/Narra el autor/

  La gente volvió a sus respectivas tareas. El chico volvió a la casa de sus padres y allí recibió una noticia que no sería de su agrado. La chica, en cambio, al volver a su casa, recibió unas palmaditas en de su padre y fue sentada al comedor mientras que este la veía seria.

Estoico: Hija, ya debes de saber que seras la futura jefa de Berk, eres muy importante y por eso empezarás con el entrenamiento de dragones mañana por la mañana.

  La rubia se sorprendió y se vió muy feliz al recibir la noticia. Esto era lo que ella había esperado desde hace ya tanto tiempo. Aunque no sabia que esto tendría un sacrificio de parte.

Estoico: *Preocupado* No quiero que te excedas ni te hagas daño. Eres lo unico que tengo. Se que eres fuerte y todo eso pero aún tengo un poco de desconfianza acerca de todo esto.

Astrid: No te preocupes. Todo estará bien, lo sé. Soy la mejor guerrera de mi edad.

Estoico: Lo sé, pero para permitirte esto tendrás que cumplir con una condición. Tendrás que cuidar del hijo de los Hofferson.

Astrid: *Sorprendida* ¡¿Qué?! *Queja* NO, no loca. El chico es un debilucho y hará que lo maten en la primera ronda.

Estoico: Aunque no lo creas, el joven quizás no es el mas fuerte pero es el más astuto y ágil de todos. Sus padres se dedicaron completamente a él y lograron hacer que se desarrollara bien en otros aspectos. A diferencia de mí, que dejé experimentaras el entrenamiento de otra forma.

Astrid: Pero es muy débil, hoy pudo haber matado a ese dragón y el solamente...

Estoico: ¡¿Qué el hizo qué?!

Astrid: *Arrepentida* Nada, era una broma, un delirio mio. Jajaja.

Estoico: *Calmado* Está bien, entonces... mañana a primera hora pasaras por la casa de los Hofferson y buscarás a Hipo. Los Hofferson son muy buenos guerreros y eran amigos de tu madre. Ambos padres se irán conmigo a buscar el nido de los dragones, por lo que los dos se quedarán solos por un tiempo. No me quiero enterara de que hicieron algo extraño ¿Si? 

Astrid y ???: ¡¡¡¿QUÉ?!!!

  El grito de ambos chicos se escucho en toda la aldea.

  Volvamos e el tiempo unos minutos atrás y veamos lo que sucedió con Hipo.

  Cuando él entró, sus padres lo detuvieron en la escalera antes de que pudiera subir a su habitación. Fue sentado en el comedor mientras que los adultos trataron de conversar con él. La madre solamente lo vió a los ojos mientras pensaba en como decirle lo que había preparado junto a su esposo, Sigurd, y el jefe Estoico.

Dalhia (Mamá de Hipo): Hijo, sabes que te hemos entrenado, protegido y ayudado en lo que sea, pero ahora es momento que seas uno de nosotros.

Sigurd: Con ayuda de Estoico hemos podido conseguir que te metieran en la academia de matar dragones.

Hipo: Genial, de eso queria hablar con ustedes.

Sigurd: Es hora de ser un Hofferson - El adulto le entregó un hacha al muchacho - Cuando tienes esta hacha, caminas, respiras y actúas como nosotros.

Hipo: ¡No puedo matar dragones! Hoy tuve la oportunidad de matar a uno pero lo dejé ir.

Dalhia: No importa, para eso es la academia, tranquilo. Astrid, la hija del jefe, te apoyara en todo momento. Estoico está hablando con ella ahora mismo.

Hipo y Astrid. ¡¡¡¿QUÉ?!!!

  Ambas familias discutieron toda la noche con sus hijos. Obviamente no eran los únicos. Los Ingerman, Torton y Jorgenson hicieron lo mismo con los chicos.

  Al día siguiente, la mayoría de los adultos se embarcaron en un viaje para encontrar el nido de los dragones  y destruirlo, mientras que sus retoños iban a la academia de dragones dirigida por Bocón.