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El cuerpo de Tony tenía varios moretones, varias mordidas que aún se encontraban hinchadas y rojas, además de que su cadera era un verdadero problema en términos de andar o tan solo quedarse sentado.
Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, Tony sonreía como un verdadero idiota realizado. Acostado, sonreía y reía mientras Steve le daba de comer.
—Soy un animal. —Rogers no dejaba de mirarlo con culpabilidad.
—Me encantas. —Anthony estiró su mano sosteniendo la del capitán—. Ya no te mortifiques. Al fin tengo una excusa válida para no ir a la industria.
Rogers negó con una pequeña sonrisa. Tony era imposible.
—Tampoco iras al taller por un rato. —El rubio le dio otro pedazo de fruta—. Te tendré para mí las 24 horas.
—¿Acaso estas alegre por ello? —Tony sonrió coqueto—. Señor Rogers, usted es muy exigente con mi tiempo.
—¿No puedo serlo? —Pregunto el soldado con la mirada baja y las mejillas sonrojada. Muy pocas veces decía lo que rondaba por su cabeza, y cuando lo hacía, siempre se sentía muy avergonzado.
—Beloved, soy completamente tuyo. —El Omega sonrió divertido y enternecido. Steve era toda una caja de sorpresas—. Puedes pedirme la vida si eso es lo que quieres.
—Entonces... —Steve se levantó del suelo, camino hasta el ropero que compartía con el genio y de su uniforme del Capitán América sacó una cajita de terciopelo. Tony estaba paralizado en cuanto Rogers se hinco a su lado— ¿Te casarías conmigo?
El Omega dejó de sentir el dolor muscular que tanta molestia le producía en la cadera para sentarse de un brinco.
—¡Tony, vas a lastimarte! —Steve trato de soltar la caja para acostar al genio, pero este se lo impidió.
—¿De verdad? —Tony no dejaba de verlo con seriedad— ¿De verdad me estas pidiendo matrimonio?
Steve asintió temeroso.
—Yo, bueno, Tony, tienes mi marca, estamos enlazados y yo creí que...
—Rogers. —Anthony paro el parloteo del soldado—. Jodete.
—¿Qué?
Tony se tapo los ojos mientras negaba. Steve se asustó ante la negativa del castaño. ¿Había sido demasiado?
—N-no tienes que aceptar sino quieres, Tony, por favor, olvidemos esto...
—Idiota. —Los ojos del castaño estaban rojos e hinchados—. Buen momento para pedirme matrimonio.
A pesar del reproche, una gran sonrisa adornaba el rostro de Tony. Una sonrisa limpia, llena de felicidad pura y sincera.
Era la sonrisa más hermosa que había visto Steve.
—Lo siento. —Steve le regreso una tierna sonrisa—. Solo actúe por impulso.
—¿No querías pedirme matrimonio? —Siguió cuestionando divertido el Omega.
—¡No! ¡Digo, sí! —Steve miró nervioso el anillo—. Lo he planeado desde hace mucho, incluso desde antes que nos enlazaramos, quería hacer algo íntimo, para nosotros y pedírtelo de otra manera, pero...
—Si quiero casarme contigo. —Interrumpió del castaño mientras estiraba sus brazos pidiendo un abrazo que de inmediato le fue concedido—. Beloved, algún día me matarás de amor.
—¿Acabas de decir que sí? —Steve se separó con rostro sorprendido.
Tony rio para después atraer al soldado y besarlo con ternura. Un beso suave y amoroso.
—Sí. Me casare con usted, Capitán. —Anthony siseo de dolor—. Había olvidado mi pequeño problema.
Steve rio mientras acostaba a su Omega y le daba todos los mimos que le pedía.
🔹🔹🔹
—¡¿Trillizos?!
Clint vio la foto del ultrasonido para después ver a la feliz pareja. Tony se encogió de hombros para después acariciar su vientre de 4 meses.
—Me indigna saber que pudimos tener pequeños hulk en la torre y no ocurrió tal milagro. —Bromeó la espía.
—Bueno, amigo. —Clint codeo al serio soldado del invierno—. Aquí se demuestra quien es el mejor de ustedes dos. —Y para dar énfasis, alzó la foto del ultrasonido.
—Soy un Omega con restos de rayos gamma en el sistema. —Bruce les sonrió con pena—. Es imposible que mi cuerpo pueda cuidar de un cachorro.
Bucky asintió ante lo que su pareja decía.
—¡En hora buena mis grandes amigos! —Thor abrazo con fuerza al soldado rubio y asintió hacia el castaño (tocarlo en estado de gestación no era lo más viable si quería evitar a un Steve enloquecido por los instintos)— ¡Estoy ansioso por conocer a esos tres pequeños guerreros!
—Gracias, Thor. —Steve abrazo de la cintura al genio.
Entre festejos, risas y felicitaciones, los vengadores fueron tomando distintos caminos, dejando solos a la pareja de líderes.
—Supongo que atrasaremos la boda. —Tony se sentó en el sofá y soltó un suspiro de alivio. Últimamente se cansaba demasiado rápido.
—Lo primordial es tu salud. —Steve se sentó a un lado del genio, puso su palma derecha en el vientre abultado y beso la frente del Omega—. Y la de los cachorros.
Tony le sonrió.
Esperaba con todo su corazón de hierro que sus bebés se parecieran a su Alpha.
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