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Capítulo 26.

Unas pequeñas manos acariciando su rostro provocaron que despertara, parpadeó viendo los grandes ojitos muy abiertos de Jaesung frente a su cara.

Sonrió cuando vio a su mami despertar.

—Mami —sonríe con emoción.

—Hola, amor —saluda sentándose con la espalda pegada a la cabecera de la cama, sujetó al pequeño para sentarlo en su regazo.

—Mami... —Jaesung toma sus mejillas entre sus manos inspeccionando su rostro para verificar que estaba bien. El día anterior estaba muy preocupado por su mami.

—Hola, mi pequeño bebé —jugueteó con sus manos llenándolas de besos. De inmediato Jaesung lleva su manita a su boca y Jimin se la retira. Su cachorro frunce el ceño, indignado.

Jimin suspira y lo admira con detenimiento —Perdóname Jae, ahora todo estará bien, ya no tendremos miedo, ¿no es así? Bebé.

Jaesung levantó su vista, sus grandes ojos brillaron cuando vio a su mami sonreír, levantó sus brazos en gracia mientras hacía tiernos sonidos con su boca —Yo también te amo cariño, eres muy lindo, ¿no es así bebé?

—Mami... —Jaesung parloteó sonrojado. Jimin lo acostó para cambiar su ropa, aprendió con Solji ir al baño, pero las noches aún podían ser un problema. Al final Jaesung aún era un bebé.

Le puso ropa interior de entrenamiento y lo vistió con un short color rojo, una camisa con un dinosaurio color rojo bordado.

Jimin se acerca y besa sus mejillas —Eres muy lindo bebé, mira qué guapo eres. Amo cada parte de ti, ¿sabes? —el pequeño le regaló una sonrisa con hoyuelos—. Me encanta esto —besa su mejilla—, y esto —besa su pancita—, y todo esto —termina besando sus manos, ojos y frente.

Jaesung parecía tener un tierno puchero en sus labios, sujeta el rostro de Jimin y con ojos llorosos busca que lo cargue para ir directamente a su fuente de aroma. Jimin se siente sentimental y lo abraza fuerte —Aquí estoy bebé, no temas, mami está aquí.

Jungkook toca la puerta y después de recibir el pase entra vestido con su uniforme —Hola, buenos días, ¿cómo te encuentras, amor? —llega hasta ellos besando la frente de Jimin y acariciando a su bebé.

—Buen día, Kook —saluda Jimin, Jaesung levanta la cabeza y extiende sus brazos al alfa. Jungkook observa y nota sus ojos llorosos.

—¿Qué sucede, amor? —pregunta recibiéndolo en brazos. Jaesung se oculta en la curvatura de su cuello y se relaja con su aroma.

—Fue un momento emotivo, es todo —Jimin suspira besando el cuerpo de su cachorro.

—Mami... —Jaesung alza la mano y la pasa por la mejilla de Jimin, sigue su toque y deja un beso que lo hace sonreír.

—Ay, mi pequeño... —Jungkook lo mece y le regala una serie de besos en la mejilla y el cachorro se carcajeó.

—Mami —Jaesung pedía ayuda a Jimin.

—Por Saturno Jae —lo abraza fuerte meciéndolo de un lado a otro—. Eres el bebé más tierno y hermoso, eres igual que mami, ¿quieres ir con mami bebé?

El pequeño alfa se recostó sobre su hombro sonriéndole a Jimin que se acercaba para tomarlo y salir.

—¿A dónde crees que vas omega? —Jungkook lo detiene.

—Ya me siento mejor Kook, ya pasó todo —calma.

Jungkook sujetó su mano y lo encaminó de nuevo a la cama —Nada de eso, tienes que descansar, Jin y Hoseok se encargarán de ti, intenté tener libre el día, pero es importante que vaya a las oficinas, en cuanto me desocupe vendré contigo.

—Pero yo ya me siento bien —responde frunciendo el ceño, Jungkook se acerca sin aguantar la tentación de picotear sus labios y llevarlo de nuevo a la cama.

Jimin se sonroja y el alfa besa su frente.

Se recostó a su lado acomodándose para estar bien los tres, abrazó a su omega por la cintura y Jaesung estaba en medio de ambos entretenido con las insignias del uniforme del alfa.

—¿Qué no debías ir a trabajar? —Jimin acaricia el cabello de su alfa intentando dejarlo peinado hacia atrás.

—No iré, me reportaré enfermo y diré que las plantas de Jin tenían chinches y me provocaron una reacción alérgica.

—Alfa mentiroso, mis plantas no tienen plagas, ni chinches... espera, ¿qué es una chinche? —Jin entra sin avisar.

—Fuera omega imprudente —Jungkook estaba a punto de lanzarle un almohadón.

—Kook, no seas grosero con Jin —Jimin reprende riendo.

El omega lo ignora magistralmente, haciendo muecas graciosas al pequeño que estaba en medio de ambos.

—Jae bonito, cachorro precioso, ¿no tienes hambre, corazón? —extendió sus brazos para que el pequeño se animara a ir con él.

Jaesung un poco tímido vio a su mami y a Jungkook.

—Anda con el tío Jin, Jae —anima Jungkook.

—No temas hijo, el tío Jin es muy lindo —Jimin deja salir su aroma para calmarlo.

Jaesung voltea extendiendo sus manos para que el omega lo cargara.

—¡Ay! Por la maldita diosa luna, aceptó a venir conmigo, ustedes lo vieron, el alfita me ama, soy el omega más feliz del planeta, ves Jungkook, Jae me prefiere a mí —sacó la lengua en dirección al alfa que se abrazaba a Jimin como si su vida dependiera de ello.

—Seokjin, cuida como hablas, omega —Yongsun llegó viendo la hermosa imagen frente a ella.

—Convocamos reunión familiar, ¿o qué? Jin devuélvenos a nuestro bebé —Jungkook se acurruca más a Jimin.

—Jungkook ya es hora de irnos, apresurémonos así regresarás lo más pronto posible como lo acordamos —ordena Yongsun acomodándose el traje. Jungkook se aferró más al cuerpo del omega.

—Jimin cariño, ¿me darías permiso de alimentar a este terroncito de azúcar? —Jin besa la cabecita del pequeño alfa.

—Claro Jinie, ahora te alcanzo —el ojiverde sonríe intentando incorporarse, pero Jungkook lo evita de nuevo.

El omega salió con el bebé en brazos junto a Yongsun que hacía cariños al cachorro.

Jimin intentaba levantarse de la cama, sin embargo, Jungkook lo atraía haciéndolo caer de nuevo en sus brazos.

—Jungkook... —Jimin pica un costado de su torso.

—No, mejor no iré a trabajar, tienes que reposar bebé, Jin y yo nos encargaremos de Jae, ¿está bien?

—No, Jungkook, mejor ve y regresa pronto, ¿sí? Yo estaré esperándote.

—Pero...

—Pero nada —acaricia su rostro, algo inseguro se acerca cerrando los ojos cuando estuvo cerca de sus labios para dejar un pequeño beso sobre ellos.

El alfa suspira —Regálame otro beso e intentaré irme —Jungkook con los ojos cerrados y una enorme sonrisa susurra.

Escucha la burla de Jimin —Mejor te doy los que quieras cuando regreses —se acomoda para estar frente a Jungkook.

—Uno pequeño, es para tener la fuerza e irme —dramatiza llevando una mano al pecho, acostándose bocarriba.

—Tramposo —Jimin se acerca posándose sobre él, le regala uno más a diferencia del otro este era más lento y largo. Jungkook lleva su mano a su rostro acariciando su piel, Jimin ladea el rostro dejándose empapar por su aroma.

Al sentir la falta de aire abrieron los ojos lentamente viéndose directo.

Verde y azul frente a frente. Como hasta si el mismo mundo haya sido creado por ellos y para ellos.

—Gracias, bebé —Jungkook sonríe tierno abrazando a su omega.

Sus lobos juraban ser como una brújula que prometía guiar a tierra al barco, marcando siempre el camino a casa e igual que la soga sostener el ancla sin importar las tormentas o el impetuoso mar.

Era como si su historia hubiera sido escrita desde los inicios del mundo, sin importar las eras ni el tiempo.

Porque el destino mismo los hizo destinados y valga el pleonasmo de la palabra.

Porque así lo eran.

El alfa se levantó, pero regresó abrazándolo de nuevo.

—Te veo luego amor.

—Hasta luego, te quiero... —Jimin abre los ojos expresando sorpresa por lo que había dicho. Se sentía tan natural, tan orgánico para decir por qué así lo sentía, estando con Jungkook fue fácil olvidar todo lo malo y con él era sumamente feliz.

El alfa se volteó sonriendo —Yo te quiero más —le abraza besándolo en la mejilla.

Jungkook suspira marcándolo con su olor, le regala otra sonrisa de esas que venían con esas lindas líneas en sus ojos y salió.

Jimin se sentía tan querido, pleno y feliz, por ahora todo marchaba bien en su vida.

Salió de la habitación para ir a la cocina, encontró a Jaesung en la sillita que Jungkook compró hace unos días, el pequeño comía pedacitos de hotcakes y banano con miel, cuando lo notó llegar, extendió su mano ofreciendo un poco a su mami.

—Gracias, cariño —acepta comiendo lo que Jaesung le regalaba, ajusta el mameluco sobre su ropa para que esta no se manchara—. Eres un amor Jin, gracias.

—No es necesario que lo menciones, creo que amo a tu bebé tanto como amo a mi bichito.

—Sé que tú también le agradas, es solo que aún no ha tomado la suficiente confianza.

—Lo sé cariño, hay que darle su espacio y tiempo y tú, ¿cómo te sientes ricitos?

—Muy bien, supongo que ahora estoy mejor que nunca —sonríe recibiendo otro pedacito de banano que Jaesung le ofrecía—. Gracias, bebé.

—Eso es todo cielo, estoy muy feliz por ti. Tu terapeuta me dice que vas muy bien.

—Lo sé, ahora puedo controlar mi ansiedad y miedo, ha sido difícil, pero ahora yo tengo el control de ellos y no ellos de mí.

Jin se acercó al cachorro limpiando sus regordetas mejillas, así como su mami lo hizo algunos momentos antes, Jaesung se quedó viéndole fijo. Jimin visualizó los arreglos que los alfas habían llevado adornando un mueble de madera que se encontraba en la sala. Su amigo siguió su vista para saber que tanto observaba.

—Espero no te moleste que lo pusiera en la sala, se veían muy lindos ahí —Jin comenta.

—No, claro que no, están muy bonitos, se ven bien, si soy sincero me sorprendí cuando vi que eran artificiales, parecen tan naturales.

—Esos alfas saben que estoy en contra de que regalen flores naturales, dime loco, pero siento feo que las corten para regalarlas, es mejor una maceta o artificiales, te van a durar mucho más y no formarás parte de los asesinatos florísticos.

—No lo había pensado de esa forma, tienes razón, es mejor así y te duran mucho más tiempo.

Era momento del baño para Jaesung, el cachorro estaba tan feliz que chapoteó mojando a su mami. Jimin cerró los ojos, su bebé con su cabeza cubierta con espuma se acerca acariciando su mejilla para saber si estaba bien —¿Mami?

Jimin deja salir una sonrisa que de inmediato tranquiliza a Jaesung y también sonríe, su vista se dirige a las burbujas que se formaron. Las toma feliz e intenta llevárselas a la boca, pero Jimin se lo impide —No, amor, te dolerá la pancita —pincha con cariño su piel y el cachorro emite una gran carcajada.

Luego de salir del baño va a preparar algo de papilla, Jaesung intenta comer solo, Jimin sabe que es bueno para su cachorro hacer ciertas cosas por sí mismo, pero después de no tenerlo por tanto tiempo le daba comida, se permitía alimentarlo.

—Abre la boquita, amor.

Jaesung sonríe y abre recibiendo lo que Jimin le daba, después de comer tomaba la cucharita y la enterraba en el puré para darle también a su mami.

✧✦✧

Los días avanzaban, Jungkook llevaba siempre algún regalo para continuar con su cortejo.

Jaesung se apegaba más a él, una tarde salieron un poco para hacer un picnic a petición de Jin, ya que el omega se había vuelto loco comprando muchos conjuntos de ropa para el pequeño alfa, y para su pequeño botón.

Habían invitado a Yoongi y Hoseok, pero les dijeron que saldrían a comer algo juntos.

Luego de compartir unos bocadillos que Jimin preparó, Yongsun le obsequió al cachorro un pequeño artefacto para hacer burbujas.

—Jae, tienes que soplar cachorro, hacia fuera saca el aire —Jungkook intentaba explicar cómo debía hacerlo.

Jaesung vestido con un overól de mezclilla que llegaba a sus rodillas, se encontraba sentado escuchando atento, Jin se volvió loco cuando lo vio vestido así, sus piernas rellenas formaban unos tiernos rollitos, una camisa y gorrito color verde que iban perfectamente a juego con un estampado de rana.

Jin y Yongsun aseguraron que la figura se parecía mucho a Jimin por lo tierno, lindo y es por eso que la habían comprado.

El pequeño emitió un pequeño gruñido cuando sopló y no salió ninguna burbuja, agitó sus pies, estaba un poco enojado por no poder hacerlo bien.

—Jae cariño, tranquilo, sigue intentando, ya te saldrá —Jimin lo acomoda mejor sentándolo sobre la manta donde se encontraban.

—Pequeño tienes que aprender a controlarte, no debes enojarte tan fácil, solo sigue intentando, ya lo lograrás —el alfa acarició su cabello peinándolo con sus dedos.

—Mmmmm —dijo señalando el burbujero.

—Burbujas cariño —corrigió el alfa—. ¿Listo Jae?

El pequeño rió mostrando sus dientes y aplaudiendo cuando Jungkook sopló algunas y el intentó atraparlas con sus manitas.

Yongsun estaba sobre una manta con lentes de sol y el cabello suelto, estaba muy concentrada en saber cómo funcionaba la caja que Jungkook le había regalado a Jaesung la otra noche, trataba de encajar las piezas en los agujeros correctos.

—¿Cómo es que le habla tan bien a Jungkook y mi no? —pregunta Jin sintiendo la brisa en su piel.

—Creo que eso es evidente, omega, los tres se pertenecen. El destino puede llegar a ser jodido, pero en otras ocasiones pasa eso —la alfa señaló a los tres.

—Así como tú, yo y nuestro bicho.

—Exacto.

Ahora Jimin descansaba con la cabeza recostada en las piernas de su amigo mientras este le acariciaba el rostro.

Cuando jugaron lo suficiente, Jungkook dio en marcha su plan, así que le pidió a Jaesung que le diera a Jimin una corona de flores que compró en una tienda el otro día.

Le guiñó el ojo a Jaesung para que empezara. La gran idea era hacer una inclinación a Jimin, y proclamarlo como su rey, pero Jaesung en su intento de hacer la reverencia, el pequeño se fue de boca cayendo directo al pasto.

Todos se apresuraron a levantarlo, pero Jaesung se les quedó viendo muy serio para después soltar una carcajada, Jungkook sacudió su ropa riendo —Jae eres tan tierno, cachorro —el pequeño aplaudió riendo.

Jungkook se dirige a Jimin —Bueno, la intención cuenta, mi rey le observa intenso —extiende la mano para que el omega la tomara.

—Gracias señor, es usted muy amable —sigue el juego.

—Te ves precioso —besó su mejilla colocando la corona en su cabeza—. Te ves bien con todo lo que usas.

—Te encanta exagerar —Jimin se ruboriza.

—No, esa es la verdad, con cabello recogido, suelto, feliz... eres simplemente hermoso —Jungkook le besa y Jimin se agacha para alzar a su bebé y este lo llena de besos.

Jin se recostó mientras Yongsun le hacía cosquillas y le hablaba al pequeño bulto que crecía en su estómago.

Y Jimin respiró profundo al ser abrazado por Jungkook y su cachorro, tan relajado por el ambiente tan tranquilo que había, sentía que en cualquier momento flotaría, al parecer la vida no era mala después de todo.

Luego de arreglar las mantas y bromear un poco, Jungkook preguntó a Jimin si permitía que Jaesung lo conociera como lobo, el omega no vio problema alguno. Así que el alfa se transformó a vista de todos y el pequeño quedó asombrado, pero fue rápidamente poniéndose delante de su mami, dispuesto a defenderlo.

Emitió un pequeño gruñido intentando intimidar al alfa, su ceño se frunció y vio mal al gran lobo blanco.

Jimin se acuclilló a su altura —Tranquilo amor, es Jungkook —besó su cabeza y permitió que su cachorro se acercara. Jaesung al sentir el olor del alfa, se relajó de inmediato y corrió pasando sus manitas por sus enormes patas. El lobo movió muy feliz su cola de un lado para otro.

El omega se sintió pleno viendo a su cachorro, reía al ver a Jungkook, el gran lobo huir de un Jaesung muy interesado en atrapar su cola.

El pequeño corría intentando alcanzarlo y cuando lo hacía este caía al piso y el pequeño se recostaba a su lado sobando su suave pelaje.

En un punto Jaesung se puso de pie de nuevo, frunce el ceño —Jaeee... —gruñó el cachorro en un tono agudo y fuerte, su rostro se vuelve rojo.

Jimin se acercó comprendiendo que su Jaesung intentaba de alguna manera convertirse en lobo igual.

Cuando Jungkook regresó a su forma humana, luego de que Yongsun lo cubriera con una manta, intentó explicarle cómo hacerlo, algún día lo lograría.

Después de un rato, Jungkook se acercó con su pequeño en brazos. Jaesung extendió sus manos para llegar y acurrucarse en el pecho de su mami, el alfa se sentó a su lado y Jimin recostó su cabeza sobre su hombro.

Jaesung interrumpió el momento —Mami...

—¿Si cariño? —Jimin responde, pero el pequeño observaba a Jungkook.

—Mami... —volvió a decir apuntando al alfa.

—Dime amor, ¿qué sucede?, ¿quieres ir con Jungkook? —pregunta besando sus manitas.

El pequeño negó con la cabeza, señaló a Jungkook con el dedo índice repitiendo: —Mami.

Yongsun y Jin se encontraban sentados frente a ellos, muy atentos viendo la escena.

—Jae cariño... —Jin le llamó y el pequeño dirigió su atención al omega—. Eso —dijo señalando a Jungkook—, es un papi y eso —señaló a Jimin—, es una mami —sonríe como cuando un niño hace una travesura y se cubre la boca.

Jimin se ruborizó y el alfa sonrió con gran ilusión. Jaesung los observó a ambos intercalando la mirada de uno a otro.

—¿Papi? —terminó de decir ladeando su cabeza y extendiendo sus brazos para que Jungkook lo cargara.

Jungkook sonrió en grande recibiendo a su cachorro en brazos, su garganta se apretó y acarició el rostro de Jaesung que buscaba su olor.

—Son las hormonas de Jin o tal vez una ramita o un tronco que se me metió a los ojos —mencionó el alfa con risas y los ojos cristalizados. Él sintió una gran conexión con Jaesung desde que lo vio. Sintió a su alfa aullar y este sentimiento de protección y amor profundo se alojó en su pecho.

Y Jaesung solo podía hacer la semejanza en su cabeza, Jungkook era como su mami, el alfa actuaba como una mami, lo abrazaba, mimaba, le daba de comer, lo protegía, así que supuso que podría ser una más para él, ya que en su vida nunca escuchó o tuvo el ejemplo de una figura paterna.

Jimin nunca le dijo nada sobre Dongwoo, nunca le mencionó que era su padre, pues no lo era y Solji solo hablaba más que de su mami.

El omega no pronunció palabra alguna, abrió la boca dejando salir el aire que contenía.

—Jimin, cariño lo siento —el alfa se disculpó—. No te molestes, sabes cómo es Jin.

—No me molesta, es solo qué bueno... ¿Tú no tienes problema con eso? —pregunta, inquieto.

—Claro que no, a decir verdad mi alfa lo sintió parte de nosotros, todo fue desde el primer instante que vimos a este pequeño —lo abraza un poco más fuerte.

Era muy extraño la forma en que el olor y los brazos de Jungkook relajaban tanto a Jaesung que se quedaba dormido casi de inmediato.

No era un secreto que el pequeño se haya encariñado tanto con Jungkook, el alfa era muy tierno y cariñoso con el cachorro, amoroso y paternal.

Y como dicen que solo necesitas un segundo para saber si alguien se convertirá en tu mundo. Ahí estaban ellos tres como prueba fehaciente.

Jaesung no necesitó más que eso para aceptar al alfa y darse a querer con él.

—Gracias, Kook, no me malinterpretes, es solo que ahora tengo la familia que nunca tuve y que todo esté pasando de esta manera es simplemente impresionante —Jimin menciona tirándose hacia atrás.

Jungkook se recostó junto a él posicionando a Jaesung en su pecho, Jimin tomó la mano de su bebé.

El omega suspira —Jungkook... —llama sujetándole la mano, apretándola un poco—. ¿Recuerdas que desde que te vi te dije que te sentí tan familiar?, ¿cómo si te conociera de toda la vida?

—Sí, lo recuerdo muy bien, amor, el sentimiento es mutuo cariño —sonríe y deja salir su aroma tan exquisito y relajante.

—Siento lo mismo, es como si llevara vidas conociéndote —Jimin sonríe.

—Me siento tan bien contigo, me siento tan bien a tu lado y junto a Jae, cuando estoy con ustedes estoy en casa, me siento feliz y en casa.

—Podría pasar la vida entera escuchándote decir eso, alfa —el omega cierra los ojos, el aroma de Jungkook y Jaesung se mezclan perfectamente con el suyo. Mañana lluviosa, leyendo un buen libro mientras se toma una taza con café.

—Me encanta que me digas así —Jungkook suspira.

—¿Que te diga alfa?

—Sí, omega, me encanta.

Jimin se acercó ladeando la cabeza buscando sus labios para poder besarlos, el alfa se sintió tan feliz que sonrió en medio del beso, contagiando al omega.

—Te quiero, cariño.

—Te quiero, alfa.

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