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02

N/O

La noche estrellada cubría su cabeza, las copas de los árboles frondosos ocupaban gran parte del camino, mientras que el canto de los grillos y el graznido de los búhos era lo único que se escuchaba.

Era una noche tranquila, silenciosa, pacífica como todas. Sin embargo, Dhan sabía que detrás de esa paz calmada, se escondían los gritos, el peligro y las horrendas criaturas que habitaban más allá del límite del territorio.

Tomando las riendas de su caballo con fuerza, luego de una hora de viaje, se detuvo delante de una cueva.

La conocía muy bien, era un refugio para los caballos del clan cuando viajaban a esa parte del territorio.
Sabía que debía continuar con su camino a pie, era muy peligroso para ella y su fiel corcel si pasaban el camino frondoso juntos, estarían expuesto a cualquier emboscada.
Por lo que, suspirando al notar la mirada de su caballo en ella, entró a la cueva, ató las riendas a un tronco que había allí y acarició su melena con cariño.

-No me mires así, sabes que no puedes venir conmigo, es muy peligroso y te necesito aquí, amigo.

Sonrió levemente y plato un beso en la frente del caballo y juntó su frente con esta.

-Prometo que volveré, cuidate.

y con esta promesa, abandono la cueva, siguiendo su camino por donde gritaba su instinto.

Sus pasos siguieron, adentrándose en el oscuro bosque negro cada vez más.

Luego de varios minutos, sus ojos captaron algo que la dejó en alerta, cerca de uno de los árboles más grandes que conformaban el bosque, había un líquido espeso, pegajoso y oscuro, desprendía un olor a podrido y a azufre.

-Brea...

Miró el camino y al notar las enormes huellas de patas lobunas, sacó su espada en un movimiento rápido.

- Perros infernales...- su voz fue un poco más que un susurro en el viento.

Los perros infernales eran espíritus demoniacos en forma de lobos enormes, son del Inframundo y son muy temidos por los cazadores por tres razones:

La primera; son casi imposibles de matar, ya que su estructura corporal es mayormente brea, fuego y oscuridad, la única forma de hacerlo es atacando el nucleo de su poder, el cual estaba en un punto diferente según el lobo.

La segunda; son extremadamente rápidos, se mueven con el viento y la oscuridad, como un humo oscuro en la brisa del bosque.

Y Tercero; poseen un veneno mortal que mataba en minutos, un rasguño, una mordida, no importaba, cualquiera de ambas bastaba para matarte.

Si te alcanzaba un perro infernal, estabas condenado, porque no hay cura ni antídoto que le hiciera frente al veneno, a menos que te amputaras la extremidad afectada.

En toda su vida, Dhan solo conoció a un hombre que fué capaz de enfrentarse a dos de esas criaturas y salir ileso sin ningún rasguño...

Su propio líder y hermano del alma.

Los aullidos distorsionados de las criaturas de la noche eran escuchados por todo el bosque, la naturaleza se tornó de un color más opaco a medida que avanzaban sus pasos. La brea en huellas de animal iban ganando terreno; los arbustos estaban cada vez más opacos, notando se la falta de vida en ellos.

Dhan caminó con sigilo entre los arbustos, con su cuerpo totalmente tapado por la capa negra, un pañuelo del mismo color estaba en su rostro.

Podía oler El Fuerte olor a podrido que desprendían los lobos, el ambiente tenso y el silencio que dominó el bosque, sabía lo que le esperaba, detrás de esos arbustos habitaba una bruja con un poder grandísimo.

Si esos lobos estaban al servicio de ella, estaba en gran peligro.

Con cuidado y sin hacer ni el mínimo ruido, se trepó a uno de los árboles más cercanos para tener una vista formidable sin tener que acercarse mucho a la zona, contempló el área desde la copa.

Sus ojos captaron una figura entre la maleza, una figura oscura, a su alrededor, cinco perros infernales actuaban como guardianes, mirando y oliendo el aire, mientras que la figura, bruja oscura sin dudas, estaba parada frente a una nube negra con forma humanoide, hablando...

-...El hechizo está casi completo, mis niños, mi propósito será consumado, seré la bruja más poderosa de la tierra ¡Podré gobernar este mundo como me place!- decía la bruja mientras reia de forma macabra, mientras la figura frente a ella se hacia cada vez más clara.

-¡¿Quien se atreve despertar al guardián de la oscuridad?!- la figura se completó, mostrando a un ser cuyo aspecto podría salir de una leyenda terrorifica, relatada desde lo más profundo de tus pesadillas.

Tenía la piel azul, como la de un muerto, dura y fría, cuencas negras y vacías, una boca exageradamente grande llena de dientes afilados bañados en un líquido oscuro, como la brea de los perros infernales, la vida al rededor se consumió de un momento a otro, mientras que la oscuridad se cernía sobre toda la zona, quedando en las penumbras.

Existen muchos tipos de oscuridad, y los seres que la controlan son varios en sí, sin embargo, está oscuridad venía del Inframundo, del rincón más profundo y cruel del Inframundo.

Dhan podía sentirlo, sentir el terror que ese solo ser provocaba incluso en los perros infernales, quienes bajaron la cabeza en señal de respeto y miedo.

Sin embargo, ella no tenía miedo, no le provocaba ni el más mínimo pavor ¿La razón? Desconocida, solo sabía que quería clavarle su espada a esa bruja justo en el corazón podrido que tenía.

Si hay alguno, obviamente.

El ser, quien llevaba puesta una túnica negra rasgada con capucha, como si se tratase de la mismísima muerte, miró a la bruja oscura (o al menos eso parecía, ya que en sus cuencas no habían ojos como tal) quien hizo una señal de eterno respeto, sumisión y entrega.

-Mi señor...- la bruja habló aún con la cabeza gacha, mostrándose vulnerable frente al ser -Eh sido yo, mi señor...- su voz salió apenas en un susurro, admitiendo aquello como si fuese un crimen horrible haber despertado al guardián de su eterno letargo.

El ente la observó en silencio, moviéndose como una ráfaga helada, se acercó a la bruja. Los perros infernales se encogieron aún más, sin embargo se acercaron más a su dueña y señora, protegiéndola, soltaron gruñidos en señal de advertencia. El guardián sonrió perverso y divertido, mientras que la bruja ponía ambas manos en las cabezas de sus lobos enormes, calmando los.

-Supongo, Señora de los lobos, que si tuviste la osadía de despertarme de mi letargo tienes algo urgente que pedirme o estás buscando algo en especial...- sus manos huesudas de dedos largos y azules, con uñas filosas se acercaron a la mejilla izquierda de la bruja, acariciando como si fuera un amante, cortando levemente su piel.

La bruja no se quejó ni tampoco se atrevió a levantar la mirada, aún con todo su poder, no era suficiente para superar el poder del guardián de la oscuridad.

-Asi es... mi señor- contestó, el ente levantó su cabeza con brusquedad y lamió la sangre negra que yacía en la mejilla maltratada de la bruja, saboreando su elixir oscuro y sonriendo al percibir el poder en sus venas.

-La suerte está de tu lado, no te devoraré por haberme despertado debido a que tú poder es... demasiado exquisito para desperdiciarlo- sonrió de forma grotesca mientras caminaba al rededor de la bruja
-Has matado a muchos y robado la esencia de muchos otros, sin embargo sigues demasiado hambrienta, hambrienta de poder...una vez que empiezas, no puedes parar hasta que tú hambre sea saciada por completo.

Su voz salía con calma letal, mientras sus pasos parecían los de un animal acorralando a su presa.

La bruja, enderezó su postura y se quitó la capucha negra que momentos antes, llevaba puesta. Piel grisácea, sin brillo, lisa y fría como la piedra, colmillos como el de un vampiro, ojos negros con iris roja como la sangre, cabello negro liso.

-Deseo que me ayude, mis hermanas están muriendo a causa de los cazadores, mi poder es grande, más es limitado, necesito más poder, necesito su poder- Respondió con ruego y coraje mientras no quitaba los ojos de encima al guardián.

El ente soltó un carcajada, parecida a un chillido agudo y horrendo, mientras se detenía justo frente a ella, separó sus labios y una lengua larga como de serpiente salió frotándose en sus dientes puntiagudos.

-Mi poder es parte de mi esencia oscura, no se puede dar ni arrebatar, es mío solamente porque fui forjado con el- respondió levantando su mano horrenda haciendo énfasis en su poder -Un poder echo de pesadillas, miedo, caos y destrucción, nacido de la oscuridad soy, la oscuridad que yace bajo la cama de los niños y de los corazones de los hombres, mi poder, soy yo- aclaró mientras su puño se apretaba y la oscuridad maldita flotaba a su alrededor.

Maldad...eso era.

-Sin embargo, la osadía se paga con recompensa o con castigo, yo decido cuál de ambos aplica contigo, Bruja de los lobos- tomó un mechón del cabello negro y lo acarició con su mano huesuda, pasando el mechón por sus uñas afiladas.

La bruja se quedó callada, a sabiendas de que lo que había echo tenía sus beneficios, pero también un precio.

-Tu poder es limitado y siempre se pondrá en tu contra, exigiendo más y más, nunca te sentirás satisfecha, sin embargo...existe una criatura cuyo poder es ilimitado, el poder de la vida y la muerte, la destrucción y la restauración, el caos y el orden...ella, buena y mala, es la solución a todos tus problemas- sus ojos vacíos mostraron un fuego infernal -Su poder es más grande que el tuyo y que el mío, oculta en la sombras, esta criatura yace dormida, si la encuentras y absorves su poder, no solo serás la dueña y señora de esta tierra, si no que serás invencible, inmortal y eterna.

La bruja abrió los ojos llenos de un brillo de avaricia, hambrienta, anhelando ese poder ilimitado del que hablaba el guardián de la oscuridad.

-El mundo sería mío, totalmente mío ¡¡Destruiría a la escoria humana y a esos cazadores inútiles!! ¡¡Sería dueña y señora de todo!!- exclamó de forma histérica mientras soltaba carcajadas horrendas a boca abierta, el ser delante de ella se mantuvo inexpresivo está vez.
-¡¿Dónde la encuentro?! ¡Ya quiero saciar mi sed con ella!- la boca se le llenó de un líquido oscuro, escurriendo de entre sus dientes puntiagudos y sus labios finos, babeando al imaginarse ese poder entrando a su alma podrida.

Se oía jodidamente perfecto para ella.

-Su ubicación es desconocida, oculta, dormida, sin embargo, si logras encontrarla lo único que tendrás que hacer es absorber su poder y serás inmortal, nada podrá detenerte- la figura comenzó a desvanecerse delante de ella hasta, después de un momento, convertirse en solo una sombra en la penumbra del bosque.

Dhan sintió un escalofrío recorrerle la espalda al terminar de escuchar todo aquello ¿El mundo entero en manos de una bruja oscura amante de los perros infernales? Eso no sonaba nada lindo.

Nunca lo permitiría, moriría antes de dejar que su mundo caiga en manos de esos seres horrendos.

Con cuidado, bajó del árbol sin dejarse ver y sin despejar sus ojos de jade de aquella figura oscura, al tocar el suelo con sus pies enfundados en sus botas de cuero, se giro para comenzar a ocultarse entre los arbustos. Sin embargo, cuando volvió a mirar hacia allí, la bruja no estaba y segundos después, sintió una fuerte presencia justo detrás de ella.

-Valla valla, miren mis amores, esta pequeña niña se ha perdido en el bosque ¿Que dicen? ¿La ayudamos?- la voz de la bruja se presentó fría y cruel, mientras los lobos la rodeaban, tres de ellos frente a la chica y los otros dos, a cada lado de la bruja, protegiéndola.

Uno de ellos habló con voz ronca y salvaje, el alfa cuyo propósito estaba en proteger a su señora.

-Yo creo, mi señora, que deberíamos orientarla bien- dijo el lobo de aspecto enorme con una sonrisa retorcida en el hocico, los otros tres soltaron lo que parecía ser una risa ronca y cruel, mientras sus enormes patas marcaban la tierra donde pisaban y dejaban un rastro oscuro de brea podrida.

-Estoy de acuerdo contigo, querido- sonrió macabramente mientras soltaba carcajadas agudas y constantes, los lobos la siguieron
-Enseñemos a esta criatura insignificante el camino hacia la muerte y la oscuridad.

Dhan lejos de aterrarse, sonrió ladinamente bajo el pañuelo negro, sus ojos de jade adquirieron una chispa cínica, mientras también soltaba carcajadas.

-No creo necesitarlo...- mientras hablaba, sujetaba su espada con una mano y un frasco en la otra -Ya que yo soy la muerte y vine a reclamar sus patéticas y podridas almas- dicho esto, lanzó el frasco con un líquido transparente hacia la bruja, haciendo contacto con su piel, está se derritió como el hielo dejando heridas espantosas.

La bruja grito de dolor mientras el líquido quemaba todo a su paso, ropa, tejido, músculos, casi llegando al hueso, sin embargo no cayó.

Aún seguía en pie y eso a Dhan le sorprendió un poco.

Solo un poco.

Viendo su oportunidad para escapar, la chica salió corriendo en dirección al territorio de su clan (ya que estaba fuera de los límites del mismo) aunque quisiese enfrentarse a la bruja, sabía que no tendría mucha ventaja.

No con esos perros infernales cerca de ella, protegiéndola como si fueran su reina y soberana.

Maldijo por lo bajo, le hubiera encantado clavarle su espada envenenada justo en el corazón podrido que tenía, pero por ahora, debía volver a su cuartel y contarle a Namjoon lo que había visto y oído.

-¡¡Atrapenla!!- exclamó la bruja iracunda mientras su piel comenzaba a regenerarse, los lobos acataron la orden rápidamente, comenzando a correr tras la cazadora, moviéndose con el viento y la oscuridad.

Apenas los lobos lanzaron su primer gruñido salvaje, fueron en persecución de la chica. Dhan corría a toda prisa por el oscuro bosque, tenía que llegar a los límites verdes del lugar, encontrar el camino que desembocaba un río de agua pura y cristalina.

Algo que sabía, era que todos los seres de la oscuridad tenían algo en común: odiaban la pureza y no hay nada más puro que el agua en su estado más natural.

Sus pies se movían con agilidad y rapidez, sabía que no tenía mucho tiempo, los perros infernales le pisaban los talones, un paso en falso y sería su fin.

Sonrió ante aquella idea, en su cuerpo corría la adrenalina, su respiración era acelerada y sus ojos estaban llenos de un brillo letal el cual se intensificó cuando notó que tres de los cinco lobos que la perseguían, la rodearon y la acorralaron frente un muro de piedra.

Sin embargo, sonrió mostrando sus blancos dientes, los lobos son rápidos y astutos, pero ella... era más rápida y astuta.

Volvió a sonreir con sadismo y miro a las criaturas frente a ella, gruñendo y mostrando esos asquerosos dientes.
Mientras, la bruja cuyas heridas ya habían sanado, yacía detrás de ellos a unos metros de distancia, observando con una sonrisa, a cada lado de ella, los dos lobos restantes la escoltaban.

Como una reina cruel y poderosa.

Dhan observó a los lobos que la rodeaban, el alfa estaba custodiando a la bruja, así que supuso que los otros tres solo se trataban de Betas, los sirvientes del alfa.

Si, así se regían aún en el mundo de los perros infernales, el rango era importante.
Dhan tocó su espada escondida entre sus ropas, sujetándola con fuerza, se movió con lentitud y la guardia alta, calculando, mirando cuales eran sus posibilidades para escapar de allí con vida.

Los lobos se encogieron en una posición de ataque y luego se lanzaron hacia delante, los tres al mismo tiempo en un ataque feroz, Dhan sonrió y se lanzó hacia la piedra más cercana, dando un salto y apoyando sus dos pies en esta, volvió a saltar, está vez hacia la pared de piedra, apoyo sus pies en esta y se impulso hacia atrás.

Giró en dirección hacia los lobos y sacar está vez su arco en un movimiento rápido, tomó dos de sus flechas de su carcaj y las lanzó directo hacia ellos, dándole de lleno a uno en la cabeza, entre medio de los ojos, mientras que el otro recibía la flecha en el cuello, hiriendolo pero sin ser suficiente para matarlo.

El primer lobo cayó al suelo, muerto, con la flecha incrustada en su frente, luego su cuerpo se incendió y se redujo a cenizas.

La chica aterrizó sobre sus pies, ayudando a absorver el impacto agachándose levemente, sacó su espada en un movimiento rápido y corrió hacia el segundo lobo girando sobre sus pies, su espada cortaba el aire, dando zarpazos hacia el lobo, hiriendolo aún más.

La bruja, por otro lado al ver a uno de sus queridos lobos morir a manos de esa cazadora, la ira la invadió aún más, esperando de que sus hijos la destrozaran, apretó los puños y su magia negra comenzó a salir, fortaleciendo a sus lobos, quienes intentaban morder y arañar a la chica a toda costa por haber dañado a su señora.

Sin embargo, Dhan era muy escurridiza debido a su insignificante tamaño y agilidad, era como tratar de atrapar el viento con las manos, así de difícil.

El segundo lobo cayó muerto, luego de atravesar el núcleo que estaba en su torso, Dhan buscó al tercer lobo faltante con la espada en alto.

Sin embargo, no lo veía por ningún lado y eso, no era una buena señal.

Luego de unos segundos, un cuerpo negro y enorme se lanzó hacia ella desde el muro de piedra, saltando como una bestia, derribando a la joven y haciendo que su cuerpo chocase contra las piedras del camino.

El lobo se lanzó encima de ella e intentó morderla, Dhan bloqueo la mordida con su espada utilizando la de escudo poniéndola en la boca abierta del lobo. El filo cortó la piel de su mano con rudeza, ella gimió de dolor por la herida mientras intentaba quitarse al enorme animal de encima.

Una de las patas del lobo se puso sobre su torso y presionó con fuerza, comenzando a clavarlas en la tela y traspasando su piel con fiereza. Dhan aulló de dolor mientras sentía como toda la zona de su abdomen ardía en llamas. Gimió y lloró, más no sé iba a rendir.

No tan fácilmente.

Con cuidado y tratando de mantener el arma en la boca del lobo, tomó uno de los frascos que tenía en su capa y lo lanzó al aire con todas sus fuerzas, al tocar el suelo, este estalló en una bomba de luz blanca y cegadora, haciendo que el lobo la suelte al fin y aulla de dolor por la ceguera.

"Los seres de oscuridad detestan la luz, Dhan"

La voz de Namjoon apareció en su mente como un susurro.

Sonrió agradecida por la sabiduría de su líder y como pudo se levantó y salió a correr, perdiendo de vista a aquellos seres, mientras la bruja gritaba llena de ira por haber perdido a sus queridos lobos.

A medida que iba corriendo, su visión se tornó borrosa, mientras sentía como las fuerzas la abandonaban de apoco, sus pasos rápidos se volvieron torpes haciéndola caer de rodillas, sus manos temblaban y sentía como su interior se tornaba frío, helado como el hielo.

<<¿Este es mi fin? ¿Moriré así?>> Ella negó mientras intentaba pararse, fallando en el intento y terminando otra vez en el suelo.

<<No puedo morir... Debo... Avisarles...>>

Su cuerpo cayó hacia delante y está vez no pudo moverse, las fuerzas la habían abandonado por completo, sus ojos pesaron como plomo.

-J-Jungkook- susurró sin fuerzas para finalmente cerrar sus ojos y caer inconciente, no sin antes ver como una figura negra en la distancia la observaba en silencio.







Chan chan chaaaaan 7v7

Espero que les haya gustado este capítulo, me tardé algo en escribirlo, pido perdón por no haber actualizado antes pero últimamente eh estado algo ocupada.

¿Que les parece nuestro personaje femenino? Leo sus opiniones

Por cierto, en multimedia les dejé una foto de Dhananjay, como me la imagino, espero les guste su apariencia física.

Aquí les dejo unas fotos de como son los perros infernales:

Aterradores ¿Verdad?, Fotitos sacadas de Pinterest ^^

Bien, es todo por ahora, cambio y fuera

🌺MEL🌺


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