/Narra el autor/

  Todo Berk se estaba preparando para uno de los eventos más grandes e importante para los Berkianos, la Semana Borg. Era una semana que conmemoraba al autor original del libro de los dragones. La semana Borg era un evento importante para los Berkianos por muchas razones y celebrar esa semana significaba mucho más ahora que los dragones convivían con los vikingos, pero no todo era felicidad ya que desde las sombras, alguien estaba tratando de poner sus planes en marcha.

  Mientras todo Berk se preparaba, Astrid y sus amigos estaban haciendo entrenamiento de la academia de dragones en el mismo lugar en donde ella y Tormenta se encontraron por primera vez. Hipo, como siempre, estaba dirigiendo la clase de ese dia y mostrando sus habilidades. Ese día, el joven herrero mostró su imitación de un rugido de Furia Nocturna y en poco tiempo el dragón llegó hacia su amigo.

Patán: ¿Por que tenemos que hacer esto?

Hipo: Por que si nos separamos de nuestros dragones, esta es la única forma de comunicarnos con ellos. Y si podemos mejorar esto, podremos usar para el desfile aéreo. Y el desfile lo vamos a hacer porque...

Astrid: Porque esta semana estamos conmemorando a Borg, quién escribió el libro de dragones.

Hipo: Exacto, y sin el libro de dragones, Astrid y yo no hubieramos podido entrenar a Tormenta, y sin eso no habría paz.

Astrid: Exacto. Ahora mi padre quiere un desfile aéreo para mostrarle a todo el pueblo la paz entre dragones y vikingos.

Hipo: Es un paso adelante, por eso debemos organizar el desfile.

  Mientras los gemelos eran molestados por Patán, Patapez y Astrid se tomaron en serio el ejercicio y hasta lograron llamar toda un rebaño de Gronckels y Nadders. Antes de irse, Patán dijo algo que afectó mucho a Hipo.

Patan: Cuando todos los dragones vuelen en el desfile ¿Con quien volara él? *Señalando a Chimuelo*

  Pasado un tiempo, Hipo se quedó pensando en lo que dijo Patán y no pudo sacarse esa pregunta de la mente. Estuvo tan distraido que no entrenó a los Nadders para el desfile. Astrid termino apareciendo sobre Tormenta y le mostró a Hipo lo que habia hecho con los Nadders con una emoción irreconosible en su voz. Cuando la hija del jefe notó que su "prometido" no se sentía bien, decidió preguntarle lo que pasaba.

Hipo: Es que... Tormenta tiene a otro Nadders, Colmillo tiene a otros Pesadillas Monstruosas, pero Chimuelo no tiene otros Furias Nocturnas con los cuales estar. Me siento mal por él.

Astrid: A mi me parece que esta muy feliz con nosotros. *Acariciando a Chimuelo* ¿O no amiguito?

Hipo: Ahora que me acuerdo, cuando venía hacia acá, tu padre me pidió que te llamara, parecia ser algo serio.

Astrid: *Sarcastica* Perfecto, lo que faltaba. Si no es molestia... Hipo...

Hipo: Solo sube, yo te sigo.

  Astrid subió en Chimuelo e Hipo montó a Tormenta y juntos fueron hacia el Gran Salon. Astrid trató de convencer a Hipo de que entrara ya que era su prometido, pero él se rehusó. Al final, la joven Haddock no tuvo mas opción que entrar y averiguar lo que pasaba por ella misma.

  Cuando entró, su padre, Bocón y otros vikingos adultos estaban rodeando la mesa principal y vieron con seriedad a Astrid. Ella solo alzó el pecho y camino hacia ellos mostrando seriedad aunque por dentro estuviera muy nerviosa. Al final, Estoico le mostro uno de los tesoros mas importantes de Berk, los conocimientos de Borg. Según Estoico, allí estaba la historia de Berk, y ella junto a los dragones eran el nuevo futuro, así que era un gran honor entregarle algo tan preciado. Al final, le entregaron todo el conocimiento Borg, junto con un momento incomodo en el medio, y ella se fue con cofre y todo a su cuarto mientras Hipo y los dragones la seguían.

  A Astrid no le gustaba mucho las cosas de estudiar y eso pero si se trataba de dragones y estar con sus amigos, le interesaba. Hipo terminó yendo a su habitacion para ayudarla con la investigación de Borg. Al final Astrid comenzó a jugar un poco con los dragones mientras que Hipo seguía leyendo hasta que encontró algo intetersante. Había encontrado unas cuantas hojas ocultas en el cuaderno de Borg y allí estaban algunas cosas relacionadas a los Furias Nocturnas. De la emoción comenzo a gritar y a mostrarselo a Astrid y los dragones.

Hipo: ¿Sabes lo que significa esto amigo? Encontraremos a tu familia.

  Al día siguiente, los jinetes revisaron las notas y fueron hacia la primera pista, la cual los guiaba hacia la antigua cueva de Borg. Al llegar, los chicos comenzaron a discutir sobre el tema hasta que surgió una pelea tonta. Patapez presumía sus habilidades para reconocer e imitar dragones, hasta que por burla de Patán, imitó el rugido de un Alacambiante y el rugidos de un Relámpago para presumir.

  Los chicos avanzaron en busca de la cueva hasta que escucharon el rugido de un Relampago a la distancia. Al principio culparon a Patapez hasta que un Relámpago de verdad apareció de repente. Para empeorar la situación, un Alacambiante capturó a Patán y comenzó a jugar con él. Astrid le ordenó a Hipo cambiar dragones y que fuera a la cueva a buscar información mientras los demás entretenían a los dragones. Hipo y Chimuelo fueron adentro de la cueva y en el techo encontraron un mapa que mostraba como llegar a la isla nocturna (isla de los Furias Nocturnas).

  Mientras Hipo y Chimuelo estaban dentro de la cueva, los otros seguían entreteniendo al Relámpago y al Alacambiante. El combate contra el Relámpago terminó ocasionando que la cueva colapsara y que la salida fuera bloqueada.

Astrid: Debemos ayudar a Hipo.

Patan: Pero primero ayúdenme a mí.

Astrid: Gemelos, es todo suyo.

  En la cueva, Hipo y Chimuelo buscaron una salida alternativa hasta que él dragón hizo un sonido muy agudo. Al cabo de unos segundos, el reptil había encontrado una salida y ayudó a su jinete a salir. Subió a Hipo a su lomo y voló en la oscuridad esquivando cualquier obstaculo hasta salir por una pequeña abertura.

  Jinete y dragón lograron reunirse con sus amigos y notaron que el Relámpago seguía molestando y el Alacambiante abrazaba a Patán como si fuera un hijo.

Hipo: Lo tengo, lider.

Astrid: Bien, ahora cambiemos.

  Los jinetes cambiaron de dragones otra vez y luego fueron a terminar la pelea. Hipo y Tormenta ayudaron a Patán mientras Astrid y Chimuelo alejaron al Relámpago. Cuando todo terminó, todos volvieron a Berk al mismo tiempo que organizaban su nuevo viaje.

Astrid: Aún no puedo creer que sobrevivieran al derrumbe.

Hipo: Ni yo. Chimuelo hizo una especie de sonido y encontró la salida. *Acercandose a Chimuelo* Gracias amigo.

Patapez: Moverte a través del sonido ¿Eso es posible?

Patán: *Burlón* Claro que es posible. Por ejemplo, cuando escucho tu voz, me voy para el otro lado.

  Esa noche, Astrid veía el mapa que hizo Hipo mientras que leía las notas de Borg. Al ser hija del jefe, quisiera o no, debía saber la historia de su pueblo y de los dragones debido al "nuevo futuro". Mientras leía, notó que había una advertencia, el cual decía que los Furias Nocturnas eran muy violentos con otros dragones que no fueran Furias. Esto preocupó a Astrid y vio a Chimuelo.

Astrid: Si los demas van junto a sus dragones, podrían salir lastimados - Acarició a Chimuelo y tomó una decision - Nos iremos ahora mismo. Tu verás a tu familia y esto también pondra feliz a Hipo, sin mencionar que lo mantendrá ocupado y menos distraído por un tiempo. Son tres pájaros de un tiro - Chimuelo dio un leve rugido de duda - Tranquilo, además, Hipo suele hacer cosas en secreto. A ti te entrenó en secreto y resultaste ser una buena sorpresa. Confía en mi, será una sorpresa buena, y todos salimos ganando - El dragón termino siendo convencido y asintió ante la propuesta de su jinete rubia.

  Aún de noche, Astrid y Chimuelo se llevaron lo escencial para el viaje y se fueron sin decirle a nadie. Volaron en dirección a la isla Nocturna.

  Al día siguiente, los chicos esperaron en el ruedo a que llegara Astrid, pero al ver que no aparecía comenzaron a preocuparse, en especial Hipo. Este fue a su casa y se encontró con su padre quién estaba haciendo una figura de madera (un patito). Si bien Estoico no odiaba a Hipo debido a que mejoró su reputación y se convirtió en el segundo mejor entrenador de dragones y el segundo mejor herrero de Berk, no le agradaba mucho la idea de que estuviera comprometido con su hija. Solía llevarse bien con él de vez en cuando pero para ambos seguía siendo incomodo el simple hecho de encontrarse. Hipo pidió para ir a la habitación de Astrid para dejarle un mensaje y Estoico lo aceptó. Cuando Hipo salió parecia un poco deprimido.

Hipo: *A Patapez* Astrid tenía mi libreta, debió llevarselo para guiarse - En eso Hipo sacó una libreta y con una sonrisa dijo: - Que bueno que no lo hizo.

  Mientras tanto, Astrid y Chimuelo llegaron a la isla Nocturna. Buscaron por todas partes hasta que la chica hizo su mejor imitación de un Furia y recibió una respuesta. Ambos estaban emocionados y fueron a buscarlos pero algo andaba mal. Cuando llegaron a un callejón sin salida, de repente fueron emboscados. Tanto dragón como jinete se convirtieron en prisioneros de los Marginados.

  En Berk, Estoico fue hacia la academia buscando a su hija pero vio que sus amigos se estaban preparando para algo sospechoso. Primero le preguntó a Hipo y no recibió una respuesta sincera, así que le preguntó a Patapez y este terminó revelandolo todo. Justo en ese preciso instante, Bocón llegó alterado diciendo que no encontraba a Mildew, lo que preocupo a Estoico, y sin que se dieran cuenta, también a Hipo.

  Astrid y el Furia fueron llevados al barco de los Margidos y en el subió Mildew, quién reveló ser quien ideó aquel cruel plan que llenó de esperanza a los jinetes. Sin perder más tiempo, los marginados junto a sus prisioneros, se dirigieron a la isla de los Marginados.