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Capítulo 01

Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo es venido en carne, no es de Dios: y éste es el espíritu del anticristo, del cual vosotros habéis oído que ha de venir, y que ahora ya está en el mundo.

1 Juan 4: 3: 3

ÉGLISE SAINT-MARTIN, COLMAR, REGIÓN FRANCESA DE LA ALSACIA, EN EL NORESTE DE FRANCIA.

Mayo, 06 de 1975.

Colmar era una ciudad tranquila y hermosa, salpicada por viñedos y más viñedos que hacían que te sumerjas en un ambiente de cuento de hadas, gracias a su aspecto típicamente medieval y a sus coloridas casas de piedra y madera que eran una composición de casas antiguas, muchas del siglo XIV, de estilo gótico germánico, con entramados y postigos de madera al modo francés, del renacimiento tardío. Todas obras maestras que reflejan el esplendor de Colmar en la Edad Media.

Valena amaba su ciudad de nacimiento, es por eso que la había extrañado los cuatro años donde no estuvo allí; la gente era tranquila y muy amorosa pues era un pueblo pequeño donde muchos se conocían; eso no significaba que se arrepentía de ir a Corea del Sur hace algunos años atras, principalmente porque en ese país conoció al que hoy en día es su esposo y padre de su hijo que muy pronto nacería.

Los dos había decidido que Colmar era la ciudad correcta para que BaekHyun tuviera una buena infancia, por ello se mudaron hace seis meses allí. Tan sólo pensar en el nombre que ella y SooHan había decidido para su pequeño ángel la ponía muy emocionada, pues tenía un hermoso significado. Baek mostraba pureza blancura y sin machas. Hyun significaba bueno, poderoso, virtuoso y digno. Era el nombre perfecto para alguien perfecto.

Acarició suavemente su vientre mientras prestaba atención al sacerdote, quien estaba haciendo una misa algo diferente, pues es la primera vez que abren la Catedral a las seis de la noche. La Colegiata de San Martin era considerada por los locales como su catedral principal, ya que ejerció como tal cuando se convirtió en la sede de un obispo durante la Revolución Francesa. Valena trató de acomodarse mejor en su asiento, había tenido dolores desde la tarde, pero no había prestado mucha atención porque faltaban dos semanas para el nacimiento de BaekHyun.

De pronto lo sintió moverse y una sensación de incomodidad la invadió; sabía que algo no estaba bien cuando una corriente dolorosa lideró un trayecto en su interior y apreció como su cuerpo se tensó al sentir el período expulsivo involuntario haciendo que sus piernas se abrieran y el dolor del posible parto se hizo presente como un martirio, trató de respirar tranquilamente y se volteó para avisarle a SooHan, pero su cuerpo reaccionó otra vez al sentir la contracción uterina y en conjunto con ello la tierra tembló.

Larga vida al hijo del diablo.


Empezó a escuchar murmullos a su alrededor.

Larga vida al hijo del diablo.


Su esposo la miró y murmuró algo que ella no logró entender muy bien pero no se trataba de algo bueno porque se veía muy asustado y quizás alterado; los dolores del pre-parto se hicieron más fuertes y toda la ciudad se volvió a sacudir aumentando su intensidad poco a poco.

Larga vida al hijo del diablo.


Aquellas voces no paraban de repetir lo mismo, era tan bajito que no lograba descifrar con exactitud que era lo que decían. Hasta podría asegurar que murmuraban algo en otro idioma, uno que ella no conocía.

Larga vida al hijo del diablo.


Las personas de la Catedral empezaron a salir escandalizadas, pues Colmar no solía presentar eventos sísmicos de esa magnitud. Valena sostuvo la mano de SooHan con fuerza evitando gritar; su esposo masajeaba delicadamente la parte baja de su espalda mientras pedía por ayuda, su rostro empezó a sudar y junto con algunas monjas del lugar la echaron en el suelo delicadamente poniendo en el piso algunas mantas.

Larga vida al hijo del diablo.


Hasta ese entonces se dio cuenta que sólo era ella quien escuchaba esas grandes cantidades de voces al unísono.

Larga vida al hijo del diablo.


— Padre nuestro que estas en el cielo, no nos abandones por favor. Tú que todo lo ves y todo lo manejas guíanos a nosotros tus siervos para ayudar con el nacimiento de este nuevo hijo tuyo— aquellas monjas hacían una oración mirando de vez en cuando a los costados esperando que la Église Saint-Martin no se derrumbe encima de ellos— Recibe con gracia a este pequeño que será tu fiel seguidor, señor. Libranos del mal y protegenos como tu lo sabes hacer— habló con la voz asustada— Señor, Dios santo salvaguarda a tus fieles servidores.

Larga vida al hijo del diablo.

Larga vida al hijo del diablo.


Valena soltó un grito desgarrador cuando sintió sus paredes internas abriéndose para dar paso a la pequeña cabeza de su bebé. El cielo parecía acompañar su dolor, pues fuertes lluvias se hicieron presentes.

— No puedo, no puedo— lloró negando más de una vez, se sentía completamente débil y asustada.

Larga vida al hijo del diablo.

Larga vida al hijo del diablo.


— Valena, no te rindas hija; puedes hacerlo— quiso volver a negarse, pero su cuerpo pujó involuntariamente soltando otro grito, la tierra tembló aún más fuerte provocando que todos los cristales de la cátedral se rompieran en conjunto con el estremecedor ruido de los rayos— Ya falta poco, puedo ver su cabeza. Dios santo protege a tu fiel seguidora y ayúdala a dar un parto sin problema alguno.

Larga vida al hijo del diablo.

Larga vida al hijo del diablo.


Valena trato de controlar su respiración y cerrando los ojos con fuerza mientras apretaba las mantas del suelo pujó con la poca energía que quedaba en su cuerpo; sintió el paso de su bebé a través del canal del parto, desde el útero hasta el exterior. Después de unos segundos se escuchó el fuerte llanto de Baekhyun y todo silencio la invadió aparte de esa melodia, las voces parararon; el cielo rugió escandalosamente, la ciudad se volvió a sacudir con agresividad y los relámpagos cayeron sin piedad sobre la tierra.

Ella podría asegurar que antes de perder la conciencia vio a una persona con alas grandes en la cima de la Église Saint-Martin, parado justo donde estaba la cruz mirando fijamente a su hijo, quizás fue un engaño de su mente porque cuando su mirada fue a parar en la ventana rota que mostraba la ciudad ya no había nadie allí.

— Tiene tu sangre— dijo ChanYeol apenas vio a Samael; los dos demonios que estaban allí salieron corriendo notablemente asustados cuando sintieron su imponente presencia— Es el elegido— murmuró ignorando el llanto de BaekHyun; pues podía escucharlo debido a la pequeña conexión creada por él para evitar que el niño sea encontrado por Dios— Creó mucho caos en la tierra y no sólo en Colmar, sino en todo el mundo. Algunos países de Latinoamerica presentaron tsunamis, Asia presentó fuertes movimientos sísmicos, en África hubo ventarrones que terminaron destruyendo muchas ciudades completas y Europa fue el continente más afectado.

— Aquí no fue muy diferente.

— Fue raro, sentí en el aire un aura nueva e inigualable, tan poderosa que hasta se me pasó por la cabeza que Dios había cruzado el portal al mundo de los vivos; es completamente celestial— Luzbel sonrió macabramente— Lleva el nombre de Baekhyun Byun Lefebvre, hijo de Valena Lefebvre y Byun SooHan; nació en Colmar, Francia el seis de mayo de 1975 a las siete de la noche.

— Si su naturaleza divina se sintió en el infierno, entonces el cielo también lo sintió; sabes que harán cualquier cosa para ajusticiarlo y no puedes permitir eso, él es mi única salida del infierno. Necesito que lo protejas.

— Su pureza es inigualable— Luzbel gruñó mientras caminaba al trono que estaba al frente de sus ojos— No hay nada que nos asegure que estará de nuestro lado— el contrario negó— ¡Escúchame! Ese niño no sólo es un problema para el cielo, sino también lo es para nosotros. Siempre estaremos debajo de ellos si Dios tiene de su lado a BaekHyun.

— Sé a dónde quieres llegar y eso no va a pasar— aseguró con la mandíbula tensa.

— No podemos arriesgarnos, el niño debe morir.

— No va a morir, Park— sentenció con sus ojos rojos puestos en él— Lo esperé durante años ¡estuve encerrado miles de años en Sheol! Y no vas a evitar que ese niño crezca cuando hasta ahora es mi única puerta para el mundo terranal y tenlo por seguro que si se vuelve un peligro para nosotros yo voy hacer el primero en levartar una daga sobre él.

— Hasta ese entonces BaekHyun será más que tú— Samael volteó la mirada sin darle mucha importancia— Mierda ¿Enserio te quieres arriesgar? ¡Su simple nacimiento destruyó gran parte del mundo! ¡¿Y tu sigues creyendo que puedes controlarlo?!

— Es mi hijo, yo puedo hacerlo— aseguró con determinación.

— ¡No es tu hijo, Samael!— el infierno tembló— Es el hijo del más grande pecado que puede existir hasta ahora; es el hijo de la traición y la mentira; es el hijo de lo incierto y va a estar del lado que él crea conveniente y por si no lo has notado, Luzbel. Dios nos sigue ganando ¿A quien crees que va a seguir?

— No me interesa; él nos seguirá a nosotros— Samael lo miró con fuego en los ojos— Solo quiero salir de este maldito lugar.

— Tu mismo lo has dicho, has estado miles de años aquí y nunca te ha molestado ni una sola vez ser venerado como una deidad ¿Por qué quieres libertad ahora?

— ¡Porque ella reencarnó!— grito con furia, su cuerpo había cambiado a uno más intimidante; ahora se mostraba en su grandioso resplandor demoníaco. ChanYeol estaba seguro que cualquier ser inferior en Sheol se hubiera arrodillado esperando ser perdonado por su simple existencia, pero él no— Los dos sabemos porqué fui sentenciado y sé que lo merecía, pero no todo fue justo, no para mí y ni una sola vez me he quejado, porque solo hay un culpable y ese es Dios— Luzbel caminó hacia él— Hermano; nunca te he pedido nada, pero siento que ella es quien me llama en la tierra, lo ha hecho desde hace un año; exactamente cuando su alma reconoce lo que alguna vez fue. Yo solo quiero verla una vez más.

ChanYeol creía que nada bueno iba a salir de todo eso, primeramente porque él no quería permanecer mucho tiempo en la tierra, si bien los seres celestiales amaban ser observados por mortales y ser el centro de atención, pues su belleza era inigualable; él no disfrutaba de ello. Pero no dijo nada porque sabía que le debía la libertad a Samael.

Ya era de día cuando volvió a Colmar, la ciudad no estaba tan destrozada como otras ciudades, hasta podría segurar que fue la que menos daño recibió. Pero ningún ser inmortal negaría todo el aura de misticismo y oscuridad que invadía el pueblo, y más si llegabas a la casa donde dormía el bebé recién nacido; aquella casa de madera al estilo medieval no llamaba tanto la atención aparte del gran poder que habitaba allí, pues muchas viviendas eran similares.

Cuando entró, el llanto de BaekHyun lo invadió por completo, su madre lo tenía entre sus brazos mientras le cantaba un canción para que dejara de llorar, pero no era suficiente como para lograrlo. SooHan también lo intentó más de una vez hasta el punto de casi ponerse a llorar con el pequeño en sus brazos, y ChanYeol creía que todo eso era divertido, había observado a la familia desde lejos mientras comía una manzana sin preocupación alguna.

¿Quién pensaría que esa pequeña criatura era el anticristo?

Era tan pequeño e insignificante si lo veías por medio de ojos ajenos, nadie nunca creería que él fue la causa del desastre mundial. Sin embargo, había algo más; la presencia de BaekHyun no fue la única que se sintió en el mundo, alguien más nació ese día y alguien más cruzó las puertas del cielo al igual que él con las puertas del infierno.

— Cállate— demandó luego de unos minutos, al principio era divertido escucharlo llorar y ver a sus padres en apuros, pero después se volvió insoportable— ¿Qué te sucede?— con un aura intimidante se acercó al bebé, quien dejó de llorar al instante de escuchar su voz. ChanYeol sabía que iba a volver hacerlo cuando vio el labio inferior del niño temblar— ¿Estás llorando porque te asusta tu propio llanto? ¿Quién te entiende?— BaekHyun levantó sus manitos hacia él ignorando el movimiento de felicidad de su padre porque logré calmarlo, creo que me quiere, Valena.

ChanYeol alejó las manos de BaekHyun para acercarse un poco a su rostro, aquel niño tenía los ojos más hermosos que nunca había visto en un humano; eran tan claros como la miel, tenía una nariz pequeña parecida a un boton, sus mejillas estaban coloreadas por el intermitente llanto, sus labios rosados formaban un puchero y su rostro en general podría hacer derretir hasta a la persona más ruda del mundo. BaekHyun tenía la apariencia total de un ángel.

Se hizo a un lado cuando SooHan empezó a mecerlo delicadamente, logrando un bostezo del menor, quien luego fue puesto en la cuna. Los padres primerizos murmuraron algunas cosas sin hacer mucho ruido, pues BaekHyun no había dormido desde que nació y ellos tampoco pudieron hacerlo porque el bebé no paró de llorar hasta ahora y por supuesto que la desvelada se notaba en la apariencia de los dos, sus ojos cansados y las ojeras oscuras se hacían más notables en cada bostezo. Así que en un acuerdo mutuo salieron de la habitación para ir a descansar.

ChanYeol caminó hasta la cuna de madera y se quedó observándolo; definitivamente no tenía la apariencia de un demonio, no albergaba ningún mal y no parecía corrompido por nada. Pero había algo en ese niño que lo inquietaba, se le hacía muy conocido y él podría jurar que lo había visto alguna vez, sin embargo nada llegaba a su mente y las respuestas parecían nulas cuando se trataban de él.

Ignoró aquella sensación rara que recorría todo su ser como un mal presentimiento de que algo no estaba bien o por lo menos, no lo estaría; llevó su mano a la frente del menor y cerrando los ojos murmuró.

❝ Quedas completamente protegido por el ser más divino después de Dios y de tí, nadie podrá nunca tocarte y tu aura quedará cubierta por la mía, siendo el sol y la luna tus fieles servidores, serás invisible para los ojos de cualquier otro ser fuera de lo mundano y a partir de ahora un cetro estará a tu derecha. Por fin haré honor a mi nombre, BaekHyun; seré tu protector. ❞

ChanYeol quiso abrir sus ojos y romper el contacto físico con el niño, pero algo se lo impidió; de repente aquellos recuerdos que alguna vez olvidó vinieron a su mente. Se vio a sí mismo en el paraíso, llevaba sus típicos mantos blancos mientras escribía en un pergamino demasiado concentrado, vio también un brillo divino en su mano izquierda pero no podría decir con exactitud que objeto era pues él lo sostenía con fuerza, no sólo eso, sino que él collar que siempre llevaba colgado en su cuello se veía majestuoso como si quisiera dar una señal. Trató de acercarse y lo último que vio antes de que el menor despertara y empezara a sollozar fue el nombre de BaekHyun en uno de los tantos párrafos escritos por él.

— ¿Qué fue eso?— se preguntó así mismo mientras dirigía su mirada al bebé, quien tenía el rostro contraído a punto de llorar— No te atrevas— sentenció. El menor hizo un pequeño puchero y sus ojitos se acomularon con lágrimas, pero no soltó ningún ruido— Estoy seguro que por más que llores tus padres no vendrán, deben estar muertos del sueño y no hay nadie que pueda calmarte, así que te quedaras callado hasta que ellos despierten ¿Entendido?— BaekHyun empezó a sollozar moviendo sus manos y sus pies como signo de molestia— Soy uno de los más grandes pecadores de Dios ¿Crees que puedes controlarme solo por hacer esa mueca?

El recién nacido siguió moviéndose incómodo en la cuna mientras sus dedos se estiraba para abrir y cerrar su pequeña mano, como si pidiera que lo cargara. ChanYeol creía que era divertido verlo renegar.

Vamos, el que estaba allí no era nada más y nada menos que el anticristo, el más odiado ser por los fieles seguidores católicos y cristianos; el que todos temían por su simple llegada al mundo y al que alguna vez describieron como el ser más malvado después del Diablo. Y ahora si todas esas personas lo mirarían se llevarían una gran sorpresa al no encontrar nada de eso en BaekHyun, pues era un bebé caprichoso y necesitado por un poco de atención.

Solo esta vez. Pensó cuando lo sostuvo entre sus brazos para calmarlo.

— Azazel es como te llamarán en el cielo y el infierno, así es como te nombró Luzbel— BaekHyun hizo un sonidito emocionado— Significa la cabra de emisario, es un símbolo en la solución al problema del pecado; tu padre cree que tu puedes borrar su pecado y con ello eliminar el castigo que Dios impuso para él ¿Crees que puedes hacerlo?— preguntó mirando al bebé entre sus brazos, él niño sólo sonrió— Serás la bendición para muchos y la maldición para otros, BaekHyun— le abrazó delicadamente y murmuró en su oído— Larga vida al hijo del Diablo.

Y con ello se escucharon demasiados voces al unísono.

Larga vida al hijo del diablo.

Larga vida al hijo del diablo.

Larga vida al hijo del diablo.

Todos ellos eran almas en penurias, demonios como también son llamados, buscando alabar al príncipe del infierno, aquel que fue bendecido o maldecido con el bien y el mal, aquel que brilla con luz propia y es capaz de llamar la atención de todo ser fuera de lo mundano. Él es Baekhyun Byun Lefebvre, conocido también como Azazel; el que muy pronto tendrá a la tierra, al cielo y al infierno de rodillas.

Gracias por leer, no se olviden de votar por el capítulo si les gustó y también comentar. Nos vemos pronto en el segundo capítulo.

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