Su cabeza consideró mil ideas distintas sobre lo que el castaño planeaba, pero nunca imaginó ser arrastrado al cuarto, despojado de sus prendas, sin derecho a protestar, y embarrado con la fruta fresca que había traído para que su hyung la disfrutara... aunque no de esa forma.

No solían jugar mucho, las relaciones para ellos era lo más normal del mundo y sus niveles de experimentación era poca, no parecían necesitarlo, pues se sentían cómodos con su rutina.

Pero ahora, justo ahora, con su piel húmeda en besos y fresas, con su novio recorriendo cada parte de su cuerpo, y el sabor de la fruta en su boca —gracias a que Taehyung le entregaba trozos de vez en cuando —, se arrepentía de no haber considerado llevar esa actividad a otros niveles antes.

Ya casi no quedaban piezas, la mayoría que habían decorado su piel fueron devoradas; sus cuerpos se unían y sus bocas se divertían con los restos de la fruta. El juego previo era increíble. Pero Taehyung aún no completaba el encuentro y eso lo tenía al límite del colapso.

Trato de hablar con él antes y se había negado, pero ahora tampoco le permitía culminar su clímax.

—Tae, por favor~ —Lloriqueó casi rechazando recibir un poco más de fresa de boca a boca. Casi. No pasó mucho antes de tomarla junto a los labios de su novio.

—Perdóname, amor. No quería que te sintieras así —acarició su mejilla, aun con su cuerpo encima del menor.

—Amor~ —Quería golpearlo al sentirse torturado. Lo que pareció divertirle al moreno, riéndose poco a la par que se alineaba a él, encantado por los gestos que le dedicaba.

Estaba ansioso por el contacto que lo liberaría del incómodo vacío que experimentaba.

—¿Hubo algo más que te hiciera sentir mal? —Bufó al oírlo y sentirlo detener sus movimientos.

Ahora sí quería hablar. Qué lindo.

Minutos antes de que subieran al nivel de calor sin retorno, intento ser sensato y hablar, cosa que impidió. Jungkook no podía creer que ahora sí quisiera hacerlo justo cuando sus cuerpos ardían. Pero era Taehyung, no tenía por qué sorprenderse. Podía jurar que lo hacía a propósito.

Luego se encargaría de vengarse.

—¡Las... las chicas! —chilló al sentir a su novio eclipsar sus anatomías sin cuidado alguno.

Maldita sea, se sentía demasiado bien.

Aunque le dolió, lo necesitaba. La deleitante preparación no bastó para acostumbrarse al tamaño poco considerado, pero no le importó.

—¿A q-qué te refieres? —El castaño seguía intentando mantener la conversación, aun cuando su respiración desbordada le impedía concentrarse del todo.

El interior de Jungkook se ceñía a él con perfección y ser asfixiado por este podía considerarse el paraíso mismo.

—Muchas c-chicas están a tu alrededor desde que t-transmites —Jungkook liberó una sonrisa al ver que logró decir una frase completa sin ahogarse en el placer, misma que se le borró al su novio iniciar con movimientos bruscos.

—Oh, eso —Gruñó tomando el cuerpo del menor y volteándolos para que este quedase encima suyo—. Son... ¿Atentas? —Se encogió de hombros, llevando sus dientes al cuello de este y rastrillándolos por toda la extensión.

Jungkook chilló algo ofendido por la respuesta.

—Pero ¿Cómo cambiar esta calidez que sentimos cuando hacemos el amor por mujeres frías que estarán lejos de hacerme sentir esto?

Succionó cerca de sus clavículas, llevando sus manos a las caderas pálidas y moviéndolas para incitar que este se moviera.

Y así lo hizo.

—Te amo —Murmuró Jungkook, curvando su espalda con cada impacto. La increíble sensación de conectarse con su novio era indescriptible.

—También te amo. Te amo tanto —sintiéndose extasiado gracias al peli púrpura, lo abrazó, como si de esa forma pudiera eliminar cualquier tipo de espacio que se hallara entre ellos. Amaba la sensación de tener a su pareja entre sus dedos—. N-no podría abandonar la fuerza de tus abrazos, ni el sonido de tu voz.

Besando su hombro, recostó la frente ahí, permitiendo a su olfato impregnarse de tan exquisita fragancia natural, mezclada con otra suave, tal vez floral, que el menor tenía.

—N-no me interesa la interacción de otros cuerpos que ni siquiera me atraen. Yo solo tengo ojos para ti y nadie más...

Al oírlo, Jungkook tomó más velocidad. Enredó sus brazos en el cuello ajeno, meciéndose eufórico, colisionando con tanta constancia contra el contrario que lo hacía delirar.

—Taetae... Hyung...

Se sentía amado, completo, de nuevo seguro. Sus cuerpos hablaban solos; cada sonido, cada murmullo, contacto, besos y declaraciones, todo simbolizaba lo mucho que se pertenecían el uno al otro. Su cabeza cayó hacia atrás al perder la fuerza por el desbordamiento emocional, cosa que no desaprovecho el castaño para recorrerlo con esmero y empeorar algunas marcas que hacía poco había dejado.

El tazón de fresas yacía a su lado, casi derramando el escaso excedente, por lo que Jungkook optó por tomarlo y, bajo la atenta mirada del contrario, jugar con la fruta. Las últimas rodajas las compartieron ambas bocas, usando estas como si fuera alguna especie de palito de pepero.

Sus cuerpos pedían más; más intensidad, más cercanía. Los balbuceos de Jungkook lo imploraban y las acciones de Taehyung lo complacían. Solo eran ellos dos entregando su placer al contrario.

Jungkook fue primero en liberar su esencia, mientras Taehyung tardo unos segundos más en hacerlo en el interior de este.

Ambos jadearon cansados, con sus respiraciones alteradas y sus cuerpos sudados. Jungkook se mantuvo abrazado, dejándose descansar en el pecho del moreno. Había extrañado tanto a su Taehyung.

—Quédate a vivir conmigo —Soltó de repente el castaño, sacándolo de su ensoñación y asombrándolo ante la propuesta.

—¿Perdón? —lo observó parpadeando repetidas veces—. ¿Creo que no escuché bien?

—Ven a vivir aquí conmigo —Repitió el mayor con una sonrisa y una baja risa.

—No juegues con eso.

Se bajó del regazo del moreno asombrando, quejándose al sentir el brusco vacío en él, consiguiendo que Taehyung se lanzara a besarlo y enredara de nuevo sus cuerpos.

—Lo digo en serio. Eso era lo que estaba planeando. Tenía pensando llenar este cuarto con rosas y un peluche gigante y llevarte a una cena al restaurante más reconocido de Seúl, todo estaba planeado, pero paso todo esto y...

Rascó su nuca, nervioso. Jungkook se sintió algo avergonzado por la idea de su pareja. Era demasiado dulce.

—Acepto —Le robó un piquito en los labios, emocionado por la propuesta—, y me gustó más que llenarás mi cuerpo con fresas, así que no te preocupes.

Taehyung le devolvió el beso, solo que esta vez se permitió explorar la cavidad ajena a su gusto.

—Pero el peluche ya lo compré y la reservación ya está hecha para esta noche.

—¿Pensabas pedírmelo exactamente hoy? —jadeo asombrado, suponía que tal vez estaba en los últimos preparativos o algo así, no que ese día sería "el día"

Taehyung asintió con un puchero de frustración.

—Los chicos no vinieron a jugar, no hoy. Se suponía que iban a ayudarme antes de que llegaras en la noche, pero luego pasó lo de la mañana y llegaste antes de poder hacer las decoraciones y tratamos de ocultarlo todo...

Levantándose de su lugar, se puso su ropa interior y se dirigió al closet del cuarto. Jungkook, curioso, repitió la acción del mayor, solo que poniéndose la camiseta de este, pues ya empezaba a sentir frío.

Entre un par de maniobras y forcejeos, Taehyung saco de pata en pata un peluche que le llegaba a la mitad del cuerpo y se veía demasiado pomposo, tanto que no entendía como fue que logro entrar ahí.

Se acercó a este para tocar la felpa de café claro. Era esponjoso y suave al tacto.

—Tardé en abrirte porque no encontraba lugar para esconder estás cosas. —Jungkook llevó su mirada al interior del armario, notando como había bolsas a las que se le regaban pétalos y rosas completas—. La idea era que Jiminie logrará sacarte un momento de la casa para que Seojoon y yo pudiéramos organizar. Pero desde que llegaste se comportó como un verdadero idiota. Me tenía harto con sus insinuaciones de arruinar la sorpresa, así que me limite a no armar un lío que lo arruinara... Cosa que paso de todas formas.

El peli púrpura gruñó ante la mención de quien le había hecho pasar una tarde espantosa y le había arruinado el detalle a su novio. Murmuró un insulto al aire y refunfuñó, pero el malestar murió al percatarse de que en la camiseta que el osito usaba, había una frase bordada en dorado: "Quédate conmigo".

—¡Oh, Taehyung, te amo tanto! —Chilló conmovido; su novio a veces podía ser un poco tonto, pero se amaban y mucho—. Perdóname, debí ser más abierto sobre cómo me sentía y no solo dudar de ti. Me daba miedo, la mera idea de perder al amor de mi vida me parecía la peor pesadilla.

Se abrazó al chico, escondiéndose en el hueco del cuello, haciendo que el peluche callera al suelo; sin embargo, a ninguno le molesto el hecho.

—Te amo tanto, no importa si llevamos doce años o solo un par de meses, para mí siempre has sido la persona correcta. Incluso diría que lo supe desde qué me caíste encima por no saber usar los frenos —Se rio bajo, contagiando a Taehyung, quien se apretó más en el abrazo—. No sé cómo pude tener tantos celos.

—Soy yo quien te debe una disculpa.

Contraatacó, meciendo sus cuerpos al ritmo del silencio.

—Estaba tan concentrado en querer hacer la sorpresa lo más grande y perfecta que podía, que descuidé la razón de porque la planeaba. Es mi culpa que te sintieras así. Lo siento mucho mi fresita.

Jungkook no pudo evitar alzar a ver a su pareja que lo observaba algo triste y decaído por lo mal que se dieron las cosas.

—No, no. Debí confiar en ti o ser directo respecto a mi malestar. Te conozco y no debí siquiera tener ideas así en mi cabeza.

Puchereó tierno, sacándole una sonrisa geométrica al moreno, uniendo sus labios. De todos, fue el beso más suave e ingenuo, solo cargado de ternura y reconciliación.

—Dejémoslo en que eso no importa ahora, ¿sí? Lo importante en este momento es como les diremos a tus padres que esta es tu casa ahora.

Al oír eso se tensó. Por poco y olvidaba que seguía viviendo con sus padres y que de seguro la noticia les ocasionaría una crisis.

—No se lo tomarán nada bien —Detuvo el movimiento, ansioso por la idea.

—No —Taehyung tenía la misma expresión de ansiedad y nervios.

Pero, eliminando ese detalle, su nueva vida con la persona que amaba lo esperaba y eso lo ponía demasiado emocionado.

—Tarde o temprano pasaría, después de todo, ellos te aman como a un segundo hijo, supongo que no será tan difícil.

Se encogió de hombros riéndose con torpeza. Todo estaría bien si estaba con Taehyung, a pesar de los malos entendidos, las confusiones y los errores.

—Te amo —Piqueteó los labios del moreno.

—Te amo —Repitió la acción igual de emocionado que Jungkook.

Tal vez no eran los novios perfectos, a veces les faltaba comunicación y eso los llevaba a momentos desagradables, pero mientras su amor siguiera intacto, todo tendría solución; por qué se amaban desde sus inicios, como una amistad infantil, hasta la actualidad, como la primera y única experiencia del contrario.

Si se lo permitían, llegarían incluso a casarse, pues anhelaban una vida juntos. Sin importar qué, sus corazones eran pertenecientes al contrario.

Fin

La historia sin censura la encuentranen mi 1nkiit:
Noahhdark

Biennn, no tengo mucho por decir, solo que me alegro de Por fin haber completado (más o menos) la resubida y reescritura de este fic 😭♥️

Los extras los subiré después pero por ahora no serán mi prioridad 👀

Espero les haya gustado los cambios💕🤧

No me cansaré de agradecerles, a quienes releen y a quienes leen por primera vez y le dieron una oportunidad a este fic ♥️

Si todo sale como espero, nos veremos más pronto de lo que creen 👀♥️
Los amo mucho 😭💕

Att: Noah 🥀