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[12 de Marzo de 2015, 07:05 a.m. 1er día de la infección]
Es hora de levantarse. – dije tras apagar mi alarma, valla no sé a qué hora me había dormido a noche, pero si sabía que era tarde ¿la razón? Leer.
Me levante a duras penas y me dirigí a donde se encontraban mi linda bebé, Mia, si con respecto al nombre se lo puso mi mamá
Hola Mia, ¿tienes hambre? –movió su cola, así que si tenía hambre, ella no ladra a menos que yo lo diga o algo me suceda –toma come.– hable dejando su comida en el suelo.
Me coloque pantalón, tenis y una blusa roja de manga corta, hoy tenia voleibol a las ocho, estaba a tiempo después de todo.
Mamá, ya me voy. –me despedí de ella con un beso en la mejilla.
(...)
Estaba a mitad del camino, cuando me percate que había un señor que me venía siguiendo, lo primero que pensé es que era un borracho (persona que ha consumido gran cantidad de alcohol) por la forma de caminar y no me equivoque su aliento a alcohol chocaban con mis fosas nasales.
Preciosa ven....––dijo tratando de no caerse.
¿No es muy temprano para estar en ese estado?
Comencé a correr para alejarme del sujeto, no estaba tan lejos de la escuela, así que no tarde en perderlo.
¡Glory! – escuche que me llamaron, así que gire mi cabeza en dirección del sonido y vi a Bea- ¿cómo estás?
Bien y ¿tu? –Bea es mi compañera en voleibol, era muy buena en este deporte.
Bien. – contesto. – ¿escuchaste lo que dijeron algunos alumnos de tercero Ah? –pregunte.
No. –respondí. – ¿qué es lo que dicen?
Dicen que algunos científicos, estuvieron estudiando a un parasito que habita en los ratones, según entendí, ese parásito se encontró en un ser humano que asegura que fue mordido por otro humano. –asentí.
Ohh... ––fue todo lo que pude decir, si tengo escuchado algo del virus mi hermano había visto un video: "cinco razones por las que sí es posible un apocalipsis zombie", me pregunto si será verdad o no, a veces solo son cuentos que inventan para llamar la atención.
El maestro había llegado, comenzamos a caminar alrededor de la cancha lista para empezar el entrenamiento.
El entrenamiento fue divertido, después de recoger mis cosas y que haya colocado mi nombre en la lista de asistencia, me dirigí hacía Bea.
¿Te vas a quedar un rato más? ––le pregunte a Bea.
Si, sabes que me gusta quedarme y practicar un poco más. –responde mientras comenzaba a practicar, lanzaba el balón contra la pared.
Adiós... –fue lo último que dije ese día, no sabía que ese iba hacer un adiós definitivo. Porque ese día, fue el inicio de mi pesadilla.
(...)
[12 de Mayo de 2015, 2:29 p.m. 1er día de la infección]1
No recuerdo como, tal vez fue la adrenalina del momento, pero había llegado a mi casa y lo primero que vi fue a mi hermano, clavándole una navaja a mamá en la cabeza.
Glory... –fue lo que dijo antes de darme un fuerte abrazo, lo correspondí inmediatamente tratando de aguantar las lágrimas que amenazaban con salir. –pensé que te había pasado... tu sabes... –miro el cuerpo de mamá que estaba en el piso.
Algo en mí se rompió, verla ahí. Sabía que algún día tenía que irse de mi lado, pero no así.
Mamá... ––acaricie su pelo y recordé el beso que le di antes de salir... – ¿y papá? –pregunte, limpiando las pocas lágrimas que caían por mis mejillas.
Papá... esta igual solo que en mi dormitorio, tal vez él mordió a mamá –contesto, no podía creer que esto esté sucediendo.
Habíamos tirado los cuerpos en la casa de los vecinos, que tenían pensado hacer una piscina, nunca se terminara esta construcción, colocamos tierra, una cruz y rosas blancas, que habían en el jardín de mamá.
Tuvimos que salir, ya que comenzamos a escuchar los gruñido de esos mal muertos. Ahora estamos viendo las noticias, me sorprende que aún haya electricidad.
Aún se desconoce el origen de esta extraña enfermedad, hay equipos que trabajan arduamente para llevar a las personas a un lugar segu... –– un sujeto empujo a la mujer y, al parecer, también le quitaron la cámara, el sujeto tenía una mordida en su cuello. – ¡mentira no crean son solo men...! – sus ojos se nublaron dejando ver una capa fina trasparente, se puso un poco azul por la falta de aire y finalmente algo como gris, producía aquellos horribles gruñidos.
Damas y caballeros la transformación de un zombie –dijo Marc; así se llamaba mi hermano, antes de apagar la televisión, escuchamos un estruendo –vamos a ver –fuimos por la escalera, con su ayuda subimos al techo, nuestra casa está muy lejos de la ciudad pero aún se alcanzaba a ver varias nubes de humo - provienen del centro de la ciudad, de seguro todo es un caos allá – dijo –tal vez podamos conseguir más comida, mamá hizo la compra ayer, pero aun así con todo el caos que hay sería mejor ir.
Decidimos ir no sin antes agarrar unos cuchillos para defendernos, Luis condujo hacia la plaza, cuando llegamos había gente corriendo por todos lados tratando de huir de los zombies.
Estábamos escondidos con el pequeño coche, en un pedazo de hierbas altas que había a lado de la plaza, en un terreno baldío.
Esperamos un buen rato, para que aquellas personas se fueran, murieran aplastadas o las muerdan. Cuando aseguramos de que aquel lugar este vacío, bajamos y nos dirigimos con cuidado a la plaza, Doña iba en mi hombro.
Glory, ¿crees que Mia pueda crear una distracción? –pregunto –para entrar por aquella puerta. –explico.
Si, si la colocamos en aquel coche rojo y ella ladra, estoy segura que funcionara. –respondí muy segura.
Estará ahí para que no se la coman. –seguí las instrucciones de Marc, le pedí a Mia ir hacia el coche y que comenzará a ladrar. Los zombis caminaron fueron, el plan había funcionado, corrimos hacía la plaza.
Había unos cuantos zombies, acabamos con ellos, era sencillo plantar el cuchillo en su cabeza, lo difícil era saber lo que fueron.
Camine un poco y me encontré con la tienda Egipcia, o algo así por las figuras, recordé que al final de la tienda había unas katanas. Me dirigí hacía el final de la tienda para comprobar si estaban ahí, por suerte fue así, una con funda roja y la otra azul.
Genial, muy genial. –me quito la katana de color azul. Era su color favorito.
Quédate con la azul y yo con la roja, ¿vale? – Marc asintió, de alguna manera se veía emocionado.
Seré un gran ninja ¡ah! –reí por eso, realmente amaba a mi hermano –mira esto, es una Daga y es toda mía –extendió su mano enseñando la Daga, después de eso la colocó en su cinturón –ahora, busquemos comida, recuerda esto y mantenlo en tu cabeza, tu o ellos. –dio un beso en mi frente antes de irse.
[12 de Marzo de 2015, 6: 47 p.m. 1er día de la infección]
Había buscado una maleta deportiva y coloque toda clase de comida en ella. Pesaba un poco, pero estaba acostumbrada a cargar mi mochila de la escuela, que pesaba igual o más que esto, estaba contenta hasta que escuche el grito de mi hermano.
Corrí hacía la dirección del grito, antes de llegar alguien me tomo por los hombros y me introdujo a una habitación. Estaba asustada, pero todo eso se borró al ver a mi hermano.
¿Qué pasó? ¿Por qué gritaste? – pregunte un poco alto.
Silencio, uno de ellos me tomo por sorpresa –dice nervioso, estaba temblando.
Tenemos que irnos ahora, tus gritos llamaron la atención de los zombis. –abrí un poco la puerta para mirar la situación.
Yo te daré un poco de tiempo, dejaré que me coman y tú aprovecha para escapar de aquí. –dice serio y... ¿¡Qué fue lo dijo!?
¡Estás loco! ¡No te abandonaré! –grite en susurro. Recibí una bofetada de parte de Luis y sacudió mis hombros.
Pequeña yo... –cerro los ojos y me mostró una mordida que traía en el cuello, sentí todo mi ser morir, había perdido a mis padres y ahora a mi hermano. –lamento no poder estar más contigo, pero que sirva de algo estos momentos que me quedan. –me abrazo, se negaba a soltarme, pero sabía que debía dejarme ir. –prométeme que buscaras la manera de vivir, por favor, sigue viviendo.
Ya no podía ocultar las lágrimas, no podía, no quería dejarlo; amaba a mi hermano, era con él había crecido toda mi vida, juntamos nuestros meñiques para dar formalizada la promesa.
Te quiero mucho hermano, te quiero. –murmuré sobre su pecho, Marc me entrego la Katana, que momentos antes habíamos conseguido y la Daga que encontró, su reloj blanco; con el que siempre amenazaba robar cuando se descuide.
Yo te quiero más pequeña, boba. –agarro una porra del piso, seguro le pertenecía a un policía. –no llores enana, no llores. –abrí la puerta llamando la atención de cada zombie, tome la pequeña maleta y salí de ahí, ignore los grito de mi hermano.
Quite a cada zombie que tenía frente, Mia se metió al auto, tire la maleta y comencé a conducir. Ya no me importaba arrollar a quien esté frente a mí.
Detuve el auto frente a la casa, tuve que hacer un esfuerzo enorme para no llorar, tenía que ser fuerte y cumplir con la promesa de mi hermano. Haré lo que pueda.
Mañana comenzará nuestra batalla, ¿lista? –ella movió su cola y ladro.
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