Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Tiempos de amor

Un día más había pasado en la ciudad de Taflem y dos personas, ingresaban a la escuela de magia y hechicería de ese lugar, se trataban de un ex alumno de cabellos oscuros y ojos azules, junto con su amiga vidente o eso era lo que parecía.

-Esto es un asco- se quejó molesta, mirando su cabello -Otra vez parezco la hermana gemela de Eyra. Es terrible-

-No te pareces en nada a Eyra, mi reina- ella frotó su frente, exasperada -Si, ya sé. No quieres que te llame así-

-Lo siento- se disculpó -Es que, me haces sentir incómoda- lo miro de reojo, él seguía tan atractivo como siempre y eso, le perturvaba muchísimo -¿Cómo estará, Elliot?-

-Él está bien, Dante y Eyra lo cuidarán+ sonrió al pensar en su hijo -Es muy apegado a ti, a pesar del poco tiempo que se conocen y estoy feliz por eso- confesó -No ha habido otra persona que cuide tanto de él, como tú- lo miró incrédula -Créeme, despedimos a su tercer niñera, antes de que tú llegarás-

Ella apartó un mechón de cabello, ahora lacio, de su cara.

-¿Sabés algo, Seth? Cuidar de él, no es un trabajo para mi, es un privilegio y no quiero que me pagues por eso- río emocionada, pensando en ese niño con sus ojos brillosos -Es tan lindo...- tomó su dije entre sus manos -Hace unos días, me dijo, que los monstruos del armario no habían vuelto-

El hombre junto a ella, la escuchaba en silencio, mirando los gestos que hacía cuando hablaba de su hijo. Ella adoraba a ese niño y no quería nada a cambio por eso. Sin poder soportarlo más, detuvo su andar y la miró de frente.

-Gracias- Susurró en su oído, después de tener el impulso de abrazarla -Muchas gracias por hacerlo tan feliz- estaba estática -Gracias por estar con él, Ivi-

Le palmeaba la espalda, incómoda. Odiaba que fuera así de impulsivo con ella.

-Es tu hijo, Seth- mencionó tranquila -Él no tiene la culpa de haber llegado a este mundo y que lo nuestro, no haya funcionado- se separó de él, marcando distancia.

-Hubiéramos sido tan felices juntos- intentó tocarle el rostro, pero ella, lo apartó -¿Qué sucede?-

-Nada, es sólo que...- miró alredor -Soy Eyra ahora y no está bien que nos vean así- su excusa era patética.

-No me importa, Ivette- se acercó rápidamente a ella, pero lo esquivo -Quiero estar cerca de ti, como siempre quise hacerlo. No me hagas esto- suplicó con su corazón en la mano.

-Basta...- lo apuntó con su dedo -Vienen personas-

Como toda cazadora, tenía muy buen oído y podía escuchar pasos cercanos en los pasillos.

-Ves, Alan. Te dije que los encontraríamos aquí- apuntó a los jóvenes cerca de ellos -¿Cómo estás, primo?- saludó el pelirrojo, estrechando sus manos -Me da gusto ver que ya estás mejor, Ey...- sus palabras quedaron en el aire al ver a esa chica y después, negó con la cabeza -Lo siento...- se disculpó acomodando su voz -Es que, hacía mucho tiempo que no te veía-

Ella estaba petrificada y sin aliento, inconscientemente, tomó la mano del hombre junto a ella y la apretó con fuerza. Él la miró sin comprender nada y luego, dirigió su mirada a su primo, que no dejaba de observarla.

-Hola, Aarón- habló nerviosa -Si, ha pasado mucho tiempo- hacía gestos para evitar la incomodidad -Alan...- sonrió. Él ya sabía de antemano, que ella, no era Eyra -¿Recuerdas que hice con el mapa de la cueva de las almas?-

-Si- buscó algo en su túnica -Dijiste que lo guardará por ti...-

Mintió, había entrado a la oficina en la noche, para sacarlo de allí. No quería que su primo se encontrará con ella, pero fue inevitable, él lo siguió hasta su encuentro.

-Muchas gracias...- lo tomó entre sus manos temborosas -Eres un gran amigo- le guiñó un ojo y él, sonrió -Bueno...- observó de reojo al pelirrojo -Vámonos, Seth-

Volteó, pero una mano en su brazo, la detuvo.

-Tú no te vas...- la giró con fuerza -Nunca podria olvidar esos ojos y esos labios... Ivi- murmuró, mirándola con anhelo.

- Suéltame...-

Exigió y él negó, acariciandole el rostro. Pero un fuerte empujón, lo apartó de ella.

-Dijo que la sueltes- la posicionó tras él -Y no vuelvas a ponerle una mano encima, nunca más-

Advirtió con sus ojos cargados de furia.

-Créeme... Ya le puse las manos encima, más de una vez-

Levantó su puño al aire para golpearlo por su insolencia y si era posible, matarlo, pero ella lo detuvo.

-No, Seth- se aferró del brazo de él con fuerza -Vámonos- se rindió ante el ruego de sus ojos -Luego hablaré contigo, Aarón-

-Bien...- contestó molesto -Te espero en la cafetería de siempre-

Ella asintió y salieron de allí, en un silencio perturbador, hasta estar afuera del lugar.

-¿Estuviste con él?- preguntó sin tregua. Ella no contestó y a él, se le rompió el alma. Ese silencio, lo decía todo -¿Cuándo pasó?-

-No quiero hablar de eso y menos contigo- lo cortó sin más.

En la casa de su prima, todo era extremadamente divertido con el pequeño Elliot.

-¡Tía! ¡Tía!- exclamó emocionado en los hombros del alquimista -El tío Dante, hizo magia con las manos...- contó maravillado -Lanzó fuego- ella río divertida.

-No, mi príncipe- se acercó a ellos con una gran sonrisa -El tío hizo alquimia...- estiró sus brazos hacia él, para cargarlo -Él es un alquimista de fuego, uno de los tres que hay en este mundo- narró como si fuera una bella historia -Dante, hay alguien en la puerta- aseguró, antes de que el timbre sonara.

-¿Cómo puedes saber eso?- preguntó hipnotizado -Se supone, que ya no puedes usar magia al sellar tu poder, ¿Cómo puedes seguir haciéndolo?-

- Precognición - explicó, sentándose en el sofa con el pequeño -Puedo sentir el aura de las personas, aunque no pueda usar magia-

-Eres increíble- se dirigió a abrir la puerta pensando que eran sus amigos, pero quedó estático al hacerlo -¡Tú! ¿¡Qué hacés aquí!?-

Pregunto con desprecio, mirando a su compañera en la puerta de su casa.

-Tenemos que hablar- contestó igual que él.

-Yo no tengo nada que hablar contigo...-

-Que lástima...- dijo con sorna -Porque es un tema que tiene mucho que ver contigo-

-No me interesa-

Cerró la puerta, pero ella, la detuvo con su pie.

-Tendrá que interesarte- estaba cansada de ese jueguito -Porque estoy embarazada y tú eres el padre-

-¿Qué?-

Preguntó la voz de su prometida, sin aliento. No se habían percatado que ella estaba detrás, escuchandolos. Él volteó a verla con un nudo en el estómago. Sus ojos estaban vacíos, como si su vida se hubiera ido en ese instante.

-Eyra...- suspiró acercándose a ella, pero se alejó -Escúchame... Puedo explicarlo-

Estiró su mano para tocarla, pero no quería tenerlo cerca.

-No me toques- levantó su mano para detenerlo -No quiero que pongas tus manos sobre mi- miró a la mujer en la puerta -Pasa y cierra la puerta- mencionó neutra y esta, ingresó -Creo que tenemos que hablar- Se encaminó a la sala con ellos detrás -Elliot, ¿Quieres ir a jugar a mi cuarto?- el niño asintió y subió las escaleras, apresurado -Bien- volteó a verlos con la mirada más fría que hayan visto jamás -Dante te ayudará en todo lo que necesites, Celine-

Habló con ella, sin mirarlo. Le repugnaba el hecho de imaginar que él estuvo con otra mujer.

-Yo no necesito su ayuda- sacó un papel de su bolsillo y se lo entregó -Sólo estoy embaraza de muy poco tiempo y hay una manera de solucionarlo- explicó, dando a entender que, quería interrumpir el embarazo -Yo no quiero a este niño, es obvio que no nací para ser madre. Pero si tú quieres, puedo continuar con esto y dartelo- habló con él, que nisiquiera la miraba -Por el momento, sólo venía a decírtelo, avísame cual es tu decisión- Salió de allí, sin decir más.

Al cerrarse la puerta de entrada y al encontrarse nuevamente solos ella, habló.

-Quiero que te vayas de aquí- lo apuntó.

-No, no me iré- negó con el corazón en un puño -Tú me necesitas- se acercó temblando como una hoja -Por favor, Eyra. No hagas esto- suplicaba con dolor -Me equivoque, esta bien, pero yo te...-

-No- lo cortó -No digas que me amas, porque me volveré loca- tomó su cabeza entre sus manos, sentándose en el sofa con su mirada en blanco -Estuviste con otra mujer...-

Murmuró en shock. Sentía náuseas de sólo pensarlo.

-Por favor, no sé que me pasó- estaba arrodillado delante de ella, rogando su perdón -Fui débil, lo siento... Perdóname- la tomó del rostro -No me alejes de ti, no ahora, por favor- ella no lo miraba, parecía perdida dentro de su mente -Ayer hablamos que íbamos a estar juntos para siempre. Ella no significa nada para mi, te lo juro- tragó grueso, para seguir hablando -Eyra, escúchame, te lo ruego...No me dejes-

La abrazó de la cintura, aún de cuclillas, colocando su cabeza en el regazo de ella.

-¡No me toques!- gritó agitada -¡Que no entiendes!- lo empujó con asco -¡Lárgate de aquí!- señaló hacia la puerta, al ponerse de pie -¡Estoy muriendo, Dante! ¿¡Cómo pudiste hacerme esto!?- esas palabras, lo mataron. Ella tocó su pecho como si le doliera -Estoy muriendo...- Susurró, antes de desmayarse.

-No lo soporto más- la sostuvo entre sus brazos -Yo te salvaré y luego te prometo que, me iré de tu vida, si es lo que quieres- la besó en los labios, después de apartarle el cabello del rostro -No volverás a verme- la abrazó contra él, evitando quebrarse -¡Elliot!- el pequeño bajó las escaleras en un instante -Junta tus juguetes, amiguito- cargó a la joven con cuidado -Vamos a buscar a tu padre y a Ivi. Nos vamos de viaje-

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro