Sonreí a Skate cuando sacó la silla para que me sentara.

-ame alegra que hayas decidido venir.-comenzó a hablar la rubia.-No empezamos demasiado bien pero quiero que sepas que te perdono.

-¿Tu me perdonas a mi?.-sonreí con arrogancia.-Se perdona cuando hay un mínimo de arrepentimiento y por mi parte no lo hay.

-Deberías sentirte como una auténtica zorra ya que te acostaste con un chico que tiene novia.

-¿Y tú?.-rodé los ojos.-Debes sentirte igual cuando te despiertas en un motel diferente con cualquiera que se te cruza.

-Se trata de que os llevéis bien.-susurró Sammy.

-¿Esperáis que nos hagamos amigas y que comentemos lo bien que besas,Samuel?.-hice una pausa.-¿Como nos tocas?.-negué repetidas veces con la cabeza.

-Celine.-miré a Skate.-Esto no fue una buena idea.

-Estoy de acuerdo.-dije levantándome.-Un placer,Stammy.-les guiñé el ojo antes de salir.

Caminé junto a Skate con nuestras manos entrelazadas,subimos al coche y no pude evitar colocar mi cabeza sobre su hombro durante todo el camino.

-Llegamos.-estiré mi cuerpo antes de salir.

-¿Dormiremos en tu casa?.-pregunté siguiéndolo.

-Si,no quiero encuentros con Sammy.

-Entremos.-susurré mordiéndole ligeramente el labio.

Abrió la puerta y me sorprendió un poco encontrar a Jack Gilinsky tumbado en el sofá.

-Hola,parejita.

-¿Qué haces aquí?.-quise saber.

-Sammy me pidió que apareciera para joderos la hora feliz.-respondió sin más.

-¿Por qué lo hiciste?.

-Porque Skate no era el único que te quería en la sombra.-rascó su nuca y volvió a mirar a la televisión.

-Celine.-hizo una pausa.

-Vayamos a mi casa.-dije sin dejar de mirar a Jack.

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