Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 14


Los días avanzaban lentamente, Niall se encontraba tan preocupado por la situación en que se encontraba su amigo, tenía tres días encerrado en su habitación sin querer salir, no comía y apenas le respondía cuando lo iba a buscar.

Gemma y Harry se encontraban trabajando, incluso se ausentaron algunas noches, no llegando a dormir a casa unos días.

Después de la fiesta de té que Harry tuvo con el alfa, este accedió y habló amablemente dando la información que tenía. Gracias a esto lograron desmantelar algunas redes, siguiendo algunas pistas importantes para dar con el paradero de Esteban, el muy infeliz parecía que se esfumó de la faz de la tierra.

🍁🍁🍁🍁

Niall se encontraba tumbado en el suelo mordiéndose las uñas de los nervios que le provocaba la situación, hace unos momentos habló con la terapeuta de Louis, ambos especialistas sabían que existirían detonantes regresivos en el caso, todos los pacientes eran diferentes, todos y cada uno manejan la complicada situación de diferente forma.

Estos detonantes pueden ser todo o nada, hasta las cosas más pequeñas pueden afectar.

Pero Niall no entendía cuál había sido la causa para esto, Louis mostraba mejoría, presentó bajones emocionales superándolos rápidamente, hasta le pidió otra libreta por el ejercicio que el omega le había dado.

Estaba al borde del llanto, temía por su mejor amigo, por su hermano y es que Niall era fuerte por Louis, cuando se enteró de toda su historia no fue capaz de entender cómo aguantó tanto encontrándose tan solo, así fue hasta saber enteramente que Louis vivía solo para torturarse y para sufrir.

Se encaminó al jardín viendo la puerta cerrada de la recámara de su amigo.

En la habitación yacía muerto en vida el cuerpo de Louis.

La razón por la que se encontraba en ese estado era porque su pequeño estaría cumpliendo dos añitos ese mismo día. Se odió por casi olvidarlo.

Se puso de pie tambaleándose en la oscuridad con el corazón vacío; suplicando que sus recuerdos no se esfumaran... Su risa, podía escuchar su risa en pensamientos.

El fuego arrasador volvió quemando lo poco que había construido, dejándolo sin nada de nuevo.

Soñó con Emy, su pequeño llamándolo para que lo abrazara por la noche fría.

Intentó dormir sobre sus problemas y miedos, como si pudiera resolverlos en sueños; despertó por la mañana pensando que se marcharon, pero seguían bajo sus sabanas.

No tenía el deseo de salir o hablar, ni mucho menos quería existir.

Porque no había cosa más dolorosa que tener que alejarse y tratar de despedirse de quien quería que se quedara para siempre.

¿Quién podría despedirse y ser bueno en eso? Lo único que necesitaba era tenerlo cerca.

El rostro de Niall se encontraba rojo de tanto llorar, se limpió rápidamente cuando escuchó la puerta abrirse, los dos alfas asustados fueron hasta él por el olor a tristeza que había en la casa.

Gemma sintió el corazón partirse en pedazos cuando lo vio acostado entre las plantas de azucenas que se encontraban en el jardín, claramente buscaba el olor de su alfa.

—Amor ¿Qué te sucede por qué te encuentras en ese estado?

—Alfa. —sollozó Niall en los brazos de su amada—. Es Louis, no ha salido de la habitación y se niega a comer y hablar, no tengo idea de que le sucede.

—Tranquilo cariño ven conmigo. —Lo tomó entre sus brazos liberando su olor para que se tranquilizara.

—Me duele verlo en ese estado, parece que está perdido dentro de sí y no reacciona.

—¿Por qué no nos dijiste antes cariño?

—Porque él decía que saldría y me rogó para no preocuparlos, sé que estuve mal, pero te juro que se puso peor cuando le mencioné que los llamaría, me dijo que solo era un mal día, y ahora que ustedes no han estado aquí todo se ha complicado.

—Ya omega, todo está bien, cálmate para que podamos buscar una solución de cómo ayudar a Louis.

—Creo saber una forma. —viendo a Harry, le hizo una seña para que fuera a la habitación de Louis.

El alfa había querido ir desde el momento en que el omega dijo lo que sucedía con Louis, se sentía mal por haberlos abandonado tantos días, pero fue necesario para el caso.

Harry le dijo a Niall que no se preocupara, que él intentaría llevar algo para que Louis comiera, fue a la cocina en busca de algunas frutas y jugo, también partió un trozo de la tarta de chocolate que él y Gemma habían comparado para Louis y Niall.

Puso todo en una bandeja y antes de dirigirse a la habitación de Louis fue a cambiarse de ropa rápidamente.

Vio que Gemma llevaba a Niall a su habitación diciéndole lindas palabras para que el omega no se sintiera mal.

Harry tocó la puerta, al no recibir respuesta giró la perilla para asomar la cabeza un poco.

Todo estaba en perfecto orden.

Dejó la bandeja en un escritorio de madera que se encontraba al lado de la puerta.

Caminó buscando a Louis con la mirada, lo encontró tirado sobre un pequeño remolino de sabanas, prendas de ropa y almohadas. En el centro se notaba todo lo que él le ha obsequiado.

Eso parecía un…

—¿Louis? —llamó.

No hubo respuesta, se inclinó a un lado de donde se encontraba, no queriendo ser irrespetuoso invadiendo su espacio. Su alfa le exigió no acercarse por más que él quisiera levantarlo de donde se encontraba.

Los nidos eran sagrados para los omegas.

—Lou, vamos Lou, ¿podrías responderme por favor?

—Estoy bien, Harry dile a Niall que no se preocupe, ya pasara. —En susurros habló.

—Niall está con Gemma cariño, yo te traje un poco de comida.

—No tengo apetito.

—Te piqué unas frutas y hemos traído tarta de chocolate.

—Bien, gracias.

—Niall está muy preocupado por ti, lo encontramos llorando entre las azucenas. —Harry odiaba jugar sucio, pero era la única forma en que tendría una reacción.

Esa frase hizo que Louis se levantara de inmediato cubriendo su cuerpo con las mantas que había en el suelo.

—No fue mi intención que se pusiera así. —Sus ojos se volvieron rojos.

—Lo sabemos, es que Niall es muy preocupado con las personas a las que ama.

—Lo siento Harry, yo simplemente no podía más, soy una horrible persona, ve lo que provoco.

Harry lo veía como si el fuera un tesoro que llevara años buscando. —No Lou, tú eres muy lindo, eres una muy linda y buena persona.

—No, Harry, tú no puedes verme así, no soy como dices. —elevó un poco el tono, se sentía frustrado y emotivo.

—¿Qué dices Louis? No hables de esa manera, no te menosprecies a ti mismo.

Louis para ese momento tenía la cabeza echa un verdadero lío, no era posible que Harry llegara como si nada a quererlo ayudar, el alfa no conocía nada de él, apostaba que si lo conociera ya no le agradaría tanto.

Porque el prototipo de un buen omega se había ido al carajo con Louis.

—Claro que sí, no desperdicies tu tiempo en mí, eres un alfa maravilloso y todo esto me aturde, todos ustedes son tan buenos y yo no merezco nada. —Volvieron los malos pensamientos.

—Louis, basta, por favor no hables así. —Harry se acercaba a él, pero Louis se alejó moviéndose hacia atrás hasta que su espalda topo en la pared de su habitación.

¡No más!, ya no, que se entere de una vez. Necesitaba ver si Harry seguiría pensando que él era bueno, ya no podía seguir escuchando más palabras.

En instantes como esos, solo necesitaba hundirse en sus profundidades desoladoras con una gran roca atada a sus pies para ya no emerger del mar de llanto que amenazaba con desatarse.

El dolor era el mismo que el día en que lo perdió, las llamas volvían a consumirlo, se vio a sí mismo caminando sobre las brazas, las llamas tragándose toda aquella felicidad que un día construyo, todo ardía queriéndose llevar la ilusión existió hace algunos días, ilusión de poder encontrar la felicidad de nuevo.

—No, tu basta, no avances, simplemente no. —Se puso de pie para alejarse de él.

—Louis, solo quiero ayudarte por favor, juntos podremos, puedes decirme lo que sucede y buscaremos una solución.

Para esto Louis estaba muy agitado, abrió su boca, estaba dispuesto a dejar salir todo el humo que había por el fuego quemándolo por dentro, más lágrimas derramadas sobre sus mejillas, entonces habló fuerte.

—SOY UN EGOÍSTA, UN DESASTRE, UNA MALA PERSONA, UN INÚTIL QUE ESTUVO A PUNTO DE OLVIDAR LO MÁS IMPORTANTE DE ESTA ASQUEROSA VIDA. —lloró desgarrador, deslizándose lentamente hasta quedar sentado tomó las mantas nuevamente para llevarlas a sus brazos.

Sus manos apretaban fuerte las sabanas que lo cubrían, tenía la cara roja, sus mejillas empapadas de sueños dolorosos.

Harry se encontraba un poco aturdido, caminó hasta llegar a sus pies y se sentó frente a él.

—No entiendo por qué dices eso Lou, si tan solo vieras lo importante que eres para nosotros, eres tan hermoso y no me refiero solo a tu físico, eres noble y una gran persona y muy especial.

La risa burlona sorprendió al alfa. —Una buena persona no miente Harry, no olvida. —espetó con los ojos cerrados, con la cabeza apuntando hacia arriba.

—Louis, no comprendo, pero creo que te equivocas, querido. —Por más feo que el panorama se viera, Harry necesitaba que Louis fuera capaz de gritar el dolor que él llevaba.

Entonces Louis sonrió ladeando la cabeza de un lado a otro, ¡y por la luna, si hubiera hecho esto con Esteban, ya estaría muerto!

—¡¡¡¿Una buena persona?!!! UNA BUENA PERSONA NO TE OCULTA QUE ES UN JODIDO OMEGA, UNA BUENA PERSONA, HARRY, NO DEJA QUE LE ARREBATEN LO MÁS PRECIADO DE SU VIDA PORQUE ES UN JODIDO INÚTIL DE MIERDA. —respondió gritando.

Se le cortó la respiración por el peso sólido que crecía dentro de él sin que pudiera evitarlo, no podía dejar que el aire entrara y saliera, solo tenía este nudo rancio de aire que lo ahogaba.

Inhaló profundamente escuchando de fondo el eco de la voz de Harry, parpadeó dejando caer gotas pringadas de sus ojos, exhaló profundo cuando percibió el aroma de la lluvia.

No soportó más, se dejó llevar por las vías del dolor y desesperación, olvidó que su corazón latía para quemarse, se atrevió a soñar una buena vida, dejándose llevar por lo bello del día, vendando con mentiras aquellas heridas que creía que nunca sanarían.

Estuvo a punto de olvidar que su Emy habría cumplido 2 añitos y no lo tenía en sus brazos para atiborrarlo de besos, para cantarle, no lo tenía para escuchar su tierna risa, nunca más escucharía salir de sus pequeños labios esa palabra con que siempre soñó “mami”.

El alfa quedo estático viendo cómo Louis frente a él se hacía un ovillo abrazando fuertemente sus piernas.

¿Había escuchado bien? Lo presentía, no le sorprendió la noticia, pues en su interior se aseguraba que era un omega, pero escucharlo de los labios de Louis era totalmente diferente.

—Louis amor, ¿podrías verme a los ojos, por favor? —pidió.

—No. —Estaba tan avergonzado que se escondió más para poder evitarlo.

—Dijiste que tú eres un omega, ¿y eso qué? No voy a odiarte o enfadarme por eso, nadie tiene porque hacerlo, tu vida no ha sido fácil, no entiendo algunas cosas y si tú quieres explicarme me quedaré junto a ti el tiempo que sea necesario, no me iré a ningún lado.

—Soy malo Harry, ¿no entiendes? Se supone que deberías despreciarme por haber mentido. —replicó molesto.

—No sería capaz de juzgar algo de lo que no conozco, tú tendrás tus razones y así me digas que vienes de marte, no podría alejarme de ti tan fácilmente, ¿entiendes?

—No es justo que seas así, deberías simplemente odiarme y nos ahorraríamos lo innecesario.

—No, soy persistente y no te quiero presionar a decir algo que no quieres, pero estamos preocupados por ti, llevas tres días encerrado, no has comido, Niall y Gemma están a punto de tener un colapso nervioso por no saber cómo ayudarte.

—Nadie puede ayudarme, Harry.

—Yo quiero ayudarte, necesito ayudarte, me cantaría ayudarte. —Al no tener respuesta de lo dicho, el alfa continuo hablando.

—Has dicho que eres un omega, ¿y qué? Aun si fueras alfa, beta u omega no cambiaría nada, pero yo no entiendo por qué…

—¿Por qué no huelo como uno? Porque él me abandonó, no soy un buen omega Harry, hice que mi lobo se fuera. —El llanto era tan amargo que el alfa quería llenar su rostro con dulces besos para limpiar todo rastro de tristeza en él.

—No eres un mal ome…

—Deja de decir que no soy malo, tú no sabes, no me conoces. —Le habló algo irritado.

—Pareciera que no te conozco y dime loco si quieres, pero siento que visto toda una vida y mi alfa siente lo mismo. Solo permíteme.

—Basta, no sabes lo que dices...

—Claro que sí, estoy completamente seguro, una mala racha no puede hacerte malo, tú no tienes la culpa de nada, todos sabemos lo bueno que eres.

Louis se puso de pie molesto. —¿ACASO UN BUEN OMEGA PERMITIRÍA QUE MATARAN A SU CACHORRO HARRY? —cansado de la bondad del alfa,  gritó de nuevo. Harry no comprendía que no merecía lo lindo y cariñoso que era.

—¿Cachorro? ¿Qué dices Louis? —Harry se sintió extrañado.

—Por mi culpa Esteban arrebató lo único bueno en ese maldito infierno, mi pequeño murió por defender a la inútil de su madre. —El pecho de Louis subía y bajaba, trataba de regular su respiración, el mareo que sintió le hizo caer al piso, el alfa actuó rápido evitando que se lastimara tomándolo en brazos.

Ya no importaba nada, liberó feromonas para llenar la habitación con su olor, lo tomó en sus brazos y lo sentó en su regazo, Louis simplemente se dejó envolver, Harry frotó su rostro por el cuello de Louis y limpió sus lágrimas con sus manos.

No eran necesarias las palabras, así que simplemente posó su mano en la cabeza de su Louis y lo atrajo hasta su cuello, donde se encontraba su fuente de olor para poder marcarlo.

Lo mecía y acariciaba para que se lograra tranquilizar, podía sentir cómo la tensión de su cuerpo salía, sin dificultad alguna se puso de pie con Louis en sus brazos y se dirigió a la cama para poder acomodarse recostando su cuerpo sobre las almohadas y acomodando a Louis en su pecho.

Acarició su cabello dándole pequeños besos sobre su cabeza.

Harry conectó todos los puntos en su mente, las visitas al médico, los reportes, pistas, todo era tan duro y comprendió por qué su alfa lo había llamado omega, a él no le importaba su casta porque su corazón latía solo por ser Louis, desde el instante que le vio quedó enamorado de él.

Después de un rato de silencio, el alfa habló con una voz sumamente suave para no perturbar la tranquilidad de quien estaba entre sus brazos.

El alfa no podía mentir al decir que quería tirarse a llorar por el dolor Louis estaba sufriendo, era imposible que un omega sobreviviera a tanto dolor, tanto maltrato y sufrimiento.

Su alfa pedía salir para acabar con todos aquellos que provocaron que Louis se convirtiera en lo que es ahora.

Ya tendría tiempo de hacerlo que se le viniera en gana cuando encontrara a ese maldito.

—Lou, lo siento tanto, no te sientas culpable de nada cariño, tu pequeño dio todo por ti, es tu turno de dar todo y luchar por él. —Era extraño el momento, podía sentir el dolor de Louis como si fuera propio, entonces supo exactamente qué hacer.

—Es muy difícil, todo es tan complicado y simplemente ya no está, solo quería un poco más de tiempo para poder abrazarlo. —Harry escuchaba atentamente, acariciándole el cabello.

—Nunca y escúchame bien lo que digo, nunca vuelvas a decir que fuiste una mala madre, apuesto que tu cachorro era encantador y fuiste la mejor mami, ¿quieres contarme sobre ello? —pregunta en un suave murmuro.

—Su nombre era Emy, recién había cumplido un año, era un pequeño alfa tan dulce y tierno, me hubiera encantado que ustedes lo conocieran. —Harry sentía cómo las lágrimas empapaban su ropa.

—Si me dieran un solo deseo en esta vida, tan solo una oportunidad hubiera querido darle un último beso. En ocasiones no soporto el dolor de no tenerlo junto a mí, lo veo en las nubes, lo imagino saltando de una hacia otra y que mi mami cuida de él.

Harry escuchaba con atención, su alfa rugía por salir y hacer sentir dolor en cada hueso del maldito cuerpo de Esteban.

—Apuesto que era idéntico a ti. —sonrió con cariño.

—Sus ojos eran como los míos, era rubio como mamá, mejillas redondas y rojas, apenas tenía dientes, era como una bolita esponjosa y su sonrisa alumbraba mis días.

—Era verdaderamente lindo.

—Lo era, era el bebé más lindo de todos. Siempre busqué un lugar a donde pertenecer, desde pequeño siempre fui yo y nadie más. Cuando él llegó fui capaz de construir un hogar de fantasías para nosotros. El día Emy nació la vida tuvo color, él era mi lugar seguro, pero cuando se fue todo se hizo polvo, y me siento tan mal porque ahora todo es lindo aquí y él ya no está.

Culpa, él sentía culpa querer continuar viviendo, porque llegaron estas hermosas personas y este bello alfa que por más que intentaba no podía estar apartado de él, culpa de que su bebé no podía vivir lo mismo que él.

—¿Cómo se supone que deba ser feliz sin Emy en mi vida? Escuché decir que la muerte nos separaba de los que más amamos, pero no es la muerte la que nos separa, es esta estúpida vida. Desearía poder volar y llegar hasta él, no me pude despedir, no le di un último abrazo, no le di el beso de buenas noches, simplemente se esfumó.

—Él no se ha marchado del todo, amor, tienes que aprender a ver lo bello de la vida y entonces lo encontraras en ella y él te acompañará en tus tristezas, ellos desaparecen cuando solo ya no queremos recordarlos.

—No sé si algún día lo supere. Nunca lo haré.

—Lo harás y cuando lo logres será como un dolor bonito.

—¿Dolor bonito?

—Sí, no sé si esto sea el mejor ejemplo, pero déjame explicarte.

—Está bien, adelante.

—¿Alguna vez te has enterrado una espina o astilla?

—Emm sí.

—Bueno, cuando eso pasa tu piel se resiente y duele, si lo dejas mucho tiempo así podría infectarse y doler aún más, pero también tienes miedo de sacarla porque sabes que dolerá igual, pero si no lo haces vas a sufrir.

Harry suspiró y continuó. —Entonces al sacar espina tendrás un dolor bonito,  porque serás capaz de comprender que esa cosita por más pequeña o grande que sea ya no te hará sufrir más, será un dolor satisfactorio.

—Nunca lo pensé así, gracias, Harry.  —Louis agradece luego de recapacitar en las palabras del alfa.

—Está bien que tomes el tiempo necesario para sanar todo en ti; sin embargo, no te quedes varado Louis, yo estaré aquí para ti, ahora me tienes, tenlo presente.

—Gracias, realmente eres un gran alfa.

—Ahora sé un buen chico y come un poco de lo que he traído, luego iremos a ver cómo sigue Niall.

Harry hizo el intento de separarse de él, pero Louis se apegó más. —Tengo que traer la bandeja Lou.

—No te vayas, por favor.

—Bien, entonces sujétate fuerte.

—¿Por qué debería…? —Harry lo cargó haciendo que Louis enroscara sus piernas alrededor de su cintura, dando un pequeño grito.

—Alfa tonto, me asustaste. —Harry no mencionó nada, pero sonrió en grande dejando ver sus dos hoyuelos porque su Louis le llamó alfa.

—Lo siento, pero debo alimentarte. —Respondió preparando algunos pedacitos para llevarlos a su boca.

—Espera Harry, yo puedo alimentarme solo.  —avergonzado bajó el rostro.

—Déjame cuidar de ti, Louis, quiero hacerlo. —Harry pasó la mano por su flequillo para ver mejor sus ojos.

Su rostro estaba rojo, estaban frente a frente, Harry lo veía como si el fuera algo especial, como si estuviera dispuesto a matar todos esos monstruos en su cabeza.

—Está bien, gracias. —viró los ojos con una suave y pequeña sonrisa.

El alfa acomodó su cabello, acarició sus mejillas y lo acercó más a el para que sintiera su calor.

Louis estaba tan atormentado de seguir escondiendo su vida, pero ahí en los brazos de Harry encontró paz.

Colapsar le ayudó, era como un volcán que amenazaba con hacer erupción y destruir todo rastro de vida a su paso, la humeante lava avanzaría en cada grieta de sus cicatrices reviviendo el dolor de un pasado que cargaba en los bolsillos.

Porque existían dos maneras de impedir su desastre, una: rogar por lo imposible y la otra retrasar lo inevitable.

Tuvo miedo de explotar y gritar. Pensaba que sus palabras serían arrastradas por el viento, llevándolas a un lugar donde nadie las pudiera escuchar.

Zayn fue el primer amigo que Louis tuvo en la vida, amó a Emy tanto como el mismo, Niall y Gemma le extendieron la mano para ayudarlo a salir del pozo en donde se encontraba ellos eran como la familia con que había soñado, Liam el amigo dispuesto a todo por el que con tan solo ver su sonrisa podía creer que todo iría mejor, y por último Harry el dueño de su más grande temor: la felicidad, el alfa que sin importarle cuál fuera su pasado o que tan destruido se encontraba estaba dispuesto a sentarse una vida junto a él.

🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁🍁

Hola.

Gracias por los comentarios y votos.

Harry ya sabe todo!!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro