Única parte.
❛✿↯:indice
꒰◌; Introducción.
꒰◌; One-shot.
꒰◌; Curiosidades.
꒰◌; Palabras finales y agradecimientos.
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¡Buenas, buenas! Kotomi reportándose.
Aquí traigo un One-shot dedicado a mi querida amiga Celestarluna22, la cual esta cumpliendo años en éste día en especial ;3
Espero la disfrute tanto como yo al escribirla ^^. Sin más retraso, ¡Comencemos!
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—¡Maldición! Debí haberle hecho caso a mí madre y traído el paraguas. —se regañó a si misma cierta albina de ojos heterocrómaticos, corriendo en busca de un refugio para resguardarse del agua. Las gotas de lluvia había tomado por sorpresa a la fémina, causando que su uniforme se empapara de las frías aguas que caían del cielo.
En su campo de visión entró por fin la parada del autobús, donde podría esperar que dejará de llover, y a su vez, la ruta que llevaría en dirección a su casa. Cuando la albina entro bajo el techo de su guarida, dirigió sus manos hacía sus brazos, para empezar a frotarse como una manera de darse calor y así apartar el frío de su cuerpo que se apoderó en unos pequeños instantes.
Los ojos bicolor de Luna, se posaron sobre aquel cielo nublado y oscuro, que indicaba que la noche ya había caído sobre la ciudad Inazuma, recordando el porque estaba fuera de casa tan tarde, siendo que no era propio de ella estar a hasta estás horas en la calle.
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Luna, y su amiga de menor estatura que ella, hablaban tranquilamente en el aula 2-2 del instituto Raimon, en espera al profesor para dar inicios a la clases de este día. Los murmullos que le daba ese toque alegre al salón fueron interrumpidos por cierto pelimarrón, que entró estrepitosamente sin tenerle compasión a la pobre puerta que fue azotada al momento de abrirla.
—¡Chicos, nuestra clase hará un café maid! —exclamó con ojos brillantes el portero y emoción presente en su voz, causando que varios quedaran anonados y sorprendidos por sus repentinas palabras, dejando a sus compañeros sin entender el por qué aquellas palabras.
—¿A-A que te refieres Endo? —cuestionó la castaña, que se encontraba al lado de Luna. Si bien sabía que iban a estar ocupados por algunas actividades escolares, no tenía claro a cuales de ellas sé refería aquel moreno.
—Kotomi, acabo de escuchar de la sala de profeso... ¡Itta! —la respuesta quedó a medió decir, debido a qué una carpeta se estrelló sobre la cabeza de Mamoru quien el cual ya se encontraba llorando cómicamente causando una que otra risa en los estudiantes.
—Mamoru Endo, es malo escuchar a escondidas —reprendió el sensei soltando sonriendo amablemente, causando un ligero escalofríos al portero del equipo de fútbol de la academia, el mayor entró al salón donde los alumnos se iban a sus respectivos asientos, y estos hacían el usual saludó de "Buenos días" seguido de una reverencia.
Tras aquello, Luna alzó su mano captando la mirada del profesor que estaba frente de la clase, siendo que con su dulce voz preguntó la duda causada por su pareja que era Endo.
—Profesor, ¿A que se refiere Mamoru-kun con lo del maid café? —el rostro de la heterocromatica expresaba curiosidad, causando que varios compañeros se le unieran exigiendo una respuesta a ello.
El adulto sólo río suavemente, ante los leves reclamos de sus estudiantes por busca de una solución, sin duda aquellas palabras del joven castaño los había alborotados, y estaban dispuestos a exprimirlo para conseguir aclarar todas sus dudas.
—Bueno... Es por el festival escolar —respondió con voz tranquila el profesor, una vez que aquellos adolescentes hubieran guardado silencio, para poder escuchar de nuevo los gritos de emoción inundar la habitación y captar una que otra mirada de los que iban pasando en los pasillos— Esta vez ustedes no elegirán la temática o los puestos para presentarse aquel día, sino que la dirección y el consejo estudiantil ya tiene preparado lo que va a hacer cada clase.
Esta vez, Kotomi fue la que alzó su mano, y el profesor le concedió el poder de la palabra para que dijera lo que tenía en mente la pequeña de cabellos castaños y ojos azules.
—Entonces, ¿Es cierto lo que dijo Endo? —declaró la fémina mientras juntaba sus palmas, estando emocionada por la idea de hacer una cafetería con sus propios compañeros de clases.
El docente asintió a la incógnita expuesta por su alumna, siendo que esa misma tarde al terminar la jornada escolar, pusieron manos a la obra para el festival escolar que sería en tan solo dos semanas, así que estarían bastantes ocupados.
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En el apacible rostro de Luna, un suave surco apareció, dibujando así una sonrisa en sus labios con tan solo recordar que pasaría unos ratos bastantes agradables con compañía de su mejor amiga Kotomi Furukawa y de su actual pareja, Mamoru Endo que era el capitán y portero del equipo de fútbol.
—En las nubes de nuevo, ¿No es así? —una voz acompañada de cabellos rojizos y mirada verde sacó de sus pensamientos a la albina, que rápidamente poso sus ojos bicolor al poseedor de la voz.
—¡Tatsuya! No asustes de esa manera —le replicó Luna con un infantil puchero, que le causó gracia al muchacho que llegó inesperadamente.
—Perdón, no fue mi intención —indicó el identificado como Tatsuya Kiyama, sacándose su sudadera y colocó la prenda en los hombros de la joven— Ten, te enfermaras y no sería bueno para el frágil cuerpo de una chica.
El cariñoso y amable habla de aquel joven apuesto, estuvo acompañada de una sonrisa gentil, que hizo que las mejillas blancas de Luna se tiñera de aquel color rojo tan característico, llamado rubor. No por nada el pelirrojo tenía el apodo de Príncipe, y era uno de los más atractivos de la secundaria Raimon y que casualmente también estuviera en el club de fútbol, causando que varias chicas babearan por él con cierta más razón.
—U-uhm... Gracias —expusó tímidamente la de ojos bicolor, asintiendo suavemente y introduciendo sus manos en las mangas de aquella sudadera tan acogedora, soltando un suspiro satisfactorio al sentir que el calor la envolvía— Te lo devolveré mañana en el colegio.
—Está bien, nos vemos mañana Luna —se despidió con ademán Tatsuya, que encendió su paraguas para protegerse de las agresivas gotas de lluvia y seguir con su caminata, dejando detrás a una sonriente y calientita Luna, que ahora se preocuparía por el transporte.
•──────✾Mañana siguiente✾──────────•
—Endo-kun, ¿Sucede algo? —una voz que contenía toques infantiles y preocupados llamó la atención del pelimarrón, que tenía sus mejillas en un puchero y humos salían de su cabeza, a simple vista podría deducirse que el varón estaba enfadado pero no había dado una explicación para saber el porque estaba así.
—Nada —respondió, y esa era la única respuesta que daba el moreno cuando le preguntaban, sacándole un suspiro a Kotomi siendo que prefirió no insistir.
Furukawa posó sus ojos en su amigas íntima Luna, para después alzar sus hombros para señalarle que su novio no quería soltar palabra alguna del por qué la ignoraba. La albina hizo un mohín con sus labios, para proceder a recostarse en su pupitre.
Desde que habían iniciado las clases, su novio ignoraba sus llamados y mensajes, también buscaba maneras para no encontrarsela en los pasillos... En pocas palabras, le estaba haciendo la ley de hielo y Luna no encontraba respuesta por más que buscará.
—Seguramente ya se le pasará —animó un dulce albino, dirigiéndose a la peliblanca que se encontraba desanimada— Endo no es alguien que suele actuar así, por lo que tarde o temprano te hablará.
—Gracias Shiro —murmuró Luna, sintiéndose más reconfortada por las palabras de su compañero, para solo después ver a una sonrojada Kotomi acercarse.
—Fubuki-kun, buenas —saludó tímidamente la castaña, siendo que el ojigris le dedicó una de esas agraciadas sonrisas que solo él sabía hacer.
Luna sonrío al ver como Shiro y Kotomi comenzaron a hablar animadamente, viendo como también un color carmín aparecía en las niveas mejillas del gemelo de Atsuya, dejando claro a los ojos de la bicolor que estos se gustaban a más no poder.
Sin tener nada más que añadir a la conversación que estaban teniendo su amiga y el albino, Luna se levantó de su asiento, para envolver entre sus brazos la sudadera de Tatsuya que se encontraba doblada delicadamente y, con cierta apurancia salió del salón en busca del pelirrojo, siendo que las acciones de la fémina no pasaron desapercibidos para ciertos ojos cafés.
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—¡Aquí tienes! Muchas gracias —Luna le extendió la sudadera a Tatsuya, quien se encontraba en la entrada de su clase y le sonrió a la albina mientras tomaba su prenda.
—No fue nada, tú la necesitabas más que yo Luna —rió un poco el ojiverde pasando su mano sobre los blanquesinos cabellos de la mencionada, revolviendoselos levemente.
—Espero que está tarde no vuelva a necesitarlo —expresó burlonamente Luna, siendo que ella y Tatsuya estallaran en una leve risa, y mientras que su charla pasaba tranquilamente con una que otra broma de por medio, unos ojos los miraba causando que su poseedor se enfadara aún más.
—Sabes, no es bueno espiar a otras personas —la voz seria hizo que Endo diera un brincó al ser descubierto observar a su novia, y se giró para toparse con los rostros serios de Kido y Goenji, sus dos mejores amigos.
—¿Que es lo que haces espiando Endo? —lanzó su incógnita Kido, alzando su ceja. No era normal ver al capitán de su equipo vigilar de esa forma a su novia, ya que después de todos ambos se tenían demasiada confianza.
—Solo... Quiero asegurarme de algo —suspiro Mamoru, viendo en dirección hacía Luna y Kiyama, que aún seguían hablando como amigos de hace años.
—Te, ¿Te preocupa que los sentimientos de Tatsuya le lleguen a Luna? —comentó el rubio, viendo que el semblante enojado de su amigo pasaba a uno triste, ante aquel cambió repentino, Goenji cruzó miradas con Kido.
—¡N-no es sólo eso! —exclamó el castaño posando su mano en su pecho, exactamente en la zona del corazón— Por alguna razón, cada vez que los veo juntos, mi corazón palpita y me da ganas de despellejar a Tatsuya.
La explicación cómica de Endo hizo que una risa saliera de Goenji y Kido, no eran los más expertos en el amor, pero eso significa celos.
—Que celoso nos saliste —habló burlonamente Kido, para ver que el castaño ladeo su cabeza mientras que un signo de interrogación aparecía en su cabeza.
—¿Celoso? ¿Que es? ¿Acaso es una nueva técnica que tienen en mente? —expusó el moreno causando que el rubio y el chico de rastas se golpearan su frente ante la ingenuidad de su capitán.
—No es nada Endo —contestó Goenji para ver en dirección a Luna, la cual le daba un beso en la mejilla al pelirrojo.
—¡Hey! ¿¡A que se debió eso!? —gritó Endo saliendo de su escondite, enfadado por ver aquella escena entre su novia y su amigo de fútbol, acercándose peligrosamente a Tatsuya.
—S-solo le estoy mostrando mi agradecimiento —respondió la albina con nerviosismo, ya que no esperaba ver a su novio.
—¡Tus besos solo son para mí! —replicó infantilmente Mamoru cruzandose de brazos, mientras soltaba un "Hmp" con un puchero.
Eso causo que unas gotas de sudor apareciera sobre las cabezas de Kido y Goenji, una risa nerviosa en Tatsuya y una ternura en Luna al ver por primera vez el lado posesivo de su amado.
—Pues~ ayer le preste mí sudadera y que mejor que agradecerme que con esto —Tatsuya sonrío para proceder a abrazar a Luna, solo quería gastarle una pequeña broma. A pesar de que tenía sentimientos por la albina, no iba a romper la relación que ella y el portero tenían.
—¡Aléjate de él! —gruñó Mamoru dirigiendose a Luna, echando humo por ver a Tatsuya tan cariñoso con su novia, y observar como el pelirrojo acariciaba los cabellos de Luna.
—Endo, tranquilizate —pidió Goenji, quien empezó a notar que los estudiantes se acercaban a ver que pasaba, ya que el gruñido llamó su atención.
El castaño sólo soltó un bufido, alejándose ahora de los chicos con una frustración más grande que la de hace rato. Luna por su parte se apartó de Tatsuya, y se despidió cortésmente de los muchachos que eran amigos de su novio y procedió a ir trás su pareja para hablar con él, o al menos intentarlo ya que no conseguía atrapar su atención.
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Ya pasó más de una semana, desde que Mamoru no le hablaba a Luna, eso extraño demasiado al equipo de fútbol ya que siempre era verlos muy cariñosos y darse mimos. La albina, que era parte de las gerentes le afectaba no ver a su pareja tan cercana a ella como antes. Luna estaba tan acostumbrada recibir una que otra caricia por parte de Endo y no ver aquellas muestras de amor le afectaba.
Y, por milésima vez, un suspiro salió de los labios brillosos y rosaceos de Luna, haciendo que las gerentes Aki, Natsumi, Haruna, Fuyuka y Kotomi se vieran preocupadas. Las cincos féminas ya tenían más que claro que Endo no daría el primer paso para reconciliarse con la hermosa albina, por lo que debían motivar a la jovencita.
—¡Hey, Luna! —habló con una tierna sonrisa la de cabellos morados, agachandose para estar a la altura del rostro de la ya llamada, mientras que colocaba su rostro entre las piernas la de ojos bicolor.
—¿Sí Fuyuka? —la voz de Luna tenía toques de tristeza, posando su mirada con la bella mirada de la comprensiva Fuyuka.
—¿Quieres que hablemos con Mamoru-kun o le dejemos algún recado? —susurró la ojimorado, dirigiendo su mano a la mejilla de la albina con quien charlaba, para empezar a acariciar esa zona con mimo.
Fuyuka en su momento, gustó del guapo portero Mamoru, pero al ver que no mostraba signos de interés romántico en ella y en ninguna de las gerentes, decidió superar aquellos sentimientos para no hacerse ilusiones y falsas esperanzas. Así que, al ver que el muchacho empezó a sentirse atraído por la alumna tranferida y que se había unido al equipo de fútbol como gerente para después saber que se llamaba Luna, se alegró muchísimo.
Quizás solo le faltaba ver a una chica con un carácter como la de ella... Uno serio y fuerte, tanto así como para aterrorizar al más serio del equipo, pero a su vez, que fuera un encanto, que cautivará con su gentil labia y también que fuera cariñosa con los más necesitados, ¡Ah! Y sobre toda las cosas, que le apasionara el fútbol tanto como él.
Así que, ver esta tensa situación entre la ahora pareja, la carcomia por dentro ya que le deseaba lo mejor y no le gustaba ver qué estuvieran peleados. Iba a ayudarlos, para que llegarán así a una reconciliación y verlos tan amorosos como siempre, pero volviendo con Luna...
—S-solo... —las palabras de Luna se atoraron en su garganta, sintiendo cómo sus ojos picaban y comenzaron a cristralizarse, causando más preocupación en las gerentes, para acercarse a la de ojos bicolor para consolarlas.
Esa escena no paso desapercibida para dos integrantes del equipo de fútbol, quienes tomaron un balón y lo patearon con todas sus fuerzas en dirección hacía Tatsuya y Mamoru.
—¿¡A que se debió eso Goenji/Atsuya!? —se quejaron los dos jóvenes que fueron golpeados por un balonazo por dichos chicos, interrumpiendo así el entrenamiento.
—¡Sí que eres idiota! —regañó Atsuya acercándose a Endo, para después dirigir su mirada a Tatsuya que seguía en el suelo por el dolor.
—¡Tú sabes porqué te lo tiré, no te hagas! —murmuro molestó Goenji refiriéndose a el pelirrojo, él era el principal causante de que la relación del moreno y su novia estaba tensa. Si bien el rubio y el pelinaranja siempre eran los que más se mantenían al margen cuando se trataba de temas que no le eran de su incumbencia, pero tampoco les gustaba ver a sus compañeros que consideraban amigos, estuvieran en una situación complicada.
—Mira maldito —tomó la palabra el pelinaranja sujetando por la playera al castaño, acercándolo a su rostro— Vas, y te disculpas con Luna o yo mismo te doy una madriza aquí y ahora.
Eso hizo que Endo sudara nerviosamente, quien trago con dificultad saliva, mientras desvíaba su mirada. Sin esperar respuesta alguna, Atsuya soltó bruscamente a el castaño, el cual cayó sin compasión en el pasto de la cancha, para divisar que el menor de los Fubuki se iba.
—Y tú —la voz de Goenji llamó a todos, para solo ver que le iba a decir a Tatsuya— Le das una disculpa a Endo por ser un tarado, o tal como Atsuya, te doy otros balonazos hasta que le digas que lo sientes.
El pelirrojo simplemente asintió repetidas veces, sintiendo un escalofrío recorrer todo su ser, había desatado la furia del rubio, y si no quería pagar más debia hacerlo. Sin más, se levantó del suelo sacudiendo sus ropas para acercarse a donde yacía Endo, posando sus manos en los hombros de este.
—Mamoru... Lamento intervenir en la relación entre tú y Luna, no pensé en las consecuencias —musitó aquellas palabras Tatsuya, que solo fueron audibles para el castaño quien solo asintió en respuesta.
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Los cabellos de Luna se ondeaban por su trote y la brisa que había en esa tarde, mientras iba en dirección hacía la torre inazuma, donde Endo la había citado en una nota que dejo en su casillero. La idea de que volvería a hablar de nuevo con su querido novio, hacía que su corazón se agitara tanto que pareciera que este iba a salirse de su pecho.
Estaba muy entusiasmada, para solo observar a la lejanía el perfil de aquel moreno que tanto la volvía loca, los toques naranjas del atardecer solo embellecia su bronceada piel, y que la llanta colgada del árbol estuviera meciéndose suavemente le indicaba que había estado entrenando.
La albina detuvo su andar, para tomar aire y del preciado oxígeno que llenaba sus pulmones, acercándose tímida y lentamente hacía Mamoru, que giró su rostro al presenciar a la fémina, donde le dedicó una sonrisa y ver como hasta sus poros transmitía de esa esencia alegre que lo caracteriza.
Eso hizo sonrojar fuertemente a la chica, quien sujetó su uniforme, justamente en la zona de su corazón ya que sintió que esté se enloqueció con tan solo ver ese lindo gesto del varón.
—Hola —le saludó el portero a la mánager con quien sostenia una relación, muriéndose de la ternura al verla rojita como un tomate maduro.
La joven no respondió, pero se lanzó a los brazos de Endo para abrazarlo muy fuerte, apretando con sus brazos al chico, pudiendo ofaltear su fragancia masculina que tenía entremezclado rastros de sudor en sus ropas. Mamoru no esperaba este abrazo, por lo que sé quedó por unos segundos asombrado por la repentina acción de la peliblanca para posar sus manos en las mejillas de la fémina.
—Te amo —musitó el portero, alzando el rostro de Luna para acercase a ella, rozando sus labios, siendo que un suspiro se escapó de la boca de Endo. No había probado sus dulces labios en una semana, y hoy por fin iba a besarlos.
Luna, al ver que su pareja no terminaba de acortar los milímetros, decidió terminarlos y unir sus labios en un beso tierno y llenó de amor, sin darse cuenta de que eran vistos por los ojos curiosos de su equipo.
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•Iba a estar ambientada en IEGO, pero ví que quedaba mejor en Inazuma Eleven Ares (?
•Rescribí el One-shot unas cuantas veces, porque no me gustaba mucho como quedaba xD
•Luna es un oc de Celestarluna22 y posee un ojo rosa y un ojo morado, así que por ello sus ojos son "bicolores"
•En un inicio quería darle pecas a Luna en forma de corazón, pero no quería alterar la apariencia de la chica.
•Tenía pensando hacer a un Endo/Mark tipo Fuckboy, pero no tenía muy bien como llevarlo a cabo, por lo que decidí solo dejarlo en un modo infantil (?)
•Tenía en mente usar el nombre de Hiroto como en el primer Inazuma, pero al estar ambientado este OS en Inazuma eleven ares, el nombre de Hiroto fue cambiado a Tatsuya y me quedé con el último, para más coherencia.
•Fudou/Caleb iba a ser la pareja de Fuyuka/Camellia en este escrito, pero no ví la oportunidad para introducirlo.
•Tatsuya ya sentía algo por Luna, antes de enterarse de que ella gustaba de Endo y vicerversa, siendo que se enteró de ello cuando supo que eran pareja.
•Atsuya y Nae son pareja, aunque no lo plasme.
•Toramaru/Austin y Yuuya/Scotty están en primer año del instituto Raimon, así que también son parte del equipo de fútbol.
Palabras usadas: 3200
¡Hola, hola! ¿Que tal?
Uff, me costó imaginarme a un Endo celoso, pero fue divertido xD
Se supone que debería publicar esto hasta el 2 de enero, pero no me pude aguantar así que lo estoy subiendo el 12 de diciembre 😂
Espero que la cumpleañera no le desagrade, y que tenga un feliz cumpleaños adelantado... I love you~
Gracias a: Darkfuneral99 por leerlo y ver mis faltas de ortografía (?
¡Y gracias a ti por leer!
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