—Shiho, te juro que no sabía que él estudiaba en la misma universidad, es decir, ¿quién se fija en eso? —parloteó Yuu mientras masticaba un trozo de su sándwich estando en la cafetería.

—¿Y qué pasa? —suspiró el pelirrosa bebiendo de su batido de mora—. Digo, él no te reconoció.

—¡Ese es el punto! ¡imagina que sí me reconoce! ¡¿qué habría pasado luego?! —chilló nervioso.

—Posiblemente te habría invitado a una cita, como una persona normal —opinó cerrando los ojos—. O quizás fingiría no conocerte, yo qué sé.

—Te odio —renegó rodando los ojos—. Eres un horrible confidente y consejero.

—No olvides que es gracias a mí que bailaste con él en primer lugar —le recordó altivo el poste.

—Muérete.

—H-Hola... —saludó una voz tímida junto a ellos; ambos giraron a ver al dueño de aquel sonido y encontraron a un castaño sonrojado que sostenía sus libros con una mano y en la otra tenía un sándwich entero.

—Yoichi, siéntate —pidió Kimizuki sonriendo suavemente.

Una sonrisa divertida se formó en la cara del azabache al mismo tiempo que el chico castaño se sentaba junto a su mejor amigo; así que ese era el que había besado al de lentes cuando el muy hijo de su madrecita santa que en paz descanse no lo llevó a su casa.

—Hola, mi nombre es Yuuichirou —se presentó amigablemente el moreno mientras estiraba su mano y miraba al pelirrosa—. El insensible este es mi mejor amigo.

—Y-Yoichi Saotome... —respondió el ojioliva tras poner sus libros en la mesa, tendiéndole su mano.

—¿Y cómo conociste a Shiho? ¿algún amigo en común? —inquirió el ojiesmeralda sonriendo, esta vez, de manera fingida a la par que ponía los codos en la mesa y su rostro en sus manos.

—L-Lo conocí en su trabajo...

—¿En su trabajo? ¿cuál era su trabajo? No recuerdo —rió Yuu fingidamente.

—E-Es un barman... —contestó nervioso el castaño.

—¡Un barman! —exclamó risueño—. ¿Un barman es suficiente para ti, Saotome-san? —preguntó mirándolo derechito a los ojos, con seriedad.

A decir verdad, el apellido Saotome era uno de los más importantes en todo Japón, porque eran los dueños de múltiples empresas, y aunque en principio, Yuu quiso ser amable, en cuanto oyó el apellido del castaño que ahora se veía muy tímido, no tardó en ponerse en guardia; es decir, ¿qué quería un chico adinerado con uno que conoció en una discoteca, y más, como barman?

Bueno, replanteando la situación, era parecida a la suya, pero la diferencia radicaba en que él conocía la "verdadera identidad" del pelirrosa y eso podría ser peligroso si ese ojioliva solo quería lastimar a su amigo.

—Yuu, detente —pidió el de lentes de manera calmada; el aludido le miró—. Yoichi y yo solo somos amigos.

—Bueno, si para el querido bocchan no es muy desacertado ser amigo de un barman, por mí no hay problema —suspiró el azabache tomando sus cosas y poniéndose de pie—. Nos vemos luego, Shiho, Saotome-san.

Cuando Yuu se alejó, Kimizuki se guardó una sonrisa burlesca para sí mismo porque sabía que su mejor amigo iba a reaccionar así en cuanto oyera el apellido del castaño.

—N-No creo que yo le agrade mucho, ¿verdad? —mencionó Yoichi rascándose ligeramente la mejilla.

—Solo dime qué quieres que te explique —sonrió el pelirrosa refiriéndose a los libros que cargaba el más bajo.

—Eres rápido, Yoichi —se burló alguien; ambos chicos que estaban sentados giraron a ver a Rene, el cual miraba sin expresión alguna a su ex.

—R-Rene-san, hola... —susurró el castaño bajando la mirada.

—¿Es tu nuevo objetivo? —cuestionó el ojeroso llevando sus manos a sus bolsillos.

El más bajo se quedó callado, pues la verdad, no sabía qué decir ni con qué cara disculparse por haber besado a otro mientras tenía una relación con el ojirubí ahí presente.

—No sé qué sucede entre ustedes, pero Yoichi y yo solo somos amigos —aclaró Pinky pie frunciendo el ceño.

El azabache enarcó una ceja ligeramente divertido y le tendió su mano al poste mientras se presentaba ante él.

—Shiho Kimizuki —contestó de vuelta el de lentes.

—¿Kimizuki? Nunca oí ese apellido, ¿de qué empresa es dueña tu familia? —indagó el ojeroso.

—R-Rene-san, por favor déjanos solos, q-quiero estudiar algunas cosas... —comentó el ojioliva al ver el ceño fruncido del que estaba sentado a su lado.

Rene esbozó una sonrisa de lada y se fue sin decir más, como si supiera que su comentario causó un silencio incómodo y prolongado entre los dos chicos.

Ahora Kimizuki se replanteaba lo que Yuu había dicho sobre los diferentes niveles sociales, y entendía un poco la preocupación de su amigo, pues en ese momento sentía todo el término "clase media" pegarle con fuerza y derrumbar cualquier tipo de esperanza de tener algo bonito con el castaño sentado a su lado.

—N-No prestes mucha atención a lo que te dijo —recomendó el más bajo de manera amable—. C-Creo que solo está enojado conmigo.

Kimizuki asintió serenándose un poco, y mientras tanto, Rene avanzó hasta donde estaban Lacus y Mika riéndose a lo idiota por un vídeo de comedia que estaban mirando atentamente en el teléfono del primero.

—Hey, Lacus —saludó el ojeroso.

El aludido le dio una mirada rápida y luego regresó su vista al aparato, después captó que era su crush el que estaba ahí parado y pausó rápidamente el vídeo.

—H-Hey, Rene, ¿qué tal? —sonrió algo nervioso.

—No me quejo —espetó—. Pero vine contigo porque quería preguntarte si quisieras ir al cine conmigo.

—Sí.

El rubio le dio un codazo a su amigo a la par que lo regañaba mentalmente por responder tan rápido y sin dudarlo ni un segundo.

—Genial, entonces te escribo luego —se despidió el ojirubí.

Los ojitos del pelipúrpura brillaron emocionados, y sonriendo ampliamente se giró a ver a su mejor amigo, el cual le observaba enojado.

—Eres un idiota —le dijo el ojizafiro.

//♥//♥//♥//♥//

Me encanta que entre ellos se protejan así, es como la amistad que deseo tener ahre xD

Espero les haya gustado :'3

Bye!