La noche y la Furia
/Narra Astrid/
Era un día cualquiera en Berk y antes de empezar la clase, hablé con Hipo para hacer una actividad y luego de contarle los detalles, estuvo de acuerdo. Dijo que era interesante y me apoyó. Llegamos a la academia y preparamos un mapa para explicarle a los chicos la actividad. Cuando todos llegaron, Hipo habló.
Hipo: Bueno, la actividad de hoy sera diferente y esta vez fue idea de nuestra jefa.
Todos: *Queja* (Incluso los dragones)
Astrid: ¿Qué?
Patapez: Tus misiones son muy difíciles.
Astrid: No, no los son.
Patapez: ¿Combate mano a garra? *Mostrando una venda envuelta en su mano*.
Patan: ¿Esquivar espinas?
Brutacio: ¿Nadar en lava?
Hipo: Nunca hicimos eso
Brutacio: Pues deberíamos, es mejor que mano a garra.
Astrid: La misión es muy fácil. Iremos a isla dragon, Viajeremos desde un punto hasta al otro, fácil - Todos se habían confiado pero a último momento les dije lo que no esperaban - De noche, sin equipo de campamento y sin dragones.
Hipo: Necesitamos ser capaces de sobrevivir a lo que Alvin prepare para nosotros. Les guste o no estoy de acuerdo con ella. Y aunque estuviera en desacuerdo, ella es la jefa así que no podemos negarnos.
Esa noche todos fuimos a la isla y antes de que iniciaramos Hipo los detuvo y los volvió a convencer. Realmente se sintió bien escuchar a Hipo apoyandome y decir lo buena que era mi idea, pero resistí para no hacer nada raro y comportarme como normalmente lo hago.
Nos separamos y cada uno fue por su lado mientras dejabamos los dragones a Brutacio (grave error). Él se encargó de llevar a los dragones a la cueva mientras nosotros explorabamos y cumpliamos con el reto.
El inicio no fue tan malo ya que me encontre con un Nadder salvaje, este intento atacarme pero yo me movi a su punto ciego y esquive sus espinas. Al mostrarle que ni me afecto, salio corriendo.
/Narra el autor/
Los chicos se separaron y cada uno lidiaba con la misión a su modo. Patán hacía estupideces hasta que se encontró con un pequeño grupo de Terribles Terrores. Estos pequeñines lo atacaron y Patán termino cayendo al agua. Brutilda se terminó encontrando con un Pesadilla Monstruosa, este la persiguió y ella solo dio vueltas hasta que por fin pudo correr en linea recta. Patapez estaba asustado y caminaba por la oscuridad mientras se quejaba sin saber que un dragón de gran tamaño lo estaba viendo y era un dragón que tenia la fuerza de un tifón. Mientras tanto, Brutacio vigilaba a los dragones. Chimuelo quiso ir a buscar a Hipo pero el vikingo lo detuvo, esto solo hizo que el dragón hiciera un berrinche y lo golpeara fuerte con su cola. Hipo, en cambio logró distraer a dos Gronckels y se fue sin que estos lo notaran.
Hipo la pasaba bien hasta que vio una fogata. Creyó que era de uno de los chicos y fue a investigar.
Mientras tanto, Brutacio le contaba historias de terror a los dragones para hacerlos dormir pero uno de ellos no estaba tan interesado. Este dragón estaba resistiendo sus ganas de morder al vikingo ya que aún era muy arisco a los humanos. Chimuelo intentó escaparse pero el chico justo lo pilló y lo obligo a volver a la cueva. El dragón no tuvo más opción que volver. Mientras el vikingo hablaba este fingió dormirse, lo que hizo bajar la guardia de Brutacio y aprovechar para escaparse. Brutacio creyó que Chimuelo se durmió y este se durmió también, pero no supo que fue engañado y que este engaño provocaría muchos problemas.
Mientras, Hipo iba directo hacia la fogata para averiguar quién la hizo cuando de repente se encontró con Astrid.
Hipo: ¿Astrid?
Astrid: ¿Hipo?
Hipo: ¿Qué haces aquí?
Astrid: Vi la fogata y vine para decirle a quien haya hecho eso que pare. Soy la lider y soy quien ideó esto, es mi responsabilidad vigilar y asegurarme de que todos hagan lo que corresponde.
Hipo: ¿Segura?
Astrid: Segura.
Hipo dejó que Astrid se encargara de la situación mientras él continuaba con el entrenamiento. Astrid llegó al pequeño campamento y notó muchas armas, calaveras y la gran fogata. Ella siguió caminando hasta que algo la derribó y le gritó. Cuando vio que fue lo que la derribó, notó que era Dagur, el actual jefe de los Berserkers.
Dagur al ver a Astrid, se alegró y la ayuda a levantarse. Se había emocionado mucho e iba a gritar hasta que de repente se puso nervioso y se calmó un poco.
Dagur: *Nervioso* Hola Astrid.
Astrid: *Nerviosa* Hola Dagur.
Dagur: Escuché el rumor de que sobreviviste y que tu padre logró deshacerse del compromiso.
Astrid: Si, fue algo loco.
Dagur: La última vez que nos vimos fuimos atacados por dragones *Se emociona* Ellos vinieron de la nada y lanzaron fuego, rugieron, destruyeron todo *Grita* ¡Y ENTONCES TÚ! ¡TÚ! *Se da cuenta y se calma un poco* Tú me salvaste y a mi gente. Tu te sacrificaste. *Sonrojado* Gracias.
Astrid: De nada.
Dagur le mostró y le contó todo lo que había cazado y ella solo podía imaginarse el terror de los dragones. Trató con todas sus fuerzas no mostrar emociones por los dragones para que Dagur no la descubriera.
Dagur: Ahora que me doy cuenta ¿Qué haces aquí?
Astrid: *Incomoda* Bueno... yo...
Dagur: *Serio* No hace falta que lo digas. Ya sé a que viniste.
Astrid: ¿Si?
Dagur: *Emocionado* Viniste a cazar dragones
Astrid: *Desganada* Si.
Dagur: ¿Sabes? Se me ocurrió una idea. Te conozco desde hace mucho y sé que no siempre fui bueno contigo ni con Berk. La verdad pensaba que por ser niña serías débil, pero al ver como te sacrificaste por mí, quede conmovido. Juré que si sobrevivias y te llegaba a encontrar, te demostraría que sería un buen partido para ti. Voy a cazar al mejor dragón de esta isla, le llevaré su cabeza a tu padre y luego le pedire tu mano.
Astrid: *Sorprendida* ¿QUÉ?!
Dagur: Si. Somos prácticamente iguales, hechos el uno para el otro. Somos amigos de la infancia y la verdad pienso que eres muy linda. Nuestra unión significaría, la unión de nuestros clanes y eso podría convertirse en una poderosa alianza.
Astrid: Si, seria... lindo.
Dagur: ¿Y que le pasó al Furia Nocturna?
Astrid: *Nerviosa* Bueno... malas noticias... el... escapó.
Dagur: *Emocionado* Buenas noticias. Cazaremos al Furia Nocturna y le llevaré su cabeza a tu padre. De seguro con ese obsequio aceptará nuestra unión.
Astrid estaba cada vez más incomoda con las palabras y el actuar de Dagur. Él la examinaba, la miraba, observaba cada detalle de ella, desde su vestimenta, peinado y hasta las armas que tenía.
Una vez que Dagur dejó de observar e incomodar a Astrid, este le sugirió empezar con la cacería.
En la cueva, Brutacio continuó durmiendo y los dragones también. Todo seguía como antes hasta que Chimuelo volvió a la cueva. Había regresado a pesar de su preocupación por los jinetes.
De vuelta con Dagur y Astrid. El primero estaba tan enloquecido y entusiasmado por capturar un Furia Nocturna que llevo arrastrando a su compañera, y cuando se dio cuenta de esto se calmó un poco. La cacería tenía muy entusiasmado a Dagur, sin importar cuanto intentara mantenerse calmado por Astrid.
Iban caminando cuando de repente escucharon un ruido. Astrid intentaba hacer de todo para que Dagur no dañara a ningún dragón. Por suerte logró que un Pesadilla Monstruosa escapara de Dagur. Esta Pesadilla alertó a los dragones de la cueva e hizo que se preocuparan y salieran a buscar a sus jinetes mientras su vigilante dormía. Cuando esté desperto, fue a buscar a los dragones luego de darse cuenta de que ya no estaban.
Mientras, Dagur y Astrid seguían buscando al Furia Nocturna y poco a poco se fueron acercando hasta que se encontraron a Patán. Dagur se veía decepcionado y molesto por encontrarlo.
Dagur: *Desganado* Oh, eres tú...
Patan: Soy Patán
Dagur: Claro ¿Y qué haces aquí? Creí que Astrid vino sola.
Astrid: *Actuando* Si Patán, deberías de estar en el campamento.
Patán: ¿Qué campamento?
Dagur: No eres el más listo ¿Cierto?
Astrid: No, claro que no - Una vez que Dagur se alejó, ella aprovechó para explicarle a Patán la situación - *Susurrando* Dagur vino a cazar dragones. Debemos avisarle a los demas o las cabezas de nuestros dragones colgaran de un muro.
Patán: Alto ¿Hablas de...?
Así pasó la noche y el grupo de 3 se terminaron encontrando con Patapez. Nuevamente, Astrid le explicó la situación a sus compañeros y lograron actuar normales mientras veían a Dagur actuar como cazador.
Los dragones continuaban buscando a sus compañeros y Brutacio seguía buscando a los dragones. Los dragones se terminaron separando y cada uno buscó desde el aire a sus jinetes, excepto Chimuelo, quién seguía el rastro de los chicos.
Astrid, Patán, Patapez y Dagur llegaron hasta un arbusto, el cual sonaba raro. Todos quedaron en posición hasta que de este salió la cabeza de un Furia Nocturna molesto. Dagur estaba exaltado porque al fin encontró al dragon que buscaba. Astrid estaba a punto de sabotear a Dagur cuando unos Terribles Terrores salieron de repente arruinando la puntería del Berserker. Astrid le hizo un gesto al Furia y este inmediatamente salió corriendo.
Detrás de un árbol salió Hipo y esto sorprendio a todos. Dagur lo vio y se molesto por dentro pero mantuvo la calma. Se limitó a sonreir y a acercarse a quien ahora consideraba su rival.
Hipo: Oigan, eso Terrores ya casi caían.
Dagur: Hola, hermanito.
Hipo: ¿"Hermanito"?
Dagur: Si. Somos iguales, ambos somos guerreros... más o menos. Escucha, se que lo tuyo con Astrid no funcionó, pero tranquilo, yo la cuidaré por ti, ya que pronto será mi prometida.
Hipo: *Incomodo* Ok.
Dagur: Astrid ¿Dejaste a alguien en Berk?
Hipo: Astrid ¿Podemos hablar?
Los chicos se reunieron y trataron de hablar en privado sin que Dagur los escuchara.
Hipo: ¿Qué es eso de prometida y qué esta pasándo?
Astrid: Lo de prometida te explico despues pero ahora Dagur quiere cazar un Furia Nocturna.
Hipo: ¿No creeras que...?
Astrid: Eso temo.
Hipo: Ok, tengo una idea. Tu distraeras a Dagur, nosotros iremos a por los dragones y luego vendremos a apoyarte.
Astrid: Hecho. Los alcanzaré luego.
Astrid logró hacer que Dagur se moviera. Una vez solos, los Berkianos comenzaron a discutir dobre como encontrarían a los dragones.
Patapez: Eso no va a ser difícil.
Cuando los Berkianos volteron, vieron a los dragones e inmediatamente se subieron a ellos.
Por otro lado, Brutacio por fin había encontrado a Barf y Belch. Brutacio estaba feliz pero justo en ese momento llego su hermana y lo sorprendió.
Brutilda: ¿Por que estan Barf y Belch afuera? No me digas que les contaste tus historias de terror otra vez.
Brutacio: No... nunca... tal vez... no... Si.
Hipo: *Aparece junto a Tormenta* Chicos, hablen más bajo. Tenemos problemas, subanse a su dragon y vámonos.
Astrid y Dagur seguían cazando y de un momento a otro Dagur lanzó una flecha de fuego al cielo para luego ser respondido con cientos de flechas de fuego.
Astrid: ¿Acaso viniste con toda tu isla?
Dagur: *Nervioso* Bueno... si, pero tranquila. Ellos solo acorralarán al dragón, yo lo mataré.
Chimuelo estaba acorralado. Estaba a nada de caer y con Dagur amenazandolo de frente. Astrid ya no podía soportar ver esto asi que llamó a Chimuelo con su llamado dragón. Chimuelo respondió y fue directo hacía Astrid. Dagur al ver detenidamente al dragón noto que tenía una silla de montar.
Dagur: ¿Esa es una...?
Astrid: ¿Silla de montar? Si. Nosotros ya no cazamos dragones, los montamos. Tenías razón todo el tiempo, pero no podíamos arriesgarnos a perder el tratado de paz con los Berserkers.
Dagur: *Molesto* Quedé como un tonto aquella vez.
Astrid: Eso ya no fue mi culpa. Adiós.
Dagur veía como Astrid y Chimuelo huían de la isla pero él no iba a dejar las cosas así. Lanzó unas boleadoras y estas derribaron al Furia Nocturna. Astrid se levantó pero de inmediato Dagur la derribó. Ella lo pateó lejos y luego se levantó para darle otra patada en la cara al Berserker. Cuando creía que su oponente estaba fuera de combate, fue a liberar al dragón, pero Dagur se levantó y comenzo a arrojarles cuchillos. Ella se dio cuenta a tiempo y salió corriendo. Su espada estaba lejos de su alcance y no tenía como defenderse hasta que un hacha cayo del cielo. Era la hacha de los Hofferson y ella, sin dudarlo, agarró el arma y corrió hacia su enemigo. Con ferocidad bloqueaba todos sus ataques y cuando estuvo lo suficientemente cerca, le dio un golpe con el mango y eso lo noqueó. Astrid aprovechó para liberar a Chimuelo y juntos reunirse con los demas y huir de nuevo a Berk.
Pasaron varios minutos y Dagur volvió con los Berserkers, contandoles toda la historia.
Berserker: Mataré a esa mentirosa.
Dagur: *Enojado* No. Nadie la tocará. Nadie excepto yo. *Con sonrisa malvada* La capturaré, la haré mi esposa y convertiré su Furia Noctura en un adorno y usaré su piel como sabanas.
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