Capítulo 08.
Era de mañana, Jin y Jimin se encontraban tomando té en el jardín.
Jin sugirió tener un momento de tranquilidad para olvidar todo lo abrumante y centrarse en ellos mismos, Jimin ha progresado a su ritmo a pesar de sus tristezas y caídas anímicas, ha logrado superar y continuar.
Antes de que los alfas partieran de nuevo a las oficinas, Jungkook buscó a Jimin, pero este lo evadió. Esto desconcertó un poco a Jin quien se dio cuenta de la escena.
Fue un poco inusual porque al principio Jungkook parecía agradarle a Jimin, y ahora simplemente huía o se escondía de él.
Jin suspira —¿Jimin, te puedo hacer una pregunta?
—Si claro —responde viendo los árboles.
—Quisiera saber qué piensas de Jungkook, ¿te molesta de alguna forma? —bombardeó el omega, Jimin se atragantó con la bebida por la pregunta tan repentina de su amigo. Jin se acercó dando pequeñas palmadas en su espalda—. Lo siento, querido —sonríe con pesar.
—Es lindo y parece ser muy amable, es un alfa que causa mucha curiosidad, y creo que es buena persona —dice buscando algo para ayudar a su amigo a limpiar.
—Lo sé, es un poco intenso porque todo su linaje proviene de alfas puros, padres, abuelos, y no sé cuantas momias atrás —Jin sorbe de su té.
—¿Qué? —Jimin estaba tan sorprendido que tomó asiento en una de las sillas luego de limpiar.
—Oh, sí, ¿por qué crees que su alfa es el mejor rastreador? Además, debo recordarte que fue reclutado para convertirlo en unos de los mejores agentes, ha sido llamado a otros países para comandar misiones que han terminado siendo un total éxito. Jungkook es una gran persona y alfa.
—Vaya, eso sí que es sorprendente, él no parece de esos alfas raros —hace una mueca.
—¿Como los que te gruñen y te orinan encima para marcar territorio? No lo es —sonríe—. Yongsun también es pura, pero su crianza fue buena y no se aprovechan de eso; tuvieron un entrenamiento muy especial para llegar hasta donde están, además la Academia les enseñó a cómo pasar como un alfa común para tomar provecho en las misiones y desconcertar a los maleantes.
—Eso es sorprendente.
—Lo es, yo hubiera sido una máquina asesina Jimin, tenlo por seguro, pero mi amor por la psicología fue mayor —Jimin, asiente, estaba de acuerdo con su amigo.
—Eso es más que seguro, tú eres muy decidido y algo peculiar. Eres lo que muchos deseamos ser.
—Gracias, bebé, eres muy amable. Entonces... ¿No te incomoda Jungkook?
—No —niega con efusividad—. Él ha sido muy amable.
✧✦✧
Los días avanzaban, Jimin aún sentía mucha vergüenza ante Jungkook, el alfa se había portado tan bien con él, que hasta se sintió un poco especial. Pero Jimin sentía que no merecía nada de eso y además ¿cómo alguien como Jungkook se podía fijar en él? No dejaba de repetirse que el alfa solamente era amable y cordial.
Y no podía hacer nada para evitar esos tontos pensamientos, era imposible para él no ilusionarse, ya que el alfa le veía de una forma diferente a como lo hacían los demás.
Jungkook era tan inexplicablemente hermoso, atento, amable y él simplemente no era nadie.
Tenían momentos en donde habían compartido algunas palabras, acciones que dejaban a Jimin sin poder hablar, pequeñas miradas que compartían mientras cocinaban o se encontraban por el pasillo o jardín.
Entonces, cuando algo de aquel sentimiento de alegría llegaba a Jimin, recordaba que él no merecía la felicidad. Y se alejaba. Porque Jimin estaba condenado a sufrir y no tener eso que dejó que le arrebataran.
Por su parte, Jungkook pensaba que su presencia incomodaba a Jimin, en muchas ocasiones simplemente se alejaba o no respondía a sus preguntas, fue así que decidió ir a hablar con Yongsun para decirle lo que había en su cabeza.
Lo que menos deseaba era hacerle daño o perturbarlo con presencia y si eso significaba alejarse, entonces lo haría.
El alfa toca la puerta de la habitación de su hermana pidiendo permiso para pasar —Hola Yongsun, ¿tienes un minuto? —pregunta y la alfa deja el libro que estaba leyendo en el mueble junto a su cama.
—Por su puesto, pasa y toma asiento —ella sonríe cordial, pero su hermano se quedó parado frente a ella.
—Es algo que quiero preguntarte, pero no te burles Yongsun, esto me está preocupando demasiado y ya no sé qué hacer —advirtió, sabiendo lo ingrata que su hermana podía ser.
—¿Es algo relacionado con Jimin, verdad? —Yongsun indaga y el aroma de Jungkook se dispersa, pero la alfa no mencionó nada para no incomodarle.
—Sí, hay algo que no sé, creo que se siente incómodo con mi presencia aquí, siempre que entro donde está, se cohíbe y no quiero que por mi culpa él esté mal o se estanque o tenga una regresión en lo que ha avanzado. Por momentos parece estar bien, luego se congela y se retrae.
—No, Jungkook, no creo que sea lo que piensas —Yongsun niega, Jin le había comentado un poco sobre la actitud de Jimin frente al alfa.
—Entonces, ¿qué es? Es decir, contigo tiene una amistad muy linda y ni hablemos de Jin —se deja caer sobre la cama.
—Bueno conmigo, supongo que fue porque fui yo quien lo sacó de la habitación donde estaba encerrado, estuve a su lado en ese momento y con Jin es especial, pues al parecer él le ha contado muchas cosas que sufrió. También debes tomar en cuenta que Jin le otorga algunas terapias cuando Jimin lo desea.
—No lo sé, Sun, pero no quiero hacerlo sentir incómodo. He tenido la intención de preguntarle qué sucede, pero siento que lo haré sentir peor. Agradecería que tú hables con él y depende de lo que te informe, iré a mi casa, ya contraté un servicio de limpieza.
—No te preocupes Kook, te prometo que no es así, Jimin es tímido y ha sufrido mucho, solo sigue lo que has estado haciendo hasta ahora, pero para que estés tranquilo le preguntaré, ¿sí? —ella sonríe para calmarlo dejando salir su aroma, desde niños se cuidaban el uno al otro.
—Gracias, Yongsun, eres la mejor —Jungkook agradece, iniciaron una conversación sobre el caso y otras cosas referentes a los planes que se tenían. Se relajaron por unos momentos y pasado el rato ambos salieron de la habitación, Jungkook se dirigió al jardín al escuchar a Jin gritar su nombre para que le ayudara con algunas frutas.
La alfa encontró a Jimin en la cocina, se encontraba horneando algo que olía delicioso, fue una actividad que descubrió que le encantaba hacer después de cocinar con Jungkook.
—Hola, Jimin —ella saluda para no asustarlo.
—Hola, Yongsun —Jimin traga fuerte pensando que la incomodaría por estar tomando las cosas de su casa—. No te molestes, por favor. Solo estamos cocinando una tarta con Jin, fue por unos limones al jardín —habló temeroso.
—Perfecto, está bien, esta es tu casa —la alfa lo calmó sabiendo que el pobre pensaría que ella se enfadaría porque estaba haciendo algo indebido, al verlo más tranquilo continuó en tono cariñoso—. Está bien, Jimin, en serio no te preocupes... —frunce el ceño—. Espera, ¿desde cuándo hay limones en el jardín? ¿Sabes qué? No respondas, ese omega me volverá loca —vira los ojos con una gran sonrisa en el rostro.
—Jin tiene un sembradío muy hermoso, los frutales son de otro mundo, él ama mucho ese lugar, lo quiere con su vida —Yongsun se alegra, escucha el tono cariñoso con que Jimin se expresa de su omega.
—Lo sé, ¿puedes creer que el otro día lo escuché discutiendo con unas hormigas por querer comerse las hojas de sus plantas? —comenta recargando su mentón en una de sus manos, Jimin admiraba el amor con que Yongsun hablaba de su omega, sus ojos siempre brillaban.
—Jin es único, tienes tanta suerte de tenerlo. Ustedes tienen mucha suerte de tenerse el uno al otro.
—No sé qué sería de mí sin él, Jimin, ya verás que la vida te dará lo que mereces —sonríe al ver la triste expresión del ojiverde—. Solo espera y todo mejorará. Hablando de otros temas, ¿puedo hacerte una pregunta?
—Claro, dime —terminó de meter la bandeja en el horno y se giró para verla.
—Jungkook habló conmigo hace un momento, está preocupado por ti, él piensa que su presencia te incomoda, así que si es así, él puede irse a una casa que tiene cerca...
—¡No! —Jimin se disculpó de inmediato notando el semblante asombrado de la alfa por su exabrupto—. Perdón, lo siento, no fue mi intención hablarte así. Es decir, no, dile que no se preocupe, él no... él no me molesta para nada —terminó en un hilo de voz muy avergonzado.
—¿Estás seguro? Él viene aquí porque no le agrada vivir solo, desde que nuestros papás fallecieron hemos sido él y yo contra el mundo. Él hará lo mejor para ti, también le importas como a nosotros —sonríe con cariño—. Pero si te molesta, está dispuesto a irse a su casa. Él desea tu bienestar.
—Lo siento tanto, no sabía eso. Nunca fue mi intención que pensara ese tipo de cosas —Jimin suspira nervioso.
—Está bien, no te preocupes, eso fue hace mucho tiempo. No te sientas mal por nada, todos te apreciamos y añoramos verte bien. ¿Estás completamente seguro con lo de Jungkook?
—Sí, Yongsun, yo no tengo derecho a decidir quién se queda o no. Esta es tu casa, yo...
—No, no pienses de esa forma, lo que más deseamos es que tú estés bien y si no te molesta hablaré con Jungkook para que no siga preocupado. Gracias, Jimin, sabes que todos te apreciamos, ¿no es así?
—Yo también Yongsun, estaré en deuda con ustedes por siempre —la alfa sonríe y su olor sale demostrando su felicidad. Salieron abrazados de la cocina en busca de Jin. Yongsun atrajo a Jimin junto a ella para escoltarlo al jardín.
Esa era otra de las superaciones que Jimin logró, no temer al contacto físico. El omega terapeuta le dijo que era necesario para él, ciertos acercamientos para mejorar poco a poco. Jimin, en lo más profundo de su corazón, deseaba poder transmitir todos sus sentimientos en un toque, lo que no podía decirlo con sus labios, quería hacerlo saber en un abrazo. Y justo en eso estaría trabajando.
Al salir vieron al omega y al alfa juguetear con un balón, Jin tuvo la brillante idea de bajar las frutas lanzando la pelota. Terminaron jugando a pegarle con la cabeza sin botarla. El que perdía limpiaba la cocina.
Yongsun suspiró —Jungkook cuida mucho de Jin, es como si fuera un hermano mayor. Ambos aman jugar fútbol —ella simplemente adoraba la imagen delante de ella.
Escucharon cómo Jin pretendía rebotar el balón, y Jungkook decir que no, el omega no hizo caso y la lanzó con todas sus fuerzas, pegó tan fuerte que viró directo a su rostro.
Yongsun se preocupó, pero al escuchar la risa de ambos solo negó ante la situación, la felicidad no dejaba su rostro. Jimin solamente pudo sentir un poco de envidia al notar como Jin hacía reír a Jungkook. El alfa se aseguró que estuviera bien.
Se pusieron de pie y caminaron dentro de la casa, Jin tomó de la mano de Jimin en medio de risas mientras su amigo intentaba revisar su rostro por el golpe y Yongsun se quedó junto a Jungkook para comentarle lo que había dicho Jimin.
El alfa había sonreído acentuando las arrugas junto a sus ojos, se sentía feliz y aliviado, quizás algún día Jimin le tendría confianza.
Yoongi seguía visitando la casa de los Jeon-Kim, Jimin empezó a conversar un poco más con él de lo que él creía que podría ayudar.
Yoongi le agradaba, era muy atento y amable con él, en más de un par de ocasiones, hablaron sobre cosas que no fueran nada relacionadas con Dongwoo.
En alguna de sus charlas, Jimin se enteró del pequeño miedo que el alfa tenía por las cucharas y de las burlas que Jin le hacía por no poder tomar sopa. Además, le hizo gracia lo indignado que Jungkook estaba cuando dijo que le faltaba un riñón. Ambos alfas discutieron en broma por un largo rato.
Jimin, estaba sumamente agradecido, pues era el encargado principal de la búsqueda de Hoseok, estaba siguiendo algunas pistas uniendo información de las declaraciones.
✧✦✧
Jimin estaba un poco ansioso ese día, ya que visitará el consultorio.
Jimin tuvo un ataque de pánico antes de salir, era abrumadora y asfixiante, la sensación cruda y el hormigueo constante que parecía adormecer su cuerpo. Jin estuvo a su lado recordándole las técnicas de respiración y hablándole para que se sintiera seguro.
Jimin dentro de su cabeza repetía que todo estaba bien, que nada pasaría al salir mientras inhalaba y exhalaba aire, permitiendo que su pecho se liberara de la opresión. Recordó las palabras de Jin y también las de Jungkook —Respira, Jimin, tú puedes. Estás a salvo.
Jungkook parecía una fiera enjaulada, su alfa existía acercarse, tomarlo entre sus brazos y consolarlo hasta que se calmara.
Como no podía hacer eso, decidió hablar con el terapeuta de Jimin para saber cómo apoyarlo, el especialista le explicó que ante los cambios en su mayoría de ocasiones los ataques de pánico se presentan. Y que ante eso era bueno acompañarlo o estar cerca. El doctor Kim le explicó que ante los cambios podría presentarlos, pero que confiaba en que sabría manejarlos, que recordara que el miedo solo te paralizaba, pero tienes el poder y el control y que poco a poco lo iba a superar.
El alfa seguía cerca intentando ayudar, inconsciente dejó salir su aroma y eso pareció relajar a Jimin —Eso es todo, estás bien. Aquí estamos junto a ti —la voz de Jungkook era tan suave y relajante que su concentración estuvo en sus palabras, escuchando atentamente.
Poco a poco pensó que era hora de salir, disfrutar el mundo y no permitir que la sombra de Dongwoo lo atormentara, ya mucho le había quitado como para seguir permitiendo que lo controlara de esa forma. Todo esto gracias a las charlas que compartía con Jin y ahora a la ayuda del alfa.
Algunos momentos después, se sintió más tranquilo, el omega le sugirió quedarse en casa y salir en otra ocasión, pero Jimin se negó y se fue decidido a buscar ayuda profesional para seguir mejorando. Jungkook parecía estar feliz y orgulloso de él, Yongsun aseguró mandar algunos alfas para que fueran detrás de ellos custodiándolos.
Jin lo llevó al hospital, asegurándose de buscar las mejores atenciones para su amigo.
—Calma Jimin, todo estará bien —animó.
El ojiverde estaba nervioso cuando salió y subió al auto, respiró profundo, tratando de despejar sus pensamientos, cerró los ojos centrándose en aquel aroma de tierra mojada que percibía en su ropa y al cabo de un tiempo, Jin le avisó que llegaron a su destino. Bajaron y el omega le tendió la mano para guiarlo, el ambiente frío del hospital no ayudaba mucho. Jimin iba cohibido, sintiéndose pequeño y temeroso. El omega sujetó fuerte su mano para ayudarle.
La secretaria les dio la bienvenida, encaminándolos al consultorio de la doctora especialista.
Tocaron la puerta y la omega, dio la bienvenida pidiéndoles que tomen asiento en unas sillas frente a su escritorio.
Después que Jin compartiera unas palabras con una de las mejores especialistas en omegas de todo Seúl, ella habló.
—Muy bien muchachos, ¿qué puedo hacer por ustedes? —la doctora saluda cortés.
—Estamos muy agradecidos porque nos puedas atender Daebin, estamos aquí por mi amigo Jimin —Jin sonríe.
—Es un gusto Jimin, dime, ¿qué puedo hacer por ti?
Jimin le explicó todo a Daebin, ella le dio palabras de consuelo después que habló de lo que Dongwoo le había hecho, también le comentó lo extraño que siempre habían sido sus celos desde que se presentó como omega.
Lo sentó en una camilla para poder examinarlo, verificó su peso, revisó sus pulmones y todos los chequeos generales.
Daebin se acerca a Jimin quitándose los anteojos, le otorga una sonrisa para calmar su nerviosismo —La verdad es que tu omega al estar bajo un gran estrés después de haber sufrido una pérdida, tristezas, abuso y todas esas emociones, simplemente colapsó, es extraño lo que estoy a punto de decirte, pero si eso no hubiera pasado, posiblemente ya habrías muerto.
—¿Crees que podamos hacer algo para ayudar al omega de Jimin? —Jin pregunta nervioso.
—Hay algunas cosas que pueden hacer, cosas simples, como que tenga una alimentación adecuada, aún está muy debajo de peso. Que salga a caminar y se relaje, que esté tranquilo, que se conecte con sus pensamientos y la naturaleza —la omega habló, anotando algunas cosas en una libreta.
—¿Alguna otra cosa?, perdona si soy muy insistente, pero quiero que Jimin esté bien —Jin tantea.
—Sí, hay algo, pero todo eso depende de él —señaló al pobre chico.
—¿Y qué es eso? —pregunta Jimin con algo de vergüenza.
—Que te acerques a un alfa, es increíble, pero el olor y la protección de uno podría llamar la atención de tu omega para hacerlo despertar. Nunca has estado bajo la calidez de un buen alfa y eso te ayudaría mucho.
—P-Pero yo ya estoy cerca de Yongsun, Yoongi y... Jungkook —terminó con un poco de rubor en sus mejillas.
—Entiendo, pero me refiero a que tiene que ser uno que pueda marcarte con tu olor, te abrace y mime, puede ser alguien de tu familia o un amigo, no estoy diciendo que te emparejes, solo es por tu bien, nunca has estado cerca de un alfa por lo que sé y cuando al fin hubo uno este solo abusó de ti. Necesitas soporte lobuno y humano.
Jin toma la palabra —Entiendo, es decir, que el omega de Jimin nunca ha conocido la protección de un verdadero alfa, nunca ha sido marcado con el olor de uno, agregado a todo el abuso que padeció, simplemente el omega cayó en letargo.
—Así es, si haces eso Jimin, podría ser que tu omega regrese de nuevo.
—¿Y si no viene y si ya no quiere regresar de nuevo? —Jimin cuestionó preocupado.
—Eso solo el tiempo lo dirá, debes tener paciencia e intentar hacer lo que te dije por ahora. No pierdes nada con hacerlo —le otorga una sonrisa.
—Está bien doctora, gracias.
—No se preocupen, para mí es un placer poder atenderles —les sonrió cálida.
Ambos se despidieron de la doctora saliendo del consultorio para ir a casa.
—Estoy muy orgulloso de ti, Jimin y tú también deberías estarlo, ¡lograste salir! —Jin lo abrazó con mucho sentimiento.
—No es gran cosa —apenado bajó el rostro.
—Claro que lo es, es una gran, pero gran cosa. Saliste de casa, querido.
Jimin pensaba en todo lo que la doctora mencionó sobre el alfa y el único que había pasado por su mente había sido Jungkook. Se sintió un poco avergonzado, pero simplemente ese alfa le ayudaba mucho, se sentía bien con él. Suspiró ansioso, ¿qué debía hacer?
Jin condujo de regreso a casa con un Jimin muy pensativo a su lado y él creía saber la razón.
Prendió la radio y al cabo de algún rato empezó a cantar dramáticamente una canción como si lo hubiera sido abandonado por Yongsun, así era Jin, era perfecto y él estaba tan feliz de ver como Jimin sonreía un poco más.
Jin pensaba en la forma de abordar el tema del alfa, Daebin había dicho que realmente era necesario buscar el calor de un alfa, la cabeza le empezaba a doler, sabía perfectamente que Jimin no deseaba decir nada sobre ser un omega, mucho menos lo de su cachorro.
Así que ideó este plan en su mente, la otra vez Jimin le pidió que le dejara ayudar en casa, simplemente les pondría a los dos como equipo a realizar una que otra cosa, como seguir dejando que hicieran la comida o ayudar con su jardín.
No podía solo tomarlos y meterlos dentro de una de esas camisas de amistad, o dejarlos encerrados en una habitación, por supuesto que no.
Llegaron a casa, Yongsun recibió con los brazos abiertos a Jin, dándole muchos besos por todo el rostro.
—Basta alfa, gastas mi belleza.
—Te gusta que haga eso —acusó feliz.
—Lo sé, solo debías responder que mi belleza nunca se irá.
Jimin se dirigió a la cocina en busca de un poco de agua, seguía pensativo y preocupado, cuando entró encontró a Jungkook sentado en un banco frente al desayunador.
El alfa le sonrió, dejando ver las arrugas al costado de sus ojos, sintió la necesidad de posar su mano en su mejilla y poder acariciarlo hasta que se fuera el cansancio que su rostro mostraba.
—Hola —saludó.
—Hola, Jimin, ¿cómo les ha ido?
—Todo bien, gracias, ¿y a ustedes?
—Estresante para ser sincero, pero bien, he preparado la cena para nosotros, Jin y Yongsun tienen una cita.
—¿Nosotros...? Es decir, tú y yo solos... ¿Cena para mí?
—Sí, para ti —sonriendo de lado, señaló la comida—. Si no te gusta lo que hice puedo preparar otra cosa, como algo de fruta.
—No, está bien, eres muy amable —se muerde el labio algo nervioso.
El lobo de Jungkook dio vueltas muy feliz por la pequeña conversación que mantuvo con el omega. Su lado humano dejó de pelear sobre ese tema, solo calló y dejó que su alfa fuera feliz.
Jungkook fue por la comida, pero al regreso, se quedó parado, preocupado por cómo estaría Jimin al estar un poco a solas junto a él.
—Mmm, Jimin, ¿te molestaría si me siento contigo a comer o prefieres que me vaya a la sala?
—No me molesta tu compañía, déjame ayudarte —agradecido por lo atento que era, se acercó para apoyarlo.
—Bien, tú sirve el té mientras yo llevo esto hasta la mesa —el alfa propone y Jimin asiente.
Al terminar se sentaron uno frente al otro comiendo todo en silencio, Jungkook recibió un mensaje de Jin pidiéndole de favor que se asegurara que Jimin comiera, el alfa estaba gustoso de eso.
—¿Cómo te has sentido? —preguntó luego de un momento de silencio.
—Bien, supongo —intenta no lucir apenado ni nervioso ante su presencia, pero Jimin agradecía percibir el aroma de Jungkook.
—Me alegra escuchar eso, Jin y Yongsun me han dicho lo felices que están por cómo has avanzado.
—Me han ayudado tanto, no sé qué haría sin ellos.
—Ellos están tan felices, Jin te considera como su hermano y Yongsun el hermano de su omega.
Jimin mastica lento y se queda viendo fijo a su plato —En ocasiones siento que soy una carga.
—No digas eso, cariño, no eres ninguna carga, sé que sabes que cuentas con ellos, pero yo personalmente quiero decirte que tienes todo mi apoyo.
Jimin se quedó pensando en que Jungkook le llamó "cariño", era insignificante, pero quiso haber sonreído por escucharlo de los labios del alfa.
—¿Cariño? —repitió ilusionado y con rubor en sus mejillas.
—Jimin, perdona... ¿te molesté? —carraspeó apenado de hacerlo sentir mal o incómodo, pero su lobo le insistía en seguir llamándole así. Al ver que no hubo respuesta o reacción se preocupó—. Jimin, ¿estás bien? —pregunta observándolo fijamente.
El mencionado salió del trance, carraspea, parpadeando y suspirando. Intenta acomodarse en la silla para decirle que le gustaba que le llamara "cariño" y por accidente tiró su taza con té.
Jungkook se levantó abruptamente preocupado de que Jimin se haya herido o quemado, llegó rápidamente a su lado, el ojiverde se asustó tanto por el arrebato del alfa que se encogió en su lugar pidiendo disculpas.
—Lo siento, por favor, disculpa, lo siento, no fue mi intención, discúlpame, prometo que no pasará de nuevo —su cuerpo temblaba—. Yo, yo limpiaré todo...
A Jungkook se le partió el alma ver esa escena —Jimin, tranquilízate, todo está bien, no ha pasado nada, fue un accidente, no es tu culpa, no temas.
Pero Jimin tenía las manos sobre su rostro, en modo defensivo se encorvó hacia delante, y fue en ese preciso momento donde Jungkook entendió que así se defendía cuando aquel maldito lo golpeaba.
Ya tendría la oportunidad de arreglar todo con esa burla de alfa, silenció sus retorcidos pensamientos que su lobo estaba provocando.
Tomó el control de la situación liberando feromonas para que Jimin se tranquilizara, tenía miedo de la reacción del lindo "beta" que su instinto reclamaba y reclamaba como su omega.
—Estás a salvo Jimin, no temas... —susurró con voz pasible. Jungkook se acercaba lentamente—. Respira conmigo, cariño, tú puedes. Estás junto a mí, todo está bien.
Para su sorpresa, la respiración de Jimin se fue normalizando lentamente y con sumo cuidado se acercó, tomando suavemente sus manos para que dejara de hacerse daño, le sonrió con una mirada comprensiva.
—Hola, ¿puedo? —pregunta intentando sujetar sus manos.
—Sí —Jimin desvía la mirada intentando ocultar su sonrojo.
—Gracias por confiar en mí.
—Lo siento, yo no quería...
—Jimin, no tengas miedo. Nunca sería capaz de hacerte daño, tranquilo, no ha pasado nada, todo está bien —le sonríe de nuevo dejando salir más de su aroma.
Jimin se sentía como en las nubes, dejó que el olor del alfa lo envolviera, sintiendo cómo la calma calaba en su ser.
¿Cómo era posible que alguien sea capaz de calmar tus tormentas con tan solo unas palabras? Palabras que para Jimin eran como una llovizna arrulladora, simplemente el olor de Jungkook lo calmaba, era como despertar en una mañana lluviosa y percibir el calmante aroma de la tierra mojada. Amaba ese olor.
—Perdóname, es solo que yo... —se encoge en su lugar.
—Ya, no te preocupes, está bien, no tienes que pedir perdón por nada —Jungkook daba leves caricias en sus manos.
—Estoy trabajando en algunas cosas, no quise preocuparte —parpadea apenado.
Jungkook moría por abrazarlo, pero el temor de asustarlo era peor, solo se limitó a hablarle para que ese episodio de ansiedad y miedo pasara lo más pronto posible.
Se sintió orgulloso de sí mismo al notar que Jimin dejó que se acercara a él confiando en su alfa. ¡Él tomó sus manos!
Un rato después, cuando todo había pasado, Jungkook sirvió más té para Jimin, el pobre en medio del susto no se fijó en los rasguños que hizo en su brazo, Jungkook fue por un botiquín y con cuidado curó las pequeñas heridas para después poner una pomada.
Avergonzado de sus marcas, quiso esconder sus brazos, pero el alfa con un suave agarre no se lo permitió.
—No te avergüences, poco a poco todo irá pasando, los malos recuerdos quedarán atrás.
Jimin admiró el perfecto perfil del alfa, el toque de Jungkook en su piel se sentía tan bien que de pronto sintió la necesidad de acercarse y sentir su calor, cerrar los ojos y quedarse por un largo rato junto a él.
—Ya casi termino —la voz de Jungkook hizo que apartara la mirada.
—Gracias, Jungkook.
—No es nada, es un gusto.
El alfa le ayudó a sentarse nuevamente en la mesa, cuando terminaron de comer, Jungkook tomó los platos de la mesa y Jimin corrió para lavarlos, el ojiazul se encargó de limpiar, ordenar y guardar cada cosa en su lugar.
Jimin tallaba todo siendo muy meticuloso al trabajar, se movía de un lado a otro como si alguien estuviera tomándole el tiempo para terminar.
—Listo —dijo orgulloso.
—Cariño, no es necesario que talles tanto, te puedes lastimar —Jungkook tomó sus manos para examinar que no dañó ninguna de sus heridas.
—Si lo sé, es algo que me quedó, no puedo evitarlo, perdona y no duele, no te preocupes —habla nervioso por escuchar ese apodo cariñoso.
—Recuerda que no debes disculparte por todo lo que hagas, la próxima vez tómalo con calma, ya no estás ahí y nunca más vas a regresar.
—Gracias, Jungkook.
—Bien, ¿qué te parece si vemos una película?
Jimin lo pensó por unos momentos, el estar cerca del alfa le ponía algo nervioso, pero la idea de tenerlo tan cerca le gustaba —Me gustaría —finalmente contestó.
Jungkook se encargó de preparar todo, cuando ya estuvo listo se sentaron en el gran sofá de la sala, Jimin se acomodó en uno de dos divisiones mientras el alfa estaba en el más grande, media hora después el ojiverde estaba dormido entre los cojines y Jungkook veía embobado sus facciones.
La puerta de la sala se abrió dejando ver a Yongsun y Jin.
—Hola, chicos —saludó e hizo una seña para que no hablaran tan fuerte.
—Bien hermanito, todo estuvo muy bien —susurró Yongsun.
—Cuñadito, tienes que ir a ese lugar es de ensueño, todo habría estado más que perfecto si yo no me hubiera topado con el mesero con una charola de comida —el omega rió bajito.
Rieron un poco cuando Jin contó la historia de cómo había pasado todo, aún tenía la ropa manchada con restos de comida.
—¿Cómo te fue con Jimin, estuvo bien?
—Sí, está dormido en el sillón, tuvo un pequeño episodio pero se calmó.
—Espera. ¿Qué sucedió? Jungkook, ¿por qué no me llamaste?, ¿por eso está dormido? Jimin siempre suele tener uno de esos episodios y llora mucho, luego duerme profundamente.
—Supongo que sí, entonces, tiró un poco de té y pensó que yo le haría daño cuando me acerqué para ayudarlo.
—No te preocupes, ni te sientas mal por eso, ha tenido ese tipo de episodios, no fue tu culpa.
—Lo sé, pero no puedo evitar sentirme mal —habla sin quitarle la vista de encima.
—Ya alfa tonto, mejor ayúdame a llevarlo a su habitación, ¿o prefieres que le diga a Yongsun?
—¡No! —carraspea al darse cuenta de su escándalo—. Es decir, no, Yongsun puede estar cansada.
—Si claro —el omega se burla.
—Mejor dime cómo lo llevo y deja de verme así.
—Ya, pero no te enojes, le intentaré despertar y si no pasa me ayudas a cargarlo.
Jin se sentó en el sillón pasando una mano por un par de rizos de Jimin, le acarició el rostro hasta posar su mano en el hombro del bello durmiente.
—Jimin, amor despierta, tienes que ir a la cama —Jimin se removió, abriendo lentamente los ojos.
—Hola Jin, llegaste —habla adormilado.
—Si amor, ven que tienes que ir a dormir a tu habitación —Jimin se levantó del sillón siendo ayudado y escoltado por Jin, Jungkook iba detrás de ellos cuidando que no pasara nada en el pasillo, batallando con su alfa, pues este le exigía llevarlo en sus brazos. Jimin se acostó para ser arropado por su amigo, recibiendo un beso del omega en la frente.
—Gracias por todo.
—Descansa cariño.
Jungkook agradecía el cariño que Jin tenía con Jimin, era tan bueno y protector con él, sentía un poco de celos al no poder hacer todo eso, esperaba con todo su ser, que algún día el omega pudiera permitirle demostrárselo.
✧✦✧
Cerca de la casa de Jeon-Kim, una camioneta Range Rover se encontraba estacionada. La asquerosa sonrisa de un alfa con un brillante en uno de sus dientes destelló en los retrovisores.
—Señor, encontré al maldito —informa por celular, su sonrisa se ensancha.
—Bien, ya sabes lo que debes hacer.
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