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「Galletas」

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ஓீۣۣۣۣ፝ۜ፝ۜ͜͜͡͡·°¸❥↬Gai y Momo estaban acostados en el sofá, Momo acariciaba el cabello de Gai mientras él, apoyado sobre sus piernas, le contaba cosas sobre sus alumnos con euforia y emoción y ella escuchaba feliz.

En un momento de silencio, la rubia habló, viendo como su novio comia una de las galletas recién hechas por ella.

— ¿Te gustan las galletas que hice Gai-kun?.— preguntó con una sonrisa, trazando pequeñas lineas imaginarias en el rostro de su muchacho con su dedo sin siquiera molestarlo.

— ¡Saben genial!.— sonrió brillantemente él, guiñándole un ojo y apoyando su talento por la comida. La rubia, encantanda, tomó una de las galletas sobre el plato y la acercó a los labios de su novio.

— Di aaaah...— ordenó amablemente y Gai asistió, abriendo su boca.

— Aaah...— pronunció para que Momo le diera de comer la galleta que felizmente él aceptó y luego de terminar de masticar, se sentó correctamente para poder estar frente a ella y mirarla más cómodo. Se veia hermosa como de costumbre, sus ojos, su piel, su sonrisa y más... era tan preciosa que si quisiera, Gai podria mirsrla por todo el dia sin tener ningún problema.— Momo-chan...— susurró su nombre, viendo sus labios por unos segundos y luego sus ojos, algo nervioso.

— ¿Si?.— Momo acercó nuevamente su mano al rostro del pelinegro y acarició su mejilla con delicadeza mientras esperaba a que hablara. Gai sonrió al solo sentir su tacto tan cálido.

— ¿Puedo besarte?.— preguntó de repente, sorprendiendo a la mujer que alzaba sus cejas y luego reía por lo bajo, levemente apenada y roja.

— Sabes que si...— asintió obvia, ahora tomando el rostro masculino con sus dos manos y acercándolo lentamente a ella.— Somos pareja hace muchos años, no debes pedir permiso.— él asintió, un poco dudoso, y se acercó más a su novia.

Las manos de Gai estaban posadas y sosteniendo la cintura de su novia mientras que ella acariciaba sus mejillas y los dos unían sus labios suavemente.

Efectivamente sus manos acariciaban la cintura de la rubia con anhelo y dumzura, ella se acercaba cada vez más a su novio para poder intensificar el beso que, aunque había comenzando dulce y despacio, poco a poco comenzó a subir de nivel. Quería sentirlo por completo.

Gai se tiró un poco más hacia adelante al momento que Momo se acostaba en el sofá, quedando Gai arriba de Momo y sin separar su beso en ningún segundo.

Las varoniles mimos del chico que ansiaba tocar a su novia bajaron y se metieron lentamente por debajo de la tela para acariciar la piel suave del abdomen de la chica que jadeaba un poco debajo de él, por sus dedos ardientes y su corazón a mil.

Momo acariciaba el cabello de su novio y sentia con mucho gusto las caricias que él le otorgaba. Si fuese por ella le pediría que acaricie más partes de su cuerpo y por más tiempo pero pronto la pareja comenzó a sentirse sin oxigeno.

— G-Gai-kun...— murmuró Momo, tomando un poco de aire mientras Gai quería seguir besándola pero se separó un poco al escuchar como lo llamaba.

— ¿N-no... quieres?.— preguntó él con un leve sonrojo sobre sus mejillas, aún sobre ella y enterneciendo a la rubia que negaba y le daba otro pequeño beso en los labios.

— Se me queman las otras galletas.— explicó. Gai se sorprendió y recordó que era verdad, su novia estaba haciendo galletas antes de eso.

— Oh... Es cierto.— murmuró y salió de encima para que ella pudiera ir a ver las galletas. Momo se levantó del sofá y le echó una miradita a su novio que veía hacia otro lugar, algo incomodo.

— Gai-kun.— lo llamó, haciendo que la mire rápidamente.

— ¿Si?.— hizo un ademán con la cabeza para que continuará.
— Puedes esperarme en la habitación si quieres, estaré ahí en un rato.— avisó y luego sonrió de lado para depositarle un besito en la frente y marcharse a la cocina. Gai se quedó paralizado por unos segundos, como si no suoiera ue hacer y estuviera recalculando las cosas en su mente, hasta que recordó su misión.

— ¡S-si!.— exclamó antes de que la chica desaparezca y le sacó una sonrisita. El pelinegro rápidamente se levantó del sofá, comió otra galleta y complementamente emocionado y extasiado fue a la habitación de su novia, para esperarla y pasar un rato genial.

Hago lo que puedo..

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