El resurgimiento del Skrill (Parte 2)
/Narra Astrid/
Luego de nuestra retirada, volvimos a Berk para idear una nueva estrategia, pero nos dimos cuenta de que faltaban los gemelos. Ese par siempre se mete en problemas y uno siempre tiene que rescatarlos. Chimuelo y yo buscamos por todas partes pero no encontramos rastro alguno de esos dos. Cuando volvimos, nos encontramos con Patapez y Albóndiga.
Astrid: ¿Donde están los demás?
Patapez: Patán fue a descansar a su dragón, Hipo y Tormenta fueron a dar una ultima vuelta.
Astrid: *Decaida* Ya veo.
Patapez: ¿Qué le pasó?
Astrid: Luego te explico. Por ahora ve a descansar y que Albóndiga también duerma un poco, se lo merecen.
Patapez: ¿Y tu?
Astrid: Al igual que Hipo, daré una última vuelta. Quizás esta vez tenga más suerte.
Patapez: Ok. Nos vemos.
Chimuelo y yo fuimos a buscar nuevamente a los gemelos. Vagamos por un tiempo hasta que el comenzó a rugir un poco, parecía que quería hablar. Por la forma en que lo hacía aparentaba no estar muy feliz conmigo.
Astrid: ¿Qué pasa?
Chimuelo: Ghhau.
Astrid: Es por lo de Hipo ¿No? ¿Crees que fue mi culpa?
Chimuelo: *Asentir*
Astrid: Claro que no lo fue. Lo que hice solo me concierne a mi como jefa. Era algo personal mio.
Chumuelo: *La golpea con su oreja*
Astrid: ¡Ok, me equivoqué! ¿Si? No sé que voy a hacer - En eso, una tormenta repentina se presenta y yo, al ver lo feroz que era la tormenta eléctrica, decidí bajar. Cuando ambos bajamos, notamos que estábamos sobre la isla de los Marginados - Chimuelo, descansemos ahí hasta que la tormenta pase.
Ambos bajamos y tratamos de ocultarnos de todos los Marginados. Aterrizamos muy lejos de la zona principal y desde ahí pudimos ver a un montón de Marginados reunidos en un solo lugar. Eso nos pareció extraño y decidí mirar un poco mas para ver que pasaba. Usé un catalejo que tenía en mi bolsa para ver lo que sucedía y vi que estaban reunidos todos en el ruedo de la isla. Estaban Salvaje, Alvin, Mildew y... Dagur.
Astrid: Esto es malo.
Brutilda: Si, esta muy mal.
Me encontré con Brutilda de una forma peculiar. Llegó de la nada mientras observaba a los Marginados. Al parecer estaba en la isla, pero no vi a Brutacio cerca de ella.
Astrid: ¿Donde está Brutacio?
Brutilda: *Deprimida* No lo logró
Astrid: *Deprimida* ...
Brutilda: Mentira, está en ese arbol.
Brutacio: *Dentro del arbol* ¿Qué tal? Buen disfraz ¿No?
Brutilda: Ahuecó el arbol entero, pero ahora no puede salir de ahí.
Astrid: *Enojada* ¿Qué creen que hacen par de idiotas? *Saca a Brutacio a la fuerza* ¿Acaso creen que esto es un juego?
Brutilda: Cálmate amiga.
Astrid: ¿Cómo quieren que me calme si los estuvimos buscando todo el dia?
Brutacio: Es que vimos a los Marginados sacar al Skrill del agua y decidimos seguirlos.
Astrid: ...
Brutilda: Fue buena idea ¿No?
Astrid: ... De hecho si. Ok, esta vez se salvaron. Ahora debemos pensar en como infiltrarnos y averiguar lo que pasa. Si Dagur y Alvin están juntos no puede ser bueno, y más si tienen a un Skrill.
Usé el catalejo para ver lo que estaba sucediendo y al parecer Dagur fue a ver al Skrill que los Marginados tenian.
/Narra el autor/
Mientras los Berkianos veían desde lejos, los Marginados y los Berserkers trataban de retener al dragón. En eso, Dagur se acerca a el mientras describe lo poderoso y magnífico que es. En eso, Mildew llega y comienza a hacer lo de siempre, menospreciar a los dragones.
Mildew: Ese dragón solo entiende con un golpe en la nariz.
Dagur: *Lo amenaza con su hacha* Toca a ese dragón, y haré que te coma.
Mildew: ¿Qué?
Dagur: ¿Sabes con lo que estas lidiando?
Mildew: Por supuesto.
Dagur: Si lo supieras, alejarías al dragón de la tormenta.
Mildew: ¿Por qué?
Dagur: Obtiene su poder de los rayos.
Mildew: Eso es solo un cuento.
En ese preciso instante, el dragón logró atraer varios rayos, absorbió su energía y le dio un leve disparo. El anciano quedo aturdido y se desmayó. Cuando los Maginados encerraron al Skrill, el lider de los Berserkers se acercó. En eso, el lider de los Marginados se acercó también y le dejó bien en claro que no le daría el dragón hasta que se cumplieran ciertos terminos. Lo que Dagur no sabía era que Alvin lo iba a traicionar. Sin embargo, el Berserker tampoco estaba dispuesto a cumplir con el trato.
Astrid sabía que una alianza entre los Marginados y los Berserkers no seria nada bueno.
/Narra Astrid/
Necesitaba que alguien fuera a investigar pero a mi me reconocerían fácilmente. Miré a Brutilda y según ella los Marginados le da gases. Nuestra única opción era Brutacio, quién era el menos iluminado del equipo. Al final fue a investigar, no sin antes caer desde donde estabamos y llamar la atención de un guardia. De alguna forma logró engañarlo e ir a donde estaban Dagur y los demás para recolectar información.
Brutacio volvió cantando y recitando poemas que, como Berkiana, me causaba coraje. Dijo chistes malos sobre Berkianos y me estaba aguantando las ganas de darle un buen golpe. Según él, al parecer Dagur y Alvin estaban negociando una alianza con el Skrill de por medio. Juntos destruirían Berk y probablemente a todo a su paso.
Astrid: Brutacio, debes volver allá abajo y distraerlos.
Brutacio: ¿Qué?
Astrid: Si, debes ir y distraer a los guardias para que podamos entrar y sacar al Skrill. Si lo que dijiste es cierto, sin Skrill no hay alianza. Podremos evitar que ataquen Berk y que consigan al Skrill.
Brutacio volvió con los Marginados y los distrajo lo suficiente para que pudiéramos entrar al ruedo sin problemas. Habían dos guardias noqueados cerca de la jaula del Skrill y quedé sorprendida. Cuando me puse en frente de la celda vi que el dragón ya no estaba. Al poco rato llegó Brutacio y él también quedó sorprendido. En eso escuchamos una disputa y los tres rapidamente nos fuimos a donde estaban escondidos nuestros dragones. Volamos y empezamos a ver lo que pasaba.
Al parecer Dagur estaba tratando de huir de la isla pero Alvin y un puñado de sus hombre lo detuvieron. Lograron con su barco bloqueara a los Berserkers. Alvin saltó a la cubierta de sus enemigos y comenzó a atacar a Dagur. La pelea entre ambos lideres fue muy pareja, pero al final ganó la experiencia. El adolescente se levantó y cortó una soga que sostenía una parte de la vela y esto reveló al Skrill con un collar de metal y con dos sogas gruesas. El joven obligó al dragón a atacar y este hizo que Alvin se tirara al agua. Dagur demostró su locura haciendo que su dragon lanzara una descarga al mar. Luego de eso, Alvin no volvió a subir a la superficie.
/Narra el autor/
Astrid y los gemelos contemplaron tal acto y sabían que debían frenarlo o sino Berk sufriría la consecuencias. La heredera de Berk recordó las palabras de su padre pero al mismo tiempo la cara de enojo de Hipo y esto la puso en un aprieto. Debía elegir entre cumplir con la promesa que le hizo a su padre o contentar a su amigo. Sabía que la segunda opción no era tan importante como su pueblo, pero era importante para ella.
Astrid: ¿Qué haría Hipo? ¿Qué haría Hipo? ¿Qué haría Hipo?
Paso varios segundos pensando hasta que se dio cuenta de que el tiempo no estaba a su favor. Iba a enfrentar a Dagur a lo loco hasta que se le ocurrió una idea.
Dagur iba a marchar directo a Berk pero una voz lo detuvo.
Astrid: Hola Dagur ¿Me extrañaste?
Dagur: Astrid.
Astrid: ¿Qué te pasa? ¿No que era tu hermana o algo así?
Dagur: *Enojado* Cuando te capture te juro que no volveras a desafiarme, futura esposa.
Astrid: *Asqueada* Ah, eso no me la esperaba.
Dagur comenzó a perseguir a Astrid con su Skrill. Mientras este volaba, él se aferraba a las sogas que ataban a la bestia. Los Berkianos fueron perseguidos durante un tiempo hasta que llegaron al límite de la isla y ahí se enfrentaron ambos guerreros y ambos dragones. Astrid lo tenía difícil debido a que el ataque del Skrill era muy potente. Ella tuvo que ser muy paciente y esperar a que su contricante pisara un charco de agua y ahí hacer que Chimuelo disparara justo cuando el Skrill tambien lo hiciera. El impacto entre ambos disparos provocó que muchas chispas saltaran y que una de ellas cayera en el charco que estaba pisando Dagur. Al final el Berserker se electrocutó y quedó inconsciente.
Una vez que el Skrill quedó libre, comenzó a perseguir a Astrid y a Chimuelo. Ellos lo alejaron lo más posible de todo lugar que pudiera provocar daños. Ellos llevaron al Skrill al mismo lugar de donde lo encontraron. Ellos fueron al iceberg en donde estaba congelado y allí intentaron perderlo pero él les seguía muy de cerca. Chimuelo tuvo que volar por zonas muy estrechas y hacer movimientos complicados para poder ganarle algo de distancia. Cuando por fin el dragón eléctrico alcanzó al Furia Nocturna, intentó atacarlo pero se pegó fuerte con una pared de hielo. Astrid y Chimuelo salieron de allí mientras el dragón estaba dormido. Justo en ese preciso instante llegaron los gemelos junto a su dragón y provocaron que el lugar se llenara de agua, la cual lentamente se congelo, devolviendo al dragón al estado en el que se encontró originalmente.
Los chicos, luego de su aventura, se fueron directamente a Berk, en donde los esperaban sus familiares y amigos.
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