tú te enojaras porque no logro decidir nada, pero yo sabré que todo es mentira porque te veré sonreír, despierta porque quiero despertar junto a ti todos los días de mi maldita vida, quiero envejecer y ver crecer nuestro jardín, quiero que me beses todos los días, debemos enseñarle a nuestro pequeño lo lindo del amor y tienes que enseñarle que a los cactus nunca se les besa por más solos que parezcan, ya no ingresaré de contrabando más plantitas, lo prometo, pero por favor regresa.
Gritó frustrado llorando, la vio unos segundos con sus lágrimas rodando sus mejillas.
—Yo te amo Gemma. —Le hablaba mientras besaba su rostro marcado, desatando cada una de las cuerdas.
Se sentó cubriéndose el rostro. —Tienes que escucharlo reír Gemma, tienes que verlo caminar y cambiarle los pañales porque yo me desmayaré al hacerlo. —Se abrazó a sí mismo recostando su rostro sobre las piernas de la alfa—. Tienes que estar ahí amor, yo no podré solo te necesitamos.
—No me lo perdería por nada omega —La voz de Gemma se escuchó amortiguada.
El omega se puso de pie llegando a su alfa. —Gemita bella, amor mío, mi cielo, estás bien. —Lloró abrazándola.
—No te librarás tan fácil de mi cariño. —Le sonrió quejándose del dolor.
—Alfa. —lloró haciendo pucheros pidiendo mimos de Gemma.
—Lo siento cariño, no pretendía asustarte de esa forma. —intentó incorporarse, pero el dolor de la gran golpiza que le dieron se lo impedía.
—No te preocupes alfa, ha pasado de todo, tienen a Emy y no sé si Louis está bien. —contó preocupado.
—Tranquilo Liam y Harry llegarán, debemos planear algo, no sabemos exactamente qué harán.
—Pues son muy idiotas, enfrenté a Esteban y está de la mierda.
—Por eso te amo eres único.
—Yo pensé que me amabas por mi belleza.
—También por eso.
Niall ayudó a Gemma a acomodarse mejor la alfa, le indicó algo. —Perdóname por este amor. —dijo regresando a su lugar el hombro dislocado, Niall se retorció apenado, no sabiendo cómo más ayudarla.
Niall le besó viéndola con tal admiración, algo así como cuando observas una puesta de sol.
🍁🍁🍁
El ruido se hacía más y más lejano, Liam estaba con las manos y rodillas sobre el asfalto aun sin poder dejar de llorar.
—No puede ser verdad. —cerró los ojos recordando el ramo de rosas rojas que había guardado en el auto para sorprender a su omega.
No podía ser posible que no las tomaría entre sus manos para luego verlo y darle esa gran sonrisa, no podía ser posible que ahora esas flores estarían posadas para una eternidad dando vida a quien la misma le arrancó esto que creyó nunca encontrar el amor.
Escuchaba que alguien gritaba su nombre a lo lejos, pero su cerebro se iba apagando poco a poco.
Algo dentro de él se alertó y su alfa rugió, levantó la cabeza viéndolo caminar hacia él.
De pronto todo a su alrededor fue cobrando sentido, escuchó a los oficiales hablar, a los bomberos dar órdenes y todo volvía a su color.
—Alfa. —Zayn se tiró a sus brazos.
Liam se abrazó a su cintura enterrando su rostro en su cuello, necesitaba su olor.
—Liam, estás bien. —El omega lloró.
—Aquí estoy omega, yo creí que tú… —negó aferrándose más al cuerpo de Zayn.
—No, no pasó nada Li aquí estamos los dos juntos.
—Pero… ¿quién era? —apuntó a donde el cuerpo estaba—, ¿quién murió?
—Escuché decir a los bomberos que era uno de los malos, la explosión lo alcanzó y no sobrevivió.
—Maldito bastardo, espero arda en el infierno, pero… ¿dónde estabas tú?
—Yo sé que no debí salir de casa, pero mamá me acompañó junto con el oficial a comprar algo para ti.
—No sabes cuánto me alegro de que lo hicieras, ¿y Trisha?
—Se encuentra en una de las ambulancias, veníamos cerca cuando todo explotó y el impacto nos hizo caer, por protegerme se lastimó el brazo.
—Por Saturno, gracias al universo que ustedes están bien.
Les dieron su espacio dejándoles un momento a solas.
Un auto frenó de golpe cerca de ellos, todos estaban un poco asustados por la apariencia de Harry, parecía haber crecido un poco más, sus ojos eran poseídos por destellos rojos, su olor era más fuerte de lo normal, con ceño fruncido caminó hasta divisar a su amigo junto al omega.
—Harry.
—Liam hermano, siento todo lo que sucede, pero te necesito. Esteban tiene Emy, creo que a Niall y también a Gemma ahora Louis escapó para ir a buscarlos.
—¿Qué? —Zayn sintió ese dolor de nuevo—. No puede ser, deben ir por ellos. En especial por Louis no quiero pensar lo que Esteban le hará.
Harry agregó algunos grados más de enfado a un nivel de dejar de un lado todo el entrenamiento para domar a su alfa.
Liam miró a Zayn y el omega se le acercó. —Ve por ellos y no te preocupes por mí, yo estaré bien. —pasó su mano por su mejilla dejando en beso sobre sus labios.
—Voy a regresar por ti.
—Aquí estaré esperándote. —sonrió.
—Gracias, Zayn. —Harry se dio la vuelta para ir al auto seguido por Liam, sus expresiones faciales cambiaron a algo serio con un deje de satisfacción porque al fin tomarían esto como ellos lo desearon desde un principio.
🍁🍁🍁
Louis llegó a donde el papel le indicaba. Apretó los puños, nervioso, respirando para ganarse más valentía. Sentía a su bebé cerca y de igual forma sabía que Harry notó su escape, el sentimiento del alfa era como si fuera de él.
Los guardias al notar su presencia lo dejaron pasar sin exigencia alguna a duras penas y le dirigían la mirada.
—Sigue por el pasillo, tu alfa te espera. —Uno de ellos siseó con burla.
Dejó la respuesta en la punta de la lengua, llenándose de valentía en cada paso, al avanzar se desvió escuchando una voz ya conocida, maldiciendo y maltratando a quien sabe quién.
Muy preocupado avanzó siguiendo el sonido que cada vez se volvía claro y fuerte, sintió culpa sabiendo el significado de la situación.
—¡Esto es la pura idiotez! Y mira los gustos de mierda que tienen, les hace falta color y vida, malditos, infelices.
—¿Niall? —llamó.
Niall se alertó y respondió —¿Louis?
—Niall amigo, lo siento tanto. —Louis intentó no subir la voz para que no supieran en donde se encontraban.
—Louis... —Se pegó a la puerta tratando de abrirla, el sentimiento le ganó y el omega lloró, Gemma le habló llamándolo preocupada por el cambio repentino en el omega.
—Tranquila, amor, estoy bien, es Louis está aquí. —La calmó notando su casi estado a punto del desmayo.
—Niall, ¿Gemma está aquí? —preguntó al percibir el olor de la alfa y escuchar su suave voz.
—Sí, Lou, todo fue una trampa.
—Perdóname por favor todo esto es mi culpa —rogó—. Te prometo que lo solucionaré.
—¿Qué? Estás loco, no hagas ninguna tontería cariño, nosotros estamos bien. —mintió para no preocupar más a su amigo.
—No, Niall, yo lo siento tanto, necesito que me hagas un favor amigo; prométeme algo…
—Por favor... —insistió después de no recibir respuesta.
—¿Qué pasa Lou? Dime.
—Prométeme que le dirás a Harry cuanto lo amo y que él es lo mejor que ha pasado en la vida.
—Louis, ¿qué mierda dices?
—Solo júralo Niall, también dile que le dejo mi mundo en sus manos, que cuide de mi Emy. —lloró al mencionar lo último.
—Maldición Louis, no digas eso, saldremos de esto, no te preocupes.
—Ellos pidieron vida por vida Niall. —suspiró—. Solo júralo, promételo por nuestra amistad, cuiden a mi bebé, por favor.
—No, Louis, ¿de qué carajos estás hablando?
—No te preocupes, haré lo posible para que salgan bien, ya sabrán cuándo sea el momento de huir, debo ir con Emy.
—Louis espera a Emy lo tiene el otro alfa que está con el maldito y estúpido de Esteban.
—Azarías... Niall te prometo que todo saldrá bien, yo… —se alejó de la puerta—. Debo ir por mi pequeño, no puedo permitir que le hagan daño otra vez.
Con sumo dolor se alejó de ese lugar.
Era fácil la situación, si todo salía bien todos estarían tranquilos de nuevo en casa, pese a lo malo que eso significaba para él.
Siguió buscando el olor de su pequeño, caminó con algo de miedo, pero la valentía le ganaba sobre todo, si antes se dejó fue por temor por su Emy y por el mismo, ahora era diferente.
Esto será una broma más, era necesario tanto dolor para gozar unos meses de tranquilidad, ¿qué no había sido suficiente con todo?
La mente le hacía una jugada cruel, las imágenes de Esteban se reproducían una y otra y otra vez.
Sintió a Harry dentro de sí, la preocupación y la furia del alfa.
El lugar era enorme, no tuvo noción de cuanto estuvo caminando, llegó a uno de los pasillos con muchas puertas y unas largas gradas que conducían a un apartado que parecía no tener fin.
Este interminable lento palpitar lo estaba volviendo loco, siguió buscando.
La cerradura de una de las puertas se giró y Azarías apareció con Emy dormido en brazos, el alfa lo escaneó detenidamente, el omega presionó tanto sus dientes que dolieron.
—Justo a tiempo, vaya Louis, que agradable verte de nuevo.
Louis estaba aturdido por el rostro y semblante del alfa.
—¿Sorprendido? El maldito de Harry pagará por lo que me hizo.
—Dame a mi bebé. —Demanda con una postura amenazante.
—Debo decir mi querido y hermoso omega que ahora luces exquisito, vaya que ese alfa hizo un gran trabajo contigo. —mencionó mordiéndose el labio, lo escaneó detenidamente.
Emy empezó a batir sus pestañas despertando por el olor su mami.
—Mami... —lloró con un puchero en sus pequeños labios.
Su pequeño Emy. —Basta, Azarías, dame a Emy y cumpliré lo que quieren. —Su cachorro lloró pidiendo ir a sus brazos.
—No alfa, debes empezar a dominar a los omegas, no a depender de ellos. —reprendió Azarías al pequeño.
—Dame a mi bebé. —demandó Louis con seriedad.
—Parece que tendré que enseñarte modales otra vez, todo nuestro trabajo se fue a la basura por tu estupidez. —bufó exasperado.
—Solo dame a Emy.
—Maldición, no, no, no. Este pequeño me pertenece y lo voy a convertir en mi mejor creación, Louis, el más grande domador de omegas, el mejor de todos, el más audaz y despiadado. —sonrió altanero.
—Noooo, basta es mi bebé, ni Esteban ni tú podrán tocarle un cabello de su cabeza. Así que dámelo. —Louis avanzó amenazante.
Azarías sacó su arma y le apuntó a la frente. —No me tientes, omega, respétame, eres un puto malagradecido, yo pensaba pedirte y llevarte junto a mí, lo que Esteban quiere contigo es mucho peor de lo que imaginas.
—¿Mucho peor de lo que ya hizo? Eso es imposible. —debatió alzando el rostro.
Azarías dio un disparo cerca del cuerpo del ojiazul. Ellos no soportaban esas actitudes en los omegas, nadie tenía el derecho de dirigirles la palabra sin autorización.
—Cállate, maldito, debes aprender a no responder cuando no se te indica, seré tu alfa y punto. —graznó colérico.
—Tú no eres mi alfa, mi alfa es Harry. —repuso retador.
Furia. Azarías estaba enfurecido, se irguió tomándolo del brazo fuertemente. Louis forcejeó empujándole con todas sus fuerzas intentando recuperar a Emy. Le propinó un par de golpes que lo enfadaron, logró romperle la nariz en el proceso.
Pero el alfa era más grande y lo aventó haciendo que cayera de espaldas al suelo golpeándose la cabeza.
Un pitido vino a sus sentidos, el alfa le gritaba algo, Louis estaba aturdido, solo veía a Emy llorar fuertemente, pues no escuchaba ningún sonido.
—Levántate y actúa como un omega, debes hacer lo que yo te diga. Levántate maldición. —escuchó a lo lejos como gritaba.
—Mamiiii. —La voz del pequeño se hacía cada vez más lejana.
—Emy pequeño, ya amor. —susurró sintiendo cómo se desvanecía.
—Maldición que cierres la puta boca, ahora entiendo a Esteban eres el omega más inútil e inservible, no sabes ni obedecer una orden.
Emy seguía gritando y llorando por Louis. —Cállate, hijo de puta, cierra la boca. —Azarías dijo al bebé tapando su boca con una de esas asquerosas manos, apretó el agarre.
Louis vio el rostro rojo de su bebé. —No, déjalo. —intentó ponerse de pie, pero el alfa le propino una patada.
—Deja la estupidez si esto —señaló a Emy—, es el problema, entonces hay que desecharlo. —terminó diciendo con la pistola en el pequeño.
Emy vio a su mami sufrir, el pequeño se enojó tanto que abrió su boca mordiendo la muñeca de Azarías, el alfa lo soltó dejándolo caer por el arrebato.
—Pequeño bastardo. —apuntó la pistola al cachorro activando el arma para disparar.
Entonces Louis se puso de pie dejándose ir contra el cuerpo del alfa, golpeándolo contra la pared, Harry un día le enseñó a cómo propinar un par de golpes y enfundar un arma.
Azarías se lo quitó de encima yendo por el cachorro, pero Louis le dio una patada haciéndolo tambalear, el alfa se giró tomándolo por el cuello.
Louis en un movimiento ágil lo pateó en la entrepierna, ambos perdieron el equilibrio y el omega a punto de caer se sujetó al saco del alfa trayéndolo con él.
Rodaron por la gran escalera hasta llegar a una superficie plana. Louis luchó por levantarse, su cuerpo se sentía débil y sin fuerza, en la caída su cabeza se lastimó. —Emy… —llamaba intentando llegar a su cachorro, pero el llanto de su pequeño se hizo más y más lejano. Veía a su pequeño intentando bajar las gradas para llegar hasta él.
Lo intentó, de verdad, lo intentó, pero su cuerpo parecía perder la fuerza cada vez más, solo sentía un rastro tibio recorrer su rostro, ya había pasado tanto tiempo que no veía su propia sangre.
La misma historia que la de su pequeño, con la diferencia que este era un escenario diferente, un final diferente.
¿Así que esto se sentía desvanecerse?
Louis perdía la conciencia, intentó mantenerse despierto, era una de las cosas más dolorosas que vivía, una batalla con no dejarse ir, pero el carruaje del más allá le tenía las puertas anchas para que pasara.
Sus sentidos iban decayendo, no podía ver nada, el olor ya no llegaba a sus fosas, solo este sabor amargo en su paladar, no había ninguna sensación en su tacto y para finalizar todo sonido se hizo nulo.
Su cerebro se activó y empezó a proyectar todos sus bellos recuerdos, esta era la última vez que vería todo lo feliz que le permitieron ser.
Las risas como un eco, la voz de su pequeño, su Emy, su pequeño Emy.
Las suaves y delicadas caricias que el pequeño alfa repartía en su rostro.
Ante su mirada, Louis se sentía pleno y feliz por la intensidad llena de amor con que este le admiraba.
Zayn y Liam, Niall y la vida hermosamente loca que vivía junto a la alfa.
Y por último… Harry.
Harry, que sin pronunciar tantas palabras, fue el que ayudó a que sus heridas no fueran tan profundas, el que hizo que su corazón volviera a la vida, el que le recordó que la vida puede ser buena y bella.
Como aquella noche que el omega lloraba en silencio y el alfa estaba ahí para confortarlo.
—Ya no quiero llorar Harry, eso me hace débil.
—¿Qué dices amor? Hasta el cielo llora y es una de las cosas más hermosas que la vida nos regala, ¿recuerdas cuando me dijiste que de pequeño te daban miedo las tempestades? Pero de grande encontraste paz en ellas porque te hacían sentir vivo.
—Sí, lo recuerdo.
—Es lo mismo con la lluvia y el llanto Lou, llorar está bien porque nos da paz y al hacerlo la encontraras.
Y después de eso todo se volvió oscuro y parecía que el ambiente se volvía más y más frío.
🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁
Juro por la vida que me dolió
Hola
¿cómo están?
Necesito saber que piensan de esto.
Coman sano, beban mucha agüita y manténganse a salvo.
Hoy tenemos concierto de Harry, qué emoción.
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