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4.- Venganza.

Tercer y ultimo día de su celo por lo menos este año, el segundo pudo pasarlo finalmente con su alfa y recuperaron el tiempo perdido.

Abrió los ojos después de una noche movida, no tenia muy claro en que templo se encontraba, solo pudo hacerlo cuando miro bien la habitacion. No recordaba como llegaron al templo de Acuario si estaban en el octavo, no le daría importancia en ese momento. Quiso acomodarse mejor en la cama pero algo se lo impidió.

- ¿Que demonios...?

Tenia ambas muñecas atadas al respaldo de la cama, forcejeo para tratar de soltarse pero no tuvo caso, conocía esos nudos eran los que Milo gustaba de utilizar cuando quería torturarlo un poco y no dejarlo escapar, trago saliva al sentir los pasos metalicos de una armadura acercarse.

- Oh ya despertaste Camie.

Pudo sentir como la temperatura de su cuerpo subía al ver a Milo entrar portando una armadura Dorada que no era la de Escorpión sino Acuario.

- No pudiste soltarte verdad- se acerco más a él para quitar las sabanas que protegían su cuerpo con lentitud- te dije que debías vigilar a Acuario.

- ¿Que vas a hacer con mi Armadura?

- Traumarla, como tu traumaste a la mía.- esa sonrisa de lado que le dio era una clara señal de que no estaba mintiendo.- y de paso, torturarte a ti con el espectáculo.

Lo último lo susurro muy cerca de su boca, despues le robo un beso que dejo a Camus con ganas de más. Se alejo lo suficiente para que viera sin ninguna dificultad lo que tenia pensando hacer. Con su mano derecha comenzó a acariciar la superficie dorada como si de la piel de su amante se tratara. Cuando llego al inicio de la "falda" de Acuario hizo aparecer su aguja, sabia que su lindo frances le gustaba que recorriera su cuerpo con ella y eso hizo solo que esta vez a la Armadura. Camus seguía cada uno de sus movimientos, imaginando que esas manos lo acariciaban a él.

Milo sonrió, quito el casco de su cabeza para colocarla en la de su Omega comenzo a recorrerlo con besos, deteniendose a la altura de las orejas en donde puso mayor atención jugueteo con ese lugar al mismo tiempo que acomodaba las piernas de Camus a su alrededor. Quito la parte del pecho y la de los muslos las tiro lejos sin importarle donde cayeran. Movía a su cadera para que su miembro chocara con el del otro.

El mayor forcejeo para soltarse. Milo sonrió ya estaba comenzando a desesperarse, pero aún faltaba para darle lo que necesitaba.

- Aun no cariño, falta lo mejor.

Su mano izquierda, acaricio el cuerpo bajo suyo, su derecha se le unio poco despues seguido de su lengua que iba dejando un camino de saliva.

No sabia exactamente que sentir, el frio tacto de la Armadura contra lo caliente de su piel lo estaba volviendo loco y ni decir la lengua juguetona de ese griego que amaba como a nadie. Milo se había quitado esta vez las protecciones de los brazos, pero estos no los tiraría lejos, a ellos si les tenia un propósito. Acerco uno a la boca de su amante.

- Sabes lo que tienes que hacer.

Camus trago saliva antes de hacerlo. Lamio lo mejor que pudo esos dedos dorados ante la atenta mirada del menor, el que ya no aguantaba mucho más no estar dentro de él. Una vez listos los acerco a su pequeño paraiso, el juego recién comenzaba.

Sentia como su cuerpo se abría para su intruso, el tacto era frio y brusco, pero le gustaba y no sabia porqué. Su cuerpo comenzó a temblar, los gemidos a salir más fuertes. Milo solo podia pensar que salio mucho mejor de lo creyó. Sin darle tiempo a reaccionar, reemplazo los dedos de la armadura por su miembro. Logro sacar a la luz ese gemido mucho más alto que tanto amaba escuchar.

- Mi-Milo... más no pares, no te detengas... si lo haces.

- ¿Si lo hago qué? - dejo las manos doradas sobre los pezones de su pareja, ejerciendo presion.

- ¡Ah-ah! Te congelo.

- Intentalo.

Embistió mucho más fuerte sin importale si alguien los escuchaba. Pero para la mala suerte de alguien que si iba pasando por ese templo y no iba solo.

- ¡Hermanito Mu están lastimando a alguien!

Milo escucho esa vocesita, sin dejar de embestir cubrió con una de sus manos la boca de Camus por unos segudos. Kiki estaba muy chiquito para saber que hacian y el patriarca iba a darle el castigo de su vida si traumaba a su bebé.

Mu quería golpear a esos dos, aveces agradecía ser un Beta y no tener que pasar por los celos que sufrían los omegas, pero más que sufrimiento era todo lo contrario.

- No te preocupes Kiki, no están lastimando a nadie.

- ¿Entonces que están haciendo?

- Algo que a nosotros no nos interesa, vamos.

Se sonrojo hasta las orejas, donde estaban Aldebaran o Shaka cuandos los necesitaba.

~•~

-Casi traumas al mini borrego con tus lindos gemidos.- lamio su mejilla.

Miro encantado como las cuerdas que sostenían sus muñecas se encontraban congeladas por completo, culpa del orgasmo que había sufrido hace muy poco su pareja.

- Es tu culpa...

- Lo sé cariño.

Lo ayudo a acomodarse mejor en la cama. Ese Celo había sido más movido que los anteriores y todo gracias a Saori por llevárselo el primer día. Iria a preparar el desayuno mientras Camus se tranquilizaba un poco.

Ambos estaban pensando en utilizar las armaduras más seguido. Pero sus planes se retrasarían un tiempo, ese ultimo celo traería una sorpresa.

🍎❄

En otras palabras... ¡Por conejos 🐰 les cayó la bendición!

Queria hacer esto más hard, pero no encontré muchas maneras de utilizar a Acuario 😅

ScorpioNoMilo. 💕

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