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─ Cariño, nunca antes hemos tenido una discusión por otra persona, ¿vamos a empezar ahora? ─ habló Kenta para defenderse sin llegar a levantar la voz.
─ Nunca antes hubo un Taehyung que buscará siempre estar cerca de ti o que te mirara ansioso por devorarte, he notado cada gesto, no he dicho nada porque confío en ti, pero ya no puedo más... ─ reprochó Hyungsik, empezando a sentir la frustración de la situación pero sin llegar a gritar.
─ Sabes que yo te respeto y eso no va a cambiar, yo estoy aquí contigo y no allá con él, ¿comprendes eso? ─ preguntó tomando las manos de su esposo ─ no me ha importado nada más que estar aquí, mírame, yo sigo aquí, cariño... ─ dijo finalmente Kenta.
─ Amor, lo sé, pero me da mucho miedo perderte frente a alguien contra quien no puedo luchar porque tiene todo a su favor, tiene el mundo en sus manos y puede manejar a las personas a su antojo, como le dé la gana ─ replicó de nuevo el señor Park entrando en un poco de desesperación.
─ Cariño, escúchame, primero que nada no es una competencia, yo no soy un trofeo y segundo no juzgues a un libro por la portada, sí así es como piensas de Kim déjame decirte que estás muy equivocado. Estos días en los que estuve hablando con él lo conocí un poco más, pero eso no significa que te voy a dejar, ahora vamos a la sala a ver una película, ¿te parece? ─ agregó Kenta tratando de calmar la situación.
Hyungsik puso atención a todo lo que ella dijo, entendió que le corrigiera el detalle de que el señor Kim no era un hombre caprichoso pero hubo algo que anhelaba escuchar y no lo dijo, su esposa en ningún momento dijo que lo amaba, ¿era acaso que ella ya no lo amaba?, era algo tan extraño porque de alguna manera siempre imaginó un futuro con ella, pero ahora no había besos ni esas provocaciones que siempre tenían, como si la pasión se hubiera ido pero ella se veía feliz con él y eso dolía. La noche pasó y al final los esposos se fueron a la cama, compartieron el lecho nupcial pero sin consumar el matrimonio desde hacía ya varios días, algo que Kenta ni siquiera había notado porque realmente no era algo importante para ella, no se sentía motivada.
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─ Tienes que tener claro que la señora Park ha sido muy clara contigo, Taehyung, por lo mismo quizá sea bueno que salgas unos días de la ciudad, después de esclarecer la muerte de tu padre podrías viajar a Busan donde abrirás la próxima sede y que según sé, no tiene gerencia tendrás que dirigir mientras contratas a alguien ─ terminó de hablar el psicólogo Min.
─ Lo he pensado mucho últimamente, siento que estoy cayendo en depresión y eso solo me hará más daño del que ya tengo, del que he tenido toda mi vida... ─ suspiró dejándose caer sobre su sillón ejecutivo con frustración.
─ Nuestro tiempo de hoy ya terminó, te veré la próxima semana porque en vista de este problema creo que será mejor estar pendiente de ti, ahora me retiro y te dejo trabajar ─ dijo Yoongi tomando sus cosas para salir de aquella oficina. Al salir el doctor Min pudo ver en la sala de espera de la oficina a un joven alto y fornido, con un portafolio parecía haber citado a esa oficina, le causó intriga pero no era algo de su competencia.
─ Joven Kim, puede pasar, el señor lo está esperando ─ informó Jisoo al recién llegado.
─ Gracias ─ respondió y se puso en pie. Tocó la puerta y al escuchar la voz que lo autorizaba a entrar abrió, sabía que "el señor" era un joven pero le sorprendió su apariencia, era un chico, que podría estar en divirtiéndose con chicos de su edad pero estaba ahora jugando al niño rico, el poderoso Kim Taehyung, como todos lo llamaban estaba frente a él, a pesar de su edad tenía porte y elegancia, pero sobretodo mucha autoridad, algo que podía sentirse en la habitación.
─ Pasa por favor, es un placer conocerte finalmente, puedes llamarme Taehyung y nada de señor... ─ pidió el menor dirigiendo indicaciones al mayor para que tome asiento.
─ Señor Kim, es un honor que haya solicitado mi presencia, estoy para servirle, soy Kim Namjoon pero usted ya lo sabe ─ terminó con una sonrisa el visitante.
─ Claro que si ─ dijo con una sonrisa ─ pero por favor dejemos las formalidades, soy menor que tú y soy yo quién debería respetarte, ¿no lo crees? ─ prosiguió Taehyung.
─ Está bien, te comprendo... era un poco extraño la verdad ─ expresó luego de sonreír amablemente.
─ Bien supongo que quieres saber el motivo por el cual te hice venir, soy un hombre de poca paciencia, por lo que iré al punto. Mi abogado es un hombre bueno que ha servido a mi familia por mucho tiempo, pero va a retirarse y necesito alguien en quien pueda confiar a mi lado, por eso te llamé, te quiero para que seas mi representante legal y lleves cada una de mis necesidades jurídicas, que son muchas ─ Taehyung habló con autoridad.
─ Taehyung, esto es una gran sorpresa, realmente no lo esperaba, claro que acepto ─ respondió eufórico el joven abogado.
─ Solo debes tener en cuenta que sabrás todo de mí, también de mí padre y demás implicados en nuestras vidas, hay secretos que tendrás que saber y callar porque así deben ser las cosas ─ al decir aquello Taehyung fue enfático.
Antes de continuar Namjoon escuchó aquello y le dio demasiada curiosidad, ¿qué secretos podría tener un joven como él?, seguramente era los secretos de su padre y necesitaba que se resguardaran bien, pero Namjoon no sabía lo iba a descubrir, aquello le cambiaría la vida para siempre y tocaría emociones.
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