10
Después de un día de trabajo Huyngsik volvía a su casa, sus pensamientos estaban confusos hasta cierto punto, su esposa estaba actuando extraña con su jefe y ella no era así, tenía que hablar con ella seriamente para saber el porqué de aquella actitud. Pronto el autobús donde viajaba llegó al destino del joven ejecutivo y éste bajó, camino por una calle donde se podían ver a sus vecinos más longevos beber algo caliente a quienes saludaba a su paso, habían niños jugando a la pelota que disfrutaban de su tarde libre, aquello le gustaba mucho a Hyungsik. Para su sorpresa encontró la casa vacía, solo había una nota que decía que había ido al supermercado y al parecer se había ido hacía poco pues había encontrado comida dentro del microondas, la cual no dudó en consumir, después de aquello llamó al número de su esposa sin tener éxito.
Pero mientras su esposo llegaba a casa, la señora Park hacía las compras, olía tranquilamente algunas frutas, escogía cuidadosamente las verduras y por un momento se sentía en paz, estaba sacando todo el estrés que se le había acumulado durante varios días, era como haberse quitado un peso de encima. En momentos pensaba en la mirada de Taehyung y sentía pena por él, pero no había nada que pudiera hacer, ella tenía un esposo al que amaba y le debía respeto y eso hacía desde hacía mucho tiempo atrás, él era su todo y así debía continuar por siempre. Estaba pasando por una tienda de conveniencia cuando la presencia de Taehyung la sorprendió, tenía una botella de agua en la mano, se veía sudoroso y algo inquieto, sofocado, trato de aflojar el nudo de la corbata porque se sentía ahogar, Kenta vio aquello y le preocupó verlo mal.
─ Señor, ¿qué le ocurre? ─ preguntó viendo cómo buscaba salir de ahí con dificultad.
─ No sé, no me siento bien... ─ habló con dificultad ─ ayúdame... ─ pidió sintiendo que las fuerzas lo abandonaban. Fue entonces que la joven señora lo ayudó a llegar al vehículo, lo acomodó en el asiento del copiloto y ella subió al lugar del conductor, estaba buscando el número de su esposo cuando fue interrumpida por tres hombres armados, la amenazaron con un arma y cargaron a Taehyung hasta una camioneta negra y la hicieron caminar a esta misma a ella ante la mirada de los que por ahí transitaban.
Kenta estaba aterrada, ahora temía por Taehyung y por ella, Taehyung pronto dejó de moverse y de hablar, pero parecía estar consciente, iban en la parte trasera de la camioneta ella buscaba calmar al menos a Kim puesto que parecía desvanecido pero despierto, estaba en un extraño letargo y los hombres a los que no pudo reconocer porque traían cubierto el rostro dos iba adelante y uno junto ella, Kenta tenía tanto miedo que no pudo evitar abrazar fuerte a Taehyung y entonces llorar por la desesperación, ella era pobre y si querían dinero su esposo no podría pagarlo.
Todas las cosas que se le ocurrían eran más trágicas que la anterior, pero no podía hacer nada, por el único que pagarían rescate sería por Taehyung y ellos al darse cuenta seguro la iban a eliminar e iban a tirar su cuerpo por ahí, se asustó más cuando vio que el tipo que iba de copiloto le pasó cuerdas al que iba junto a ella para atarla y amordazarla, sus cuerpo entonces estaba temblando cada vez más asustada por lo que sucedía ─ No pongas resistencia si no quieres que te eduque ─ habló el secuestrador.
─ Por favor no nos lastime, por favor, yo solo trataba de ayudar, por favor déjeme ir, nadie va a pagarles por mí, mi esposo es un hombre pobre ─ suplicaba mientras se sometía a la voluntad del hombre que la ataba.
─ Querida señora, usted estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado, nosotros pusimos drogas en la bebida de su jefe para poderlo dominar, pero se la encontró a usted y ahora es responsabilidad de Kim Enterprise pagar ambos rescates, porque sí, queremos dinero y tú jefecito tiene demasiado ─ explicó el hombre mientras amordazada a la joven. Taehyung había cerrado los ojos por completo, y Kenta ahora veía todo lo que acontecía, no conocía el camino pero los bajaron en una casa en el campo, la tarde ya estaba despidiéndose, fue lo último que la señora Park vio antes de entrar a dicho lugar, a un sótano donde la pusieron en una silla, logró ver una tina con agua fría, con hielo a un costado y una mujer en la esquina, tampoco veía su rostro pero también era de temer, tenía un arma pequeña en su mano, luego vio como bajaban a Taehyung y lo metieron sin piedad en la tina. Aunque Kim reaccionó no pudo hacer nada para defenderse, estaba aletargado y la mujer en la habitación solo sonrió al verlo, disfrutaba la escena que ahora tenía frente a ella, ¿quién podría odiar tanto a Taehyung?, era la pregunta que rondaba la cabeza de Park.
─ ¿Por qué tenemos a esa chica aquí? ─ preguntó la mujer sin dirigirlo la mirada a la joven.
─ Él le pidió ayuda, estaban juntos al momento de traerlos... ─ explicó uno de los secuestradores.
Conversaron un poco más y luego salieron por una puerta, algo le daba la impresión de estar en un sótano en medio de la nada, pero algo con lo que no contaban los captores era que Kenta había ocultado bien su teléfono en los pliegues de su vestido, ahí estaban los bolsillos y esta vez habían sido perfectos, el problema era liberarse. A Taehyung le colocaron unos pequeños grilletes que tenían una cadena desde la base de la tina hasta las muñecas y pies del prisionero, ahora estaba inconsciente y en inminente peligro, no lo estaban cuidando, no querían que sobreviviera al atraco, la vida se complicaba para el señor Kim y la señora Park.
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