Dos Palabras
Trama:
Solo se necesita un momento para cambiarlo todo.
- ¡Mira esto! -Señala indignado el vampiro.- Bebe canta himno nacional y se gana contrato discográfico en concurso de talento. -Lee el artículo molesto.- ¿¡Puedes creerlo!? -
- No lo creo señor. -Dice Igor que estaba a su lado.-
- Yo estuve ahí, ni siquiera sabe decir palabras, son solo balbuceos. -
- Lo se, yo también estaba en el concurso de talentos. -Dice sin mostrar ninguna emoción.- Pero debe haber algo que les guste sobre esas criaturas a los pueblerinos como para haberle ganado en el concurso mi amo. -
- No me lo recuerdes. -Exclama mas molesto, eso fue como echarle sal a la herida.-Ellos no saben lo que es el talento. -Mira con disgusto el artículo.-
El vampiro no se da cuenta que sus ojos destellaron en un color púrpura.
- ¡Agh! -Se lleva las manos a los ojos.-
- ¿Qué sucede? -Pregunta el mayordomo preocupado.-
- Creo que me cayo algo en el ojo. -Se los soba.-
- No se los refriegue, iré por las gotas para los ojos. -Se va de la sala.-
El conde parpadea unas cuantas veces hasta que el ardor desaparezca.
Vuelve a destellar y vuelve el ardor en los ojos.
- ¡Rayos! -Arroja el periódico y se baja del sofá.- Debe ser por el polvo. -Se los refriega.- Siempre le digo a Igor que limpie, pero nooo, la suciedad y las telarañas son para un vampiro que se respete. -Se queja mientras se va de la habitación.-
Igor vuelve pero no lo encuentra, ahora tiene que ir a buscarlo.
En el techo del castillo.
Un globo aerostático sobrevuela a unos metros por encima del castillo.
- De acuerdo Heinrich. -Habla Von Goosewing que termina de amarrar con una cuerda su nuevo invento patentado.- Necesito tu ayuda para bajarlo. -Toma el extremo de la cuerda.- Con esta máquina podrá simular la luz solar para quemar a ese monstruo. -Explica orgulloso por su ingenio.- Es bastante pesada así que prepárate. -Advierte.-
Creo que no es necesario decir que el cazador está hablando solo.
Mientras tanto el Conde saca un espejo de mano del cajón.
Por supuesto no se refleja en el.
Pensaba que la suciedad en los ojos aparecería en el espejo por ser una cosa ajena de él.
Pero no había nada.
Sinceramente no entiende el funcionamiento de esto, entiende que los vampiros no se reflejan en los espejos, ¿pero porque su ropa no se ve? ¿Acaso todo lo que se ponga encima es influenciado por su naturaleza vampírica o algo así?
Lo peor es que cuando se lo pregunta a Igor siempre le contesta que no lo piense mucho y beba una copa de sangre.
En el reflejo se ve dos puntos brillantes de color morado.
El pato se asusta y mira detrás de él, pero no hay nadie.
- ¿Pero qué es. . . -Mira fijamente los puntos morados en el espejo.-
Destellan con fuerza dejándolo cegado.
Deja caer el espejo para sobarse los ojos.
- ¿Qué fue eso? -Parpadea varias veces.-
No se da cuenta que sus ojos quedaron con un color violeta.
Se escucha un estruendo que viene del último piso.
- ¿Y ahora qué? -Pregunta molesto.-
Arriba; el Doctor Goosewing aplasto su máquina en la caída destrozándola en pedazos.
- Heinrich . . . -Murmura con dolor de espalda.- Será mejor que te escondas porque cuando te vea. . . -
- ¡¿Que paso aquí?! -Exclama el pato.-
Apenas subió las escaleras y se encuentra con. . . Con . . . Goosewing.
Sus ojos se vuelven brillosos al verlo.
Su corazón late desbocado.
- ¡Monstruo eh venido. . . -Su espalda se atoro.- Eh... -Esta tiesa y se niega a moverse.- Ne... Necesito un momento. -
El vampiro camina hacia el.
Goosewing se asusta y se levanta a la fuerza, se escucha un crujido, el ganso se queda quieto.
- ¿Estas bien? -El pato lo mira fijamente.-
La expresión del ganso responde claramente la pregunta.
- ¡Estoy Bien! -Niega lo evidente.-
- ¿Seguro? -Sigue caminando hacia el ganso.-
- Estoy seguro. -Contesta retrocediendo a cada paso que daba el vampiro, sus movimientos son mecánicos como si no fuera capaz de mover su cuerpo.-
Lo cual era cierto, no podía mover la espalda.
Pero se niega a mostrarse débil frente al enemigo.
Al final el conde lo acorrala contra la pared.
- ¡Oh vaya! Acabo de acordarme que deje la llave abierta. -Trata de encontrar una excusa el cazador.- La cuenta del agua me saldrá carísima, mejor me voy. -Trata de escapar.-
El conde lo agarra de las solapas y lo besa.
Por un momento se detiene el tiempo.
Los picos se separan con un pequeño sonido de "Muac".
El Doctor está con la boca y los ojos abierta.
Duckula solo le sonríe tímidamente con un pequeño sonrojo.
Se escucha un grito de terror.
- ¿Ese fue Von Goosewing? -Pregunta Igor junto a Nanny.-
- Me dio escalofríos. -Dice la gallina asustada.-
- Fue como si lo hubieran asustado de muerte. -Habla Igor que es muy buen conocedor de gritos.- Me alegra que le esté yendo mal. -Sonríe.-
- Espero que mi Patolin no se haya asustado. -
Ninguno tiene intención de ayudarlo.
- Escucha monstruo horrendo. -Beso.- Se lo que estás planeando. -Beso.- ¡No me dejaré influenciar! -Beso.- Ser del mal... -Beso.- El gran Von... -Beso.- Von... -Beso.- Von Goo... -Beso.- ¡Déjame hablar! -
- Lo que digas. -Lo toma de las mejillas y empieza a besarlo en todo el rostro.-
- No me dejaré vencer. -Tiene los ojos fuertemente cerrados y con la cabeza encogida para esconder su cuello entre los hombros.- ¡Soy macho! -Recuerda las veces que no pudo identificar a hombres que estaban usando vestido.- . . . A veces. -Decide ser honesto.-
- Goosewing. -Llama el pato con tristeza al ver que el ganso no estaba a gusto.-
Si no fuera por su espalda tal vez hubiera atacado.
- No importa lo que hagas, no me vencerás. -Advierte sin cambiar su actitud.- Ríndete, esto solo es humillante para ti Verdammte. -
- ¡Goosewing mírame! -
El ganso toma valor y abre un ojo para mirarlo.
- Te quiero. -Sonríe tiernamente con una mirada dulce y un sonrojo.-
Von Goosewing se estremece y abre por completo los ojos.
Esas palabras solo son eso; Palabras.
Fácilmente podría estar mintiendo.
¿Pero cuando fue la última vez que alguien le dijo que lo quería?
Hace años que no habla con su hermana y sobrina.
Sus demás familiares no quieren tener nada con él.
La gente que conoce terminan odiándolo y en el mejor de los casos en malos términos.
Incluso está empezando a creer que Heinrich desaparece tantas veces porque no lo soporta.
Siente un pinchazo en el corazón al darse cuenta de lo necesitado que está por esas palabras.
El conde lo rodea del cuello y lo abraza con cariño.
- Te quiero. -Vuelve a repetir haciendo temblar al cazador.- Te quiero Von Goosewing. -Se separa y lo toma de las mejillas.-
El cazador se siente mareado.
Los besos vuelven otra vez.
- ¿Encontró al amo? -Pregunta Igor con la pequeña botella de gotas para los ojos en la mano.-
- No. -Niega Nanny.-
- ¿Busco en el tercer piso? -
- No. -
- ¿En donde busco? -
- Aún no he ido a buscarlo. -Contesta perdida.- ¿Tenía que buscarlo ahora? -
El mayordomo aguanta las ganas de llorar.
- A ver gorda, acompáñeme a buscarlo. -Ordena.-
El castillo es bastante grande así que tomó un tiempo antes de que se les ocurriera buscar en el último piso.
¡Y qué sorpresa se llevaron!
- ¡Oh! -Exclama Nanny con las mejillas sonrojadas.-
El Conde está sentado en el regazo del ganso y no paraba de besarlo.
- ¡¿Amo?! -
El cazador estaba con la cara roja que parecía echar humo y también se veía mareado, se podría decir que está borracho de las emociones que sentía y de la situación en general.
- ¡Oigan esto no es un espectáculo! -Exclama avergonzado el vampiro.-
El mayordomo se da cuenta de los ojos violetas de su amo, él conocía ese brillo, mira a Goosewing pero sus ojos siguen igual de amarillos. Y también parece suplicarle ayuda con la mirada, lo que significa que está consciente.
Vuelve a mirar los ojos de su señor.
Rápidamente se da una idea de lo que pasó.
- Nanny trae la cámara. -Ordena el buitre aún incrédulo de que su señor se haya hechizado el mismo.-
Nanny emocionada y con los ojos llorosos se va a buscarla, su pequeño patolin a crecido.
- ¡No! -Exclama el pato rojo de vergüenza.- ¡Nada de cámaras! -Se levanta de su asiento liberando al doctor.- ¡Largo! -
- Señor por favor permítame tomarle una foto. -Súplica Igor.-
- Esa es la cosa más tonta que se le puede pedir a un vampiro. -Responde incrédulo de que pidiera eso.-
- Aquí está la cámara. -Habla Nanny que por primera vez hizo su trabajo bien y rápido.- ¿Dónde está tu novio patolin? Quiero tomarles una foto. -
- ¿Que? -Voltea a mirar.-
Ya no está el cazador, aprovechó la distracción y se escapó.
- ¡Rápido! -Exclama el pato.- Vayan a buscarlo antes de que se vaya. -
Se escucha un cristal rompiéndose y un grito.
- Muy tarde. -Dice el buitre.-
Esperemos que la caída le haya acomodado la espalda.
- ¡Bien hecho Igor! -Acusa molesto el conde.- ¡Tú lo dejaste escapar, tu iras por el! -
- Por supuesto mi amo. -Toma la vieja cámara.- Pero primero déjeme tomarle una foto. -Se prepara para fotografiarlo.- Y si aun quiere que vaya a buscarlo, se lo traeré en una pieza. -El pato se ve frustrado ante tal acto irracional de su mayordomo.-
- ¿Qué sentido tiene tomarle una foto aun vampiro Igor? -Le pregunta para que entre en razón.-
- Ya lo verá. -Presiona el botón.-
El flash lo ciega.
. . . . . . .
Igor no puede parar de reír.
Increíblemente se tomó muy bien esa situación para el disgusto de su amo.
Hablando del rey de roma; el conde está escondido debajo de sus cobijas incapaz de mirar a alguien a la cara.
- ¡Cierra la boca Igor! -Gritó avergonzado.- ¿Cómo iba a saber que podía hechizar? -
- Si en verdad me escuchara sabría que los vampiros pueden hipnotizar a las personas. -
- ¡Yo no puedo hacer eso! -Exclama con la cara roja.- O al menos no podía hacerlo antes. -Explica.- No entiendo porque hasta ahora sucedió. -El único poder que tiene a sido teletransportarse para contestar el teléfono.-
- Se necesita tener un cuerpo saludable para poder usar sus poderes. -Responde.- Una buena alimentación de sangre ayudaría a despertar más de sus poderes. -
Nanny llega con una bandeja de comida.
- Yo no bebo sangre Igor. -Contesta molesto.-
Se queda pensando unos segundos.
- ¡¡¡Igor!!! -Grita molesto el pato.-
- Solo unas gotas a escondidas. -Confiesa sin vergüenza.-
- ¡Tienes prohibido acercarte a mi comida! -Ordena.-
- Mire el lado bueno mi amo, Von Goosewing no volverá aquí por un largo tiempo. -
-¡Largo quiero estar solo! -Sigue escondido bajo las cobijas.-
- Patolin no te pongas triste. -Dice Nanny.- Tu novio volverá. -
- ¡¡¡Fuera!!! -
Lo último que escucha es la risa de Igor antes de que cierre la puerta y lo deje solo.
Sale de su escondite para después ahogar un grito en la almohada.
¿Cuánto tiempo estuvo besando a Von Goosewing? ¿Media hora?
Chilla mas fuerte y rueda por la cama.
Su primer beso fue con Von Goosewing y el segundo y el tercero. . . Y el cuarto. . .
Y si lo piensa desde el punto de vista de Goosewing; Debe creer que trato de seducirlo.
La palabra vergüenza es demasiado pequeña para lo que está sintiendo ahora el pato.
Ojalá tenga razón Igor, y que Von Goosewing no vuelva al castillo, no se ve capaz de volverlo a ver a la cara.
En realidad tampoco tiene ganas de salir de su habitación, nunca más.
El pato toma aire para calmarse.
Pero es difícil cuando tu mente te traiciona y hace que revivas ese momento una y otra vez.
- No voy a poder dormir esta noche. -Declaró angustiado.-
Ni esta noche, ni las siguientes, tendrá que vivir con lo que sucedió.
Su vista cae en la foto del cazador que tiene en la pared con dardos enterrados.
La vergüenza se transforma en rabia.
Recoge los dardo y empieza a lanzarlos con toda su fuerza a la pobre foto.
- ¡¡¡Debiste detenerme!!! -Ahora le echa la culpa a la víctima.- ¡Estabas en contra pero después dejaste de pelear! -Un dardo aterriza en el rostro del ganso.- ¡Eres un aprovechado! -
Te quiero Von Goosewing.
Se tapa el rostro con vergüenza al recordar.
Eso fue por culpa del hechizo.
Pero también recuerda claramente el rostro del ganso cuando lo dijo, se vio muy indefenso y desconsolado, en ese momento parecía que se iba a poner a llorar.
Y el. . . Solo quiso ir a consolarlo. (Pero el hechizo provocó que lo hiciera de una manera poco ortodoxa.)
La primera vez que sintió una sincera preocupación por el ganso, porque a diferencia de todas las veces que lo vio herido, esta vez. . . fue diferente, aunque no entiende el porqué.
El pato está muy frustrado, ya no quiere pensar más en eso.
Se irá a dormir esperando que mañana olvide todo.
No muy lejos del castillo, está un ganso en la misma situación o peor que la del vampiro.
Se incrimina por dejarse llevar y se regaña a sí mismo por su momento de debilidad.
Ya sabía lo que le esperaba en este trabajo, así que no había excusas.
Pero lo que más les dolía a ambos es que en un solo momento; En donde ambos olvidaron que eran un cazador y un vampiro.
Donde uno sinceramente trato de consolarlo y el otro permitió que lo consolara.
En ese preciso instante; aunque les duela admitirlo, les gusto estar juntos.
Ahora ya nada sería igual.
FIN
Gracias por leer.
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