Capitulo 4: "Vacacionando en el campo de mis Abuelos"
Como era de costumbre, todos los veranos nos íbamos en familia a pasar el verano al campo de mis abuelos, y la verdad que me encantaba ir por el simple hecho de estar con mis abuelos y sobre todo por mí caballo canciller; pues recuerdo que cada vez que almorzamos al aire libre, mi abuelo soltaba a mí caballo para que se fuera hasta donde yo estaba, lo cual todos se reían porque yo lo llamaba y él relinchaba de felicidad y ponía su cabeza en mi hombro.
La verdad qué me pasaba horas enteras junto a mí caballo, lo cual mi gemela me decía que estaba obsesionada con mi animal; pues simplemente no la tomaba en cuenta y seguía estando con mi caballo tranquilamente.
Recuerdo que solía recorrer todo el campo montada en mí canciller, y la verdad que mi abuelo solía acompañarme junto a su caballo y lo mejor de todo qué me enseñó todo sobre el campo y sus tierras campesinas. Fue así, que mi abuelo me dijo una noticia que jamás esperaba en mí vida...
— Cómo verás querida Nieta todo estas tierras son mías, y que fueron heredadas de mis tatarabuelos y qué he sabido conservarla muy bien mantener su patrimonio que tiene desde que se fundó nuestra hacienda ¿Qué Opinas Celeste? — Relato mi abuelo para luego preguntarme mi opinión —
— Pues qué aún no puedo creer que desde mis ancestros hasta su generación y la mía siga este campo y estas tierras conservando su belleza tal cual y sin perder su colorida campestre — Exclame —
— Sí... es por eso que charlando con mis hijos y con tu padre querida nieta, llegamos al acuerdo de que este campo y todas mis tierras, viñas de uvas y árboles frutales, al momento que muera yo y tu abuela sean tuyas... en otras palabras quiero que tu seas completamente la dueña de todos mis bienes de mí hacienda — Exclamó mi abuelo —
— ¡Habla en serio abuelo!! pero qué voy hacer yo con todo esto abuelito son muchas tierras aparte sola no podré mantener su patrimonio — exclame sorprendida —
— Verás que cuando seas más grande llegará un novio a tu vida y junto a él harán que mi campo siga vigente y tú sabes qué yo cómo clarividente no me equivoco querida nieta — Exclamó mi abuelo viendo mi futuro qué se me aproximaba en mí vida — ...
Cuando volvimos a la Hacienda, la verdad que quedé muy pensativa con todo lo que había charlado con mi abuelo, tan así que mi gemela me había preguntado qué me pasaba y simplemente le dije que nada, qué estaba bien y que no pasaba nada... lo que me preguntaba ¿Hasta qué punto una persona puede ser clarividente?.
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