El día siguiente fue tranquilo, Mikaela y Yuuichirou se sentían bastante relajados después de verse y descubrir paz en el otro, claro que tenían cosas de las que hablar, pero por el momento, pasar unas horas juntos había sido más que suficiente; estaban dichosos de tenerse mutuamente y empezar la bonita aventura de una relación.
Incluso a Yuu no le molestó que Kimizuki no lo recogiera porque iría por Yoichi, estaba muy animado y de buen humor, así que caminó a la universidad mientras tarareaba una canción que iba oyendo en sus auriculares; todo estaba saliendo muy bien. Hasta que un auto se detuvo en frente suyo en un cruce peatonal que estaba en rojo.
La ventana polarizada del piloto de aquel coche se bajó y dejó ver a un hombre de tez pálida, de cabellera oscura y vibrantes ojos rojos; su expresión era demandante. Dijo algo, pero Yuu no le escuchó, y de hecho, quiso ignorarlo, mas este abrió la puerta y antes de que pudiese alejarse, le quitó los auriculares de los oídos casi salvajemente.
—Tú eres Yuuichirou Ichinose, ¿no es así? —gruñó el desconocido, sosteniendo el delgado cable en sus manos.
—¿Quién pregunta? —contraatacó desconfiado, solo quería alejarse y llegar a la universidad para ver a Mika.
—El presidente de Japón —le respondió con simpleza, devolviéndole sus audífonos—. Acompáñame.
—¿Qué? No tengo tiempo, voy a otro lado —se excusó algo ansioso. ¿El presidente? Ese era el padre se su novio, el mismo padre que lo echó de su casa y al que le había confesado su relación y su sexualidad; sí, no quería ir.
—No estoy preguntándote si quieres —aseguró relado—. Si no vienes por tu voluntad, tendré que llevarte a la fuerza, es tu decisión.
Definitivamente no quería ser golpeado, y tampoco quería ganarse algún problema, así que suspiró resignado y dio la vuelta al auto para subirse al asiento de copiloto.
Fue llevado a la misma mansión en la que Mikaela había descubierto su verdadero nombre, en donde hicieron el amor y en donde empezaron su relación; fue guiado a través de los pasillos hacia un cuarto en específico y dejado solo frente a un imponente y serio hombre de rubios cabellos y llameantes ojos rojos.
—Siéntate —le ordenó con su áspera voz.
Obedeciendo, pese a sus crecientes nervios, el azabache avanzó hasta estar frente al escritorio donde el presidente estaba apoyando sus codos y se sentó en la silla que había ahí; recibió el odio de la mirada despiadada de aquel sujeto que en los medios parecía tan amable.
—Así que tú eres el mocoso que ha estado arruinando mis planes —empezó él—. Ese malagradecido bastardo no quiere casarse por ti, ¿me equivoco?
—¿Perdón?
—Que tú eres un obstáculo, a eso me refiero —expresó—. Y necesito sacarte del camino, ¿comprendes?
—Geagles-sama, yo no soy la razón de nada, por favor deje de sacar conclusiones —se quejó suspirando, en un intento por estar calmado—. Mikaela no quiere casarse porque así es su deseo, yo solo soy su pareja actual, no teng...
—Cierra la boca, asqueroso —ordenó; asustado, Yuu le hizo caso inmediatamente—. Tú no eres la pareja de nadie, ¿entiendes? Tú eres su jueguito para hacerme enojar y tratar de desafiarme, no significas nada.
Urd ardía en ira, tenía ganas de golpear al chico sentado a pocos centímetros de su persona, pero sabía que eso no solucionaría nada; primero tenía que sacarlo del camino, y asesinarlo no era una opción, pues también sabía que los ojos de los demás políticos se posarían en su persona, ya que su actitud reciente dejaba mucho que pensar. Y claramente sería señalado y eso afectaría su imagen y posición social.
—Mira, niño, quiero que te alejes de mi hijo —espetó sobando el puente de su nariz, estresado—. Es importante que vayas y termines tu lo-que-sea que tengas con él.
—¿Por qué debería hacer eso, Geagles-sama?
Siendo honesto, Yuu estaba aterrado, pero era el primer obstáculo de los muchos que le esperaban, así que debía mantenerse fuerte y no dudar de sus sentimientos, que serían los que lo ayudarían a sobrellevar todo lo que sucediese. Por su parte, Urd abrió los ojos con sorpresa, no esperaba que alguien normal estuviese tan calmado y hasta desafiante en esa situación.
Y es que vamos, estaba en una mansión bastante alejada de la ciudad, sin muchas maneras de pedir auxilio más que su teléfono, que fácilmente podría ser removido y destruido; literalmente podría matarlo en ese instante y nadie iría a rescatarlo. Pero no lo haría, no era el momento.
—¿Acaso estás intentando retarme o algo por el estilo, Yuuichirou Ichinose-kun? —atacó levantándose de su silla y rodeando el escritorio hasta estar junto a él.
—No, señor, pero tampoco pienso obedecer su petición —sinceró apretando los puños y mirándole fijamente a los ojos; sentía un retorcijón en su panza por los nervios—. Mika es mi novio, nosotros nos amamos y nos prometimos que estaríamos juntos, así que hasta que él mismo no me pida que terminemos, no voy a dudar en esforzarme por mantener nuestra relación. No me importa si usted lo acepta o no.
Seguido, Yuu se levantó de la silla y se dirigió a la puerta caminando aparentemente de forma tranquila.
—Que tenga buen día, Geagles-sama —le deseó y finalmente salió de la habitación.
Anonadado ante tal demostración de valentía, Urd se quedó pasmado unos segundos y luego de recobrar el sentido unos instantes después, la ira lo inundó y comenzó a golpear y romper todo lo que estuviese a su alcance.
Apenas cruzó el umbral de la puerta, el pobre y asustado ojiesmeralda salió corriendo tan lejos como le fuese posible; casi le daba un ataque cardíaco luego de tan tremendo esfuerzo por no morir del susto ante tan imponente y severa persona que era su suegro.
Una vez estuvo bastante lejos, llamó un taxi y aunque la tarifa fue alta por la distancia, pudo llegar a salvo a la universidad; casi dos horas tarde, claro. Pero al menos estaba bien, no había muerto en la travesía ni menos en su enfrentamiento cara a cara con el mayor obstáculo para su relación.
Ahora debía buscar a Mika para hablar con él sobre ello, por muy doloroso que fuese, o por muy molesto se pudiese sentir; debía ser honesto con él.
Yuu nos demostró su carácter y valentía, lo cual me enorgullece mucho :'3
Espero les haya gustado el cap uwu
Por cierto, preparen los corazones bebés, estamos cerca del final osi
Bye!
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