La pequeña niña se encontraba sentada en el frio suelo de su pequeño y solitario cuarto, ella era ajena a todo lo que pasaba a su alrededor pues apenas tenía seis cortos años .Ella solo se limitaba a jugar con sus viejas muñecas de trapo, mientras su pequeño mundo se derrumbaba a sus pies.

El hombre que tanto temía entro feroz a su cuarto, parecía una bestia decidida a hacer pedazos a la indefensa niña que a pensar de su inocencia sabía lo que aquella bestia le haría a continuación .Aquel hombre olía bastante a alcohol haciendo que el horrible olor impregnará toda la habitación de la niña .

Ella sabía que esta vez la paliza sería más grande pues la bestia se había pasado con el alcohol.

La primera patada llegó directa al estómago de ella ,haciendo que se encogiera por el terrible dolor provocado por aquel hombre despreciable .La niña de grandes ojos marrones pensó en algo bonito para no pensar en el horrible dolor que sentía y así poder reprimir las lágrimas que amenazaban por salir .Recordó las tardes que jugaba con su padre , jugaban a las princesas , ella hacía de una bella princesa y su padre de un príncipe, el cual lo habían apresado los malvados seres mágicos , ella debía salvarlo, debía ser fuerte y demostrar que una bella princesa también puede valerse por sí sola , su padre siempre le decía "Si un lindo príncipe puede salvar a una bella princesa , una bella princesa también puede salvar a un lindo príncipe " ella siempre sonreía cuando su padre le decía aquello .Ahora en sus tardes no habían juegos en familia , no había meriendas deliciosas , no había frases que le hicieran sonreír , no había nada más y nada menos que la soledad .La soledad vino acompañada de aquel hombre que desde el día que entro en su casa o más bien el día que entro en su vida lo cambio todo y lo peor es que la niña no pudo hacer nada para evitarlo .