Capítulo Unico
El sol se había ocultado en el horizonte marcando el final del día de muchos, pero para otra personas era apenas el principio, personas como podrían ser el odiado por muchos y amado por casi nadie pilar del agua.
Caminaba con la frente en alto y su semblante muerto, acompañado de su ya típica aura deprimida. Se dirigía hacia su territorio para hacer sus rondas nocturnas no sin antes parar brevemente en La Finca de las Mariposas con el objetivo de recoger algunos suministros, vendas sobretodo.
El Tomioka desde hace algún tiempo había adquirido la costumbre de llevar consigo algunas cuantas de ellas. Pese a poder presumir tener la mejor defensa entre sus compañeros curiosamente era el que salía más herido, todo a causa de su torpeza, misma que muchas veces era objeto de burla de la Pilar del Insecto y otras veces, merecedora de una sutil y risueña carcajada de La Pilar de la Flor, quizás la persona más hermosa y amable que haya conocido...después de su difunta hermana.
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Treinta minutos de viaje a pie fueron los que separaron al Azabeche del principal centro médico del cuerpo de exterminio de demonio. Imponente y enigmático para los ajenos a la organización.
Sin pensarlo mucho y a paso ligero el Tomioka entro al edificio, nadie lo recibió pero no le pareció extraño, las pequeñas niñas de la finca corrían de un lado a otro al igual que varios Kakushin, juraría también haber escuchado a Kanzaki y a Kocho -Shinobu- gritandole indicaciones a unos pobres desgraciados. Era evidente que estaban muy ocupados, así que simplemente pasó de largo hacia el despacho de Kanae en busca de sus vendas.
A esta hora por lo general la Pilar tomaba un descanso para tomar té y así despejar un poco su mente de la ardua labor que era dirigir la Finca y estar pendiente de su salud. Sorprendente esto último le importaba más a ella que a él mismo, quizás demasiado.
Digo, debido a la insistencia de Kanae fue que empezó a llevar vendas a sus misiones, entre otras cosas.
Toc Toc Toc
- ¿Puedo pasar Kocho? - Pregunto suavemente el Azabache parado de pie enfrente a la gran puerta de roble que dividía la pieza de la Kocho Mayor del resto de la finca.
- Huh?! To-Tomioka-San?! Claro...Pue-Puedes entrar... - Canturreo la Pilar permitiendole al Azabache la entrada a su pieza, pero generando en el la duda, por que estaba nerviosa?.
La puerta se abrió lentamente y el Azabache ingreso cerrando la puerta al final, solo para terminar apreciando a su recurrente compañera de misiones vistiendo unas prendas un tanto peculiares...
Un silencio incómodo y tenso se empezaría forma en la habitación, por un lado estaba la avergonzada y enrojecida Kocho quien miraba como en el rostro de su contrario se empezaba a deslumbrar una mueca de molestia y una pequeña vena en su frente.
- ¡¡¿Por que estas usando eso?!! - Demando el Tomioka totalmente exaltado y desconcertado, rápidamente se empezaría a acercar la Kocho quien dio un paso hacia atrás por la impresión.
- E-Espera Tomioka lo puedo explicar! - justo cuando iba a continuar con sus diálogos el Azabache le tiraría encima su haori para cubrirla de pies a cabeza y que no estuviese de indecente.
Aunque...La Pilar del Amor a diario enseñaba mucho la piel y Giyu no se la pasa haciendo estas escenas, quizás tengas algo que ver el hecho de que la Kocho Mayor y el son amantes? Quien sabe.
- ¡¿Que pasa si alguien te ve?! Te puedes resfriar por andar enseñando tanta piel! - Recriminó Giyu quien seguía en su rabieta, algo peculiar en el, solo se ponía así cuando las niñas de la Finca trataban de obligarlo a tomarse su medicina. Cabe mencionar que el seguía "sofocando" a la bella pilar de larga cabellera con su haori, pero la prenda no tardo más en caer a los pies de ambos, dejando ver el rostro molesto y ahora un tanto desarreglado de Kanae.
- ¿Que? - Dijo el Azabache sin tan siquiera inmutarse por la miraba de la joven mujer enfrente suyo.
- No te vas a disculpar por lo que hiciste? - Exigió Kanae mientras inflaba ligeramente sus mejillas haciendo un bello puchero.
- No hice nada malo - Se excuso el Azabache con tanta simpleza haciendo que Kanae no pudiese evitar apretar con algo de fuerzas sus puños, para finalmente suspirar. Giyu mantenía su postura y la miraba con calma, aunque con intenciones de agacharse para recoger su haori y volver a cubrirla.
- Sabes que, olvidalo, no tiene caso enojarme contigo de todos modos - Se asincero Kanae deshaciendo su fuerza y poniendo las palmas de sus manos en una posición más normal, tal como ella dijo de nada servía enojarse con Giyu por que el muy idiota haría algo que le hiciese olvidar su enojo.
- Okey...¿Por que estas vestida así? - Cuestiono el Tomioka con toda confianza y tranquilidad, su enojo ya había desaparecido y de momento solo había quedado en el la duda.
- Ahora si quieres saber? - Replicó Kanae con una ligera molestia en su voz.
-...
- Bien, como debiste haberte dado cuenta al entrar mis hermanas y yo hemos estado bastante ocupados atendiendo a los cazadores herido y no me ha dado mucho tiempo para lavar y remendar mis uniformes, tengo una misión pasado mañana y pensba que me había quedado sin uniformes hasta que recorde que tenia este, nunca lo he usado y quería ver si ajn me quedaba - Explico lo más breve posible la nuevamente avergonzada Kocho quien simplemente recibiría un leve asentimiento de Giyu.
- Entiendo - Si...solo un simple "Entiendo" fue lo que salio de los labios del Azabache.
- Bien, y tu que hacias por aquí? - Kanae alzaria una curiosa ceja para acompañar a su pregunta.
- Venía por algunos vendajes - Contestó de forma breve el Azabache para después agachar su cabeza, tener a Kanae viéndolo de manera tan atenta lo llegaba a poner un tanto nervioso.
Aunque sin querer su mirada se perdió en el escote tan pronunciado de Kanae, escote del cual se asomaba ligeramente la cicatriz que atraviesa su abdomen hasta el hombro, cicatriz causada en su enfrentamiento de hace algunos años con la segunda Luna Superior.
- Solo por eso? - Indagó Kanae mientras una leve sonrisa empezaba a plantarse en su rostro. Creo que no es necesario de mencionar que Kanae es por así decirlo la debilidad de Giyu, de las pocas personas capaces de hacer mostrar alguno emoción al Azabache.
Un suave jadeo salió de los labios de Giyu quien endereso su mirada tras unos segundos - Esta bien, queria saber como has estado?.
- He estado bien, un tanto ocupada y sin un uniforme decente para mi misión con Shinazugawa, pero bien - Hablo con dulzura y honestidad la bella pilar, desprendiendo un aura de alegría que parecía reprimir la de Giyu quien tenía un leve ceño de disgusto.
- ¿Dijiste Shinazugawa? - Expresó Giyu sintiendo como un sentimiento emergía de lo más profundo de su ser al oír ese apellido, Sanemi Shinazugawa, el problemático Pilar del Viento.
Shinazugawa y Giyu no es que tengan la mejor relación que digamos, y el simple hecho ee saber que el acompañaría a Kanae a una misión ponía a Giyu un tanto...como se dice, celoso.
Estos celos matan y envenenan al pobre Giyu, lo obligan a hacer cosas irracionales como lo que esta a punto de hacer.
- Tomioka-San me estas escuchando? - La preocupada Kocho trataría de llamar la atención de Giyu chasqueando los dedos de frente suyo, llevaba ya unos pocos minutos sin mostrar reacciono lo que empezó a preocupar a la Mariposa.
Al diablo mi guardia, esto es más importante Se diria el Tomioka de forma mental mientras le regalaba una fugaz y algo lujurioso mirada a la Kocho.
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Los rayos del sol se asomaban por la ventana de la desordenada habitación, golpeando directamente el bello y desarreglado rostro de la Kocho que empezaba a dar indicios de despertar.
Kanae iría abriendo con pesadez su párpados, emitió un contagioso bostezo solo para ser recibida por una leve sensación de ardor recorrer su espalda y caderas, aun con eso no le fue del todo un impedimento para tomar asiento en su futon.
- Aghh...Pero que paso ayer... - Llevándose una mano a su frente la Kocho se Preguntaría a si misma, obteniendo una respuesta apenas y su vista terminó por aclararse. Kanae notaria todas las marcas de mordidas y chupetones que poseía su brazo.
- Ahhh?!! - Gritaría de forma alarmada y casi como si fuese un reflejo Kanae bajo la mirada para ver el resto de su cuerpo completamente desnudo. No entendía por qué estaba así, tenía unas pequeñas lagunas mentales de lo ocurrido ayer además de un ligero dolor de cabeza.
De repente, un pesado y grave ronquido llamaría la atención de la Mayor de las Kocho quien giro la vista en dirección de la fuente. El hombre dormido y completamente desnudo al lado suyo hizo de su cuerpo un lienzo en el cual plasmo su más grande obra hasta el momento. El título de su obra "Chupones, mordidas y rasguños"
Una vena se forma lentamente en la frente de Kanae de la cólera que sentía hacia el Tomioka en estos instantes, y tal parece indicar que pronto iba a poder descargarla puesto que Giyu empezaba a despertar.
- Buenos días mi linda Flor... - Murmuro entre somnolientis bostezo el Tomioka quien alzo sus brazos para extenderlos como parte de su rutina diaria. Kanae prácticamente tenía una de sus almohadas al alcance de sus manos, era buen momento para usarla - ¿Que tal amaneciste?.
- Tu...eres un Idiota! - Exclamó Kanae con molestia antes de usar su almohada como proyectil encontra del Tomioka.
- aghh! - Gruñó bajamente Giyu, el golpe le ayudo a terminar de despertarse.
- Tonto, tonto!, tonto!! Mañana tengo una mision, como le explicare esyo a Shinazugawa?!! - Replicaba Kanae una y otra vez en medio de su puchero mientras que le arrojaba al Azabache todo lo que estaba a su alcance.
Y hablando del Azabache, este tenía una cara de Satisfacción y alegría al haberse salido con la suya, marcando a la Mariposa mayor como su propiedad.
- Lo siento, de verdad! - Realmente no lo siente.
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Al otro lado de la pared se encontraba la habitación de la Kocho menor, creo que no es necesario mencionar que no pudo dormir en toda la noche, por los ruidos de su hermana y el idiota.
- Ya déjenme dormir....
Fin
¿Les Gusto?
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