CAPÍTULO 26
Unas pequeñas manos acariciando su rostro provocaron que despertara, parpadeó viendo los grandes ojitos muy abiertos de Emy frente a su cara.
Sonrió cuando vio al omega despertar.
—Mami. —sonrió con emoción.
—Hola, amor. —saludó sentándose con la espalda pegada a la cabecera de la cama, sujetó al pequeño para sentarlo en su regazo.
—Hola, mi pequeño bebé. —jugueteó con sus manos llenándolas de besos.
—Perdóname Emy, ahora todo estará bien, ya no tendremos miedo, ¿no es así? Cariño. —Louis besaba el rostro de su bebé.
Emy levantó su vista, sus grandes ojos brillaron cuando vio a su mami sonreír, levantó sus brazos en gracia mientras hacía tiernos sonidos con su boca. Sujeta a su mami y reparte besos por su rostro haciéndolo reír.
Harry entró vestido con su uniforme —Hola buenos días, ¿cómo te encuentras omega? —llegó hasta la cama tomando al pequeño alfa en brazos y alzarlo.
—Buen día, alfa.
Lo regaló una serie de besos en la mejilla y el cachorro se carcajeó.
—Mami. —El cachorro juntó sus manos para llevarlas a su boca mientas reía.
—Por Saturno Emy. —Harry lo abrazó fuerte meciéndolo de un lado a otro—. Eres el bebé más tierno y hermoso, eres igual que mami, ¿quieres ir con mami bebé?
El pequeño alfa se recostó sobre su hombro sonriéndole a Louis que se ponía de pie.
—¿A dónde crees que vas omega? —Harry lo detiene.
—Ya me siento mejor Harry, ya paso todo.
Le sujetó la mano y lo encaminó de nuevo a la cama. —Nada de eso, tienes que descansar, Niall y Zayn se encargaran de ti, intenté tener libre el día, pero es importante que vaya a las oficinas en cuanto me desocupe vendré contigo.
—Pero yo ya me siento bien. —respondió frunciendo el ceño, Harry se acercó sin aguantar la tentación de picotear sus labios y llevarlo de nuevo a la cama.
Louis se sonrojó y el alfa besó su frente.
Se recostó a su lado acomodándose para estar bien los tres, abrazó a su omega por la cintura y Emy estaba en medio de ambos entretenido con las insignias del uniforme de Harry.
—¿Qué no debías ir a trabajar? —Louis acarició su cabello enrollando sus rizos en un moño.
—No iré, me reportaré enfermo y diré que las plantas de Niall tenían chinches y me provocaron una reacción alérgica.
—Alfa mentiroso, mis plantas no tienen plagas, ni chinches… espera, ¿qué es una chinche? —Niall entró sin avisar.
—Fuera omega imprudente. —Harry estaba a punto de lanzarle un almohadón.
—Harry, no seas grosero con Niall —Louis reprendió riendo.
El omega lo ignoró magistralmente, haciendo muecas graciosas al pequeño que estaba en medio de ambos.
—Emy bonito, cachorro precioso, ¿no tienes hambre, corazón? —extendió sus brazos para que el pequeño se animara a ir con él.
Emy un poco tímido vio a su mami y a Harry.
—Anda con el tío Niall Emy. —animó Harry.
—No temas hijo, el tío Niall es muy lindo. —Louis besó su cabello.
Emy volteó extendiendo sus manos para que el omega lo cargara.
—¡Ay! Por la maldita diosa luna, aceptó a venir conmigo, ustedes lo vieron, el alfita me ama, soy el omega más feliz del planeta, ves Harry, Emy me prefiere a mí. —sacó la lengua en dirección al rizado que se abrazaba a Louis como si su vida dependiera de ello.
—Niall, cuida como hablas, omega. —Gemma llegó viendo la hermosa imagen frente a ella.
—Convocamos reunión familiar, ¿o qué? Niall devuélvenos a nuestro bebé. —Harry se acurrucó más a Louis.
—Harry ya es hora de irnos, apresuremos así regresarás lo más pronto posible como lo acordamos. —ordenó Gemma acomodándose el traje.
—Louis, cariño, ¿me darías permiso de alimentar a este terroncito de azúcar? —Niall besó la cabecita del pequeño alfa.
—Claro Ni, ahora te alcanzo.
El omega salió con el bebé en brazos junto a Gemma que hacía cariños al cachorro.
Louis intentaba levantarse de cama, pero Harry lo atraía haciéndolo caer de nuevo en sus brazos.
—No, mejor no iré a trabajar, tienes que reposar Lou, Niall y yo nos encargaremos de Emy ¿está bien?
—No, Harry, mejor ve y regresa pronto, ¿sí? Yo esteré esperándote
—Pero…
—Pero nada. —acarició su rostro, algo inseguro se acercó cerrando los ojos cuando estuvo cerca de sus labios para dejar un pequeño beso sobre ellos.
—Regálame otro beso e intentaré irme. —Harry con los ojos cerrados susurró.
Escuchó la risa de Louis. —Mejor te doy los que quieras cuando regreses.
—Uno pequeño, es para tener la fuerza e irme. —dramatizó tirándose a la cama.
—Tramposo. —Se acercó posándose sobre él, le regaló uno más a diferencia del otro este era más lento y largo.
Al sentir la falta de aire abrieron los ojos viéndose directo.
Verde y azul frente a frente.
Como hasta si el mismo mundo haya sido creado por ellos y para ellos.
Sus lobos juraban ser como una brújula que prometía guiar a tierra al barco, marcando siempre el camino a casa e igual que la soga sostener el ancla sin importar las tormentas o el impetuoso mar.
Era como si su historia hubiera sido escrita desde los inicios del mundo, sin importar las eras ni el tiempo.
Porque el destino mismo los hizo destinados y valga el pleonasmo de la palabra.
Porque así lo eran.
El alfa se levantó, pero regresó abrazándolo de nuevo.
—Te veo luego amor.
—Hasta luego, te quiero. —Louis abrió los ojos expresando sorpresa por lo que había dicho.
El alfa se volteó sonriendo. —Yo te quiero más. —Le abrazó besándolo en la mejilla.
Harry suspiró marcándolo con su olor, le regaló otra sonrisa de esas que venían con esos lindos hoyuelos y salió.
Louis se sentía tan querido, por ahora todo marchaba bien en su vida.
Salió de la habitación para ir a la cocina, encontró a Emy en la sillita que Harry compró hace unos días, el pequeño comía pedacitos de Hotcakes y banano con miel, cuando lo notó llegar, extendió su mano ofreciendo un poco a su mami.
—Gracias, cariño. —aceptó comiendo lo que Emy le regalaba, ajustó el mameluco sobre su ropa para que esta no se manchara.
—Eres un amor Niall, gracias.
—No es necesario que lo menciones, creo que amo a tu bebé tanto como amo a mi bichito.
—Sé que tú también le agradas, es solo que aún no ha tomado la suficiente confianza.
—Lo sé cariño, hay que darle su espacio y tiempo y tú ¿Cómo te sientes Lou?
—Muy bien, supongo que ahora estoy mejor que nunca. —sonrió recibiendo otro pedacito de banano que Emy le ofrecía.
—Eso es todo cielo, estoy muy feliz por ti. Tu terapeuta me dice que vas muy bien.
—Lo sé, ahora puedo controlar mi ansiedad y miedo, ha sido difícil, pero ahora yo tengo el control y no ellos.
Niall se acercó al cachorro limpiando sus regordetas mejillas, Louis visualizó los arreglos que los alfas habían llevado adornado un mueble de madera que se encontraba en la sala. Su amigo siguió su vista para saber que tanto observaba.
—Espero no te moleste que lo pusiera en la sala, se veían muy lindos ahí.
—No, claro que no, están muy bonitos, se ven bien, si soy sincero me sorprendí cuando vi que eran artificiales, parecen tan naturales.
—Esos alfas saben que estoy en contra de que regalen flores naturales, dime loco, pero siento feo que las corten para regalarlas, es mejor una maceta o artificiales, te van a durar mucho más y no formaras parte de los asesinatos florísticos.
—No lo había pensado de esa forma, tienes razón, es mejor así y te duran mucho más tiempo.
Los días avanzaban, Harry llevaba siempre algún regalo para continuar con su cortejo.
Emy se apegaba más a él. Una tarde salieron un poco para hacer un pícnic a petición de Niall, ya que el omega se había vuelto loco comprando muchos conjuntos de ropa para el pequeño alfa, y para su pequeño botón.
Habían invitado a Liam y Zayn, pero les dijeron que saldrían a comer algo juntos.
Luego de compartir unos bocadillos que Louis preparó, Gemma le obsequió al cachorro un pequeño artefacto para hacer burbujas.
—Emy tienes que soplar cachorro, hacia fuera saca el aire. —Harry intentaba explicar cómo debía hacerlo.
Emy vestido con un overol de mezclilla que llegaba a sus rodillas, se encontraba sentado escuchando atento, Niall se volvió loco cuando lo vio vestido así, sus piernas rellenas formaban unos tiernos rollitos, una camisa y gorrito color verde que iban perfectamente a juego con un estampado de rana.
Niall y Gemma aseguraron que la figura se parecía mucho a Harry y por eso la habían comprado.
El pequeño emitió un pequeño gruñido cuando sopló y no salió ninguna burbuja, agitó sus pies, estaba un poco enojado por no poder hacerlo bien.
—Emy cariño, tranquilo, sigue intentando, ya te saldrá. —Louis lo acomodó mejor sentándolo sobre la manta donde se encontraban.
—Pequeño tienes que aprender a controlarte, no debes enojarte tan fácil, solo sigue intentando, ya lo lograras. —Harry acarició su cabello peinándolo con sus dedos.
—Mmmmm —dijo señalando el burbujero.
—Burbujas cariño. —corrigió el alfa —¿Listo Emy?
El pequeño rio mostrando sus dientes y aplaudiendo cuando Harry sopló algunas y el intento atraparlas con sus manitas.
Gemma estaba sobre una manta con lentes de sol y el cabello suelto, estaba muy concentrada en saber cómo funcionaba la caja que Harry le había regalado a Emy la otra noche, trataba de encajar las piezas en los agujeros correctos.
—¿Cómo es que le habla tan bien a Harry y mi no? —preguntó Niall sintiendo la brisa en su piel.
—Creo que eso es evidente, omega, los tres se pertenecen. El destino puede llegar a ser jodido, pero en otras ocasiones pasa eso. —señaló a los tres.
—Así como tú, yo y nuestro bicho.
—Exacto.
Ahora Louis descansaba con la cabeza recostada en las piernas de su amigo mientras este le acariciaba el rostro.
Cuando jugaron lo suficiente, Harry dio en marcha su plan, así le pidió a Emy que le diera a Louis una corona de flores que compró en una tienda el otro día.
Le guiñó el ojo a Emy, para que empezara. La gran idea era hacer una inclinación a Louis, y proclamarlo como su rey, pero Emy en su intento de hacer la reverencia, el pequeño se fue de boca cayendo directo al pasto.
Todos se apresuraron a levantarlo, pero Emy se les quedó viendo muy serio para después soltar una carcajada, Harry sacudió su ropa riendo.
—Bueno, la intención cuenta mi rey —extendió la mano para que Louis la tomara.
—Gracias, señor, es usted muy amable. —siguió el juego.
—Te ves precioso. —besó su mejilla.
Niall se recostó mientras Gemma le hacía cosquillas y le hablaba al pequeño bulto que crecía en su estómago.
Y Louis respiró profundo al ser abrazado por su cachorro y su alfa, tan relajado por el ambiente tan tranquilo que había que sentía que en cualquier momento flotaría, al parecer la vida no era mala después de todo.
Luego de arreglar las mantas y bromear un poco, Harry preguntó si Louis permitía que Emy lo conociera como lobo, el omega no vio problema alguno. Así que Harry se transformó a vista de todos y el pequeño quedó asombrado, pero fue rápidamente poniéndose delante de su mami, dispuesto a defenderlo emitió un pequeño gruñido intentando intimidar al alfa.
Louis se agachó a su nivel. —Tranquilo amor, es Harry. —besó su cabeza y dejó que su cachorro se acercara. Emy al sentir el olor del alfa, se relajó de inmediato y corrió pasando sus manitas por sus enormes patas. El lobo movió muy feliz su cola de un lado para otro.
El omega se sintió pleno viendo a su cachorro, reía al ver a Harry el gran lobo huir de un Emy muy interesado en atrapar su cola.
El pequeño corría intentando alcanzarlo y cuando lo hacía este caía al piso y el pequeño se recostaba a su lado sobando su suave pelaje.
En un punto Emy se puso de pie frunciendo nuevamente el ceño. —Emyyy. —gruñó el cachorro.
Louis se acercó comprendiendo que su Emy intentaba de alguna manera convertirse en lobo igual.
Cuando Harry regresó a su forma humana, luego de que Gemma lo cubriera con una manta, intentó explicarle cómo hacerlo, algún día lo lograría.
Después de un rato, Harry se acercó con su pequeño en brazos. Emy extendió sus manos para llegar y acurrucarse en su pecho, el alfa se sentó a su lado y Louis se recostó su cabeza sobre su hombro.
Emy interrumpió el momento. —Mami.
—¿Si cariño? —Louis responde, pero el pequeño observaba a Harry.
—Mami. —volvió a decir apuntando al alfa.
—Dime amor, ¿qué sucede?, ¿quieres ir con Harry? —Pregunta besando sus manitas.
El pequeño negó con la cabeza, señaló a Harry con el dedo índice repitiendo. —Mami.
Gemma y Niall se encontraban sentados frente a ellos, muy atentos viendo la escena.
—Emy cariño. —Niall le llamó y el pequeño dirigió su atención al omega.
—Eso. —dijo señalando a Harry—. Es un papi y eso. —señaló a Louis. —Es una mami.
Louis se ruborizó y el alfa sonrió con gran ilusión. Emy los observó a ambos intercalando la mirada de uno a otro.
—¿Papi? —terminó de decir extendiendo sus brazos para que Harry lo cargara.
Harry sintió cómo su vista se nublaba su alfa, dejó salir su olor por la facilidad que le acusó.
—Son las hormonas de Niall o tal vez una ramita o un tronco que se me metió a los ojos. —mencionó el alfa con risas en medio del llanto.
Y Emy solo podía hacer la semejanza en su cabeza, Harry era como su mami, el alfa actuaba como una mami, así que supuso que podría ser una más para él, ya que en su vida nunca escuchó o tuvo el ejemplo de una figura paterna.
Louis nunca le dijo nada sobre Esteban, nunca le mencionó que era su padre, pues no lo era y Trisha solo hablaba más que de su mami.
El omega no pronunció palabra alguna, abrió la boca dejando salir el aire que contenía.
—Louis, cariño lo siento. —el alfa se disculpó—. No te molestes, sabes cómo es Niall.
—No me molesta, es solo qué bueno… ¿Tú no tienes problema con eso?
—Claro que no, a decir verdad mi alfa lo sintió parte de nosotros, todo fue desde el instante que vimos a este pequeño. —Lo abrazó un poco más fuerte.
Era muy extraño la forma en que el olor y los brazos de Harry relajaban tanto a Emy que se quedaba dormido casi de inmediato.
No era un secreto que el pequeño se haya encariñado tanto con Harry, el alfa era muy tierno y cariñoso con el cachorro, hasta parecía que fuera su propio hijo.
Y como dicen que solo necesitas un segundo para saber si alguien se convertirá en tu mundo. Y ellos eran la prueba de eso.
Emy no necesito más que eso para aceptar al alfa y darse a querer con él.
—Gracias, Harry, no me malinterpretes, es solo que ahora tengo la familia que nunca tuve. —Louis dijo tirándose hacia atrás.
Harry se recostó posicionando a Emy en su pecho.
—Lou. —llama sujetándole la mano apretándola un poco—. ¿Recuerdas que desde que te vi te dije que te sentí tan familiar, ¿Cómo si te conociera de toda la vida?
—Sí, lo recuerdo muy bien.
—Me siento tan bien contigo, me siento tan bien a tu lado y junto a Emy, cuando estoy con ustedes estoy en casa, me siento feliz y en casa.
—Podría pasar la vida entera escuchándote decir eso, alfa.
—Me encanta que me digas así.
—¿Alfa?
—Sí, omega, me encanta.
Louis se acercó ladeando la cabeza buscando sus labios para poder besarlos, el alfa se sintió tan feliz que Harry sonrió en el beso.
—Te quiero, cariño.
—Te quiero, alfa.
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Espero se encuentren bien, debo confesar que me gusto este capítulo.
Pero cuenten, ¿qué les ha parecido todo?
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