─ Señor Park, sé que no es bueno momento pero tengo que pedirle que por favor me preste el dinero que pidan para el rescate, mi esposa y yo no contamos con mucho dinero, temo que le hagan daño sí yo no pago ─ suplicó Hyungsik mientras que ambos permanecían esperando indicaciones.

─ Estoy consciente de ello, Hyungsik... lo había contemplado así que no te preocupes, pagaremos lo que sea para sacarlos ─ Jimin parecía frustrado, molesto o triste era que quizá ni él sabría explicar pero fue amable al responderle a Hyungsik, ambos estaban preocupados por sus seres queridos. Ambos estaban ahí sentados en silencio esperando a que los delincuentes llamaran, pero no pasaba nada nunca, era desesperante y la noche iba entrando cada vez más, temían por lo que les estuvieran haciendo y el miedo que podrían sentir en esos difíciles momentos, la impotencia y la desesperación que sentían. Pero aquellos hombres vieron como Kenta era muy dócil y sintieron piedad por ella, la liberaron y los dejaron solos y encerrados, aunque ella había suplicado que sacaran a Taehyung del agua ellos le dijeron que por él no podían hacer nada, no dependía de ellos su vida.

─ ¿Me escucha?, ¿Señor Kim? ─ se acercó a él, vio como temblaba por el frío del agua pero no abría los ojos hasta que con dificultad le pudo responder.

─ Te dije que no me dijeras señor Kim, no soy un desconocido para ti, ni tu superior... ─ habló suave, sin abrir los ojos ─ perdóname por haberte metido en esta situación, no debí pedirte ayuda ─ prosiguió.

─ Está bien, haré lo que me pidas pero por favor escúchame y por lo que más quieras hazme caso ─ dijo Kenta buscando llamar su atención.

─ ¿Qué quieres...? ─ pero Taehyung parecía cada vez más somnoliento y poco a poco se estaba hundiendo más en el agua, se estaba quedando dormido.

─ Taehyung, escúchame, ─ lo tomó por el cuello de su saco y lo subió enérgicamente ─ por favor ayúdame ─ pero estaba perdiéndolo ─ ¡Rayos! Cariño por favor perdóname pero es un caso de vida o muerte ─dijo más para sí misma. Se metió a la bañera a horcajadas sobre él y le tomó el rostro, se acercó lentamente para fundirse en un beso, ella pudo sentir sus labios fríos, pero siendo como esperaba, Taehyung abrió los ojos. Trató de mover sus manos pero estaba atado, ella lo estaba besando, su corazón se aceleró y el aturdimiento empezó a desaparecer, lo había hecho reaccionar ¿acaso era tan importante esa mujer para él? en ese momento no importaba, era lo que necesitaba para sentirse vivo aún.

─ Escúchame, tienes que estar espabilado, me trajeron comida, por favor aliméntate, eso hará que tu organismo trabaje y entre en calor ¿comprendes? ─ habló la joven aun viéndolo a los ojos sin soltar su rostro, aunque tratara de ser fuerte en ese momento le parecía lo más bello que podía tener entre sus manos.

─ Solo vuelve a besarme, te prometo que te obedeceré así me ordenes correr desnudo por la ciudad al mediodía ─ respondió Taehyung con una sonrisa dulce en sus labios, aún titiritaba por el frío pero estaba más despierto que hacía un momento atrás.

─ Bien, espera ─ dijo y salió de la tina, fue por la comida y se sentó a un lado de esta para empezar a alimentarlo ─ ahora come, aunque no tengas hambre ─ continuó y acercó un bocado a los labios de él, este la veía con algo de ternura.

─ Gracias ─ habló Taehyung luego de tragar y antes del siguiente bocado.

─ ¿Por qué? ─ preguntó la joven señora Park sin mirarlo, preparando el siguiente bocado.

─ Estas ayudándome, te metiste en esto también por tratar de ayudarme ─ agregó el señor Kim ahora haciendo una pausa.

─ Creo que alguien quiere hacerte daño, una mujer... ¿sabes de quién podría tratarse? ─ prosiguió ella y Taehyung asintió ─ ¡Lo sabes! ─ respondió sorprendida.

─ La única mujer que puede pensar que se beneficiaría con mu muerte es mi madre, ella siempre ha sido una embustera, nunca antes ha buscado hacerme daño pero tampoco estaba en el país desde que el juez le clausuró todas sus tarjetas, cuentas bancarias y ahora depende sólo de la mesada que el mismo juez le designó, también le prohibió la residencia en mi casa a menos que sea una emergencia médica o de algún problema con su apartamento, debe estar desesperada... ─ explicó Kim luego que había terminado de comer.

─ Pero es tu madre, ella debe amarte, quizá solo la juzgas mal, por más duras que parezcan las madres siempre aman a sus hijos y les duele cuando algo les pasa ─ respondió Kenta.

─ Mi madre me tuvo solo por un contrato, no tiene instinto maternal, nunca lo tuvo, creo me odió desde que me vio por primera vez, solo me abrazaba o besaba cuando debía guardar las apariencias, ella siempre ha sido una desconocida para mí, a veces siento que esta vida es muy dura, todos a mi alrededor se interesan en el dinero nada más, solo papá y Jimin estuvieron ahí siendo sincero ─ Entonces el gran señor Kim mostró su verdadero rostro, uno triste y sin ánimo, lleno de soledad y vacío.

─ ¡Wow! Pero no pienses eso, al menos yo ahora no trato de ayudarte para que me pagues, no estoy interesada en tu dinero, no quiero que mueras, no creo que ninguna persona deba pasar por lo que pasas ahora y realmente no creo que merezcas lo que te está pasando ─ volvió a hablar la señora Park. Estuvieron hablando durante algún tiempo, fue así que Park Kenta se dio cuenta que la vida de Taehyung no era como la imaginaba, en realidad no era ese hombre caprichoso que todos pensaban, era que debía mantener una imagen ante la sociedad pero nada de aquello era cierto, solo no podía mostrarse tal y como era.