☁️Celo Blanco☁️
Aunque los derechos de los Omegas han ido creciendo y mejorando a lo largo del tiempo hay una pequeña parte de su vida que sigue estando bajo el control de la sociedad, su actividad sexual. Cualquier Omega que no estuviera casado y tuviera relaciones sexuales con un Alfa sería considerado una criatura fácil de profanar, y tanto el Alfa que lo tomó como el Omega que se dejó serán marcados como impuros. Por lo tanto, aquellos que consideran de vital importancia mantenerse puros y sostener su status inmaculado en la sociedad son participes del Celo Blanco. Un acto inofensivo que calma el dolor del Omega y lo ayuda a pasar el celo sin problemas con el apoyo de dos o más Omegas que el primero haya elegido.
Cuando cumplió los 18 y su cuerpo se preparó para su primer celo Félix eligió a JiSung como su primer Omega de compañía, y una vez que JeonGin alcanzó la edad permitida se acopló al dúo. SeungMin no era Omega, pero como Beta, estaba muy bien dotado y podía calmar el ardor insoportable que atormentaba a Félix en el cuarto día. Durante su celo, Chan y los demás se iban del edificio para dormir en la agencia y mantener los riesgos al mínimo.
Pero hoy, el celo llegó de improvisto.
- Por favor, cuídense - pide Chan, cubriendo su nariz mientras los demas integrantes salían con rapidez del salón de baile - Que tengas paz, Lix - desea al rubio con algo de pena antes de salir del salón aguantando la respiración.
- Respira hondo, Lixie - indica JiSung, regresando al espejo donde Félix estaba apoyado, rodeado de SeungMin y JeonGin - Yo me encargo de mantener en calma a los chicos. Tú despreocúpate por todo, cariño ¿Si?- acuna el rostro del agitado pecoso y le besa la frente, sintiendo la fiebre bajo su piel.
- Gracias, Sunggie - suspira el menor, rodeando los hombros de JeonGin con el brazo, quien lo ayuda a ponerse de pie lentamente.
- Cuidado con MinHo, está cerca de su celo - advierte SeungMin con una mirada preocupada mientras rodea la cálida cintura de Félix con un brazo.
- Lo sé - sonríe JiSung lanzándoles un beso antes de tomar su abrigo y salir del salón, colocándole llave por fuera para luego delizar la pequeña pieza de bronce por debajo de la puerta. Debía avisarle a la recepcionista lo que ocurría en ese salón para que apagara las cámaras y le asignara a algún beta la tarea de llevarles comida y agua cada tanto.
- Vas a estar bien, Félix - promete SeungMin, ayudando a JeonGin a llevar al rubio a las colchonetas apiladas que estaban junto a una de las paredes.
- Muy bien - afirma JeonGin, permitiendo que Félix se sentara en las colchonetas.
- Estamos aquí para ti - asegura SeungMin mientras JeonGin se desabrochaba la camisa lentamente.
- Siempre es así - sonríe Félix, acalorado.
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